viernes, 18 de enero de 2019

CALILLAS Y TABACOS.
Ranchón.
Para secar el tabaco.

LEGALIZACIÓN DEL TABACO: A principios del siglo XIX, debido al aumento de los controles sobre su cultivo, el tabaco se empezó a sembrar clandestinamente en varias regiones. La Ley 23 de mayo del año 1848, declaró libre el cultivo del tabaco a partir del 1 de enero del año 1850 y permitieron la expansión de su producción y el aumento de su exportación. Fue este el periodo de la bonanza tabacalera en el Departamento del Magdalena, especialmente Ciénaga, que a punta de cultivo de tabaco se recuperó de la crisis económica.
Ranchón.
Para secar el tabaco.

PUEBLOS TABACALEROS DEL MAGDALENA: En Guamal Magdalena existió una pequeña fábrica de tabacos de forma artesanal en la década de 1950, ubicada en casa de bahareque con techo pajizo; en donde elaboraban tabacos puros y calillas, durante las horas de la noche a la luz de mechones de petróleo. También hubo cultivos de tabaco en la región de Ariguaní, Plato, Nueva Granada. En Plato Magdalena, predominaron las firmas Fábrica de Tabacos Espinosa Hermanos y Fábrica de Tabacos La Cubana, quienes exportaban el producto directo a Europa. En Plato y El Difícil Magdalena, aún se conserva como recuerdo las bodegas tabacaleras.
En el año 1888 una de las industrias de Santana Magdalena, la representaba el cultivo del tabaco. En la Zona Bananera antes de que se iniciaran los cultivos de bananos, predominaba el cultivo de tabaco. A finales de siglo XIX, el italiano Nicolás de Caro, llega a Colombia y se radica en Aracataca, donde crea una empresa comercial que importa y exporta los más variados productos alimentarios, además de tabaco y cigarrillos. Nicolás De Caro desarrolla sus comercios en toda la Zona Bananera y abre una sucursal en Fundación Magdalena, entregándola en administración a su hijo Alfonso De Caro.
Hojas de tabaco.

RANCHO PARA SECAR EL TABACO: Los cultivadores de tabaco construían un rancho, también llamado ranchón, para colectar, colgar, secar y conservar el aroma de las hojas del tabaco. En el ranchón, generalmente de techo pajizo,  colgaban las hojas en diferentes etapas, unas más frescas, todavía verdosas; otras amarillentas, y la mayoría de color marrón, todas en procesos de fermentación.  La fermentación es el momento en el que las hojas desarrollan su aroma, sabor, es decir su potencial. Las hojas las ponían a secar a la sombra, para que no se tostaran y perdieran la textura.
Fabricación de un tabaco o calilla: Era un ritual la  fabricación del tabaco o la calilla en el ranchón, generalmente ocurría por las tardes y las noches: Primero alisaban las hojas suavecito para que no se totearan. Los pedacitos de tabaco los colocaban en el centro y procedían a enrollar las hojas dejándolas bien apretadas. Luego al terminar le daban golpecitos sobre la mesa en cada extremo, para que el tabaco  quedara apretado.  Como siempre quedaban puntas, el fumador, antes de prender, le daba un beso con los dientes para garantizar el encendido.
Calillas.

FUMADORES DE CALILLA Y TABACO: Las calillas son largas y delgadas, del tamaño de un cigarrillo, principalmente las fuman las mujeres; mientras que los tabacos puros, son cortos y gruesos, aptos para el consumo de los varones. El tabaco fue el compañeros inseparable del indio; en su trabajo, en sus ritos, en sus bailes, siempre lo llevaba prendido a su boca. 
Fumar invertido: Hay quienes fuman el tabaco invertido, quiere decir con la candela hacía dentro. Fumar de forma invertida, se realiza con el extremo de la candela hacia la cavidad bucal; el tabaco o calilla, es sostenido por los dientes, se produce un selle con los labios los cuales humedecen el tabaco y el humo es inhalado lentamente, siendo los productos del humo y el alquitrán condensados sobre la superficie de los dientes y el paladar. El humo sale a través del tabaco o de la boca, y las cenizas son expulsadas o en ocasiones son tragadas.
El hábito de fumar invertido de los hombres viene desde las primeras guerras, quienes para que no los viera el enemigo, se ponían la candela hacia adentro. En el caso de las mujeres su hábito de fumar era mal visto por los hombres; entonces ellas, adoptaron el hábito de fumar hacía dentro, para que sus maridos no las vieran. Mascar tabaco también fue un hábito de hombres y mujeres.
Canción de las tabaqueras: Una canción que ha sido éxito desde la década de 1960 es la cumbia “La Tabaquera”, de la autoría de Carlos Suaza, grabada por varias agrupaciones musicales.
Tabaquera, tabaquera
tabaquera donde está tu tabaco
tabaquera, tabaquera
tabaquera donde está tu tabaco
¿Dónde está, donde está mi tabaco?
Ay tabaquera tabaquera mi tabaco. 
"Tabaco y Ron": Otra canción de la referencia es "Tabaco y Ron", en ritmo de cumbia, grabada en el año 1979, por el cantante de Magangué Bolívar, Rodolfo Aicardi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario