lunes, 14 de diciembre de 2020

MÁS ATRASADO
QUE EL CORREO DE GAIRA.
Gaira, año 1937.
Camino Real.

CAMINOS ANCESTRALES: Los indígenas solían recorrer a pie, por trochas, caminos empedrados, puentes, escaleras, con la finalidad de realizar sus trueques. Los caminos ancestrales hicieron posible la comunicación entre comunidades indígenas, la Conquista, la Colonización y la Independencia.
Ciudad Perdida.
Sierra Nevada de Santa Marta.

CAMINO REAL: Los caminos reales son aquellas vías que construyeron los conquistadores españoles para adelantar la colonización de América, tomando como base algunos caminos ancestrales. Los caminos reales también fueron conocidos como caminos de herradura, porque en su mayoría eran transitados por caballos, mulas, burros y carreta de los bueyes. De modo que el Camino Real, era el eje de integración vial entre sitios y pueblos, la red de comunicaciones de un lugar a otro, que hicieron posible conocer personas, aldeas, maneras de pensar y conocimientos.
Gaira, 1937.

ORDEN DE LA CORONA ESPAÑOLA: Los Caminos Reales, utilizados por los libertadores y sus ejércitos para cabalgar en busca de la libertad americana, fueron construidos por orden de la Corona Española con el fin de mejorar la celeridad y condiciones de transporte de las personas y las mercancías. Fue para el año 1747, que la Corona Española estableció los “correos fijos”, de manera que los mensajeros se transportaban en mulas por los caminos reales para entregar sus encomiendas.
CAMINOS REALES DE SANTA MARTA: En el año 1531 el Gobernador de la Provincia de Santa Marta, Don García De Lerma, realiza los primeros intentos por reconocer por tierra el rumbo del Río Magdalena. Con una expedición de 40 soldados a caballo y 150 peones, cruzó un largo camino a través del Valle de Upar para después tomar el curso del Río Cesar, hasta llegar a su confluencia con el Río Magdalena, en la población de El Banco Magdalena. Ese ancestral camino recibió el nombre de Camino de García Lerma.
Los Cuatro Caminos: Antaño había caminos reales que de Santa Marta conducían a los corregimientos de Bonda, Minca, El Yucal, Masinga, Sierra Nevada, San Francisco, Los Parelones, La Concepción, Bachicha. Buscando la vía de Mamatoco, había un sitio conocido como Los Cuatro Caminos, bifurcación para dirigirse a cada uno de los lugares en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.
El Camino Real o Camino Viejo de Mamatoco: Bordeaba los cerros del Norte de Santa Marta y luego se bifurcaba en dos: el camino que iba hacia Taganga y el que salía al cerro de la Tres Cruces, llegando hasta el punto El Reposo, para de allí continuar al poblado habitado de Mamatoco. Era un camino sombreado y rodeado de muchas siembras en fincas y rozas existentes entre Santa Marta y Mamatoco, con muchos frutales, hortalizas y demás. La gente se transportaba en mulos, caballos, burros, coches o carros de mula.
Camino Real, Santa Marta - Ciénaga: En el año 1846, se logró culminar la construcción del Camino Real, entre las poblaciones de Santa Marta y Ciénaga Magdalena. De manera que en el caso de Santa Marta, los viajeros y la carga que llegaban del exterior se transportaban por mulas o caballos hasta Puebloviejo Magdalena, a orillas de la Ciénaga Grande de Santa Marta.

GAIRA
Y SUS CAMINOS REALES.
Iglesia de Gaira.

CAMINO VIEJO DE SANTA MARTA A GAIRA: De acuerdo al historiador William Hernández Ospino, el puente de Los Españoles, que después se llamó puente de La Platina, fue construido por el Gobernador de la Provincia de Santa Marta, Astigarraga, en el año 1789. En el año 1808 se inauguró el Cementerio San Miguel, en dirección al llamado Camino Viejo de Gaira, que llegaba hasta el puente de Los Españoles o de La Platina. Ese Camino Viejo de Gaira, a finales del siglo XX, fue bautizado como Avenida Bavaria, porque allí quedaba la fábrica del mismo nombre. Era un camino arenoso, sombreado, fresco y bordeado de frondosos árboles. Este Camino Ancestral, desde antes de la fundación de Santa Marta y posteriormente a ella, fue utilizado para comunicar la ciudad samaria y el pueblo indígena Gairaca, por lo tanto indígenas, como colonizadores, piratas, desembarcaron en Gaira y atacaron a Santa Marta, llegando por este camino.
En el antiguo sector llamado “Martinete”, por el viejo camino que de Santa Marta, conducía a Gaira, estaba construido desde el siglo XVII, “El Pozo de la Noria”, que consistía en un caserón colonial, con bodegas de añejamiento y un profundo pozo, era la fábrica de aguardiente de los españoles. De modo que ese viejo camino para llegar a Gaira, pasaba por “Martinete”.
Camino Ancestral.

CAMINO REAL SANTA MARTA - EL RODADERO: En la década de 1940, siendo Gobernador del Magdalena José Benito Vive de Andreís “Pepe Vives”, desbrozó un viejo camino destapado para darle vida a una playa desértica y olvidada que aún no tenía nombre, pero de aguas cristalinas y de arenas blancas. La apertura de ese viejo camino permitió la llegada al lugar de bañistas y aventureros para gozarse las hermosas playas de aguas cristalinas, llamadas después El Rodadero. Fue en el año 1954, cuando El Rodadero, se inició formalmente como sector turístico, cuando el Gobernador del Magdalena de la época Brigadier Rafael Hernández Pardo (Presidencia de Rojas Pinilla), comienza la construcción de la carretera, de la misma forma desarrolla la urbanización del sitio.
Escaleras indígenas.

CAMINO REAL GAIRA - EL RODADERO: Los indígenas Gayraca, para sus adoraciones ancestrales, desde la población de Gaira, en romería llegaban a las playas que aún no se llamaban El Rodadero, por un Camino Real, paralelo a la Quebrada Tamacá, a celebrar sus ritos especiales. La Quebrada Tamacá, en cuyo honor el Hotel Tamacá (iniciada su construcción en el año 1957), tomó su nombre; empieza su cauce desde las estribaciones de la Sierra Nevada, atraviesa el corregimiento de Gaira y desemboca en la Bahía del Rodadero, de modo que ese fue el camino viejo enlodado y lleno de palos de trupillos, que reabrió en la década de 1940, la gairera Rosa Yépez Pacheco de Fernández, para instalar en las playas de El Rodadero, un negocito de comida de menor escala. En ese lugar, en donde hoy día está ubicado el Hotel Tamacá, Rosa Yépez, montó el primer rancho en el que ofrecía pescado con patacón y arroz con coco a esporádicos turistas que llegaban atraídos por la loma de tierra que subían a pie y bajaban rodando hasta caer al agua. Esta emprendedora mujer en sus testimonios reseñados por la prensa de Santa Marta, manifiesta que cuando eso aún la playa no tenía nombre, no había calles y sembró los primeros uvitos que daban sombra a las personas que, bajo un sol calcinante, trepaban la cima de El Rodadero. Uno de sus clientes del negocio de comida en 1952, fue el Rey Leopoldo III de Bélgica, quien gobernó su país entre los años 1934 y 1952.
Camino Viejo.
Santa Marta - Gaira.

EL CORREO Y LOS MEDIOS DE TRANSPORTE: Esos caminos viejos, ancestrales, reales o de herradura, solo eran transitados a pie, por caballos, mulas, burros y carreta de los bueyes; de tal forma que cuando los españoles organizaron el correo y las encomiendas, en el año 1747, los llamados “correos fijos”, llegaban atrasados al antiguo caserío de Gaira. Fue esa la razón por la cual desde entonces se hizo popular el refrán más atrasado que el correo de Gaira.

viernes, 11 de diciembre de 2020

CLEMENTINA CAYÓN
MADRE DE JAIME BATEMAN.
Clementina Cayón.

CLEMENTINA CAYÓN EBRATT: La samaria Clementina Cayón Ebratt, es la hija menor del matrimonio entre Luis A. Cayón y María Ebratt. Luis A. Cayón, su padre, guerreó en la confrontación de liberales y conservadores, durante la llamada Guerra de los Mil Días.
Clementina.

MATRIMONIO DE CLEMENTINA CAYÓN: Carlos Manuel Bateman de Andreís, era operario de la United Fruit Company y conoció a Clementina Cayón Ebratt en Santa Marta, unión de la cual nacieron tres hijos:
Matilde Elena Bateman Cayón: Nacida en el año 1936.
Carlos Alfredo Bateman Cayón: Nacido en el año 1939.
Jaime Bateman Cayón: Nacido en el año 1940.
Con el retrato de su hijo.
Jaime.

CLEMENTINA CAYÓN, MADRE DE JAIME BATEMAN: Clementina, ferviente defensora de los presos políticos, es la madre del que fuera líder guerrillero del M-19, Jaime Bateman Cayón, al que antes de nacer ya le tenía el nombre. Jaime, fue el menor y su consentido, nació  a los dos de la madrugada del 23 abril del año 1940, nacimiento que se dio en la casa colonial de los padres de Clementina Cayón. La devoción por su hijo menor debió acrecentarse cuando apenas tenía 8 años, cuando fue atropellado por un vehículo en la ciudad de Barranquilla, que le fracturó la pierna derecha. Enyesada, se le infectó hasta el punto que el médico ortopedista decidió amputarla, fue cuando Clementina protestó:
- "Usted que le corta la pierna a mi hijo y yo que lo mato".
Acordaron, entonces, un plazo, hasta que la pierna mostró signos de recuperación. Clementina sufrió mucho cuando su hijo se vinculó a la vida revolucionaria y subversiva, desde entonces no dejó de órale en cadena.  
Clementina.

MUJER DE ARMAS TOMAR: Jaime Bateman Cayón, fue criado por su padrasto Jorge Olarte Blanco, ya que recién nacido sus padres se separaron. Fue Jorge Olarte, obrero de origen humilde y de mucha influencia en la vida de Jaime Bateman.  De su madre recibió toda su fuerza, la rebeldía, el sentido de la equidad, el emprendimiento de la mujer samaria. Era Clementina una mujer de armas tomar: ocurrió que había en Santa Marta  un señor que les mostraba la “nimaleja” a unas estudiantes amigas de su casa. Cierto día Clementina se fue por el lugar como si nada, al llegar a la esquina el sujeto apareció como siempre lo hacía. Clementina con pistola en mano lo hizo arrodillar frente a las jovencitas para que les pidiera perdón.
Clementina.
Con Jorge Olarte.

VIDA POLÍTICA DE CLEMENTINA CAYÓN: Clementina, quien murió en Santa Marta, el 20 de agosto del año 2001, siempre fue de ideales izquierdistas. En cierta ocasión un periodista le preguntó que si había plagiado a su hijo Jaime, en la política; ella le contestó:
- "Pero oiga, yo lo parí, quizás la enseñanza la tomó del vientre mío".
Año 1960, se vincula al movimiento político de Alfonso López Michelsen: Alfonso López Michelsen funda el MRL (Movimiento de Renovación Liberal), una disidencia liberal en contra del Frente Nacional, en el año 1960. Contó el MRL en Santa Marta con líderes carismáticos como Nacho Vives, Clementina Cayón y el popular "Zapatica". Sobre su actividad política, cuenta Clementina Cayón:
- “Recuerdo que íbamos a Pescaito, un barrio muy grande y popular de Santa Marta, y hacíamos reuniones con mucha gente. Una vez le avisaron a la policía, y vinieron muchos. Le dieron una paliza a López Michelsen, que nosotros tuvimos que quitarle la policía de encima.
Año 1990, candidata al Concejo de Santa Marta: Clementina Cayón se lanzó al concejo de Santa Marta, por el Movimiento 19 de Abril (M-19), en el año de 1990.
Clementina.

ASÍ PUBLICÓ EL TIEMPO, LA MUERTE DE CLEMENTINA CAYÓN, EL 20 DE AGOSTO DEL 2001: “AY, CLEMENTINA, DÓNDE ESTARÁS”: "Murió Clementina Cayón, la mamá de Jaime Bateman, el pasado 20 de agosto, en su ciudad natal, Santa Marta. Se fue yendo, silenciosamente, acompañada de la única hija que le quedaba, Matilde.
Jaime fue el menor y su consentido. Su devoción por él debió acrecentarse cuando apenas tenía 10 años y fue atropellado por un vehículo que le fracturó la pierna derecha. Enyesada, se le infectó hasta el punto de que el médico decidió amputarla. Usted que le corta la pierna a mi hijo y yo que lo mato, le dijo Clementina al ortopedista. Acordaron, entonces, un plazo, hasta que la pierna mostró signos de recuperación. La bendita pierna se salvó pero adquirió una dolorosa infección permanente que lo acompañaría toda su vida. Su aspecto era el de un hueso apenas forrado por la piel con un pedazo de músculo mal adosado. Treinta y pico años más tarde, a Clementina le tocó la terrible tarea de reconocer plenamente los restos mortales de su hijo en las huellas inconfundibles que dejó la osteomielitis crónica.
Clementina debió de sufrir mucho cuando supo que su muchacho, lejos de ella, en Bogotá, se había vinculado a la lucha revolucionaria. Conocedora de los peligros que lo acechaban, convenció a sus correligionarios, los gnósticos, para construir una cadena de protección que lo librara de todo mal y peligro. Jaime, a pesar de ser un descreído, valoraba inmensamente la devoción de su mamá y creía en la magia de la cadena. Lo confiesa en una entrevista a Alfredo Molano: Te voy a decir cómo funciona la cadenita: cuando una persona es absolutamente sentida, constantemente querida, si en ella se dan cita una cantidad de afectos fuertes, el afecto de la mamá, de las hermanas, de la amante, de los amigos, esa cadena de afectos lo defiende de la muerte, del peligro, lo vuelve casi inmortal. Por lo menos impide que lo maten a uno así no más.
Ay, Clementina, dónde estarás? , era el lamento de Jaime cuando lo agobiaba la ausencia, esa nostalgia de hogar, de sol, de mar, de vientos cálidos, de una infancia que, pese a todas las penurias, fue feliz, gracias a la entrega de su mamá.
De ella recibió toda su fuerza. La rebeldía, el amor, el compromiso irrevocable con la vida, el sentido de la equidad y un estoicismo frente al dolor que siempre escondieron madre e hijo en la risa fácil, en la palabra llana, en la mirada directa y transparente.
Adiós, Clementina. Dile a Jaime que la cadena de amor que le construiste aguanta más allá de la muerte.

lunes, 7 de diciembre de 2020

TESTIMONIOS SOBRE
EL NACIMIENTO DE LA CUMBIA
EN DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA.
La Floresta.

EN TENERIFE EL MÁS ANTIGUO: El testimonio más antiguo sobre música indígena, se encuentra en el libro de Hermes Tovar Pinzón, titulado “Relaciones y visitas a los Andes (Siglo XVI): Tomo II: Región Caribe” publicado por Colcultura en el año 1994. Aparece en esa edición una descripción con el nombre “De la descripción de la Villa de Tenerife, de las cosas de la tierra que mandó hacer el ilustre señor Don Lope De Orozco, Gobernador y Capitán General de la ciudad de Santa Marta y sus provincias, por su Majestad el Rey de España, el 19 de mayo de 1580”. Lope De Orozco, fue Gobernador Provincia de Santa Marta de 1575 a 1580, su testimonio de mucho valor histórico sobre la música indígena en la población de Tenerife Magdalena, es el siguiente:
- “La chicha que beben es de la masa del maíz, que echan en unas múcuras, que son como tinajas y allí en esas múcuras hierven esta chicha. Cuando se quieren emborrachar la hacen más fuerte, con masa de maíz y masa de yuca. Los indios e indias, beben y hacen fiestas, con una caña a manera de flauta, que se meten en la boca para tañar y producen una música fea que parece traída del infierno.
La Floresta.

LIBRO, LA FLORESTA DE LA SANTA IGLESIA CATEDRAL DE LA CIUDAD Y PROVINCIA DE SANTA MARTA: Con la caligrafía española de la época, así manifiesta el libro La Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad y Provincia de Santa Marta:
- "yndios i yndias veben y asen fiestas con una caña a manera de flauta que se meten en la boca para tañer y producen una mucica como mui trayda del infierno".
EN LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA: José Nicolás De La Rosa, Alférez Real español, hacía 1742 escribió La Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad y Provincia de Santa Marta, en donde manifiesta sobre la música indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta, lo siguiente:
- “Los instrumentos musicales utilizados por los indios de Santa Marta, son tambores grandes y largos, hechos de tronco de árboles gruesos; cornetas y trompetas de caracoles marinos, flautas hechas con las canillas de los indios muertos. Hacen sus fiestas y bailes extraños en los patios, enlazados de grandísimas y pulidas piedras. Periódicamente con las primeras cosechas de maíz realizan fiestas en donde invitan a los vecinos para festejar la cosecha y tomar chicha.
EN LOS PUEBLOS RIBEREÑOS: El Alférez José Nicolás De La Rosa, español de nacimiento avecindado en Santa Marta, quien dedicó los ocios de su profesión de militar a escribir crónicas, de la ciudad y la provincia, hacía 1742 escribió el libro titulado La Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad y Provincia de Santa Marta, en donde sobre los pueblos ubicados a orillas del río en el Departamento del Magdalena dejó escrito:
- “Los indígenas establecidos a orillas del Río Magdalena, conservan su vieja idolatría, manteniendo en aquella montaña un Caney grande (Ranchón), donde se reúnen a rendir adoración y pedir vaticinios a un gran muñeco que allí tienen pendiente de una viga y vestido de hojas y ramos aromáticos, con un turbante de vistosas plumas y en las manos su arco y flecha. Alrededor del Caney, con muchas tinajas y múcuras de sus bebidas y entre una y otra, sus bancos para descansar los que salen del baile; baile este, que forman en circo, tomando en medio al muñeco, para que obligado de aquel bárbaro holocausto, le anuncien los sucesos y sus gustos. Usan como instrumentos musicales, flautillas o canutillos, percusores con tronco perforado y cuero de venado, caracoles y fotutos.
EN LA ZONA BANAERA: En el libro titulado Migrantes y Blacamanes, de la autoría de Venancio Bermúdez Gutiérrez, publicado en el año 1995, hay muchos testimonios de la música indígena Chimila. Hay un testimonio del cronista y militar español Gonzalo Fernández De Oviedo (1478–1557), Gobernador de la Provincia de Santa Marta de 1535 a 1538.
- “Tambores grandes de seis a siete palmos de luengo, hechos en un tronco vacuo de árboles gruesos y encorrados colgados en el aire dentro de los bohíos que sonaban mucho.
También se informa en el año 1764, la llegada alegre de una escuadra de indios con fotutos, maracas, flautas y algazaras, y como elaboran los indios Chimilas algunos instrumentos musicales con huesos secos. Se afirma que cerca del Río Aracataca, en casa de los Chimila envueltos en hojas frescas, descubren dos canillas, una de brazo de gente y otra de pierna y que según los indios, las tienen para hacer pitos.
EN GUAMAL: En una expedición del Capitán y cronista español Don Martín Ruíz Díaz, realizada el 8 de septiembre del año 1766 en Guamal Magdalena, antes llamado “Malambo”, cuyo cacique era Milo o Melo, encontró lo siguiente:
- “Nos topamos con dos indios Chimila que venían y salió un Tocaimo, tras el uno de ellos que cogió y el otro siguió derecho a una casa que avanzamos y en donde cogimos tres chinitos, varones y hembras, y proseguimos adelante y avanzamos a otra casa, en donde había más de 50 tinajones de bebidas, sin otros que estaban al fuego cocinando y más adelante estaba otra casa que tenía más de cien morrocoyos, dos tambores, uno de tres varas y otro largo menor de tres cuartas.
Viajes por Colombia.
1823-1824.

EN EL PIÑÓN: Tiene que ver mucho el municipio de El Piñón Magdalena, con los orígenes de la Cumbia, así queda evidente con un relato titulado “Viajes por Colombia 1823 y 1824”, que hace Charles Stuart Cochirane, Capitán de navío inglés, que pasó en un champan por esta población en abril del año 1823. Así relata el viajero ingles su llegada a EL Piñón Magdalena:
- “En Piñón encontré 7 cañoneros bajo el mando de Louis Carboniere, con guerreros que llevaban lanzas y parecían indios. Una vez en tierra me presenté ante el Capitán de escuadra, cuando le mencioné mi nombre, recibí de él un caluroso saludo, me comentó que había servido en las indias occidentales bajo las órdenes de mi padre, Sir Alexander Cochirane, a quien le debía mucho. Como prueba de su aprecio me ofreció una excelente cena. Antes de la cena, un melancólico sonido proveniente de una caña y un tambor, atrajo mi atención. Me dirigí al lugar y encontré a un grupo de personas que formaban un círculo al que me admitieron sin prevenciones. El sonido era producido por algunos indios; uno de ellos, de píe, sostenía una larga caña con la que emitía diferentes sonidos, sin melodía alguna; mientras tanto otro indio, sentado en el piso, sostenía en medio de sus piernas un pequeño barril cubierto con una piel de cordero templada, que servía como tambor, en el que producía un ritmo regular utilizando pequeños palitos. La música era simple, pero parecía deleitar a los indios, bailaban de manera algunas veces grotesca sin ser desagradable, con poco movimiento pero inclinando su cuerpo en varias posiciones fáciles. Para terminar, los bailarines tendieron sus capas sobre mis zapatos, para significar que se estaba solicitando una donación. Al finalizar me retiré a cenar
Negros le cantan cumbia al Libertador Simón Bolívar: El historiador Álvaro Rojano Osorio, manifiesta que en una de las oportunidades que estuvo el Libertador Simón Bolívar en El Piñón, a principios del siglo XIX, tres negros con tambor, un pito atravesado y una guacharaca, le interpretaron cumbia.
EN GAIRA: El diplomático sueco Carl August Gosselman, en sus memorias tituladas “Viaje a Colombia 1825 y 1826”, sobre la música en la población de Gaira, cerca de Santa Marta, expresa lo siguiente:
- "Por la tarde se preparaba un gran baile indígena en el pueblo; la pista era la calle, limitada por un estrecho círculo de espectadores que rodeaban a la orquesta y los bailarines. La orquesta es realmente nativa y consiste en un tipo que toca un clarinete de bambú de unos 4 pies de largo, semejante a una gaita, con 5 huecos, por donde escapa un sonido; otro que toca un instrumento parecido, provisto de 4 huecos, para los que usa la mano derecha, pues en la izquierda tiene una calabaza pequeña llena de piedrecillas, o sea una maraca, con la que marca el ritmo. Este último se señala aún más con un tambor grande hecho en un tronco ahuecado con fuego, encima del cual tiene un cuero estirado, donde el tercer virtuoso golpea con el lado plano de sus dedos. A los sonidos constantes y monótonos que he descrito se unen los observadores, quienes con sus cantos y palmoteos forman uno de los coros más horribles que se puedan escuchar. Este era una imitación del fandango español aunque deja la impresión de asemejarse a una parodia. Tenía todo lo sensual de él, pero sin nada de los hermosos pasos y movimientos de la danza española, que la hacen tan famosa y popular.

FUENTES DE CONSULTA.

Hermes Tovar Pinzón: Relaciones y visitas a los Andes (Siglo XVI): Tomo II: Región Caribe, publicado por Colcultura en el año 1994.
José Nicolás De La Rosa: La Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad y Provincia de Santa Marta, publicado en el año 1725.
Charles Stuart Cochirane: “Viajes por Colombia 1823 y 1824”; publicado por el Banco de la república en el año 1994.
Gnecco Rangel Pava: El País de Pocabuy, publicado en el  año 1947.
Raúl Ospino Rangel: Historia Musical del Magdalena, publicado en el año 2005.
Venancio Aramis Bermúdez Gutiérrez: Migrantes y Blacamanes, año 2012.
Charles Stuart Cochrane: Viajes por Colombia 1823 y 1824: publicado por el Banco de la República, en el año 1994.

sábado, 5 de diciembre de 2020

EL ACORDEONERO SE HA DEJADO

DESPLAZAR DEL CANTANTE
PORQUE ASÍ LO HA QUERIDO.
EL ACORDEONERO ES EL DUEÑO DEL BALÓN: Cuando irrumpe la música vallenata, el protagonista principal de la parranda es el acordeonero; quien además de tocar el instrumento, cantaba, componía e incluso improvisaba. Por eso la grandeza de juglares como Francisco Moscote, Pacho Rada, Lorenzo Morales, Luis Enrique Martínez, Juancho Polo Valencia, Alejo Duran, Alfredo Gutiérrez, Calixto Ochoa, etc. Los acordeoneros de hoy en día se vienen quejando porque sus cantantes los han desplazado en todo, hasta en la parte económica. Pero la culpa la tienen ellos mismos, ya que no se explica porque razón han dejado de cantar. Cuál es el problema para que canten como lo hacían los juglares del vallenato? teniendo en cuenta que es el acordeonero el dueño del balón musical, y los únicos coronados reyes del folclor vallenato. 
El canto de Jorge Oñate: Todo empezó en el año 1968, cuando el cantante Jorge Oñate, es contratado por un grupo vallenato llamado Los Guatapurí, con los cuales grabó un larga duración titulado “Álbum Festival”. En estas canciones grabadas el acordeonero fue Emilio Oviedo, álbum prensado por el sello bogotano Vergara.
Rey Vallenato mudo: En el año 1969 Los Hermanos López, un conjunto vallenato de mayor envergadura, graba con la voz de Jorge Oñate y el acordeón de Miguel López, el álbum “Lo Último en Vallenato”; producción grabada en la casa disquera CBS. 
En el año 1972 el acordeonero Miguel López, se corona Rey de la Leyenda Vallenata, pero con el canto de Jorge Oñate, destacándose como el primer rey vallenato mudo. Miguel López, no sabía cantar y los organizadores del festival aceptaron que su guacharaquero Jorge Oñate oficiara de cantante. Quiere decir que con Miguel López, nacen los acordeoneros mudo y con Jorge Oñate, empiezan los cantantes a ser los primordiales del conjunto vallenato. De ahí en adelante surgen Poncho Zuleta, Diomedes Díaz, Silvio Brito, hasta llegar al fenómeno del siglo XXI Silvestre Dangond, desplazando a los acordeoneros hasta de las caratulas de las grabaciones.
Primera grabación.
Jorge Oñate.

¿DÓNDE ESTÁ EL ACORDEONERO?: Bien lo dice el compositor de Bellavista Magdalena, Wilfrido Vizcaíno Bolaño, en su canción ¿Dónde está el Acordeonero?, grabada en el año 2017, con el acordeón de Víctor Nain Junior.
- “Yo si defiendo el acordeón
porque es el alma del folclor
a cuatro vientos yo lo digo
cuando critico me llenó de requisito
porque en eso soy sensato
en esos temas importantes
que debato con mis amigos
en las tertulias se habla de todo
de política de deporte y del folclor vallenato
y en este lindo tema quiero tratar
algo que está pasando con el folclor
que al cantante de hoy no le quieren dar
la importancia que tiene el acordeón
no sabiendo que sin el acordeón
la voz de ese cantante se oye mal
en el Valle es fuente de inspiración
el pulmón de su lindo festival.
 
Lo que pasa es que ahora Lucho
lo que pasa es que ahora Pedo
lo que pasa es que ahora Juan
son cantantes famosos que gozan
de una grande aceptación
yo me doy cuenta que Lucho
yo me doy cuenta que Pedro
yo me doy cuenta que Juan
son los protagonistas de la novela
y al acordeonero lo colocan tan lejos
por allá en un rincón
y pá remate le echan humo
no se ve la digitación
es un irrespeto con uno
que le gusta el acordeón
¿Dónde está el acordeonero
ese gran digitador?
el que paulatinamente
lo han sacado del vigon
su papel en la novela
ha es por ahí de segundón
pienso que de esa manera
no saldrán más Juancho Rois
ni Emilianito Zuleta
ni Colacho por montón
que se muestren en la tarima
como el gran Alfredo Gutiérrez
Gonzalo Arturo Molina
Hugo Carlos Granados
Rey de Reyes.

EL PRIMERO QUE LE HIZO
UNA CANCIÓN A SU ACORDEÓN.
"EL ACORDEÓN DE CUESTA": José Miguel Cuesta, reconocido como “El Negro Cuesta”, nació en Soledad, Atlántico, en el año 1909; aventajado acordeonero y compositor, cuando el instrumento de fuelles era de una y dos hileras. Para muchos investigadores el primer músico en grabar con acordeón fue el soledeño José Miguel Cuesta, eso ocurrió en los primeros años de la década de 1940, en el sello Odeón de Chile, cuyo representante en Colombia era el venezolano Emigdio Velasco con sus estudios Foto Velasco, ubicados en la ciudad de Barranquilla. Tenía José Miguel Cuesta, un conjunto llamado Alacrán, con el cual grabó en el año 1944, el tema de su autoría “El Acordeón de Cuesta”, convirtiéndose en la primera canción dedicada a este instrumento en Colombia.
"Pedazo de Acordeón": En 1968, Alejo Durán gana el primer Festival Vallenato, con la canción de su autoría “Pedazo de Acordeón”, grabada ese mismo año en el sello Philips. 
“Mi Acordeón Bohemio”: De la autoría de José Garibaldi Fuentes, nativo de Guamal Magdalena, Alfredo Gutiérrez, graba en el sello Costeño de Codiscos, en el año 1972, una canción titulada "Mi Acordeón Bohemio", que una de sus estrofas dice así:
Mi acordeón bohemio
eres buen amigo
feliz compañero
que canta conmigo
tu notas sentidas
en mi alma las llevo
cantando a la vida
leyendas de un pueblo.
“Acordeón Pitador”: Lisandro Meza llevó al acetato de sello Fuentes, en el año 1973, este éxito musical llamado “Acordeón Pitador”, que también fue el nombre del álbum musical.
“Acordeón Bendito”: Esta canción de la autoría de Emiro Zuleta Calderón, nacido en La Paz, Cesar, la grabaron el sello CBS; el conjunto de Los Hermanos Lopez, con la voz de Freddy Peralta, en el año 1975. "Acordeón Bendito", fue el titulo del álbum de Los Hermanos López.
“La Muerte de un Acordeón”: Con la voz de Armando Moscote y el acordeón de Norberto Romero, se hizo una grabación en el año 1975, en ritmo de paseo de la autoría Nicolás Maestre Martínez, titulada, “La Muerte de un Acordeón”.
- “Supe que estuvo herido
que no volvió a cantar
desde que nuevas cosas
introdujeron en la región
llegaron nuevos ruidos
que le impedían tocar
en un rincón del rancho
tocó en silencio el Amor, Amor
algunos dicen que la nostalgia
de viejos años lo enmudeció
cuando los hombres eran amigos
y el son un signo de paz y amor.
“Yo Soy el Acordeón”: En el año 1983, Julio Díaz Martínez, fue ganador del Festival Vallenato, en la modalidad de canciones inéditas con el tema de su inspiración “Yo Soy el Acordeón”. Aquí cuenta la historia del instrumento en su viaje desde Europa  a mitad de siglo XIX, hasta llegar a La Guajira. Este compositor oriundo de la Junta, Guajira, fue asesinado en el año 1992, en Valledupar.
“Mi Acordeón”: En el sello CBS, Emilianito Zuleta Díaz, graba en el año 1985, con su hermano Poncho, una canción dedicada al instrumento de origen europeo, titulada “Mi Acordeón”. Este tema fue ganador en canciones inéditas del Festival Vallenato, el mismo año de su grabación; donde manifiesta que el acordeón tiene una sonrisa y una elegancia muy especial; es como una muchacha bonita de esas que tiene Valledupar.

viernes, 4 de diciembre de 2020

ENRIQUE DÍAZ
EN APURE MAGDALENA.
Enrique Díaz.

ENRIQUE DÍAZ HIZO SU PRIMERA CANCIÓN EN APURE MAGDALENA: Enrique Díaz Tovar, nació en el hogar de Pablo Díaz y Martina Tovar, en el pueblo Palo Alto Hicotea, corregimiento de Marialabaja, Bolívar, el 3 de abril del año 1945. Su juventud fue de machetero, tirador de rula, abridor de guardarraya en los potreros de los departamentos de Bolívar, Córdoba, Sucre y Magdalena y de pescador con sus hermanos.
Su amor por la música: Enrique Díaz primeramente aprendió a tocar violina, instrumento con el cual conformó un conjunto con sus hermanas y hermanos. Su madre al notar sus virtudes musicales decidió regalarle un acordeón sencillo de dos teclados, cuando el muchacho andaba en los 18 años de edad, ósea en 1963. Recibió sus primeras clases de acordeón de Teodomiro Rojas, quien vivía en Tierra Santa, un corregimiento de Buenavista, Córdoba, a orillas del Río San Jorge.
Entrada Apure.

TESTIMONIO SOBRE LA LLEGADA DE ENRIQUE DÍAZ AL PUEBLO DE APURE: Como machetero Enrique Díaz llegó a las montañas de Apure, corregimiento de Plato Magdalena, trabajando en las fincas, una de ellas la de Vidal Caballero. Llegó al pueblo de Apure en el año 1960, aun no tenía acordeón, pero ya sabía tocarlo. Uno de sus compañeros de machete, Rafael Cueto Teherán, nativo de Zambrano, Bolívar, que después se convirtió en compositor, sobre la estadía de Enrique Díaz en Apure, manifiesta:
- “Conocí a Enrique Díaz por allá en el año 1961, quien para la época era un simple machetero de calabazo al cinto, sin ningún rótulo de artista. Yo iba en un burro echando agua y cantando y detrás venía el hombrecito moreno. Entonces me preguntó: compa a usted le gusta la música? yo le dije que sí. Enseguida me dijo: a mí también, yo se tocá acordeón. Usted no sabe quién tendrá uno por ahí? yo le contesté que había uno en una finca vecina, hasta donde lo llevé y se lo prestaron. Enseguida se armó la parranda, el hombre comenzó a jalá acordeón y de ahí en adelante, comenzó hacer sus giras en toda la región hasta llegar a competir mano a mano con Pachito Rada.
San Blás.
Patrono de Apure.

EN APURE SE ENAMORA DE JUANA VENERA: Juana Venera, quien fue criada por una matrona del pueblo, Doña Cleotilde Cortina; desde muy joven hacía pasar momentos agradables a sus paisanos con sus anécdotas, cuentos e historias. Mujer bailadora, alegre, coqueta, emprendedora, donde el baile era una de sus fuertes pasiones. De modo que así fue que Juanita Venera, conoció a Enrique Díaz: en los bailes realizados en Apure en la década de 1960. Para esa época el acordeonero Enrique Díaz, venía persiguiéndola y pretendiendo su amor, pero a ella no le gustaba como pareja, en cambio gustaba de su música. Fue en un baile realizado en casa de Heroína Martínez, que Juana Venera, despistó al acordeonero de Marialabaja, cuando le presentó a un supuesto novio. Enrique Díaz, creyó el cuento y de la decepción no siguió la parranda, llevándose a sus músicos para la población cercana de El Difícil Magdalena.
Parque principal.
Apure.

CANCIÓN, “MUJER INGRATA”: En el año 1967, Enrique Díaz, se fue a Medellín, aventurando grabaciones; en esa ciudad, se encontró con el guacharaquero Cástulo Padilla, personaje experimentado en la música quien convenció a Otoniel Cardona, propietario de “Discos Victoria”, para que lo escuchara. Así fue como Enrique Díaz, grabó en ese año de 1967 la primera versión del tema musical dedicado a la señorita Juana Venera en la población de Apure Magdalena, canción titulada “Mujer Ingrata”, que se constituyó en el primer sencillo que grabara en su vida musical. Le gustó tanto este paseo vallenato de despecho por Juanita venera, que en el año 1974, lo incluyó en una segunda versión de un álbum titulado “Plegaria Vallenata”. De otra parte Cástulo Padilla, a partir de ese año de 1967, se convirtió en el guacharaquero de su conjunto y fue su compañero durante 20 años y quien animaba las parrandas con sus gritos agudos.
- “En el pueblo de Apure recibí una decepción
por Juanita Venera y así se lo dice Enrique
óigame caramba me consuela mi acordeón
me decía mi compañero vámonos para Difícil
óigame caramba me consuela mi acordeón
me decía mi compañero vámonos para Difícil.

Yo creía en tu palabra 
y que su amor era sincero 
 que me escuchen todos 
les dice Negrito Díaz 
óyeme Juanita he brindado mi cariño 
mujer ingrata que no te lo merecías (bis).
 
Pá decí una cosita voy a coger el acordeón 
me retiré Juanita ya tomé esa decisión 
a veces las mujeres 
ellas mismas son culpables 
cogen un mal camino 
por querer la pretensión (bis)” 
Testimonio de Rafael Cueto Teherán, sobre la primera versión de la canción “Mujer Ingrata”: Este logro fue de gran alegría para todos los campesinos de la zona, quienes con radiola al hombro sonaban ese tema en interminables parrandas, donde desbordaba el ron de todas las marcas, y la sintonía de Ondas del Río de Magangué se multiplicó, porque cada quince minutos soltaba el disco que se convirtió en la sensación, lo que a la postre la abrió las puertas a la fama a Enrique Díaz, quien soltó la cacha de la rula para siempre.
AMISTADES MUSICALES DE ENRIQUE DÍAZ EN EL MAGDALENA: Canciones de la autoría de Enrique Díaz, dedicadas al Magdalena son las siguientes: - “Mujer Ingrata”, grabada en los años 1967 y 1974.
- “Nena Plateña”, grabada en el año 1971.
- “El Viaje a Pinto”, grabada en el año 1972.
- “La Parranda en el Magdalena”, grabada en el año 1973.
Con Rafael Cueto Teherán: Enrique Díaz no solo conoció en Apure al Zambranero Rafael Cueto Teherán, a quien no desconoció cuando ya estaba cargado de fama, con reloj, anillo y diente de oro, sino que le llevó al acetato varias de sus canciones como las siguientes:
- “Paloma Casera”.
- “Madre Desconsolada”.
Con Guillermo Acuña Muñoz: Otro de los músicos de esta región con quien se codeó Enrique Díaz fue el granadino Guillermo Acuña Muñoz, nacido en el año 1934 e hijo del famoso botánico y brujo, Próspero Acuña Villalobos, reconocido como el hombre que se volvió tigre. Enrique Díaz le grabó a Guillermo Acuña Muñoz, las siguientes canciones:
- “Las Cuatro Velas”.
- “Las Mujeres y los Carros”.
- “Noelia”.
- “Goza tu Dinero”.
Otros artistas del folclor vallenato en el Magdalena: Hizo Enrique Díaz piquerias en esta región con la dinastía Rada, con Abel Antonio Villa, con Luis Enrique Martínez, a este último le grabó en el año 1974, la canción “Lengua Chibolera”. Al corista de Salamina Magdalena, Jhonny Cervantes, le grabó el tema “La Monterrubiana”, en el año 1972. De igual manera al plateño Luis Zapata en 1972, le grabó su tema musical titulado “Viuda de Aguas Vivas”.

FUENTES DE CONSULTA.

William Rosado Rincones: El Embajador Sabanero que vive en ell Valle; publicado en la página virtual del Diario del Cesar, el 22 de junio del año 2019. 
Rubén Darío Álvarez Pacheco: Enrique Díaz desde lo más profundo del potreo; publicado en el Blogs El Universal, el 22 de septiembre del año 2018.
Luis Daniel Vega: Enrique Díaz, el Tigre de Marialabaja; publicado el martes 13 de septiembre del año 2016, en la página virtual de Radio Nacional de Colombia. 
Bernardo José Rivero Ramos: Enrique Díaz: El Hombre que Trabaja y Bebe; publicado el 24 de marzo del año 2019, en la página virtual del Festival de Acordeones del Río Grande de la Magdalena de Barrancabermeja.