jueves, 28 de noviembre de 2019

CARLOS CACEDO:
DE LA GOBERNACIÓN A LA UNIVERSIDAD.
Hombre de retos.

CAICEDO EN LA GOBERNACIÓN DEL MAGDALENA: Carlos Caicedo Omar, se había presentado en el año 1994, al Concejo de Santa Marta en la misma lista de Rubén Darío Cardona, por el M-19 (Movimiento 19 de Abril); en dicha plancha resultó ganador Rubén Darío Cardona, con 700 votos, seguido de Carlos Caicedo con 550 sufragios. Ese mismo año resultó elegido Gobernador del Magdalena, Jorge Caballero, al derrotar al “Mono” Sánchez, periodo (1995-1997). Carlos Caicedo al no conseguir la curul, entró a formar parte del gabinete del Gobernador Jorge Caballero Caballero, como Coordinador de Asuntos Sociales, nombrado mediante Decreto No. 004 del 2 de enero del año 1995, cargo que ocupó hasta diciembre de 1996.
Encargo en la Universidad del Magdalena: Carlos Eduardo Caicedo Omar, que venía desempeñando desde enero del año 1995, funciones públicas en la Gobernación del Magdalena, es encargado en diciembre del año 1996, en la rectoría de la Universidad del Magdalena, por parte del Gobernador Jorge Luis Caballero Caballero.
Posesión Caicedo.
Ante Jorge Caballero.
Gobernación del Magdalena.

RECTOR OSWALDO PÉREZ MOLINA: El 14 de marzo del año 1996, ante el Consejo Superior de la Universidad del Magdaelna, presentó renuncia el rector Oswaldo Pérez Molina, quien se venía desempeñando en el cargo desde el año 1992. En su carta de renuncia el Ingeniero Pesquero agradece al Consejo Superior, presidido por el Gobernador, Jorge Caballero Caballero, la ayuda ofrecida para que la institución conservara el liderazgo que a base de esfuerzos consiguiera en el ámbito regional y nacional.
Encargo de Joaquín Zúñiga Ceballos: El 20 de Marzo del año 1996, los estudiantes rechazan la designación como rector de la Universidad del Magdalena a Joaquín Antonio Zúñiga Ceballos, encargado hasta el 31 de marzo, elección que hizo el Consejo Superior del Alma Mater en la Planta Piloto de Taganga.
Encargo de Zully David Hoyos: El 2 de abril del año 1996, el Consejo Superior de la Universidad del Magdalena, en cabeza del Gobernador Caballero, ante la crisis institucional del centro educativo, encarga a la Doctora Zully David Hoyos, con el propósito de adelantar una consulta para el nombramiento en propiedad de un nuevo rector. La crisis se agudizó y la Doctora Zully David Hoyos, renunció el 16 de diciembre del año 1996.
Posesión Caicedo.
Ante Jorge Caballero.
Rector Unimagdalena.

ENTRA CAICEDO A LA UNIVERSIDAD: Ante la renuncia de la Doctora Zully David Hoyos, el Gobernador del Magdalena, Jorge Caballero, encarga de la rectoría al Doctor Carlos Eduardo Caicedo, el 17 de diciembre del año 1996, quien organiza el proceso electoral.
Elección de Alfredo Correa De Andreís: El 24 marzo del año 1997, de una consulta popular en donde se presentaron tres candidatos, resultó elegido el Ingeniero Agrónomo y sociólogo Alfredo Correa De Andreís, registrando el 45.6 por ciento de la votación total que fue de 3.823; de esta manera Alfredo Correa De Andreís sería el rector en propiedad desde el miércoles, 2 de abril de 1997, hasta el dos de abril del año 2000, nominación que fue ratificada por unanimidad por los 9 miembros del Consejo Superior del Alma Mater. Correa reemplazaría a Carlos Eduardo Caicedo Omar, que ocupaba el cargo en calidad de encargado desde diciembre 17 del año 1996. Con su posesión Correa De Andreís pondrá fin a más de un año de interinidad en la rectoría de la Universidad del Magdalena.
Renuncia de Alfredo Correa De Andreís: En el mes de mayo de 1997, el académico cienaguero claudicaría, pero su renuncia no fue aceptada; un mes después, a inicios de junio del mismo año, Correa De Andreís, dio un paso al costado y culminó su ciclo al frente del centro académico, no terminando el periodo para el cual fue elegido.
Nuevamente es encargado Caicedo, Rector de la Universidad: Reemplazaría a Correa, en calidad de encargado nuevamente, por orden del Gobernador Jorge Caballero, el abogado Carlos Caicedo Omar. Ante la gravedad de la situación que afrontaba la universidad, el Consejo Superior nombra en propiedad al actual rector, Carlos Eduardo Caicedo Omar, periodo que culminó después de varios concursos y consultas internas en el año 2006, quiere decir que Caicedo duró 10 años al frente de la Universidad del Magdalena. Inicialmente adelantó un proceso de reestructuración administrativa y financiera, para lo cual contó con el apoyo de algunas instancias gubernamentales del orden nacional. De modo que la nueva cara de la universidad la construyó Caicedo desde su llegada a la Rectoría, al transformarla de técnica a profesional, posicionándola como una de las mejores de Colombia. Con la gestión de Caicedo, la Universidad se salvó de la liquidación. Pasó a tener 9 mil estudiantes, 28 programas de pregrado (dos de los cuales fueron acreditados como de alta calidad), 11 de maestría en convenio con la Universidad Nacional (y cuatro propios), 34 grupos de investigación avalados y clasificados por Colciencias y un presupuesto de 42 mil millones de pesos.
Decreto nombramieto.
Funcionario Gobernación
del Magdalena.

TORPEDEO DEL GOBERNADOR TRINO LUNA: Para el periodo (2004 – 2007), es elegido Trino Luna, Gobernador del Magdalena. Como Caicedo estaba ganando gran popularidad desde la rectoría y no escondía sus intenciones electorales por voto popular; el Gobernador Luna, decidió atacarlo con todo tipo de acusaciones. Ante esta circunstancia Caicedo renunció de la Universidad en septiembre del año 2003, pero el Consejo Superior y los estudiantes no aceptaron su renuncia y recogieron más de 11 mil firmas de respaldo para que no abandonara el cargo. Entonces Caicedo decidió quedarse.
Marchas en favor de Carlos Caicedo: Los estudiantes y los profesores sabían que la situación de Caicedo era precaria y por eso organizaron seis marchas pacíficas entre el 2003 y el 2006, algunas de las cuales se congregaron frente a la Gobernación del Magdalena, y a las que asistieron entre 10 mil y 20 mil personas para apoyar la causa del rector.
Condenan y absolución de Carlos Caicedo: En agosto de 2006, dictan medida de aseguramiento contra Caicedo, siendo arrestado durante un evento en la Universidad. En octubre de 2007, el Juez Tercero del Circuito de Santa Marta lo condenó a ocho años de cárcel. Caicedo apeló la decisión del Juez que lo condenó por peculado. Fue absuelto de los cargos de corrupción por los que era acusado y declarado inocente por la Sala Plena del Tribunal Superior de Bogotá, en mayo del año 2011.
El Rector que reemplazó a Caicedo: Ante la detención judicial de Caicedo, el medico Juan Carlos Dib Díazgranados, fue delegado con funciones de rector; luego el 15 de abril del año 2007, con una votación unánime de los ocho miembros asistentes al Consejo Superior de la Universidad del Magdalena, fue elegido como nuevo rector encargado de la institución. Juan Carlos Dib Diazgranados, renunció el 14 de agosto del año 2008, como no le aceptaron la renuncia volvió hacerlo el 31 agosto del 2008, en carta enviada al Gobernador Omar Diazgranados Velásquez, como Presidente del Consejo Superior de la Universidad. De tal manera que Juan Carlos Dib Díazgranados, estuvo como rector encargado de la Universidad del Magdalena entre abril 15 de 2007 y septiembre del año 2008. 
Ruberth Escorcia nuevo rector: Al renunciar Juan Carlos Dib Diazgranados, quedó como encargado de la rectoría Ruthber Escocia, quien cumplió en la Universidad los siguientes periodos: desde septiembre del 2008, hasta 25 noviembre del 2012 y; desde este mismo día, mes y año, hasta el 25 noviembre del año 2016. A Ruberth Escorcia lo reemplazó Pablo Vera.

domingo, 24 de noviembre de 2019

ENTREVISTA  A  NACHO VIVES.
INTRODUCCIÓN: Entrevista realizada a José Ignacio Vives Echeverría (Nacho Vives), el primero de noviembre del año 1990, siendo alcalde de Santa Marta. La entrevista fue realizada por César Augusto Ayala Diago, escritor, historiador y profesor del  Departamento de Historia Universidad Nacional de Colombia. Para esa época Nacho Vives a nombre del Partido Liberal, con un margen de 13 votos, resultó elegido alcalde sobre el también liberal José Domingo Dávila Armenta.
CÉSAR AYALA (CA): ¿Cómo se vinculó usted a la Alianza Nacional Popular?
VIVES: Yo he sido por naturaleza un hombre revolucionario, adverso a las ortodoxias ideológicas y políticas. Nací en una familia burguesa de Santa Marta, a mucho honor, pero nunca he estado al servicio de la burguesía sino del pueblo. Y así me inicié en la política, pudiendo haberme iniciado por las sombras que me dejaba mi familia, donde mi padre, mi tío, habían sido senadores, representantes, gobernadores, alcaldes yo seguía por las mismas trillas, sin embargo preferí enrumbarme por otros caminos distintos en contra de esa vía a la cual perteneció mi familia. Esa fue la razón que me llevó a ser un revolucionario, a llevarle la contraria a lo tradicional y comencé con una rebeldía local cuando se creó el MRL, Movimiento Revolucionario Liberal en la convención del Buho en Bogotá en 1959. Yo fui de los fundadores del MRL con Alfonso López Michelsen, Álvaro Uribe, Felipe Salazar Santos, Alfonso Batbetena, Ramiro de la Espriella, Jaime Ucrós, María Helena de Crovo, Ernesto Vera Ángulo. Fui elegido Representante a la Cámara cuando el período era de dos años: de 1960 al 62. Mi primer discurso en el Congreso fue pronunciado precisamente el día en que me tomaron posesión, yo me posesioné como miembro de la Cámara de Representantes, presenté una proposición el 10 de julio de 1960 de saludo a la revolución cubana, al comandante Fidel Castro y me la negaron; entonces yo pedí la palabra. Fue mi primer discurso en la Cámara, el mismo día en que yo llegué al Congreso. Después de 1962, el período de la cámara era entonces bienal, yo me embarco en una lucha frontal. En un departamento como el del Magdalena que era feudo podrido en esa época, o sea que se elegían dos senadores: un liberal y dos conservadores por la paridad; que el que sacara dentro del partido un voto de mayoría se llevaba las curules. Y siendo que el Partido Liberal en la lista oficialista presentó a mi tío don José Vives encabezando como primer principal, en el segundo renglón al doctor Pedro Castro Monsalve, primer suplente al Doctor Armando de la Fuente y segundo al doctor Augusto Curubai Mongo. Yo encabecé la lista del senado por el MRL, en 1962 en el Magdalena con mi nombre, segundo principal Carlos Caballero Cormane, primer suplente de El Banco Trino Luna Morón, de la Guajira, Orlando Monsalvo Cuadrado como segundo suplente. Tuvimos una batalla campal política, tuve el honor de derrotar a Don Pepe Vives en Santa Marta su tierra natal y la mía, a Pedro Castro Monsalvo en su tierra natal: Valledupar, a Justo Turbay en su tierra natal: Tenerife, a Armando de la Fuente también en Santa Marta, y a todos juntos en el Magdalena grande que incluía el Cesar y también a la intendencia de la Guajira. Llego al Senado y me caracterizo por ser el abanderado de las invasiones, defiendo las invasiones de las tierras, el derecho al que la ocupa, al que mantiene la tenencia de la tierra explotarla. Presento el proyecto de Acto Legislativo en 1963 para permitir al legislador que si nos llena los requisitos legales de la Guajira, fuera erigida departamento porque era Intendencia. Se departamentaliza la Guajira, yo soy el primer gobernador el 1 de julio de 1965 y ese mismo día se presenta una invasión de tierras urbanas entre el municipio de Fonseca que es lo que hoy se conoce con el nombre de Barrio Primero de Julio, hecho el día en que yo asumía la Gobernación de la Guajira. El presidente Valencia que me había nombrado gobernador por radioteléfono que era la comunicación de la época, me llamó a decirme que echara a la policía y al ejército a respaldar al terrateniente dueño de los predios invadidos y yo puse la policía y el ejército a darles apoyo a los campesinos. Eso me costó la salida de la gobernación: duré 2 meses y 18 días.

CA: Pero ya no estaba usted en el MRL ¿Ya se había retirado del MRL?
VIVES: En esa época sí, tienes razón. Me había incorporado al oficialismo liberal, lo que hizo el Doctor López con un año de retraso mío, porque un año después también ingresa al oficialismo liberal cuando el Doctor Carlos Lleras Restrepo tiende la mano y abre las puertas del partido y a ambos nos dieron un premio de consolación similar: la primera gobernación de un nuevo departamento; a mí en la Guajira y a él en el Cesar con la diferencia con el compañero jefe de que el Departamento de la Guajira lo hice yo y tenía derecho a la primera Gobernación, el del Cesar no lo hizo él. Pero sin embargo, pues... yo he sido un Lopista 100%. El doctor López nunca fue revolucionario, él se definió en una época como burgués progresista y eso fue lo que él fue: un burgués progresista y no un burgués revolucionario. Yo aprovecho y lanzo mi candidatura al Senado en 1966 por la Guajira y fui elegido senador por la Guajira. Me eligen miembro de la Junta Directiva del INCORA, y ahí comienzan mis problemas con el INCORA a raíz de las tierras de la finca Bella Cruz, de La Gloria, propiedad del terrateniente fallecido Don Alberto Marulanda Grifo. Inicié también un respaldo a los campesinos, a los invasores y me opongo a que el INCORA le comprara la parte oriental de esa finca que era la parte cercana a la cordillera, a la sierra de los Motilones, que era la parte sin irrigación, estéril. Esa parte se la iban a comprar y Marulanda Grifo y yo probé que él no era dueño de eso, que esos terrenos eran baldíos nacionales y si eran baldíos nacionales eran propiedad de la nación y el INCORA que era de la nación, no podía comprarlos a un particular como el señor Alberto Marulanda Grifo. Entonces yo me opuse a esa negociación, me ofrecieron dinero a través de funcionarios de la época que yo denuncié en su tiempo. En el Senado mantuve mi posición y al que encarcelaron fue a mí. Eso me llevó a hacer el debate contra Lleras, Fadúl y Peñalosa, que inicié en el Senado de la República el 20 de julio de 1969, debate que yo sabía cómo lo comenzaba, pero nunca supe como lo iba a terminar; en el cual yo hablé en el Senado durante 386 horas; dos meses y medio duró el debate. Me tocó enfrentarme sólo al Presidente más soberbio, más engreído y más poderoso de la época que era el Doctor Carlos Lleras, investido entonces de la comandancia suprema de las fuerzas armadas. Y también a todo su gabinete y a la mayoría de mí propio partido. Afortunadamente para mí, en la vida, no hay enemigos pequeños, ellos me subestimaron y cuando yo pedí radio para el debate dijeron: póngaselo para que el país presencie como lo vamos a liquidar en 24 horas. Cuando yo me sentí hablando para todo el país comenzó a llegarme la represión del debate a mi modesta curul pues salí a las plazas públicas también. El debate se creció, Lleras amenazó a las mayorías del Congreso, les ofreció gobernaciones, ministerios y embajadas. Hubo juicios hasta del Presidente que amenazó con su renuncia, y finalmente en una victoria pírrica: a mí, el Senado, el 11 de septiembre de 1969 me levanta mi inmunidad parlamentaria y me apresan llegando a Cali, en una plaza repleta de gente que me esperaba, el 12 de septiembre de 1969 a las 5 de la tarde. Me levantaron la inmunidad por 51 votos contra 46; 51 que votaron en favor de que me metieran a la cárcel y 46 senadores que se resistieron a las presiones del gobierno. En total fue una victoria pírrica del mandarín de turno, porque tres votos menos que él hubiera tenido, tres votos más que yo hubiera tenido yo le habría ganado. ¡A mí me levantan la inmunidad! Sin embargo: la cárcel es buena! Yo creo que la cárcel educa, que la cárcel tiempla el carácter de los hombres. A mí me convino la cárcel y otros carcelazos más que he sufrido en la vida. Yo soy de los que creen que los abogados en vez de ponerlos a hacer el año rural, hay que meterles un año carcelario, meterlos presos un año para que salgan más humanizados a ejercer la profesión. Porque cuando uno está en la cárcel, a los abogados no los ve uno sino cuando le van a cobrar o cuando uno los llama o les manda papelitos con los guardianes y cada papelito, cada mensaje le vale un billete al preso.

CA: Pero ¿cuál fue el propósito de salida a la plaza pública cuando estaba en marcha el
debate?
VIVES: Pues el pueblo me exigió. Es que se reunían en las barras de la Cámara, del Senado y cuando yo salía eran manifestaciones en la Plaza de Bolívar. Comenzaron a hacer invitaciones, la primera fue en Barranquilla. Fui y llené la Plaza de San Nicolás, la segunda fue en Cartagena en la Plaza de la Aduana.

CA: ¿Pero usted aparecía solo?
VIVES: Solo.

CA: ¿Sin ningún partido político de respaldo todavía?
VIVES: Pregonando que la lucha es de las clases, que la unión, que las peleas ya no son por los trapos, que el pueblo ya no comía trapo. Y ahora menos que antes; que las luchas de clases es por el empleo, por la vida, por el salario, porque la devaluación y la inflación no les roben el poder adquisitivo: el jornal. Y estando en la cárcel me sentí a pesar de que me restringieron mucho las visitas, de que me trasladaron a cinco cárceles en los tiempos que estuve preso, de que me capturaban la correspondencia, de que no me dejaban oír, sino tramposeando, radio; mucho menos de ver televisión para que yo no me diera cuenta cuando estaba cautivo de lo que estaba pasando en el país. Sin embargo el grito fue tan grande, de solidaridad de la opinión nacional, que me llegó a mí en la cárcel. Cuando yo estaba preso, las candidaturas, acuérdese que venían las elecciones del 19 de abril de 1970, yo estuve preso el segundo semestre de 1969. Allá me fueron a buscar un grupo de congresistas costeños, liberales y conservadores, a invitarme a acompañar la candidatura costeña de Evaristo Sourdis. Yo les dije en la cárcel que yo soy un costeño, pero que la lucha no es de liberales contra conservadores o viceversa y mucho menos podíamos cambiarla por una lucha de cachacos contra costeños o de costeños contra cachacos. Que la lucha es de clases, yo he creído en esa tesis. Entonces yo les dije: No, lo que hay que unir no es los costeños contra los cachacos, ni a los liberales contra los conservadores. Lo que hay que unir es a los explotados de todos los partidos. Yo al doctor Sourdis no lo puedo acompañar porque él está al servicio de la burguesía, del Frente Nacional, así sea costeño. Entonces, me pidieron que oyera al doctor Sourdis en una visita que estaba dispuesto a hacerme en la cárcel. Yo recuerdo que en la visita, delante de dos congresistas costeños conservadores, fue muy breve. Yo le dije al Doctor: Doctor Sourdis el día en que yo salga de la cárcel, y no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista, y algún día salgo, ese día salgo a la plaza y yo tengo que salir como un botafuego contra Carlos Lleras y la corruptela gobernante. No me entendería el país, si yo no salgo así: con un látigo en la lengua. Entonces el doctor Sourdis me dijo que eso si no lo podía tolerar él; que él había sido nombrado Contralor por decreto del Presidente Lleras cuando la Cámara no tenía posibilidad de elegir Contralor porque se necesitaban las dos terceras partes, y casi nunca se reunía y el Presidente lo nombraba por decreto. Entonces yo le dije: Doctor Sourdis entonces usted se equivocó de celda porque en la mía está un hombre y si a usted el Doctor Lleras lo nombró por decreto Contralor a mí por decreto me metió aquí a la celda. No hay nada que hablar conmigo. Y la prensa dio noticia de esa visita del Doctor Sourdis a mi cárcel y entonces allá me visitaron Samuel Moreno Díaz, María Eugenia Rojas de Moreno Díaz y un grupo de congresistas de la Anapo, que en ese momento comenzaba a decaer electoralmente y las curules que tenían en los cuerpos colegiados eran todas conservadoras con una que otra excepción. Entonces yo salí el día 12 de diciembre de 1969 de la cárcel y ese mismo día me esperó una grandiosa manifestación sin luces, sin banderas, sin pancartas porque no había plata y se llenó la plaza de Bolívar y las bocacalles, unas cuadras, por todas las calles y carreras como en las épocas de Gaitán. Invité a Rojas a que fuera a la manifestación que yo me iba a adherir a él, la verdad es que Rojas tuvo miedo a medírsele a tanta gente y estuvo en la secretaría del Senado y no se atrevió a salir. Yo ahí dije al pueblo de Bogotá y por su conducto al pueblo de Colombia: que adhería de las cuatro malas candidaturas conservadoras, que eran Pastrana, Belisario Betancur, Evaristo Sourdis y Rojas Pinilla, todas cuatro conservadoras, que adhería a la menos mala que a mi juicio era la del general Rojas Pinilla, porque estaba por fuera del establecimiento gobernante. Y en esa forma yo adherí a Rojas y después del éxito de esa manifestación él se me sumó en la gira que yo inicié por todo el país, repito. Volví a comenzar las giras por Barranquilla en el Hotel Roxi, en la Plaza del Paseo Bolívar, el día 18 de diciembre de 1969. Estuvimos en Santa Marta, Riohacha, Maicao, Valledupar; pasamos a Cartagena, a Sincelejo y a Montería y cerramos fin de año haciendo manifestación el 31 de diciembre en Montería. Jamás se había visto nunca. Inicié el dos de enero por Málaga Santander. El dos de enero de 1970 me recorrí todo el país, llenando plazas. Yo fui consciente de que el espectáculo era Nacho Vives y no el general Rojas. Yo llegaba a la plaza con barbas, que me las dejé crecer aun cuando el Doctor Lleras ordenó que me afeitaran en dos frustradas oportunidades. Porque yo había dicho que mientras él "desgobernara" la república mis barbas crecerían en una protesta muda y permanente ya que no me dejaban protestar de otra manera. Y, yo me daba cuenta que cuando yo hablaba de penúltimo, porque él que venía hablar de último, era el dueño de la candidatura, que era el general Rojas Pinilla, la manifestación después de que yo terminaba se dispersaba. Porque Rojas no era orador, porque mientras yo decía, como lo dije, en la Plaza de Caycedo, en una manifestación inolvidable, la Plaza de Caycedo de Cali, que lo que este país necesitaba era 100 entierros de primera para que 25 millones de Colombianos fueran felices, Rojas decía que él era el Mesías, que hablaba en nombre de la virgen de Chiquinquirá. Ese binomio que constituimos en la plaza a la postre no fue malo, porque él motivaba su clientela de derecha y yo conmovía mi clientela de izquierda. Sin embargo Rojas ya llegó a una edad en que estaba reblandecido. Yo lo oí varias veces, como cuando llegamos a la plaza de Pasto que el aeropuerto queda distante, nos embarcaron en un camioncito en el que él y yo íbamos de estrellas, de vedette saludando a las multitudes que se agolpaban a nuestro paso y él levantando la mano derecha saludando y yo la izquierda montados de pie en el camioncito, él saludaba a la gente y hablaba y decía: "Quiay viejito, cómo estás, ¿por tu casa? Saludes a todos". Yo me daba cuenta de que el viejo hablaba solo, llegó a una edad en que la senectud lo tenía contaminado. Y en la plaza de Pasto, que yo dije eso, que debía establecerse en Colombia el paredón pa fusilar a cien explotadores de Colombia, comenzando por los dueños de las rotativas más grandes de la capital de la República; él a mi lado susurraba diciendo: ¡Perdónalo señor que él no sabe lo que dice! Y yo sabía que yo le llenaba las plazas, que él no podía producir más de lo que produjo por el lado
Conservador. La ANAPO en el setenta, el 19 de Abril creció por el lado liberal. El hecho de que el doctor López también se hubiera incorporado a la unión liberal y hubiera disuelto la esperanza que fue el MRL, que hubiera aceptado primero la gobernación del Cesar, después el Ministerio de Relaciones Exteriores y luego se instaló y apoltronó en el oficialismo liberal, esos hechos hicieron de la Anapo un movimiento bonito, un movimiento que jugó a dos bandas. Las tesis mías en muchas reuniones con el general Rojas era que cuando Samuel y María Eugenia hablaban en la necesidad de construir la ANAPO en otro partido, en un tercer partido, yo siempre me opuse, yo siempre dije que no, eso es un error; entre otras cosas, no se va a lograr fundar un tercer partido que sea revolucionario que es lo que quiere el pueblo, entonces vamos es a organizar un tercer partido conservador con otro nombre, pensando que los colombianos somos tan cándidos, que porque le cambian de nombre a la criatura no vamos a saber de quién es hija. Yo me opuse violentamente por dentro de la ANAPO.

CA: Por dentro, porque por fuera algunas publicaciones anunciaban que usted estaba de acuerdo.
VIVES: Yo me opuse pero airadamente. Es más, yo luché porque las elecciones del 19 de abril la ANAPO jugara al Frente Nacional que tenía también las dos bandas la liberal, la conservadora, jugáramos también a las dos bandas la liberal y la conservadora de la Anapo y yo presioné para que hubieran listas liberales de la Anapo para Senado, Cámara, Asamblea y Concejo en todos los Departamentos, en todos los municipios de Colombia, una batalla titánica, hubo partes donde no lo pude lograr como fue en Bogotá. Alberto Zalamea y yo insistimos en que se hicieran dos listas para el Concejo de Bogotá, la una encabezada por María Eugenia, la conservadora de la ANAPO al Concejo, y la otra encabezada por mí, que yo resulté elegido diputado en 18 departamentos, concejal de 565 municipios en esas elecciones del 19 de abril de 1970. Pero no me dejaron ser concejal de Bogotá, porque María Eugenia necesitaba los votos liberales motivados por nuestra insurgencia iqué fueron bastantes!, los necesitaba para derrotar en Bogotá a su contendora dentro del partido conservador que era Doña Bertha Hernández de Ospina, que encabezaba la lista al Concejo de Bogotá por el Partido Conservador tradicional. Y no pudimos Alberto Zalamea y yo convencer a la ANAPO de la lista liberal al Concejo de Bogotá, entonces pusieron los liberales a votar por la lista conservadora de María Eugenia, lo cual fue una estupidez como un día se lo dije al general Rojas, porque la votación más mayoritaria en Bogotá era y sigue siendo la liberal. Y nosotros al exponer, siendo que había la paridad en el Concejo de Bogotá y en todos los cuerpos colegiados en ese tiempo 1970, nosotros al exponer a los liberales a votar por la lista conservadora de María Eugenia para Concejo en Bogotá estábamos aumentando con votos liberales la votación conservadora, para encarecer el cuociente [sic] de las curules conservadoras del Concejo que eran las que así encarecidas por nosotros, nosotros los de la ANAPO íbamos a pretender ganarlo, abaratándoles al oficialismo liberal con la sustracción de votos liberales, votando por la lista conservadora de María Eugenia al concejo de Bogotá, abaratándoles las listas liberales oficialistas, el cuociente [sic] de las curules liberales, que intactas, que eran la mitad por la paridad se las dejamos baratas para que ellos se las ganaran. Ese fenómeno lo vivimos en otras partes. Yo me opuse pero la presión fue muy fuerte, muy fuerte y una charla que hubo en la casa del General allá en Teusaquillo... cuando yo salía de la cárcel, a mí me ofrecieron la candidatura presidencial para 1974 a cambio de que yo acompañara a Rojas por todo el país.

CA: ¿Eso se dio en aquella visita que le hicieron a la cárcel María Eugenia y su esposo? ¿Ese compromiso?
VIVES: No, no eso fue una reunión yo ya libre, después de la reunión de la manifestación en Bogotá, de haberse visto el éxito de la manifestación en Bogotá. Fue un éxito personal mío porque esa manifestación fue sin Rojas, sin buses, no había plata pa' mandar a pintar carteles, ni pasacalles, ni banderas, ni nada; la gente fue espontáneamente. Pero resulta que el 19 de abril, creo que finalmente después de haber logrado la mayor parte de las listas liberales que se pudo, crezco con mi participación la votación de la ANAPO por el lado liberal, que fue el crecimiento. Porque en el Senado en el período de 1966-1970 había dos senadores.