EL ALGODÓN
EN EL MAGDALENA.
EN EL MAGDALENA.
María Galante.
Llamado también:
Algodón Silvestre.
ALGODÓN INDÍGENA: Durante varios
siglos la región Caribe produjo algodón silvestre, mejor conocido como María
Galante, era utilizado desde los tiempos prehispánicos por los indígenas para confeccionar
hamacas, mantas, vestimentas, mochilas, y otros objetos de uso cotidiano. Junto
con el maíz, eran al parecer los únicos cultivos precolombinos sistematizados;
por encima de otras plantas originarias de América, como el plátano, que no
aparece noticia alguna cultivados por los indígenas, antes de la llegada de los
españoles. Este algodón nativo se caracterizaba por ser de tallo alto.
Durante el siglo XVIII las reformas
borbónicas españolas, incentivaron la explotación de ciertos productos como la
tagua, la zarzaparrilla, el palo brasil, el palo tinte y el algodón; este
último comenzó a exportarse con destino a Barcelona. En 1778, el Gobernador de la
Provincia de Santa Marta, Antonio de Narváez y Latorre, propone fomentar el
cultivo del algodón y que los indios tributen en esta especie. En otro informe
del Gobernador Antonio de Narváez, fechado en el año 1789, manifiesta que se ha
desarrollado en los terrenos antes incultos, los cultivos de cacao, algodón,
café, añil y caña. La explotación del algodón la
llevaron a cabo las pequeñas comunidades que habían surgido a lo largo de la
margen oriental del Río Magdalena, que lo explotaban como una de sus
principales actividades agrícolas. En el siglo
XIX se producían 7.25 toneladas de algodón, en los pueblos ribereños del
Magdalena.
Martín Salzedo Ramón.
Presidente
Estado Soberano del Magdaelna.
HERMANOS SALZEDO RAMÓN, EMPRESARIOS DEL ALGODÓN EN EL SIGLO XIX: Informes de la época manifiestan
cultivos de algodón en la Provincia de Santa Marta, producción anual que no
requería del empleo de irrigación para su cultivo pues se sembraba en el
periodo de lluvias y se recogía el fruto en la época de sequía. La siembra y el
cuidado de las plantas se hacían por métodos tradicionales de tumba y quema del
monte, con siembra de la variedad nativa perenne llamada “María Galante”. Del matrimonio de la prestigiosa dama
samaria Ana Ramón, con el momposino radicado en Santa Marta Pedro Salzedo del Villar,
nacieron los siguientes hijos: Pedro, Rafael, Martín, Francisco, José y Napoleón
Salcedo Ramón. Martín Salzedo Ramón en 1875, fue Presidente del Estado Soberano
del Magdalena.
En 1871 los hermanos Salcedo Ramón,
se trasladan a Barranquilla, donde fundan en 1874, un taller artesanal para
procesar cueros y empacar algodón. Vegetal cultivado en el antiguo Departamento
de Bolívar, del cual hacía parte el actual Departamento del Atlántico. Los hermanos Salzedo Ramón en 1877,
fundan en Barranquilla, la fábrica de textil "La Industria", con
ventas progresivas en el año de 1882; fabrica dedicada a desmotar algodón y a
producir aceite vegetal. Esta fábrica en 1892, producía aceites, jabones y
bujías esteáricas; de igual manera máquinas para aserrar, para cepillar,
tornear maderas, para desmotar algodón, todas movidas por vapor. Fabricaba
también muebles de toda clase.
Empresario
Andrés Obregón Arjona.
HERMANOS OBREGÓN ARJONA, EMPRESARIOS DEL ALGODÓN EN EL SIGLO XX: Andrés Obregón Ujueta,
comerciante samario que al morir dejó una considerable suma de dinero, bienes y
una sólida tradición mercantil, contrajo matrimonio con la samaria Dolores
Diazgranados, proveniente de una familia de raigambre colonial y propietaria de
grandes extensiones de tierra en el Departamento del Magdalena. Evaristo Obregón Diazgranados, hijo
de este matrimonio, nacido en Santa Marta en el 1848, casado con la cienaguera
Isabel Arjona Sardá en el año 1875 y fallecido en París en 1938; heredó el
emprendimiento empresarial de sus padres, ya que en 1872, se trasladó a
Barranquilla atraído por las posibilidades que brindaba esta ciudad una vez
inaugurado el ferrocarril que la unía con el mar, obra que terminó por conceder
a Barranquilla la hegemonía portuaria y comercial en Colombia.
Desde Barranquilla,
Evaristo Obregón Diazgranados, hizo exportaciones de ganado en pie, hacia las
Antillas y Centroamérica, además de las importaciones de textiles ingleses, de
la actividad bancaria, de la compraventa de tierras en los pueblos ribereños de
Remolino, Sitionuevo, Zona Bananera, y de la navegación fluvial, sus
principales áreas de inversiones. Desde Barranquilla, fue el gran impulsador
del cultivo de algodón en los pueblos del Departamento del Magdalena, en el
siglo XX. El primer ensayo fabril de Evaristo
Obregón Diazgranados, fue la Fábrica de Jabones "La Costeña", fundada en 1901;
además fundador también en 1910, de la “Fábrica de Textiles Obregón de
Barranquilla”. La Fábrica Obregón, fue la sexta gran textilera fundada en
Colombia, se constituyó hasta 1934, en la textilera más grande de Barranquilla y
de Colombia, periodo en el cual comenzó a ser desplazada por las textileras
antioqueñas. La fábrica tuvo vida empresarial hasta el año 1957.
Antigua "Fábrica Tejidos
Obregón de Barranquilla".
DE LA “FÁBRICA DE TEXTILES OBREGÓN DE BARRANQUILLA”, AL INSTITUTO DE FOMENTO ALGODONERO (IFA): La “Fábrica de Textiles Obregón de Barranquilla”, fundada en 1910, desde sus inicios se constituyó en la primera textilera colombiana, posición que ocupó hasta 1957, cuando terminó su vida empresarial. Desde el año 1947, por iniciativa de las textileras de Antioquia, se creó el IFA (Instituto de Fomento Algodonero), que dirigía el proceso productivo y buscaba apoyar a cultivadores y recolectores del producto. En 1953, los algodoneros crearon su propia asociación, la Federación Nacional de Algodoneros, que paulatinamente adquirió las funciones del IFA. En 1959, gracias a la producción de excedentes de algodón en la Costa, se inició la actividad exportadora. Pero a partir de la década de 1980, la Costa Atlántica perdió cultivos y dejó de ser la primera región productora. El predominio pasó al centro del país.
ALGÓDON
MUNICIPIOS DEL MAGDALENA.
MUNICIPIOS DEL MAGDALENA.
CULTIVOS DE ALGODÓN EN EL MAGDALENA: Hasta mitad de siglo XX, los campesinos de la Zona del Bajo Magdalena, como Sitionuevo, Remolino, Plato, Pivijay, Pedraza, Cerro San Antonio, Tenerife, Guáimaro, y El Piñón, cultivaban el algodón intercalado con el maíz y la yuca. Sus variedades eran “Superior a Corriente”, “Corriente”, e “Inferior a Corriente”; producción que negociaban con la “Fábrica de Textiles Obregón de Barranquilla”. A partir de 1940, con pequeñas siembras se inician los cultivos de algodón en Santana, San Sebastián, Guamal, El Banco. En la Zona de Santa Marta, se incrementó el cultivo en los municipios de Ciénaga, Aracataca, Fundación, El Retén (llega en el año 1942) y Algarrobo (llega en el año 1955). Producción que alcanzó en la década del cuarenta del siglo XX, 2. 618.277 kilos de algodón en rama en todo el Departamento del Magdalena., siendo su mayoría en las poblaciones ubicadas en el Bajo Magdalena. Desde el año 1950, las zonas geográficas del cultivo se fueron extendiendo hasta cubrir regiones de la Guajira y el Cesar, con variedades de rendimientos elevados. La producción de algodón en rama en la cosecha (1951-1952), fue de 5.084.065 kilos, de los cuales:
- 3.022.969 kilos, pertenecieron a la región del Cesar.
- 549.626 kilos, pertenecieron a la región de Santa Marta (Ciénaga, Aracataca, Algarrobo y Fundación).
- 1.511.470 kilos, pertenecieron a la región del Bajo Magdalena.
En 1954, la cosecha de algodón en rama quedó de la siguiente manera:
- 1.190.694 kilos, correspondió a la Zona de Santa Marta (Ciénaga, Aracataca, Algarrobo y Fundación).
- 2.778.953 kilos, correspondió a la Zona del Bajo Magdalena.
- 5.699.483 kilos, correspondió a la Zona del Cesar.
Para esta época la mayor producción algodonera era comprada por el Instituto de Fomento Algodonero (IFA), la minoría comprada por la Cooperativa Algodonera del Atlántico; sobresaliendo las variedades de algodón “Delta 12 S-7” y “Stoneville 2 B”.
ALGODÓN EN REMOLINO MAGDALENA: Evaristo Obregón Diazgranados, a su
legado económico le sumó el de su esposa Isabel Arjona Sardá, nacida en Ciénaga
en 1852, quien heredó de su abuelo materno, el General José Sarda, grandes
propiedades territoriales en el Departamento del Magdalena. Hacían parte del
clan empresarial sus hijos: Evaristo Obregón Arjona, Mauricio Obregón Arjona,
Pedro Manuel Obregón Arjona, Rafael Obregón Arjona, Gregorio Obregón Arjona y
Andrés Obregón Arjona. Una de las principales fincas
algodoneras de la familia Obregón Arjona, la tenían en el municipio de Remolino
Magdalena, donde el padre del famoso pintor Alejandro Obregón, lo llevaba de
cacería de caimanes. Era “La Florida”, finca frutera con cultivos ordinarios,
sin ninguna técnica; donde el algodón primitivo crecía hasta tres metros de
altura. Para procesar montaron una desmotadora de algodón, importada desde
Inglaterra. Desde Remolino salía el algodón listo para su uso industrial en
Barranquilla y Medellín. Los Obregón Arjona, también
estimulaban a pequeños y medianos propietarios del Magdalena, por medio de
contratos de siembra en los que entregaban dinero y semillas, y los
agricultores se comprometían a sembrar y a entregar el algodón producido, al
precio estipulado por la fábrica algodonera se su propiedad.
ALGODÓN EN EL PIÑÓN MAGDALENA: La primera empresa en promocionar el cultivo del algodón en gran escala en la Costa Caribe, fue la “Fábrica de Tejidos Obregón de Barranquilla”, la que cuando puso a funcionar sus secciones de desmotadora e hilandería en 1910, promovió la siembra de algodón en El Piñón, y demás pueblos del Bajo Magdalena. Por esta circunstancia los piñoneros se animaron a sembrar por los buenos precios del mercado nacional e internacional. En 1919 había sembradas en este municipio 470 hectáreas de algodón; pero para 1922 vino el desánimo, por la caída abrupta de los precios, reduciéndose a 197 hectáreas. Hoy siglo XXI, no hay una sola mata de algodón sembrada en los municipios del Bajo Magdalena, pioneros de este cultivo en la Costa Caribe.
Recolectores de algodón.
Algarrobo Magdalena.
ALGARROBO ÚLTIMO PUEBLO ALGODONERO DEL DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA: El algodón llegó
al corregimiento de Algarrobo en 1955, desplazando a los cultivos de Pancoger;
cuando la “Fiebre Blanca” se tomó esta región del Magdalena. En ese entonces
5.000 hectáreas se sembraron en la región, donde la finca “España”, lideraba la
producción algodonera con 600 hectáreas, seguida de la finca algodonera, “El
Chicoral”, de Eduardo Sierra y la finca “La Reserva”. Su cultivo llegó a ocupar
miles de trabajadores durante épocas cosecha, tanto es así que 1960, se instala
la primera entidad bancaria en Algarrobo, como resultado del crecimiento
económico y una Planta Desmotadora que transformaba la fibra.
En el año 1969, la bonanza algodonera
del Magdalena, recibe el primer golpe bajo: Un incendio acabó con varios
millares de pacas de algodón en los muelles del Puerto de Santa Marta, lo que
determinó que las compañías aseguradoras vetaran el muelle samario, por no
ofrecer las garantías de seguridad de las mercancías. Estas exportaciones se
reanudaron por el mencionado puerto en el año 1981, cuando fue levantado el
veto. Los insectos también empezaron
hacerle daño a la agricultura algodonera, es el caso del llamado “El Picudo”,
que atacaba sin piedad a las plantaciones. Pero el remedio fue peor que la
enfermedad, ya que las permanentes fumigaciones sin resultado alguno, afectaron
la fertilidad de las tierras. “El Picudo” y “El Coquito”, fueron descubiertos
en el año 1932, y comenzaron hacer daño en la región del Magdalena, a partir de
la década de 1950. En el año 1970 había bonanza en la
región, pero factores entre los que se cuenta caídas del precio, mermaron el
esplendor algodonero que tuvo vigencia hasta el año 1980; producción que se
redujo considerablemente a comienzo de la década de 1990, cuando habían
cultivadas pocas hectáreas.
La Apertura Económica empezó a
golpear a los productores, de conformidad por lo expresado en 1992, por la
Junta Directiva de la Federación Nacional de Algodoneros (Federalgodón). Otras amenazas
que golpearon el desarrollo algodonero fueron las sequías producidas por el Fenómeno
del Niño, la presencia guerrillera en las zonas de producción y la infertilidad
de las tierras ocasionadas por frecuentes fumigaciones.
A comienzos del año de 1996, los
cultivadores piden ayuda de 40 millones de pesos al Gobierno Nacional, para el
arreglo y funcionamiento de la Planta Desmotadora que se encuentra en el
municipio de Algarrobo; maquinaria que no solo pertenecía a la población
magdalenense, sino que brindaba beneficio municipios pertenecientes al
Departamento del Cesar. Ante los oídos sordos del Gobierno Nacional, se
recuerda el cierre de la Planta Desmotadora, a finales del año 1996. Según un
estudio realizado por la Secretaría de Agricultura del Magdalena, los cultivos
de algodón mermaron su producción en un 100 en los años 1997 y 1998.
Después de un receso de cerca de 10
años, volvió el cultivo de algodón al municipio de Algarrobo, ocurrió en el año
2001, cuando fue sembrada un área de 700 hectáreas. Actualmente el algodón es
un recuerdo en el último municipio algodonero del Departamento del Magdalena; periodo
que duró más de 30 años en Algarrobo y concluyó con la llegada de la
agricultura de palma de aceite, la ganadería extensiva y la agroindustria. Solo
queda el recordatorio en la parte inferior del Escudo Municipal, una mota de
algodón la cual representa la contribución de este cultivo en la economía
municipal.
BIBLIOGRAFIA.
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SERGIO PAOLO SOLANO D: Relaciones difíciles. Industria
textil y cultivo del algodón en la región Caribe Colombiana, 1850-1930;
publicado en el año 2009.
SERGIO PAOLO SOLANO D: Familia e industrias en la región
Caribe colombiana. La fábrica de Tejidos Obregón de Barranquilla, 1910-1954;
publicado en el año 1993.
ADOLFO MEISEL ROCA: La Fábrica de Tejidos Obregón de
Barranquilla, 1910-1957; publicado en el año 2008.
RAÚL OSPINO RANGEL: Historia del municipio El Piñón
Magdalena, publicado en el año 2005.
VENANCIO BERMÚDEZ
GUTIÉRREZ: Migrantes
y Blacamanes en la Zona Bananera del Magdalena, publicado en el año 2012.
JORGE ENRIQUE ELÍAS CARO: El emprendimiento industrial del departamento del Magdalena (Colombia) en el último cuarto del siglo XX; publicado en el año 2009.
JORGE ENRIQUE ELÍAS CARO: El emprendimiento industrial del departamento del Magdalena (Colombia) en el último cuarto del siglo XX; publicado en el año 2009.
VÍCTOR HUGO: La Fiebre Blanca, crónica del año 2015.
Santa
Marta, julio 15 del año 2016.
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