domingo, 18 de septiembre de 2016

MANUEL TORREGROZA
CIENTÍFICO DE LA AGRICULTURA
NATUTAL DE CONCORDIA MAGDALENA.
PIONERO EN LA INVESTIGACIÓN AGRÍCOLA DE COLOMBIA: Manuel Antonio Torregroza Castro (1926-2004), nació en Concordia Magdalena y murió en Bogotá. Culminó su bachillerato en el Colegio Americano de Varones de Barranquilla en 1945 y se graduó en 1951 en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Colombia de Medellín. Master de University of Nebraska; Ph.D. University of Missouri.
Fue profesor de las cátedras de cereales, genética y Fitomejoramiento en las universidades Nacional de Colombia y Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Director de la división de Agronomía del ICA, sobresaliente Investigador, generador de importantes variedades de maíz y autor de varios artículos científicos.
Pionero de la investigación agrícola en Colombia, con algo más de 50 años trabajando en la investigación y la extensión agrícola, la enseñanza de la agronomía, la preservación de las razas de maíz y el fomento de ellas entre productores y agroempresas del sector.
Como uno de los frutos de su trabajo en la Estación Experimental Tulio Ospina, en Bello, Antioquia; en 1967, contribuyó al lanzamiento de la primera variedad colombiana de maíz mejorado (el “Maíz Eto”), considerado el hallazgo genético y de Fitomejoramiento más importante que ha ofrecido el país al mundo; pues este recurso se difundió en unos 40 países, en donde contribuyó a muchos programas de mejoramiento y al desarrollo de variedades que calmaron el hambre de la población y diversificaron la producción agropecuaria.
En sus últimos años, no fue ajeno a las nuevas tecnologías de manipulación genética y se interesó en la introducción a Colombia, de los denominados materiales genéticamente modificados, GM.
Fueron muchos y merecidos los reconocimientos que se le otorgaron en vida: Profesor Emérito de la Universidad Nacional de Colombia; Premio de Ciencias Agropecuarias “Alejandro Ángel Escobar” de Colciencias; Medalla al Mérito Cerealista de Fenalce; Medalla al Mérito Agronómico de la Sac; Medalla Agrícola Interamericana del Iica; distinción de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria de la Argentina y Mención Honorífica del Ica.
Manuel Torregroza y el “Maíz Amargo”: Desde Sacramento, California, en julio de 2004, el ingeniero Hernán Pérez Zapata, Presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos, ACIA, filial de la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria, envía esta nota en homenaje a Manuel Torregrosa. “Fue en la localidad campesina de Malabrigo, en el Cerro de San Antonio, Magdalena, donde vio la luz hace 80 años, Manuel Torregroza Castro, el más grande investigador colombiano en maíz y sorgo. En Bogotá se produjo su lamentable fallecimiento a fines de junio del año en curso. Hizo un enorme aporte a la agronomía, la experimentación, la educación, la extensión y el fomento de esos cereales básicos para la nutrición del pueblo colombiano. Fue un hombre de muy valiosas cualidades humanas. Siempre amable, como buen campesino costeño, puso sus más avanzados conocimientos al servicio de los profesionales y agricultores de todos los niveles. Sin ninguna reserva y con el más grande patriotismo, no sólo en el país sino, también, en el exterior. Se hizo bachiller en el Colegio Americano de Barranquilla; se recibió como ingeniero agrónomo en la Universidad Nacional de Medellín; culminó el Magister of Science y el Philosophical Doctor en la Universidad de Missouri, Estados Unidos. Desde 1950 hasta su retiro, 40 años después, trabajó en el Programa de Maíz y Sorgo, primero con el Departamento de Investigación Agropecuaria, DIA, y posteriormente con el ICA. Se desempeñó como investigador en la Estación Tulio Ospina, en Bello, Antioquia. Con el maestro Eduardo Chavarriaga Misas contribuyó a sintetizar el primer aporte investigativo nacional de trascendencia mundial que publicamos en la Revista ICA en 1965 sobre el Maíz ETO, una variedad colombiana. Contribuyó a la creación y desarrollo del Banco Mundial de Germoplasma de Maíz en la Estación Tulio Ospina. Se acumularon más de 6.400 materiales genéticos nativos de todo el país y el exterior. Este patrimonio ha sido saqueado por misiones y compañías norteamericanas para hacer bancos similares en Maryland, Estados Unidos, y en los laboratorios de Monsanto y otras empresas multinacionales de agroquímicos que lo utilizan para producir semilla transgénica que patentan en su beneficio imperial. Una de las más valiosas contribuciones de Torregroza y su grupo de trabajo fue la publicación de la obra Razas de Maíz en Colombia, además de un centenar de artículos sobre esta obra y otras tareas investigativas que realizó. El equipo de Torregrosa creó más de 50 variedades de híbridos específicos para todos los pisos térmicos. A su lado estuvieron Climaco Cassalet, Fernando Arboleda, Julio César Toro, Daniel Sarria, entre otros especialistas de alto nivel. Su ingenio patriótico le llevó, junto a su grupo, a impulsar las plantas de semillas en la Caja Agraria. Con sus aportes se hizo una exitosa producción con campañas como la ‘Operación Maíz’, cuando Virgilio Barco fue ministro de Agricultura en 1965-66. No obstante, desde esa ‘Operación Maíz’, las mismas instituciones estadounidenses y del gobierno colombiano llevaron al traste estos valiosos esfuerzos. Con la ‘Operación Maíz’ se hicieron las primeras importaciones desde 1966, cuando salía una cosecha de más de un millón de toneladas del cereal. Como ocurrió con las nefastas importaciones del trigo subsidiado en las décadas de los 60, 70 y 80, apareció la apertura neoliberal de los años 90. Pasamos de importar 20.000 toneladas de maíz en 1991 a importar cerca de 2 millones de toneladas en la actualidad, dos tercios del consumo interno. Ahora, el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y su ministro de Agricultura, Carlos Gustavo Cano, buscan reducir y desproteger la investigación, la extensión y el fomento del maíz y demás cereales y productos alimenticios. Su política adversa al agro los ubica en el antinacional y regresivo papel de auspiciadores de las ‘pruebas regionales’ de maíces transgénicos, patentados por la transnacional Monsanto, para que esta corporación venda sus semillas a precios prohibitivos a los productores nacionales. De paso, se propicia el encarcelamiento de los campesinos que usen semillas de maíz que no sean compradas a las transnacionales, como parte del TLC y el ALCA. El mejor homenaje que podemos rendir a la memoria del científico y patriota Manuel Torregroza y su equipo de trabajo es profundizar nuestra lucha por la defensa de la investigación, la extensión y el fomento nacional estatal de los productos básicos de nuestra canasta familiar y agroindustrial, para que no se sigan convirtiendo en el trigo, el arroz, el ‘maíz amargo’ para los colombianos”.
Lo que dice la Revista Portafolio, sobre Manuel Torregroza, en abril 23 del año 2015:
“En los años 70 y 80, la inversión pública en investigación y desarrollo tecnológico era central en la política agropecuaria nacional. Manuel Torregrosa (q. e. p. d.) lideraba un grupo multidisciplinario de investigadores, que –desde el ICA– trabajaba en maíz. Desarrollar una variedad les tomaba de cinco a siete años. Crearon un portafolio de variedades para el Caribe hasta los altiplanos, que fueron adoptadas por gran parte de los agricultores”.
En una conferencia sobre Germoplasma de Maíz en el Cono Sur de América, realizada en julio de 1986 en Bolivia, sobre el colombiano se dijo lo siguiente:
“Complementando las tareas de evaluación sobre germoplasma, en el año 1980 y 1981 se logró, por medio del Programa Cooperativo de Investigaciones IICA-Cono Sur-BID, el concurso del Doctor Manuel Torregroza Castro, a fin de realizar, junto a técnicos argentinos, una clasificación preliminar de formas raciales de maíz y su distribución geográfica en la República Argentina”.
Variedades de maíz.

"PANIZO", EL MAÍZ DE CRISTÓBAL COLÓN: El 16 de octubre de 1492, cuatro días después del descubrimiento del continente americano, el maíz fue inscrito en el diario de Cristóbal Colón. Lo registró con el nombre de "panizo". La historia dice que este producto era el principal cultivo de los aborígenes, lo que causó curiosidad entre los españoles.
Planta de maíz criollo.

MAÍCES CRIOLLOS: Las semillas criollas han garantizado el alimento y hacen parte de la cultura del Departamento del Magdalena. Los maíces criollos están adaptados al ambiente caribe, soportan sequías, suelos pobres y enemigos naturales. El maíz criollo se puede almacenar por largos periodos de tiempo, cosa que no es posible hacer con las semillas mejoradas o híbridos, porque se gorgojean muy rápido. El sembrado de maíz en asocio con otros cultivos como yuca, maíz, ñame, se le denomina Rozas.
Planta de maíz mejorada.

VARIEDADES DE MAÍZ: Se consideran alrededor 27 variedades de maíz criollo, donde las más importantes para el mercado son las de color amarillo y blanco y la variedad Cariaco, que aún se siembra y se comercializa ampliamente en la Costa Atlántica para la elaboración de chocolate. Otras variedades criollas, sin aceptación comercial, tienen los siguientes colores: negrito, azulito, panó (rosado), piedrita (violeta), cariaco (amarillo, rojo y rayado), tacaloa (naranja), sangre toro (rojo), cucaracho (rayado), berrendo (mezcla de colores), huevito (blanco rayas negras).
La pérdida de muchas variedades de maíces criollos se debe en gran parte a que el agricultor ya no produce para su propia seguridad alimentaria. En la modernidad se produce para el mercado, lo cual obliga a los agricultores a producir lo que el mercado pide.
El cultivo del maíz fue uno de los primeros en sufrir el rigor de la transformación tecnológica. Se empezaron a comercializar variedades de maíces blancos y amarillos, que eran los exigidos por los comerciantes y la industria, desplazando así gran cantidad de variedades criollas de colores.
Nuevas razas de maíz: La modernidad cambió la siembra de semilla criolla por semilla mejorada, razón por la cual el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), como investigadores de la Universidad Nacional, Sede Palmira, han avanzado, entre el año 2007 y el año 2014, en la actualización de la información sobre nuevas razas colombianas de maíz, entre las que se encuentran las siguientes variedades:
- ICA-V109.
- ICA-V156. 
- Timbrado.
- Negro de Tabanok.
- Rojo Sureño
Bolas de chocolate, de maíz Cariaco: De las 27 variedades de maíz criollo, sobresale en importancia el maíz Cariaco, del cual se elaboran las famosas BOLAS DE CHOCOLATE, muy comunes en los pueblos de la Costa Atlántica. Las BOLAS DE CHOCOLATE, se elaboran redondas, al transformar con las manos de las mujeres campesinas el grano de maíz Cariaco en polvo.
El maíz Cariaco, contiene alto grado alimenticio, se cultiva desde la época preincaica y se le atribuyen propiedades antioxidantes y medicinales comprobadas a nivel mundial. Reduce el colesterol, regula la presión arterial y combate diabetes y obesidad.
.Maíz Cariaco.

COMO SE HACE UN "BOLLO LIMPIO"? Alimento de origen indígena a base de masa de maíz blanco y seco, envueltos y cocidos en hojas de mazorca (llamadas también tusas), típicos y profundamente arraigados en el Caribe colombiano, donde se usa como un sustituto del pan. Es común ver su venta en las calles costeñas, sobre todo por mujeres que van pregonando con alegría el delicioso producto. Así nació el "bollo limpio":
1. Se deja secar la mazorca del maíz.
2. Una vez secado se destusa (quitar la hoja que cubre el grano).
3. Luego se desgrana la mazorca.
4. Los granos de maíz son asoleados.
5. Se pila en un pilón, con "manos de pilón".
6. Se le saca el afrecho, es decir queda el grano limpio. Ese afrecho sirve para engordar animales domésticos.
7. Se cocina el maíz ( el grano no debe quedar muy cocido). En este proceso se destila la sabrosa y vitamínica "agua de maíz".
8. Se muele el maíz en un molino, produciendo la masa.
9. Se le echa sal a la masa.                                   
10. Se elaboran los bollos, los cuales son forrados con tusas y amarrados con pitas o ataderos.
11. En una olla se cocinan los "bollos limpios".
12. Al sacarlos de la olla, se dejan al aire libre para que escurran el agua.
13. listo el "bollo limpio".
Santa Marta, octubre del año 2015.

2 comentarios:


  1. Gran científico. gracias por lo que aporto en su conocimiento. honorable ingeniero.

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