"BANDERAS"
Y SEÑALES DE VENTAS PUEBLERINAS.
Señal.
Venta bollo de yuca.
SEÑAL DE VENTAS CASERAS: Desde antaño la tradición en los pueblos del
caribe, es colocar "banderas" en las casas y "borriquetes",
en señal de venta de alimentos caseros, como bollos, carne, yuca, etc. También
hay casas para identificar la venta de algo, colocan un galón. De modo que las
“banderas” o “borriquetes”, son símbolos pueblerinos y la mañana es la hora
predilecta para colgarlos en señal de venta, al
frente de la vivienda.
BANDERAS ROJAS: Para las “banderas”, el color predilecto es el rojo de cualquier
camisa, pantalón o traje que ya no es utilizado. Ese trapo rojo es una guía que
significa venta de carne.
Banderas en señal de
peligro: También en los
pueblos y ciudades, colocan
"banderas", en señal de peligro, por lo general calles con huecos, advirtiéndoles a peatones y
conductores.
"BORRIQUETES" O "BURRO": Los "borriquetes" o "burros",
conocidos de igual manera como “borriquetes de tijeras”, consisten en un
armazón de tres maderos en forma de trípode. Por lo general son utilizados para
anunciar venta de bollos, arepas y yuca.
Clases de
“borriquete”: Algunos añaden encima de los "borriquetes",
trapos, cascarones y distintivos, según
sea la venta así:
- Un “borriquete” con trapo rojo encima, significa venta de
carne.
- Un “borriquete” con cascarón de maíz verde encima, significa
venta de bollos de mazorcas.
- Un “borriquete” con cascarón de maíz seco encima, significa
venta de bollo limpio.
- Un "Borriquete" con un galón encima, significa venta de bollos de yuca.
CLASES DE BOLLOS: Las ventas de bollos preferidas son bollo de
mazorca, bollo de yuca, bollo limpio, bollo de millo, bollo dulce, arepas y
masas de maíz.
La señora Eusebia
Domínguez, esposa de Gabriel “El Docto” Vizcaíno, murió vieja haciendo toda
clases de bollos en Cantagallar, corregimiento de El Piñón Magdalena. La señora
acostumbraba fumar tabaco, cuando preparaba
los bollos. Ese toque de humo tabaquero, le daba un mejor sabor, razón por la
cual tenía una clientela apreciable en la región, a tal punto que hoy siglo XXI,
su hija Argénida, es la mayor vendedora de bollos en Cantagallar.
CON LA PONCHERA EN LA CABEZA: Anteriormente estas prodigiosas mujeres, no solo vendían
pescados, bollos, yuca, mangos y dulces con la ponchera en la cabeza; también
se iban para la ciénaga o el río a echar agua. Nunca se les cayó la ponchera, equilibrio absoluto.
Testimonio de María Arévalo
Fontalvo, defensora de derechos humanos: “Nuestras cabezas prodigiosas sin agarrarlas, equilibrio total,
máxima seguridad, a mucho honor vendí desde niña en las calles de mi tierra
natal Playón Orozco Magdalena y en Pivijay Magdalena; en fin soy experta de cargar esa ponchera en
mi cabeza con rodillo o sin rodillo. Desde las 5y30 AM, salía con mi hermano a
vender: yuca, bollo de mazorca, bollo de yuca, bollo de limpio, bollo
de millo.
- Después a la 1 PM, nuevamente a vender: cocadas, alegría, cucas
o galletas keki, almojábana, panderos.
- También a las 5 PM, seguíamos vendiendo arenca, mojarra
amarilla, yuca. Es por esto que en mi la humildad resalta a la vista, no me las
doy más que nadie, ni critico su hablar o actuar, siempre que alguien quiera
criticarme le sugiero colocarse en mis zapatos y que viva si quiera un poquito
de lo que yo viví”.
Poncheras de mangos en
la cabeza: En el año 1970, había
un personaje en Santa Marta, que con una
ponchera llena de mangos sobre su cabeza, recorría las calles de la ciudad
gritando con tono afeminado:
- Llevo Mangos de Candela.
Este personaje dio lugar a que la agrupación musical Cantina y
sus Muchachos, grabaran una guaracha titulada “Mango de Candela”, que en una de
sus estrofas dice:
“Por aquí pasó Candela,
con su ritmo de fandango,
lleva un saco de mango,
pá los niños de la escuela”.
Las palenqueras: Son diestras en el manejo de la ponchera en
sus cabezas, vendiendo alegrías con coco y anís, además de ricas frutas.
Testimonio de una vendedora
de dulces: En El Piñón, recuerda
la profesora Bernavela Montero Rangel,
que la señora querida por todo el pueblo, la señora Juana Díaz, vendía alegrías
y cocadas, bocadillos y otros dulces y cantaba el siguiente estribillo:
- "Hoy no fio, mañana si, hoy me paga el que me deba y al
que yo le deba, que se espere".
VENDEDORAS EN BURROS: Anteriormente la mayoría mujeres, se
desplazaban en burros con los cajones a un costado de los sillones de estos
animales, pregonando ventas diversas como, bollos, panes, pescados, carne, etc.
Antaño honestidad a
toda prueba: Las vendedoras de
bollo limpio de Menchiquejo y de Tierra Firme, Departamento de Bolívar, salían en sus burros de madrugada hasta la
población de Mompox, allí en las ventanas de las casas coloniales, dejaban los pedidos, regresando más tarde a recibir el
pago. Nadie se cogía un bollo, era la época de las buenas costumbres.
Bollo en burro en
Guamal Magdalena: Manifiesta Jorge Eliecer
Ávila Martínez, que en Guamal, había un señor de nombre Santiago Rivas, que cuando salía a vender
bollo en burro, decía:
- “Bollo en burro”.
De modo que la gente le mamaba gallo preguntándole:
- Que vendes Chago, bollo en burro?
Ahora siglo XXI, en Guamal venden los bollos en bicicletas,
porque ya no hay burros.
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