TRES LEYENDAS
DEL ACORDEÓN CON EL DIABLO.
LA PARRANDA ES EL MISMO VALLENATO: El vallenato empezó como parranda en
el sector rural, por eso el canto de parranda, es el mismo vallenato; o mejor,
de las parrandas nació el vallenato. Entonces los juglares buscaban las
parrandas para la supervivencia, para recrearse de las jornadas de trabajo.
Tocaban por ron y sancocho, duraban días y noches alegrando las fincas, en
donde los parranderos cantaban al igual
que los acordeoneros.
En sus inicios ser acordeonero era un arte de pobres para pobres y su música era anónima. Los acordeonistas para tocar el instrumento se sentaba cómodamente en un taburete de madera, en los siguientes lugares:
En sus inicios ser acordeonero era un arte de pobres para pobres y su música era anónima. Los acordeonistas para tocar el instrumento se sentaba cómodamente en un taburete de madera, en los siguientes lugares:
- En la esquina del rancho.
- En el árbol frondoso de la finca.
- En el rincón de su vivienda.
Francisco Moscote Guerra.
Monumento a Francisco El Hombre en Riohacha.
LEYENDA DE FRANCISCO MOSCOTE GUERRA: El negro Francisco Moscote, nació en el corregimiento de Galán Guajira, el 9 de marzo de
1849 y a la edad de 10 años ya lo
consideraban un maestro del acordeón.
En 1913, fue capaz de tocar el
acordeón mejor que el diablo, en ese año empezó su leyenda. Ocurre que salió en
su burro para Riohacha a comprar un acordeón, cuando estaba probándolo un
desconocido se le acercó y le dijo que se lo prestara que él también sabía
tocar acordeón. Los presentes quedaron sorprendidos con el toque del
desconocido que luego desapareció.
Francisco Moscote, que no le faltaba
una botella de ron en su mochila, a mitad de camino, de regreso a su pueblo
Galán, se bajó del burro para tomarse un trago de ron y tocar la puya de su
autoría “La Puerca Mona”; canción donde con los bajos del acordeón imitaba el
chillido de la puerca, y con los pitos imitaba el chillido de sus lechones. Ya
era de noche cuando se le presentó el desconocido que conoció en la mañana, desafiándolo
a un enfrentamiento de acordeones.
Así empezó la competencia, sones por
sones, canto por canto; donde el cansancio vencía a Francisco Moscote, que se
dio cuenta que su contendor no era un hombre, sino el diablo. Fue cuando se le
ocurrió tocar con su acordeón el Credo al revés, para que el diablo lo dejara
tranquilo. Como así ocurrió, el diablo se fue del lugar, quedando desde
entonces la leyenda de Francisco El Hombre, que murió en Machobayo Guajira, el
19 de noviembre de 1953.
Iglesia de Valencia de Jesús Cesar.
LEYENDA DE ANDRÉS MONTUFAR: Andrés Montufar nació por la década
de 1860 en Valencia de Jesús Cesar. Gran acordeonero y verseador, adversario de
memorables piquerias con el fonsequero Luis Pitre. Es Andrés Montufar el
compositor del famoso merengue “Juana Bautista”:
Cuando yo llego a Valencia
pá bajo meto la vista
le pregunto a mis amigos
si han visto a Juana Bautista.
Dónde está mi Juana
mi Juana bonita
dónde está mi Juana
mi Juana Bautista.
La leyenda de Andrés Montufar, empezó
en el pueblo Los Venaos Cesar, cuando decepcionado del desprecio de una mujer
nativa, ofendió todas las mujeres de
la población con estos versos ofensivos:
En el mundo pasan cosas
que con mis ojos las veo
las mujeres de Los Venaos
se hacen el bien con el deo.
La nativa bruja Dolores Escalona,
allí presente, ante semejantes versos de mal gusto lo interrumpió:
- Montufar, no ofendas más con tu
toque.
Mas sin embargo el juglar vallenato siguió tocando y bebiendo. Con otra mujer hermosa que Montufar galanteaba en la parranda, la bruja le hizo llegar un trago que contenía un letal brebaje. Al día siguiente Andrés Montufar, amaneció moribundo en su pueblo Valencia de Jesús y por la noche una culebra mapaná cayó encima de su cuerpo mordiéndolo en la boca, causándole la muerte. Fue cuando de la oscuridad salió una voz que le decía:
- Montufar, no ofendas más con tu
toque.
Pacho Rada.
LA LEYENDA DE FRANCISCO RADA BATISTA: Pacho Rada, nació en el municipio de
Plato Magdalena, y en el año 1911, cuando contaba con 4 años de edad, tuvo el
atrevimiento de coger el acordeón de su padre y sacarle sonidos majestuosos. A
los 7 años compuso la primera canción, titulada “El
Toro Tutencame”, nombre de una vaca, que le regaló su padre Alberto Rada
Ballestas.
A los 9 años su tío, Manuel Rada Ballestas, lo apodó "Francisco El Hombre", por su gran versatilidad del acordeón y por el hecho de niño haber cogido una escopeta calibre 16 con diez cartuchos y penetrar a la montaña en busca del tigre que se comía los cerdos criados por su padre. Razón por la cual Pacho Rada compuso un merengue que decía:
Señores yo soy el hombre
A los 9 años su tío, Manuel Rada Ballestas, lo apodó "Francisco El Hombre", por su gran versatilidad del acordeón y por el hecho de niño haber cogido una escopeta calibre 16 con diez cartuchos y penetrar a la montaña en busca del tigre que se comía los cerdos criados por su padre. Razón por la cual Pacho Rada compuso un merengue que decía:
Señores yo soy el hombre
así lo dice Manuelito
me llama Francisco el Hombre
y también el muchachito.
Yo soy el Francisco el Hombre
y también el muchachito
yo soy el Rada Francisco
conózcame por mi nombre,
yo soy el Francisco Rada.
Su leyenda de "Francisco El Hombre", se acentúa cuando lo contratan para amenizar una
fiesta en una finca de la región llamada "Vijagual" (entre las poblaciones de El
Difícil y Granada Magdalena), parranda que se prolongó por varios días y varias
noches. Cansado de tanto tocar y beber licor, decidió regresar a su casa, ensilló
su caballo, e inició el regreso a su hogar en la finca "El Colegio", a dos horas
de camino.
A eso de las once de la noche en
plena montaña oscura, escuchó la música de un acordeón que interpretaba muy
bien un son. En principio creyó que eran sus alumnos Buenaventura Díaz Ospino o
Juan Tapias Baena, acordeoneros nativos de Nueva Granada Magdalena, tocando en alguna
finca cercana, cosa muy común en la época. Entonces “Pacho” Rada, se bajó de la
bestia, sacó su acordeón, se tomó un trago de ron, y les respondió con una
melodía de su inspiración, para que supieran que él, se encontraba por allí.
Terminada su interpretación, le contestaron con otro son que se oía más cerca.
Nuevamente Francisco Rada, le cantó
otras de sus canciones, pero lo curioso del caso era que no veía a nadie, solo
escuchaba la melodía de un acordeón. Ante esta situación el maestro entró en
pánico, se le erizó el pelo, montó su caballo y se fue temblando de miedo para
su rancho donde lo esperaba su compañera sentimental María del Rosario Ospino
Ospino, en su rancho construido en la finca "El Colegio", jurisdicción de Nueva
Granada Magdalena.
En el año 1998 protagonizó la película de
largo metraje “El Acordeón del Diablo”, una producción suizo-alemana, dirigida
por Stefan Schwietert, que cuenta la historia de Francisco El Hombre, imaginario
por haber tocado acordeón con el diablo.
Pacho Rada murió en el año 2003, al lado de su hija Pabla Rada Oviedo, en el barrio La Paz de la ciudad de Santa Marta; popular barrio samario, donde tuvo que soportar embrujos y hechicerías en su casa, lo que lo obligó meterse a la religión evangélica.
De sus 4 matrimonios quedaron 9 hijos, 100 nietos, 200 biznietos, 30 tataranietos y 6 salta corral. Además de "Francisco El Hombre", lo apodaban: “El Negro Francio”, “Francisco se Enoja”, “El Tigre de la Montaña”, “Pacho Rada”.
Pacho Rada murió en el año 2003, al lado de su hija Pabla Rada Oviedo, en el barrio La Paz de la ciudad de Santa Marta; popular barrio samario, donde tuvo que soportar embrujos y hechicerías en su casa, lo que lo obligó meterse a la religión evangélica.
De sus 4 matrimonios quedaron 9 hijos, 100 nietos, 200 biznietos, 30 tataranietos y 6 salta corral. Además de "Francisco El Hombre", lo apodaban: “El Negro Francio”, “Francisco se Enoja”, “El Tigre de la Montaña”, “Pacho Rada”.
BIBLIOGRAFÍA.
- Lázaro Diago Julio: Francisco el
Hombre: Leyenda y Realidad, año publicado 2010.
- Ismael Correa Diazgranados: Música
y Bailes Populares de Ciénaga Magdalena, año publicado 1993.
- Julio Oñate Martínez: El ABC del
Vallenato, año publicado 2003.
- Francisco Rada Ortiz: Historia de
un Pueblo Acordeonero, año publicación 2008.
- Robert Luis Benítez Picalúa: Y la
Llamaron Vallenato, año publicación 2015.
- Raúl Ospino Rangel: Historia
Musical del Magdalena, año 2005.
- Guillermo Henríquez Torres: Música
del Magdalena Grande en el siglo XIX, Eulalio Meléndez, año 2000.
AUTOR
RAÚL OSPINO RANGEL.
RAÚL OSPINO RANGEL.
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