ÁRBOLES CENTENARIOS EN LA QUINTA SAN PEDRO: Alrededor de la casa
principal de la histórica hacienda San Pedro Alejandrino se encuentran árboles
centenarios, como:
- Un samán.
- Una ceiba.
- Dos tamarindos.
Sobresalen además en el inmenso patio de la hacienda, bongas,
mangos, campanos, laureles, trupillos, otros tamarindos, otras ceibas y otros
samanes.
TAMARINDO DONDE DESCANSABA EL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR EN SANTA
MARTA: Desde aquel primero de
diciembre del año 1830, cuando Simón Bolívar llegó a la Quinta San Pedro
Alejandrino de Santa Marta, lo primero que hizo fue fijarse en los árboles
frondosos que se encontraban en el patio del sitio histórico. En uno de esos
tamarindo, el más frondoso, el Libertador todos los días colgaba una hamaca
para descansar, reflexionar y redactar cartas: Unas de carácter político y
otras amorosas, como la que le escribió a su viejo amor de Paris, Fanny del
Villar, el 6 de diciembre del año 1830. Fue bajo las sombras del tamarindo que
escribió su Última Proclama, el 10 de diciembre del mismo año; y fue en el
mismo tamarindo y en la misma fecha, que pronunció ante el Escribano Público,
José Catalino Noguera, su Testamento. Fue testigo el legendario tamarindo, de
la enigmática conversación que sostuvo el moribundo Bolívar, con el Obispo José
María Estévez, tan alterada fue la charla que el Obispo no hizo presencia en
los funerales del padre de la patria. Nunca se supo de tan semejante altercado.
Después de 185 años de la muerte de Bolívar, cuentan algunos que han visto su
espíritu pasear por los jardines de la Quinta San Pedro Alejandrino, y que
incluso su silueta apareció una vez dibujada entre las ramas de uno de los
tamarindos que aún se conservan. Los tamarindos de la Quinta San Pedro
Alejandrino, son los más mencionados por la tradición histórica porque en medio
de ellos colocaron la hamaca de Simón Bolívar cuando llegó a la hacienda.
SE CAYÓ EL SAMÁN MÁS ANTIGUO DE LA QUINTA SAN PEDRO ALEJANDRINO: Todo ocurrió en julio del año 1999, cuando el árbol samán, de más de 400 años, ubicado frente a la casa de la Quinta San Pedro Alejandrino, testigo callado de las tardes de zafra, de la llegada y muerte del Libertador Simón Bolívar, por su vejez no aguantó el ímpetu de la naturaleza y un fuerte viento lo arrancó y cayó para nunca más levantarse. Su sombrío fue motivo de inspiración de grandes historiadores en tiempo de la conquista y la independencia de Colombia. Allí Simón Bolívar redactó su Última Proclama varios días antes de morir. Con el pasar del tiempo sus raíces se fueron enfermando y un fuerte viento le arrancó a la Quinta San Pedro Alejandrino una de sus mayores riquezas naturales. Hoy sólo queda en el recuerdo de las personas que por cualquier circunstancia visitaron la Quinta de San Pedro Alejandrino.
Siembran nuevo samán: En el lugar donde más de 400 años lucía erguido el samán, fue plantado un árbol de la misma especie de dos años y en sus alrededores se plantaron arbustos de trinitaria y flores ornamentales en señal de gratitud con el viejo samán.
SE CAYÓ EL LAUREL DE LA QUINTA SAN PERDO ALEJANDRINO: A las seis de la mañana del 5 de enero del año 2017, el árbol más popular de la Quinta San Pedro Alejandrino, llamado laurel de la india, una fuerte brisa arrasó con su existencia. Se caracterizaba por su frondosidad, por sus ramas colgantes que le daba la bienvenida a todos los visitantes que caminaban por el sendero que lleva hacia el museo, ya que el histórico laurel, estaba ubicado a la entrada de la Quinta San Pedro Alejandrino. Este frondoso también era conocido como el árbol de caucho. Sus ramas colgantes y su antigüedad causaban admiración en los visitantes.
SAMÁN TUMBÓ LA ESTATUA DE SIMÓN BOLÍVAR EN SAN PEDRO ALEJANDRINO: El viernes 13 de enero del año 2017, se repitió otro estrago en la Quinta San Pedro Alejandrino, cuando las fuertes brisas samarias derribaron las ramas de un samán y este a su vez una de las esculturas de Simón Bolívar en ese histórico sitio. Ese monumento al Libertador, que estaba ubicado en la parte central del jardín de la Quinta de San Pedro Alejandrino, fue donado por el Departamento del Magdalena y su instalación ocurrió el 2 de febrero del año 1891. La obra fue hecha en Italia por el profesor genovés Pedro Montarsolo Victorio.
JARDÍN BOTÁNICO: Estas especies de árboles, acompañada de la variada flora y fauna presentes en la hacienda, constituyen la colección viva del Jardín Botánico Quinta de San Pedro Alejandrino, el cual se extiende sobre la totalidad de su área, con especies de plantas pertenecientes al bosque seco tropical de la región.
TRUPILLO, ÁRBOL INSIGNE DE SANTA MARTA: El Trupillo, fue declarado en el año 2010, por Acuerdo del Concejo Distrital, árbol insigne de Santa Marta. Esta planta es la que más ha sobrevivido al crecimiento estructural de la ciudad. Reza el Acuerdo así: “Desígnese el Trupillo (Prosopis Juliflora), como el Árbol insigne del Distrito Turístico, Cultural e Histórico de Santa Marta. El Señor Alcalde Distrital, adoptará las medidas necesarias para lograr la conservación de éste Árbol, como también la divulgación, promoción y demás acciones para hacer valer ante los organismos oficiales y privados esta designación del Trupillo como Árbol insigne de nuestra ciudad. Los organismos ambientales del Distrito, deberán incluir dentro de sus propósitos, el cuidado y la promulgación de acciones técnicas, tecnológicas y científicas, encaminadas a proteger el Árbol del Trupillo (Prosopis Juliflora), en coordinación con la Secretaria de Educación Distrital y las instituciones educativas del Distrito. La Secretaria de Educación Distrital, estará encargada, con los organismos ambientales distritales, de la celebración de la semana del Trupillo que cada año tendrá lugar en la tercera semana del mes de Octubre”.
TRUPILLO DE LA OLÍMPICA EN EL RODADERO: De los tantos que tiene Santa Marta, uno de los más importantes es el que se encuentra en mitad de la calle en el sector turístico de El Rodadero, al lado de la Supertiendas Olímpica. Está ubicado este trupillo, en la calle 12 con carrera 4, camino a la playa, en mitad de calle, referenciado por las gentes como “el de la Olímpica”. Cuando la vía fue pavimentada, prefirieron dejarlo allí, intacto. Con el tiempo le construyeron una especie de andén alrededor. La sombra permanente que brinda es aprovechada por vendedores de minutos y otros informales del comercio.
EL TRUPILLO DEL BARRIO SANTA LUCÍA: En la calle 19 con carrera 33C, del barrio Santa Lucía, al Nororiente de la ciudad, está plantado otro trupillo. Hay quienes le tienen fe, pues dicen que abrazarlo por varios minutos ayuda a mejorar las condiciones económicas y que además facilita la consecución de marido a las mujeres solteronas. Muy cerca de este lugar se encuentra una calle del barrio Villa Sara en donde dos trupillos separados en línea recta por solo 30 meros, dividen la calle. Nadie protestó cuando se echó el pavimento de la calle, toda la comunidad coincidió en que los árboles no serían tocados.
OTROS TRUPILLOS EN SANTA MARTA: Además abunda este árbol, en el Parque Los Trupillos del barrio Mamatoco, de igual manera el trupillal de la Sede Vacacional Los Trupillos, del Círculo de Suboficiales de las Fuerzas Militares de Colombia, a la entrada del Rodadero.
EL TRUPILLO DE RICARDO CARRILLO LÓPEZ: Ubicado en la calle 24 A, entre carreras 4 y 5, del barrio El Prado, de Santa Marta; enfrente del Club 25 y enfrente de la casa de Ricardo Carrillo López. Trupillo que la gente le tenía fe, razón por la cual lo abrazaban para poseer buena suerte, era el caso de apostadores que se ganaron la lotería y políticos en busca de salir bien librados de las elecciones populares. Un aguacero acabó con la vida del trupillo bendecido, ese día se cayó.
- Subiendo hacia el tanque del acueducto de Mamatoco.
- En la Quinta de San Pedro Alejandrino.
- En la entrada del Sena.
- En la escuela Hermenegildo Barranco
- En el Batallón Córdoba.
- En el vivero Nascua, cerca del Irotama.
MACONDO DE ARACATACA: Existe en la Costa Caribe, un árbol llamado Macondo; que según García Márquez, el término procede del griego, acercándose al latín. Árbol corpulento de hojas grandes y flores rosáceas, semejante a la bonga, que llega a alcanzar 30 o 40 metros de altura, su madera se emplea para fabricar canoas y esculpir trastos de cocina. Al explicar el origen de Macondo, Gabriel García Márquez dio la versión en su libro “Vivir para Contarla”: “El tren pasaba a las once por la finca Macondo, y diez minutos después, se detenía en Aracataca”. Esta finca ubicada sobre el Río Sevilla, su nombre se debió a la presencia de dos famosos ejemplares del árbol macondo en el lugar. En la actualidad existe la Vereda Macondo, a 30 minutos de Aracataca. Sigue comentando García Márquez: “El tren hizo una parada en una estación sin pueblo, y poco después pasó frente a la única finca bananera del camino, que tenía el nombre escrito en el portal: Macondo. Esta palabra me había llamado la atención desde los primeros viajes con mi abuelo, pero sólo de adulto descubrí que me gustaba su resonancia poética. Nunca se lo escuché a nadie ni me pregunté siquiera que significaba… Lo había usado ya en tres libros, como nombre de un pueblo imaginario, cuando me enteré en una enciclopedia casual, que es un árbol del trópico parecido a la ceiba, que no produce flores ni frutos, y cuya madera esponjosa sirve para hacer canoas y esculpir trastos de cocina".
ÁRBOL PIÑÓN: El Piñón es un árbol de aproximadamente 5 metros de altura que produce frutos con un alto contenido de aceite apropiado para ser usado como Biocombustible. Su nombre científico es Jatropha Curcas y se conoce con más de 200 nombres en todo el mundo. Se cultiva en terrenos semi-áridos, temperaturas de alrededor de 28 grados C, y altura hasta 2.500 metros sobre el nivel del mar. Se pueden propagar por semilla o estaca. Por semilla su desarrollo se completa en 2 a 3 años, en cambio en la propagación por estacas la producción puede iniciarse en un año. El Piñón, se emplea como laxante fuerte, La madera y los frutos se pueden aprovechar en diversas aplicaciones incluyendo su aceite. Las semillas contienen hasta un 50% de aceite de alta viscosidad, que se puede utilizar en la fabricación de velas y jabones, en la industria cosmética, como combustible para iluminación y cocimiento, asimismo es factible su empleo como energía renovable. Su follaje no es apto para consumo animal, ya que son toxicas, pero la torta de aceite sometida a un tratamiento, si puede emplearse en forraje o como fertilizante. En el año 2009, el bogotano José Alberto Gaona Currea, como requisito para obtener el título de Ecólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, sustentó un trabajo de grado titulado “Identificación de áreas aptas para el cultivo del Piñón en Colombia, como alternativa de obtención de biocombustible”. De este árbol, se origina el nombre de la población de El Piñón Magdalena. Los colonos de 1745, manifestaron en ese entonces, que entraron por "La Manga del Piñón", sitio de asentamiento.
LAS TRES CEIBAS DE CANTAGALLAR: Hasta las últimas décadas del siglo XX, existieron en el sector de “El Brujo”, concretamente en donde hoy día se encuentra construida la casa de la difunta “Chefita”; tres legendarias ceibas, bien robustas, que habían nacido silvestre en el lugar, ubicadas en forma de triángulos. No se sabe quién dio la idea, pero lo cierto es que desde comienzos del siglo XX, fue lugar de peregrinaje en donde los habitantes de la población incrustaban en su tallo corpulento, el ombligo de los recién nacidos. Fueron los tiempos de la partera Isabel “Mama” Pertúz, quien le correspondió cortar el hilo umbilical de los miles de recién nacidos de Cantagallar, ya que para la época no existía puesto de salud, ni mucho menos cuerpo médico. Lo triste de todo, fue que acabaron con esa leyenda histórica, que representaba un símbolo del corregimiento, al cortar irresponsablemente el tallo de las legendarias ceibas. Hoy día no existen las tres ceibas.
El Brujo: Este sector de Cantagallar, corregimiento de El Piñón Magdalena, se llama así, porque en el lugar salía un espanto.
Chefita: Mujer fiestera, destacada en el juego de las penitencia.
Isabel “Mama” Pertúz: La partera del pueblo, esposa de Juancho Vizcaíno Sierra.
LA CEIBA QUE VIO NACER A NUEVA GRANADA: De 1885, era esta ceiba, ubicada en lo que es hoy el parque "Placita Vieja". Ceiba, testiga de la fundación del pueblo, ya que en ese sitio se construyeron las primeras viviendas de la comunidad. Ceiba, donde los primeros granadinos enterraban sus ombligos. Por vejez murió la ceiba a comienzos de siglo XXI y aun se dice que salen espantos en el lugar, deben ser almas espirituales buscando sus ombligos y el follaje de frondosa planta, que ya no existe.
DE OTRAS REGIONES.
Excelente información, muy valiosa para recordar lo visto en el aula de clase
ResponderEliminarExcelente información, muy valiosa para recordar lo visto en el aula de clase
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