viernes, 6 de junio de 2025

MASACRE DE LAS BANANERAS 
CUANTOS MUERTOS FUERON ?????
Monumento a la Masacre Bananera
Ciénaga, Magdalena.

ASÍ EMPEZÓ LA MASACRE: a la una y treinta de la mañana del 6 de diciembre del año 1928, el General Carlos Cortez Vargas con 300 soldados, marchó a la plaza cercana al ferrocarril, donde estaban congregados cerca de 5 mil huelguistas: algunos durmiendo, otros comiendo, algunos charlando, y todos esperando la llegada del Gobernador, o de lo contrario marchar en la mañana a Santa Marta. En voz alta un Capitán del ejército leyó el Decreto de Estado de Sitio, que prohibía asambleas de más de tres personas. El Capitán amenazó que debían dispersarse, de lo contrario los soldados dispararían. Como los huelguistas no se movieron, las tropas de Cortez Vargas, sin piedad, dispararon contra la muchedumbre presente.
16 enero 1929
Telegrama gringo donde se confirma
que hubo más de mil muertos.

"TREN DE LA MUERTE".
Lo que no creían los trabajadores bananeros que pasaría, sucedió. En las horas que siguieron, los cienagueros encerrados en sus casas, oyeron pasar un tren con dirección al mar y el pito de un barco a la distancia. Tomó fuerza el rumor, que la mayoría de asesinados fueron arrojados al mar, para no dejar huellas de la masacre. En el debate que hizo el líder liberal Jorge Eliecer Gaitán en el Congreso, al año siguiente, repitió varias veces que los cadáveres fueron arrojados al mar.
1928
ruinas de oficinas de Agricultura
en Sevilla, quemada por huelguistas.

NÚMERO DE VÍCTIMAS.
1. A las seis de la mañana del 6 de diciembre del año 1928, el Personero Municipal de Ciénaga, llamado para practicar el levantamiento de los cadáveres, encontró nueve (9) muertos tendidos en la plaza. Este funcionario público fue el primero que hizo presencia en el lugar de los acontecimientos. Para los cienagueros el General Cortez Vargas dejó intencionalmente nueve cadáveres en la plaza por dos motivos:
- Ocultar el número de muertos, llevándose los demás en el "Tren de la Muerte".
- Para que los trabajadores supieran que los nueve puntos de su pliego habían muerto.

2. El Telegrama del Consulado de Estados Unidos en Bogotá al Secretario de Estado en Washington, fechado del 16 de enero del año 1929, informa que:
- "Los norteamericanos salieron ilesos del lugar. El número total de huelguistas asesinados por militares colombianos excede los mil”.

3. El General Carlos Cortez Vargas en su relato escrito del incidente, admitió que solo hubo 47 civiles muertos y 19 heridos. Justificó sus acciones señalando la ideología radical de los huelguistas. También afirmó que sus acciones habían ayudado a evitar la intervención de las fuerzas estadounidenses.

4. Gabriel García Márquez en su obra literaria Cien Años de Soledad, calcula que fueron tres mil los obreros bananeros asesinados.

5. El coautor del libro La Zona Bananera del Magdalena, Roberto Herrera Soto, en un trabajo exhaustivo recopiló diversas estimaciones que van desde 13 muertos y 19 heridos; y de 47 hasta 2.000 muertos.

6. El diario La Prensa de Barranquilla, habló de 100 muertos, y 238 heridos.

7. El General conservador Pompilio Gutiérrez, cinco meses después de la masacre, dio entrevista al diario El Espectador, afirmando que tenía pruebas irrefutables de que los muertos eran más de 1.000.

8. Carlos Arango, en su libro Sobreviviente de las Bananeras, habla de centenas de muertos.

9. Raúl Eduardo Mahecha, uno de los líderes de la huelga, contó a otros amigos, que sesenta personas habían sido asesinadas.

10. El dirigente sindical bananero Alberto Castrillón, estimó que fueron cuatrocientos los asesinados.

11. El gobierno conservador, presidido por Miguel Abadía Méndez, notifico 15 muertos y 19 heridos.

12. En esa época se organizó una comisión investigadora que descubrió que los muertos fueron más de 1.500.

13. El común de la gente cree que no fueron decenas, sino cientos de muertos; y que muchos cuerpos, fueron rápidamente cargados en los trenes y arrojados al mar, y otros enterrados en fosas comunes en una finca bananera vecina.
10 diciembre 1928.
así quedó la plaza principal
sitio de los acontecimientos.

ALCALDES EN LA MASACRE DE LAS BANANERAS.
VÍCTOR FUENTES: nacido en San Zenón, fallecido en Cerro San Antonio, Magdalena, en 1970. Ese era Víctor Manuel Fuentes Jiménez, hombre culto, pedagogo, y militante conservador. Fue nombrado alcalde municipal de Ciénaga, y le tocó manejar la bola negra de los sucesos sangrientos conocidos como la Masacre de las Bananeras en diciembre de 1928.
El General Carlos Cortés Vargas, comisionado en noviembre de 1928 para apaciguar a los huelguistas bananeros, veía comunistas por todos lados, tanto que como Jefe Civil y Militar del Magdalena, terminó librando orden de captura en contra del Inspector del Trabajo y el alcalde de Ciénaga, Víctor Fuentes, por connivencia con los huelguistas.
Las funciones del alcalde Víctor Fuentes fueron cortas, porque tuvo que huir en enero de 1929, ante la persecución del General Cortés, presentándose ante la justicia ordinaria de Santa Marta en mayo del año 1929, una vez cesaron las facultades extraordinarias de las que gozó el mencionado Jefe Militar del Magdalena.
Tanto el Juzgado Segundo Superior, como el Tribunal Superior de Santa Marta, cerraron la investigación y declararon nula la orden de captura decretada contra el alcalde Fuentes, ya que los tribunales lograron establecer que los testigos contra el acusado fueron coaccionados por el General Cortés Vargas.
AURELIO LINERO: durante los hechos sangrientos de la Masacre de las Bananeras, Aurelio Linero Cabrera, ejercía el cargo de Jefe Civil y Militar de Ciénaga, por esa circunstancia a comienzos del año 1929, el General Carlos Cortes Vargas, lo nombra alcalde municipal de Ciénaga, Magdalena, en reemplazo de Víctor Fuentes.
Aurelio Linero Cabrera, hijo del matrimonio de Aurelio Linero Montalvo, con Marta Estanisla Cabrera Maestre. Aurelio Linero Cabrera, estudió en la Escuela Naval Nacional de Cartagena en 1907, egresado como Capitán Militar, en 1922 ya era Teniente, y en 1928 tenía el grado de Mayor.
Fue Aurelio Linero Cabrera, quien concedió la solicitud de los samarios campeones olímpicos de fútbol 1928, liberando de la cárcel a algunos trabajadores sindicalizados en la Sociedad Unión, el 4 de febrero de 1929, siendo alcalde municipal.
Periódico de Barranquilla.

GAITÁN EN LA ZONA BANANERA.
Luego de los sucesos del 6 de diciembre del año 1928 (Masacre de las Bananeras), Jorge Eliecer Gaitán se fue para Ciénaga y la Zona Bananera, y así adelantar una investigación personal. Ante el pleno de la Cámara de Representantes, Gaitán expuso los días 3, 4, 5 y 6 de septiembre de 1929, con su elocuente oratoria y pruebas recopiladas en su visita al Magdalena, lo que podría considerarse el primer gran falso positivo de la historia de Colombia. Fueron 4 debates en donde Gaitán demostró las injusticias de la United Fruit Company, el complot del gobierno conservador de Abadía Méndez y del General Carlos Cortés Vargas, contra los obreros.
- Los 9 puntos del pliego de peticiones de los obreros no eran nada del otro mundo. Trabajadores exigían garantías mínimas.
- En las casas de la United Fruit desarrollaban orgías de oprobio y de vergüenza. Las mujeres respetabilísimas y nobles de aquellos pueblos, eran obligados por la fuerza a asistir a las bacanales de los militares.
- Muchos de los presos eran llevados a las cárceles porque se habían negado a vender sus pequeñas propiedades a los mercenarios de la United Fruit Company. Los hombres eran sacados de sus viviendas y cogidos a palo, robados y esquilmados.
- Gaitán, logró que el gobierno le diera libertad a más de 30 obreros que cumplían condenas de 10 a 25 años.
Monumento a las bananeras

LIBERTAD PARA LOS SINDICALISTAS GESTIÓN DE LOS OLÍMPICOS 1928.
El 6 de diciembre de 1928, ocurrió en la Plaza de Ciénaga, Magdalena, la Masacre de las Bananeras, cuyo actor principal fue el General Carlos Cortés Vargas, Jefe Civil y Militar. Era Capitán de Infantería, Luis F. Enciso; Alcalde de Ciénaga, Mayor Aurelio Linero Cabrera; y José María Núñez Roca, Gobernador del Magdalena. Estos personajes de la vida política y militar de la población, agazagaron a los campeones olímpicos la mañana del lunes 4 de febrero de 1929. Fue cuando los futbolistas samarios, medalla de oro en Cali, el año anterior, solicitaron como un homenaje a su brillante gesta, que se le concediera libertad a un grupo de huelguistas, que se encontraban detenidos en la cárcel de Ciénaga. En medio de la euforia y la emoción, el recién nombrado alcalde Aurelio Linero Cabrera, les concedió el deseo, liberando algunos trabajadores sindicalizados en la Sociedad Unión.

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