sábado, 16 de mayo de 2020

PRIMITIVO
ACORDEÓN SABANERO.
Leopoldo Salazar.

EL ACORDEÓN EN EL VIEJO BOLÍVAR: Comerciantes de Alemania que llegaban a Sincelejo por los años de 1860, a cargar tabaco con destino a Bremen, traían consigo acordeones que iban dejando por los pueblos del antiguo Departamento de Bolívar. Así se hicieron los primeros acordeoneros en la región como Pedro Alquerque y Leónidas Villamil, cargamuleros de la ruta del tabaco que salía del Carmen de Bolívar y pasaba por Ovejas, Chalán, Colosó, Tolúviejo y Los Palmitos, hasta terminar en los puertos marítimos de Coveñas y Tolú.
Acordeón en San Juan Nepomuceno: El otro caso se presenta en San Juan Nepomuceno, municipio donde el caserío San Agustín, históricamente ha sido un puerto del Río Magdalena, que servía de comunicación con los Montes de María y demás poblaciones del antiguo Bolívar Grande. La tradición oral registra que por este puerto ribereño entró el acordeón por primera vez a Colombia, llevado a mediados de siglo XIX, por el empresario del tabaco Antonio María de los Reyes Merlano Fernández (1811-1890). Una segunda entrada de acordeones a la región se produce en el año 1871, cuando el empresario tabacalero Antonio María de los Reyes Merlano Fernández, regresa de Alemania con varios instrumentos de fuelle, ratificándose que en San Juan Nepomuceno Bolívar, se tocó por vez primera vez el acordeón en Colombia.
El acordeón del sacerdote Rafael Torres en San Juan Nepomuceno Bolívar: Por la misma época (mediados de siglo XIX), que entró el acordeón a San Juan Nepomuceno Bolívar, el sacerdote español Rafael Torres, le enseñó a su hijo Rafael Torres, en esta población, el arte del tallado y el manejo del acordeón.
Acordeón en Corozal Sucre: El sacerdote Rafael Torres fue trasladado a la población de Corozal Sucre y con su acordeón seguía alegrando las fiestas patronales, lo que causaba admiración en los feligreses. En este pueblo con su familia pasó sus últimos años de vida, a tal punto que le enseñó el arte de tocar acordeón a Pedro Alquerque Barreto, oriundo de Los Palmitos Sucre, quien le superó como buen alumno, convirtiéndose junto con Leónidas Villamil, los primeros juglares de esta región.
Acordeón en Ovejas Sucre: Francisco Pizarro Mutis, nacido en el Departamento del Tolima en el año 1830, junto con su hermano Joaquín Pizarro Mutis, fueron de los primeros exportadores de tabaco en la región y quienes llevaron los primeros acordeones a Ovejas Sucre. Sucedió que la  firma comercial que representaban,  “Pizarro y García”, fue de las primeras en hacer negocios con Alemania, desde la población tabacalera de Ovejas, logrando introducir los  primeros acorordeones en el año 1856. Esta coyuntura cultural la aprovechó Leónidas Villamil, natural de Ovejas, a quien le correspondió tocar esos primeros acordeones.
Acordeón en San Jacinto Bolívar: La Casa Matera, exportadora de mantequilla, ganado, tabaco y cueros, importó acordeones en la población de San Jacinto, a mediados de siglo XIX.
Acordeones en el puerto de Cartagena: Con documentos de la Aduana, en su libro Acordeones, Cumbiambas y Vallenato en el Magdalena Grande: una historia cultural, económica y política (1870-1960), el historiador de Gaira Magdalena, Joaquín Viloria de la Hoz, demuestra la importación de acordeones por el puerto de Cartagena, en el periodo (1869-1870).
Alcides
Paternina Gamarra.

ENCUENTRO CULTURAL DE DOS MUNDOS: De modo que de acuerdo a la secuencia histórica, la adquisición de esos primeros acordeones en el Bolívar Grande, se da con los navegantes que tripulaban las embarcaciones tanto en los puertos marítimos de Coveñas y Tolú, como con los tripulantes de las embarcaciones que llegaban al puerto marítimo de Cartagena y al puerto  fluvial ribereño de San Agustín en el municipio de San Juan Nepomuceno. Los navegantes y tripulantes de las embarcaciones del Viejo Continente, empezaron instruyendo a los nativos del antiguo Departamento de Bolívar, con aires musicales europeos como, mazurca, polca, vals, etc. De esta manera los sabaneros aprendieron con música extranjera a dominar el acordeón y así, dedicarse de lleno a la interpretación de la verdadera música folclórica o popular. Los nativos acordeoneros desde un principio fusionaron el instrumento europeo con las bandas de vientos y gaitas que circulaban en la región, con un conjunto primario en donde intervenían: acordeón o dulzaina, tambor de gaita (llamador), redoblante y maracas.
Monumento acordeón sabanero
Arjona Bolívar.

PRIMEROS ACORDEONEROS: Después de los acordeones de Pedro Alquerque y Leónidas Villamil, considerados los principales juglares del nacimiento de la música sabanera con el instrumento de fuelles, le siguieron otros protagonistas que agrandaron la música de acordeón o vallenata en el antiguo Bolívar Grande, ellos fueron:
San Juan de Betulia, Sucre: Eugenio “Geño” Gil Avilés.
San Juan de Betulia, Sucre: Alcides José Paternina Gamarra.
Corozal, Sucre: Pedro Manuel Domínguez, “El  Mono Goyita”.
Ovejas, Sucre: Hermanos Alberto Villamil  y Genaro Villamil.
Sampués, Sucre: Joaquín Bettín.
San Jacinto, Bolívar: Alejandro Alandete y José Manuel García.
Chochó, Sucre: Nicolás Guevara.
Sincelejo, Sucre: Fortunato Chadid, pionero del acordeón piano.
Sincelejo, Sucre: Leopoldo “Poldo” Salazar.
Sincelejo, Sucre: Narciso Rodríguez.
Mahates, Bolívar: Benito Arrieta.
Ciénaga de Oro, Córdoba: Manuel Antonio González.
El Verol, Córdoba: Antonio Molina.
Carmen de Bolívar: Víctor Ibáñez “A. Mantelana”.
Otros primitivos acordeoneros sabaneros: Humberto Racine, Carlos Martínez, Manuel Gutiérrez, Cesto Tovar, Abel González, Israel Caballero, Los hermanos Ribón, Leonardo Benítez, Mariano Polo, José Acosta, Benigno Contreras, Juan Guzmán. Habitantes de los Montes de María manifiestan que otro de los primeros acordeoneros fue un apellido Castilla, nacido en el corregimiento de San Isidro, perteneciente al municipio de San Juan Nepomuceno.
PRIMER JUGLAR, PEDRO ALQUERQUE BARRETO: Pedro Alquerque Barreto o Pedro Alquerque Meza, nativo de Los Palmitos Sucre, se convirtió en el primer juglar del acordeón en la región, personaje que andaba por la orilla de los pueblos huyéndole al reclutamiento de las guerras civiles en el año 1886, soltando coplas, a su enamorada la famosa bailadora sincelejana Pola Becté. Fue Pedro Alquerque el primero de la región en fusionar instrumentos de viento con acordeón, cuando en el año 1942, fundó el conjunto Los Corraleros de Astillón, fue esta agrupación el anticipo a los célebres Corraleros de Majagual, fundada años después por Discos Fuentes de Cartagena. En todo caso Pedro Alquerque, fusionó los bombardinos y trombones de las bandas de viento, con los acordeones que sonaban en la fiesta nocturna del fandango y los currimbes.
Leónidas Villamil, primitivo acordeonero de la sabana: Natural de Ovejas Sucre, fue Leónidas Villamil, quien junto con Pedro Alquerque, fueron capataces de los cargamuleros de tabaco en el antiguo Bolívar Grande. Sus hijos Alberto y Genaro Villamil, heredaron el arte de tocar acordeón.
Alcides José Paternina Gamarra, una dinastía musical: Alcides Paternina Gamarra, quién nació el 22 de septiembre del año 1922, en Villa López, corregimiento del municipio de San Juan de Betulia Sucre y fallecido en Corozal, el primero de septiembre del 2002; se inició en la música comprando su primer acordeón a su paisano, el juglar sabanero, Eugenio “Geño” Gil Avilés. Alcides Paternina, aprendió rápidamente y en poco tiempo logró ubicarse en la popularidad de su pueblo natal, que como cosa curiosa realizaba sus giras musicales en bicicleta. Alcides Paternina Gamarra, tuvo matrimonio con Elodia Payares Lara, matrimonio que se radica en el año 1944, en Corozal Sucre, población en donde nacen sus nueve (9) hijos, de los cuales 4 heredaron su vena musical, ellos fueron:
- Felipe Paternina Payares, acordeonista.
- Alcides Paternina Payares, guacharaquero.
- Mario Paternina Payares, cajero.
- Nixon Paternina Payares, tumbadora.
El destacado acordeonero Felipe Paternina Payares, nació el 23 de agosto del año 1952, en Corozal Sucre, ganador de innumerables festivales en la Costa Atlántica. Otro músico de esta familia es el nieto de Alcides Paternina Gamarra, llamado,  Ever José Paternina Valeta, ejecutante del acordeón.
"Poldo" Salazar,

LEOPOLDO “POLDO” SALAZAR: Zurdo acordeonero de la vieja guardia nacido en Sincelejo, Sucre, el 4 de febrero de 1901 y fallecido en su tierra natal en octubre del año 1984. Juglar de la música sabanera que con su acordeón tocaba porros, vals, mazurcas, foxtrot, pasillos, cumbias y fandangos. Sacaba buenas notas con los fuelles de su acordeón remendado con cera para que no se escapara el aire; así entonaba las canciones siempre acompañado de una botella de ron. Leopoldo “Poldo” Salazar no alcanzaba más de un metro veinte de estatura, golpeaba el castellano, nunca se calzó de zapatos y hacía piruetas como pararse en la cabeza, aplaudir con los pies y múltiples ocurrencias que lo convirtieron en todo un folclórico personaje.
Leopoldo “Poldo” Salazar y Pola Becté: Como su madre trabajaba en “El Portal”, la tienda de la cumbiambera Pola Becté, que era un punto de encuentro de músicos, viajeros, peones de fincas y parroquianos a distraerse en medio de parrandas, allí  Leopoldo “Poldo” Salazar, aprendió a tocar el acordeón de juglares mayores que él como Pedro Alquerque y Leónidas Villamil, lo mismo que de los maromeros que llegaban con sus circos a comienzos de siglo XX, a la población de Sincelejo. "Poldo" Salazar fue el mentor del reconocido Joaquín Bettín, diestro en el arte de tocar acordeón.

OTROS
DATOS SABANEROS.
 
Monumento Pola Becté. 
Sincelejo.

POLA BECTÉ: Hipólita del Carmen Monterrosa Bertel, más conocida como Pola Becté, nació en Sincelejo Sucre en el año 1870. Gracias a sus atributos para el baile  la convirtieron en la reina de las noches de cumbia y fandango en su pueblo natal. Fue la inspiración de juglares sabaneros que se trasnochaban para adorar y disfrutar de los eróticos movimientos que emergían de sus caderas, virtuosa femineidad que tuvo amantes como el primer acordeonero de la región, Pedro Alquerque. Fue tanto el amor de Pedro Alquerque Barreto, que le hizo el famoso porro titulado “Pola Becté”, canción que preside la alborada de las fiestas del 20 de enero de Sincelejo, pero aparece dentro de los registros discográficos de la región bajo la autoría del fallecido músico bolivarense Pedro “Pello” Torres, con su orquesta Los Diablos del Ritmo”, la cual grabó en los años cincuenta. Pola Becté (1870-1937), junto con otras amigas de su misma característica, se pasearon por los departamentos de la Costa, enloqueciendo a los hombres cuando tomaban un paquete de velas y entraban a la rueda del fandango. Murió en el año 1937 y su entierro estuvo acompañado por garrocheros, cantineros, manteros, músicos, vendedores de guarapos, tal como lo había pedido antes de su muerte. En la plaza de Sincelejo se encuentra un monumento en su honor y, otra magnífica escultura que preside la Plaza Cultural de Majagual.
En San Juan Nepomuceno se fabricó el primer acordeón en Colombia: Rafael Guillermo Ricardo Barrios, quien nació en el corregimiento de San Agustín, a orillas del Río Magdalena, en el municipio de San Juan Nepomuceno Bolívar; consiente de buscarle acordes al acordeón,  el instrumento de toda su vida, en alianza con su esposa decidió montar un taller de reparación en su casa, lo que le permitió confeccionar sus propios acordeones, fue cuando fundó la Fábrica de Acordeones Ruffi, primera de este tipo en Colombia. “Rufino”, como le decían cariñosamente, nació el 8 de enero del año 1945 y cuando organizó  su fábrica de acordeones ya se encontraba residenciado en Sincelejo. En el año de 1990, se inscribió como acordeonero, en el Festival de la Leyenda Vallenata, con la finalidad de dar a conocer los instrumentos de su microempresa; fue la principal noticia del festival, al ver como un costeño le hacía competencias a las fábricas de acordeones europeas. La muerte lo sorprende el 10 de octubre del año 1999, cuando murió trágicamente en un accidente automovilístico.

FUENTES DE CONSULTAS.

Blog Red Sabanera: El acordeón sabanero una historia inédita; publicado agosto 13 del año 2006.
Alfonso Ramón Hamburger: Historia de un acordeón olvidado; documental publicado en Telecaribe, en el año 2006.
Ismael Correa Díazgranados: Música y Bailes Populares de la Costa Caribe Colombiana; publicada primera edición en junio del año 2005.
Periódico El Universal: San Juan Nepomuceno: Primer pueblo de Colombia donde se tocó el acordeón; publicado el 13 de noviembre del año 2011.
Gustavo Giraldo Giraldo: Sucre territorio de todos los paisajes; publicado en la Revista Volar, el 21 de mayo del año 2014.
Francisco Javier Barrios: La Pola, sinónimo de alegría; publicado en El Tiempo, el día 18 de enero del año 2000.
Andrea Carolina Morón Girado: Lo que tengo pa’ decí: una propuesta de transcripción de la memoria a través de la narrativa conversacional y la ética de la escucha; publicado en el año 2018.
Joaquín Viloria de la Hoz: Ganaderos y Comerciantes en Sincelejo, 1880-1920; publicado en el año 2002.
Alejandro Gutiérrez de Piñeres y Grimaldi: La Dinastía Paternina: Grandes Reyes de la Sabana; publicado en el portal del Festival de Acordeones del Río Grande de la Magdalena, el 16 de marzo del año 2019.
Artista Mario García Martínez: Monumento al acordeón sabanero en Arjona Bolívar.

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