domingo, 13 de enero de 2019

EL VERDADERO
FRANCISCO EL HOMBRE.
Pacho Rada.

CRUCE RADA BALLESTAS: En Plato Magdalena, del matrimonio de los inmigrantes Alberto Rada y Cruz Ballestas, nacieron los siguientes hijos:
- Alberto Constantino Rada Ballestas, padre de Pacho Rada.
- Manuel Rada Ballestas.
Generación Rada.

ALBERTO CONSTANTINO RADA BALLESTAS: Fue Alberto Rada Ballestas (1871-1927), uno de los primeros acordeoneros del folclor vallenato; murió muy joven en el año 1927, a la edad de 56 años. Alberto Constantino Rada Ballestas, ganadero, agricultor, hombre divertido que nunca le faltó su acordeón marca “Gloria”, para complacer con parrandas a sus amigos. En la región de Plato, se convirtió en ilustre invitado para amenizar las fiestas populares, donde fue de los primeros en incorporar el acordeón en los antiguos bailes cantaos, una de las canciones preferida por su público y que tocaba con maestría era “La Chencha”. Residía Alberto Rada Ballestas con su esposa María Gregoria Batista Villarreal, en la finca de su propiedad llamada “Los Veranillos”, jurisdicción Las Mulas, municipio de Plato Magdalena, lugar donde nacieron los siguientes tres hijos:
- Francisco Manuel Rada Batista (Pacho Rada).
- María Soledad Rada Batista.
- Alberto Rada Batista.
MANUEL RADA BALLESTAS: Es el otro hijo del matrimonio de Alberto Rada, con Cruz Ballestas. Manuel Rada Ballestas, en el año 1916, bautiza a Francisco Pacho Rada Batista, hijo de su hermano Alberto Rada Ballestas, con el remoquete de “Francisco El Hombre”. El apodo se lo ganó el gran juglar de la música vallenata, que contaba con solo 9 años de edad, porque a pesar de ser tan pequeño tocaba con maestría el acordeón y, por el hecho de haber cogido una escopeta calibre 16 con diez cartuchos y penetrar a la montaña en busca del tigre que se comía los cerdos criados por su padre.

FRANCISCO EL HOMBRE.
 
María Ospino Ospino. 
Esposa de Pacho Rada.

PACHO RADA: Nació el 11 de Mayo del año 1907 en el caserío de las Mulas, perteneciente en ese entonces al municipio de Plato, hoy municipio de San Ángel. Murió en Santa Marta el 17 de Julio del año 2003, época para la cual practicaba la religión evangélica. Hijo de Alberto Constantino Rada Ballestas y María Gregoria Batista Villarreal. Francisco Pacho Rada Batista, el gran juglar de la música de acordeón y creador del ritmo Son Vallenato, a los tres años quedó huérfano de madre y a los 20 huérfano de padre. A partir de entonces, fue educado por su padre Alberto Constantino Rada Ballestas, ganadero y agricultor, con quien construyó una relación de gran complicidad.
Cruce de familias acordeoneras: Alberto Constantino Rada Ballestas, fallecida su esposa María Gregoria Batista Villareal, quien pertenecía a la dinastía de los músicos Hernández y además hermana de María del Carmen Batista Reyes, esposa de otro gran músico de la región llamado Eusebio Pasos Castro; se casó por segunda vez con Viviana Contreras, de cuya unión nació Prospero Rada Contreras, hermano por parte de padre de Francisco Pacho Rada. De manera que hubo cruce familiar entre las tres primeras generaciones de acordeoneros de la región de Plato Magdalena y de Colombia: Los Rada, los Pasos y los Hernández. María Gregoria Batista Villareal, madre de Pacho Rada, pertenecía a la dinastía de los músicos plateños Hernández Batista. María del Carmen Batista Reyes, hermana de la madre de Pacho Rada, era la esposa del gran músico plateño del siglo XIX, Eusebio Pasos Castro. De modo que los hijos de Eusebio Pasos Castro con María del Carmen Batista Reyes, como son,  Cristóbal Pasos Batista, Ángel Custodio Pasos Batista, Ana Felipa Pasos Batista, Santiaga Pasos Batista y Carmen Pasos Batista; la mayoría músicos de acordeón, son primos hermanos de Francisco Pacho Rada Batista.
Por el otro lado, el acordeonero plateño Melchor Eloy Hernández Batista, casado con Nicolasa Buelvas, fue de los primeros en tocar este instrumento en el Departamento del Magdalena, tronco familiar donde nacieron los siguientes músicos, todos  primos de Francisco Pacho Rada Batista:
- Gregorio “Goyo” Hernández Buelvas.
- Mamerta Hernández Buelvas.
- Juan Bautista Hernández Buelvas.
- José de los Reyes Hernández Buelvas.
- Melchora Hernández Buelvas.
- Remigio Hernández Buelvas.
- Virgilio Hernández Buelvas. 
Casa del Acordeón
Beto Murgas-Valledupar.
Acordeón de Pacho Rada.

MUJERES DE PACHO RADA: Hipólita Alvarado con quien tuvo 3 hijas; sigue Blanca Rosa Ortiz Zambrano, con quien tuvo 3 hijos, uno de estos Pachito Rada Ortiz, su primer varón; luego se unió a María Ospino Ospino con quien tuvo 4 hijos, sobreviven 3, entre ellos Alberto Constantino Rada Ospino “Beto”, Rey Vallenato. Sigue su carrera de mujeriego con Manuela Oviedo, con quien tuvo 3 hijos entre ellos Manuel Francisco Rada Oviedo “El Negro”. Su último matrimonio a los 93 años, fue con la samaria Aida Manjarrés, quien por el mal estado de salud lo abandonó el 5 de abril del año 2001, ante esta situación quedó viviendo con su hija menor Pabla Rada Oviedo. Dejó Pacho Rada, 13 hijos, 100 nietos, 253 bisnietos, 30 tataranietos y 6 salta corral. Tiene tres hijos profesionales en el acordeón: Alberto “Beto” Rada Ospino, Francisco “Pachito” Rada Ortiz y Francisco Rada Oviedo. Además de varios nietos.
LA LEYENDA DE FRANCISCO EL HOMBRE: Su padre un gran acordeonero de la región, le enseñó el arte de tocar acordeón, ya que contaba con 4 años de edad cuando tuvo el atrevimiento de coger el instrumento de su padre y sacarle sonidos majestuosos. A los 7 años compuso la primera canción, titulada “El Toro Tutencame”, nombre de una vaca, que le regaló su padre Alberto Rada Ballestas.  A los 9 años su tío, Manuel Rada Ballestas, lo bautiza con el remoquete de “Francisco El Hombre”, en vista de ser tan pequeño para que tocara bien el acordeón; además por el hecho de haber cogido una escopeta calibre 16, con diez cartuchos y, penetrar a la montaña en busca del tigre que se comía los cerdos criados por su padre. Ese incentivo por parte de su padre y de su tío, lo motivan para componer un merengue donde él mismo se llama “Francisco El Hombre”, dice así:
Señores yo soy el hombre
así lo dice Manuelito
me llama Francisco el Hombre
y también el muchachito.

Yo soy el Francisco el Hombre
y también el muchachito
yo soy el Rada Francisco
conózcame por mi nombre,
yo soy el Francisco Rada.
Su leyenda de "Francisco El Hombre", se acentúa cuando lo contratan para amenizar una fiesta en una finca de la región llamada "Vijagual" (entre las poblaciones de El Difícil y Granada Magdalena), parranda que se prolongó por varios días y varias noches. Cansado de tanto tocar y beber licor, decidió regresar a su casa, ensilló su caballo, e inició el regreso a su hogar en la finca "El Colegio", a dos horas de camino. A eso de las once de la noche en plena montaña oscura, escuchó la música de un acordeón que interpretaba muy bien un son. En principio creyó que eran sus alumnos Buenaventura Díaz Ospino o Juan Tapias Baena, acordeoneros nativos de Nueva Granada Magdalena, tocando en alguna finca cercana, cosa muy común en la época. Entonces “Pacho” Rada, se bajó de la bestia, sacó su acordeón, se tomó un trago de ron, y les respondió con una melodía de su inspiración, para que supieran que él, se encontraba por allí. Terminada su interpretación, le contestaron con otro son que se oía más cerca.
Nuevamente Francisco Pacho Rada, le cantó otras de sus canciones, pero lo curioso del caso era que no veía a nadie, solo escuchaba la melodía de un acordeón. Ante esta situación el maestro entró en pánico, se le erizó el pelo, montó su caballo y se fue temblando de miedo para su rancho donde lo esperaba su compañera sentimental María del Rosario Ospino Ospino, en su rancho construido en la finca "El Colegio", jurisdicción de Nueva Granada Magdalena. 
TESTIMONIOS SOBRE EL VERDADERO FRANCISCO EL HOMBRE: Años después, en el ocaso de su vida, en una entrevista periodística, manifestó lo siguiente:  
- “El único músico al que yo respeto se llama Pacho Rada. A mí mismo, porque no hay nadie que haya tocado más que yo. He tocado 88 años desde que me inicié en 1911.  
Testimonio de Juancho Polo Valencia: El juglar Juancho Polo Valencia, siempre dijo que Pacho Rada era el verdadero  “Francisco El Hombre”, razón por la cual en el ritmo puya de su autoría, titulado “Lo Dijo Juancho”, cuestiona al “Francisco El Hombre” de la Guajira:
-  Yo tengo fama y renombre, póngale cuidado donde esta Francisco El Hombre.
- “Ese libro vallenato tiene su página mala, me puse a leerlo un rato y en parte no dice nada.
Testimonio de Francisco Rada Ortiz: En su libro titulado Historia de un Pueblo Acordeonero, Francisco Rada Ortiz (1934-2014), sobre los apodos de su padre manifiesta:
- “Pacho Rada en el año 1920, era “Francisco El Hombre”, reconocido por toda la montaña de Plato; pero ya en el año 1940, la gente hablaba curiosamente de “Francisco El Hombre”, porque no tenían una verdadera seguridad quien podría ser aquel.
- “En el año 1935, este era llamado por múltiples sobrenombres y todos nacían de su propio nombre. Pero los sones que él iba componiendo, le iban multiplicando los sobrenombres. Unos lo apodaban “El Negro Francio”, otros le decían “Francisco Senoja”, otros “El Tigre de la Montaña”,  “El Tigre de la Uña Roma” y; otros “Pacho” Rada, que fue el nombre más oficial de todos".
Testimonio de Alberto Hinestroza Llanos: En el Teatro Municipal Amira de la Rosa, de Barranquilla, el 15 de noviembre del año 1990, se le rindió un homenaje al maestro Francisco Manuel Rada Batista. Allí el periodista santandereano, residente en Santa Marta, Alberto Hinestroza Llanos, hizo el lanzamiento del libro: Remembranzas de una Historia. Pacho Rada, Vida de Francisco El Hombre. En este libro se cuenta con detalles la historia de "Francisco El Hombre", protagonizada por Pacho Rada. 
Finca "El Colegio" de Pacho Rada: Ubicada en el municipio de Nueva Granada, fue el lugar de hospedaje por muchos años, del matrimonio de María Ospino Ospino con Pacho Rada. Sus propietarios la denominaron con ese nombre, porque en ese tiempo ya Pacho Rada tenía fama y lo llamaban maestro del acordeón. Además de maestro del acordeón, a la finca llegaban interesados en el aprendizaje del instrumento europeo, de esta manera sobresalieron discípulos suyos como sus cuñados Buenaventura y Joselito Díaz Ospino, hermanos de su mujer; lo mismo que Leonardo Núñez y Juan Tapias Baena, todos oriundos de Nueva Granada. Prueba de que la finca “El Colegio”, era un lugar de aprendizaje musical vallenato, es la canción inspirada por “El Ñató” Buenaventura Díaz Ospino, que dice así:
Soy el que sostengo el dicho 
y pá tocar no tengo fama 
pá tocar tengo permiso 
porque me lo dio Francisco. 

Yo no quiero tener fama  
ni tampoco tener don  
pero me enseñó Francisco Rada  
a tocar un acordeón.  
Retiro musical de Pacho Rada: El 6 de marzo del año 1991, Pacho Rada, se despidió del mundo artístico, la ceremonia se efectuó en el Teatro Municipal Amira de la Rosa, de la ciudad de Barranquilla. El acto fue emotivo y con el corazón en la mano y lágrimas en los ojos, Pacho Rada dijo: 
- "Julio Oñate, a tí te hago entrega de esta lira que fue mi alcahueta por muchos años, porque hoy me retiro oficialmente del mundo artístico". 
Se refería a su viejo acordeón, el cual regaló al folclorista nativo de Valledupar, Julio Oñate Martínez. Pero ocurrió que en el año 1997, graba nuevamente con el cantante de Ariguaní Magdalena, Pino Manco.

FRANCISCO “PACHO” RADA
EL REY DEL SON VALLENATO.
 
Manuel Rada Oviedo. 
Hijo de Pacho Rada.

RITMO CREADO POR PACHO RADA: A Pacho Rada se le adjudica la creación del ritmo Son Vallenato, dentro de la música vallenata, al respecto alguna vez comentó:
- “Desde que nací aprendí que los ritmos del Son y Paseo que se tocaban en acordeón eran iguales, nadie los distinguía. Con el correr del tiempo fui dándome cuenta de que el SON se escuchaba más bello cuando se le acompañaba de un solo golpe de bajo, pues de esta forma la melodía se escuchaba con mayor esplendor lírico. La cadencia del SON se aprecia mucho mejor de esta manera, que cuando se acompaña de dos golpes o compases de bajo como ocurre con el Paseo. A raíz de esa apreciación, decidí comenzar a tocar mi música con ese nuevo estilo, y el público, al notar la diferencia en interpretación me preguntaba qué ritmo tocaba, a lo que yo respondía: El verdadero ritmo del SON. Cuando se interpreta un ritmo de SON, no debe acompañarse con dos ‘porrazos’ o compases, como se usa en la cumbia y en la puya, ni tampoco debe hacerse ‘refuego’ de bajo, o sea utilizar diferentes tonos de bajo. Ese nuevo estilo se impuso rápidamente dentro del público, el cual identificaba mi música en cualquier lugar. Muchos colegas se vieron obligados a tratar de imitarlo; varios de ellos llegaron a mi casa para que les enseñara el secreto de su ejecución, entre los cuales puedo contar a Juancho Polo Valencia y Alejo Durán. Casi sin darme cuenta se me bautizó como el ‘Padre del Son’ y sin pecar de egocéntrico creo que es justicia, ya que fui yo quien lo descubrió e implantó dentro de un estilo muy personal.
Grabación del primer Son Vallenato: En el año de 1936 llega a Barranquilla, en donde conoce al maestro Camacho y Cano, quien lo convence para plasmar en el año 1937, en un sencillo las canciones “El Botón de Oro” y “La Sabrosita”, grabadas en La Voz de la Patria, en cuya emisora duró año y medio tacando en vivo y en directo. En esas grabaciones la esposa de Ángel María Camacho y Cano, lo acompaña con el toque de la guacharaca.
Los sones de Pacho Rada, se caracterizan por marcar el bajo en una forma suave en la que prima la melodía, según el maestro, el son no permite adornos. Precisamente grabó por primera vez en el año 1936, el  Son Vallenato “El Botón de Oro”, cuando no existían las grabaciones comerciales. La grabación tuvo escasa difusión ya que fue una copia para uso exclusivo de la emisora.  
Grabación del Son “El Tigre de la Montaña: En el año 1946 la orquesta Emisora Atlántico Jazz Band, le graba la canción Son “El Tigre de la Montaña” la cual también fu grabada por la orquesta Saumeth y sus Plateños, por Abel Antonio Villa y por Alfredo Gutiérrez. En este tema también conocido como “Intriga de los Vallenato”, el maestro Pacho Rada responde un rumor de los acordeoneros de las provincias del Cesar y Guajira, que manifestaban que vivía oculto en las montañas. En el año 1947 Guillermo Buitrago le graba el Son “Abrahám y la Botella”. El remoquete de “El Tigre de la Montaña”, debió ser porque sus grabaciones fueron fugaces. Después de grabar en el año 1936 desaparece de las grabaciones y nuevamente vuelve a ellas solo a comienzos de los años cincuenta cuando grabó en el sello popular de la fábrica de Disco Atlantic, de Barranquilla. Nuevamente desaparece hasta 1974, cuando graba la famosa “Lira” y “Cipote Luto” en Discos Fuentes de Cartagena. Otras de sus canciones grabadas fueron: “Los Guayabos de Manuela”, “El León de Granada”. 

CORRERÍAS
 DE PACHO RADA.
 
"Goyita" Rada Oviedo. 
Hija de Pacho Rada.

PACHO RADA EN LA ZONA BANANERA: Pacho Rada en compañía de su padre llegó en el año 1925 a la Zona Bananera, donde trabajó en labranzas del campo, y a la vez parrandeaba con otros acordeonistas de la región entre los cuales nombra a Simón Caballero, Eloy Molina, Teófilo Molina, Nildo Peña, Rafael Ospino, José Núñez. De la Zona Bananera salió para otros lugares de la Costa Atlántica llevando su mensaje musical. Corrobora la presencia de Pacho Rada, un testimonio dejado por José María Peñaranda, el que hizo famosa la canción "Se va el Caimán": 
- "Conocí a Francisco El Hombre en Aracataca, a comienzos de siglo XX".  
Pachito Rada Ortiz, su hijo, ostenta el galardón del primer Rey del Acordeón de que se tenga historia en Colombia, en virtud de los primeros eventos de esta naturaleza celebrados en el Departamento del Magdalena, específicamente en Fundación, en el año 1955, donde el maestro Francisco Rada Ortiz, se impuso ante sus adversarios como Rey del Acordeón, quedando Andrés Landero, relegado en el segundo lugar. 
Pacho Rada en Chibolo: Cuando Pacho Rada estaba en su esplendor musical, uno de los hombres ricos de la población de Chibolo, Don Miguel De Ávila, encomendó a sus peones buscarlo donde estuviera para darse la satisfacción de parrandear con el reconocido maestro del acordeón. La comisión regresó a los 8 días trayendo por delante al gran músico. Todo el pueblo lo recibió con regocijo, unos en caballos, otros de a pie, otros en burros. Llegó Pacho Rada montado en su caballo y uno de los participantes lo bajó de la bestia, paseándolo en sus hombros.
En esa ocasión duró Pacho Rada dos meses parrandeando con los chiboleros, quienes le impedían irse del pueblo, por lo que tuvo que marcharse escondido. Le tocó a Don Miguel de Ávila, empacar los muchos regalos que había recibido, y enviárselos a la población de Plato donde vivía el rey del son. En el año de 1936 volvió Pacho Rada a Chibolo, en busca de ayuda económica donde su gran amigo Don Miguel De Ávila, quien le dio todo el apoyo necesario para su primer viaje a Barranquilla, donde haría presentaciones en la emisora La Voz de la Patria y donde haría sus primeras grabaciones. Años después Pacho Rada, se residenció por un buen tiempo en Chibolo con su familia.   
Pacho Rada en Nueva Granada: Tiene mucha relación la población de Nueva Granada Magdalena, con la vida del maestro del acordeón Francisco Pacho Rada. Son muchas las facetas que el Rey del Son, vivió en esta región centro del Departamento del Magdalena. Tuvo matrimonio en esta población con la granadina María del Rosario Ospino Ospino, hija de la unión matrimonial entre Juan Evangelista Ospino y Benilda Esther Ospino Altamar.
Pacho Rada en sus andanzas de músico parrandero y mujeriego la conoció en Nueva Granada, con la cual formalizó su tercer matrimonio y con quien tuvo 4 hijos, entre ellos Alberto “Beto” Constantino Rada Ospino, nacido en 1941 en El Difícil Magdalena, y quien fue coronado Rey de la Leyenda Vallenata en 1993. Fue a esta campesina, con la cual vivió por mucho tiempo en la finca “El Colegio” que le compuso la famosa canción “Tú Verás María”, cuya letra dice así:
Ahora ninguno lo esconde
al amanecer de un día
ay tú verás tú verás María
si desprecias tu propio hombre.

Dígalo quién lo dijere
al amanecer de un día
ay tú verás, tú verás María
si desprecias a quién te quiere.

Al amanecer de un día
eso ninguno lo esconde
ay tú verás tú verás María
si desprecias tu propio hombre.

Al amanecer de un día
eso me causa dolor
ay tú verás, tú verás María 
si desprecias tu propio amor. 

RECONOCIMIENTOS
A PACHO RADA.
   
"Beto" Rada Ospino.   
Hijo de Pacho Rada.

TÍTULOS HONORIS CAUSA: Por falta de oportunidades se levantó alejado de las aulas escolares. Solo aprendió a escribir su nombre en 1987, a la edad de 80 años, fecha para la cual el poeta José Ramón Mercado, como rector del INEM “José Manuel Rodríguez Torices” de Cartagena, le concede el título de Bachiller Honoris Causa, por su aporte a la cultura nacional. Más tarde reconocido Voz Viva de Colombia, por la Universidad de Antioquía. Fue condecorado en el año 1991 por el Teatro Amira de la Rosa en Barranquilla.
   
María Rada Oviedo.   
Hija de Pacho Rada.

HIJO ADOPTIVO DE ARIGUANÍ MAGDALENA: Mediante Decreto No. 139, del año 1990, fue declarado hijo adoptivo de El Difícil Magdalena, por el entonces alcalde municipal Hugo Fernando Barrios Tovar. Precisamente en el año 1990, se realiza el primer festival en esta población con la expresión: Homenaje al Son. Años después mediante la Ley No. 1844, de febrero 22 del año 2018, el Congreso y el Gobierno de Colombia, reconocen como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, al Festival Nacional Son Tigre de la Montaña Pacho Rada, en donde se faculta al Ministerio de Cultura, para que lo incluya en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial, evento que se realiza en la plaza "Rúgero Castilla Díaz". 
REY VITALICIO DEL FESTIVAL VALLENATO: El 29 de abril del año 1997, fue la noche de dinastías en la tarima Francisco El Hombre, de Valledupar, la cual  se iluminó con la presencia de cinco hijos de Pacho Rada: Francisco, Alejandro, Manuel, Julián y Alberto; además de sus nietos Eliécer, Roberto, Kiko, Miguel y Beto. Los Rada, por los años, han venido creciendo, escribiendo y componiendo su propia historia en la leyenda vallenata, con un apellido que siempre será familiar en este folclor. La dinastía ya se extiende a la cuarta generación y en este año de 1997, hicieron parte de los invitados especiales del Festival Vallenato. De modo que para el año de 1999, Francisco Pacho Rada, fue declarado Rey Vallenato Vitalicio, por el Festival de la Leyenda Vallenata, por su valioso aporte al folclor. Pacho Rada sobre la realización del Festival Vallenato, expresó lo siguiente: 
- "Nunca me presenté a un festival, porque sabiendo cual es el tratamiento que se le da al concurso, con toda mi experiencia podría haber terminado perdiendo con unas personas que de música no saben nada"
PACHO RADA PROTAGONIZA PELÍCULA: En el año 1998, protagonizó la película de largo metraje “El Acordeón del Diablo”, una producción suizo-alemana, dirigida por Stefan Schwietert. En este documental musical de la Coproducción Alemania-Suiza; Neapel Film / Zero Film GmbH, se cuenta la historia de Pacho Rada o, "Francisco El Hombre". Es la leyenda de un cantante y compositor que tomo por primera vez un acordeón a la edad de cuatro años y que nunca lo volvió a dejar. Esta película empieza con el viaje de Pacho Rada a través de toda la costa caribeña de Colombia, viajando a través del mundo de los músicos y cantantes que crecieron con la música.
LA MUERTE DE PACHO RADA: En su humilde casa del barrio La Paz, al sur de Santa Marta, donde vivió los últimos 20 años de su vida, lo sorprendió una virosis, que pese a los cuidados de su hija Pabla Rada Oviedo, el juglar vallenato no pudo resistirla. Fue en ese popular barrio, que soportó embrujos y hechicerías en su casa, lo que lo obligó meterse a la religión evangélica. De manera que pasada la media noche del 16 de julio del año 2003, llegó la noticia sombría que anunciaban la muerte de Francisco Pacho Rada Batista en un hospital de Santa Marta. Como era de esperarse el pueblo salió en numerosa manifestación al Cementerio San Jacinto de Gaira, a siete kilómetros de Santa Marta, lugar de su sepelio. Un grupo de acordeoneros interpretó durante todo el trayecto sus éxitos musicales. La gente se asomaba al paso del cortejo fúnebre, aplaudiendo a quien fuera una de las más importantes figuras del folclor. 

BIBLIOGRAFÍA.

Alberto Hinestroza Llanos: 
Remembranzas de una Historia. Pacho Rada, Vida de Francisco El Hombre, publicado en el año 1990. 
Francisco Rada Ortiz: Historia de un Pueblo Acordeonero, año publicación 2008.
Robert Luis Benítez Picalúa: Y la Llamaron Vallenato, año publicación 2015.
Adolfo González Henríquez: Los estudios Sobre Música Popular en el Caribe Colombiano, publicado en el año 2000.
Guillermo Henríquez Torres: Música del Magdalena Grande en el Siglo XIX (Eulalio Meléndez), publicado en el año 2000.
Raúl Ospino Rangel: Historia Musical del Magdalena, publicado en el año 2005.
Raúl Ospino Rangel: Compositores del Magdalena, publicado en el año 2010.
Julio Oñate Martínez: El ABC, del Vallenato, publicado en el año 2003.

2 comentarios:

  1. Majestuoso Juglar, mágico como la tierra que lo vio nacer. Su hijo Manuel Rada grande entre los grandes. Gente increíble cuyos aportes al folclor aún no se terminan de escribir.

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  2. Interesante y muy enriquecedor relato.

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