JOSÉ MIGUEL CUESTA: Para muchos investigadores el primer músico en
grabar con acordeón fue el soledeño José Miguel Cuesta de la Hoz, reconocido en
su pueblo natal como “El Negro Cuesta”. De acuerdo a testimonio de sus
familiares “El Negro Cuesta”, aprendió a tocar acordeón de manos de Gilberto
Caro, oriundo del Departamento del Magdalena, que estaba casado en Soledad,
Atlántico, con una pariente suya, llamada Josefa García.
Cuesta, de un oído extraordinario para la música, tenía en su
casa un colegio de enseñanza de acordeón, instrumento con el cual tocaba toda
clase de géneros musicales. No solo tocaba acordeón, sino la mayoría de
instrumentos, había que verlo con los antaño morunos de un teclado,
interpretando polca y vals. Era devoto de San Antonio de Padua, al que no
dejaba de tocarle en su día patronal. Siempre lo visitaba Juancho Polo
Valencia, quien dormía sus borracheras en su casa soledeña.
A este acordeonero nacido en Soledad Atlántico le pasó lo mismo
que al plateño Pacho Rada, quien durante su permanencia en Barranquilla, por
insinuación de Ángel María Camacho y Cano, en el año 1937, grabó en los
estudios de La Voz de la Patria, un primitivo acetato de 78 R.P.M, con dos
temas de su autoría, de los cuales no quedó registro pero si el testimonio de
quien hizo la grabación no comercial, el músico de Arenal Bolívar, Ángel María
Camacho y Cano. Antes que Abel Antonio Villa se convirtiera en el año 1944 en
el “El Padre del Acordeón”, como reconocimiento por haber grabado con acordeón
en el sello Odeón de Chile, una producción musical comercial; ya el pescador
José Miguel Cuesta, había grabado con su acordeón en el mismo sello chileno, un
78 R.P.M., en compañía del barranquillero José María Peñaranda. La diferencia
sustancial consistió en que la grabación de Pacho Rada, no fue comercial, pero
la de José Miguel Cuesta si lo fue; aunque tampoco se ha encontrado la
evidencia del acetato, pero si los testimonios. De modo que tanto Pacho Rada
como José Miguel Cuesta, grabaron primero con acordeón que Abel Antonio Villa;
apareciendo el soledeño entre los tres primeros juglares que grabaron con
acordeón en el folclor vallenato.
Testimonio del
folclorista barranquillero Osvaldo Sarmiento Pacheco: Sobre la grabación de José Miguel Cuesta,
Osvaldo Sarmiento Pacheco, manifiesta:
- “En el catálogo de la Odeón aparecen discos con
numeración anterior a los tres primeros acetatos de Abel Antonio Villa con
Guillermo Buitrago y fueron grabados por José María Peñaranda, con el Acordeón
de José Miguel Cuesta. Lástima que no ha aparecido hasta ahora un disco de 78
R.P.M, de ese conjunto en Odeón”.
Lo que dice Julio
Oñate Martínez: Igual apreciación
sobre “El Negro Cuesta”, tiene el folclorista vallenato Julio Oñate Martínez,
basado en los catálogos de venta de la disquera Odeón.
- “Yo tocaba la guitarra, el acordeón lo toca otro. En ese tiempo no tocaba el acordeón. En esa grabación participó un acordeonero soledeño. Se llama José Miguel Cuesta. Yo empecé a tocar el acordeón en 1950”.
CORRERÍAS MUSICALES DE JOSÉ MIGUEL CUESTA: A finales de la década de 1930, en la Universidad Nacional de Bogotá, hubo un encuentro de colonias. En esa integración de regiones, la colonia de estudiantes de Soledad, hizo presencia con el conjunto de José Miguel Cuesta, que no solo tocaba los aires vallenatos con acordeón, sino otros ritmos del folclor colombiano.
Correrías musicales de José Miguel Cuesta por el interior del país: José Miguel Cuestas, acompañó con su acordeón en la mayoría de las grabaciones del barranquillero José María Peñaranda, con el cual hizo varios recorridos llevando la música costeña por las regiones de Colombia. De modo que ambos músicos en 1948, viajaron en barco por el Rio Magdalena, para llegar hasta La Dorada Caldas; luego tomaron el tren hacia Bogotá, donde permanecieron varios días; de aquí pasan por Ibagué, hasta llegar a Pereira y más tarde a la ciudad de Pasto.
Testimonio de Julio Oñate Martínez: José Miguel Cuesta, antes de haber viajado en 1948, con José María Peñaranda por el interior del país, ya había estado en esa región con su conjunto Alacrán, a finales de la década de 1930. El historiador y folclorista vallenato, Julio Oñate Martínez, sobre las correrías musicales del acordeonero soledeño manifiesta:
- “Quizá el acordeonero que logró caminar más, que logró viajar más, el primer acordeonero de la provincia que fue al interior del país y que lo coloca como un verdadero embajador de los aires vallenatos en el interior, es José Miguel Cuestas”.
GRABACIONES EN EL SELLO ODEÓN: Emigdio Velasco, de origen venezolano, operaba
en su emisora La Voz de la Víctor, vendía aparatos fonográficos y fotográficos
en su agencia de grabación llamada Foto Velasco de Barranquilla y oficiaba como
representantes de la disquera Odeón en Colombia. Fue este personaje de la
farándula barranquillera quien tuvo los derechos musicales de José Miguel
Cuesta, ya que sus canciones aparecen con la autoría del empresario Emigdio
Velasco.
Cierto es que las primeras grabaciones de “El Negro Cuesta”,
aparecen registrada en la Odeón de Chile, para el año 1940. En el año 1944,
grabó el tema “Joselito el Parrandero”, con su conjunto Alacrán. También grabó
“El Acordeón de Cuesta”, “Mariana”, “El Pilón”, “La Raya”, “Me voy para
Cataca”. El tema “Joselito el Parrandero”, fue la primera canción dedicada al
carnaval de Barranquilla. Lo mismo que su inspiración “El Acordeón de Cuesta”,
fue el primer tema dedicado a un acordeonero.
Grabaciones en Discos
Fuentes: En el año 1948, con
su conjunto Alacrán, en el que participaron las guitarras del soledeño Teódulo
Cervantes y del barranquillero José María Peñaranda; el juglar José Miguel
Cuesta, con su acordeón y guacharaca, dejó una grabación en el sello Fuentes de
Cartagena, en la que sobresalió “Me Voy pa’ Cataca”, de la autoría de José
María Peñaranda. Esta canción como lo refiere su autor no fue dedicada al
pueblo de Aracataca, sino a Bocas de Cataca, ubicada en la Ciénaga Grande de
Santa Marta. “Me Voy pa’ Cataca”, fue de mucho éxito y fue utilizada por el
barranquillero Nelson Pinedo para grabarla con la Sonora Matancera, en el año
1954, con otra letra y con el título de “Me Voy pa’ La Habana”. Al respecto
manifiesta José María Peñaranda en una entrevista:
- “Me Voy pa' Cataca", ese formato era con
acordeón, guacharaca, guitarra. Tenía amigos allá y como salí de pelea con mi
esposa, dije: Me Voy pa' Cataca y no vuelvo más. Esta canción es la que después
retoma Nelson Pinedo con la Sonora Matancera y la graba como "Me Voy pa'
La Habana". Eso era originalmente un merengue, Nelson Pinedo la cantó como
guaracha, algo así, como guaracha porro”.
Teódulo Cervantes, sobresalía como guitarrista, pianista, cantante, tenía un grupo llamado Los Soneros Costeños de Soledad y fue el gran influyente de la música en su familia. Padre de Rita Cervantes y tío del gran bolerista Alci Acosta Cervantes y de los reconocidos músicos soledeños Pedro y Eduardo Jinete Cervantes.
ALCI ACOSTA CERVANTES: Hijo del matrimonio musical entre Luciano Acosta y Sara Cervantes, además padre del gran “Checo” Acosta. Alci Acosta, nacido en 1938, desde los nueve años le gusto el bolero, herencia de su tío Teódulo Cervantes, con el que se crió y a quien veía tocar el piano y cantar bonitos boleros. Luciano Acosta, su padre, tocaba marimba y su tía Rosa Cervantes, alcanzó a grabar boleros.
Mariano Candela: El Hombre Caimán José María Peñaranda; entrevista publicada en la página virtual del Centro Cultural Comfamiliar de Barranquilla, en junio 10 del año 1998.
Álvaro de Jesús Rojano Osorio: La música vallenata en Barranquilla; crónica publicada en el periódico El Pilón de Valledupar, el día 20 de octubre del año 2020.
Portal Crónicas Vallenatas: José Miguel Cuestas: el primer aventurero del acordeón en Colombia; publicado el 17 de marzo del año 2007.
Julio Oñate Martínez: Los secretos del vallenato; libro publicado en el año 2014.
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