jueves, 14 de abril de 2016

TRES LEYENDAS
DEL ACORDEÓN CON EL DIABLO.

LA PARRANDA ES EL MISMO VALLENATO: El vallenato empezó como parranda en el sector rural, por eso el canto de parranda, es el mismo vallenato; o mejor, de las parrandas nació el vallenato. Entonces los juglares buscaban las parrandas para la supervivencia, para recrearse de las jornadas de trabajo. Tocaban por ron y sancocho, duraban días y noches alegrando las fincas, en donde los parranderos  cantaban al igual que los acordeoneros. 
En sus inicios ser acordeonero era un arte de pobres para pobres y su música era anónima. Los acordeonistas para tocar el instrumento se sentaba cómodamente en un taburete de madera, en los siguientes lugares: 
- En la esquina del rancho.
- En el árbol frondoso de la finca.
- En el rincón de su vivienda. 

Francisco Moscote Guerra.
Monumento a Francisco El Hombre en Riohacha.

LEYENDA DE FRANCISCO MOSCOTE GUERRA: El negro Francisco Moscote, nació en el corregimiento de Galán Guajira, el 9 de marzo de 1849 y a la edad de  10 años ya lo consideraban un maestro del acordeón.
En 1913, fue capaz de tocar el acordeón mejor que el diablo, en ese año empezó su leyenda. Ocurre que salió en su burro para Riohacha a comprar un acordeón, cuando estaba probándolo un desconocido se le acercó y le dijo que se lo prestara que él también sabía tocar acordeón. Los presentes quedaron sorprendidos con el toque del desconocido que luego desapareció.
Francisco Moscote, que no le faltaba una botella de ron en su mochila, a mitad de camino, de regreso a su pueblo Galán, se bajó del burro para tomarse un trago de ron y tocar la puya de su autoría “La Puerca Mona”; canción donde con los bajos del acordeón imitaba el chillido de la puerca, y con los pitos imitaba el chillido de sus lechones. Ya era de noche cuando se le presentó el desconocido que conoció en la mañana, desafiándolo a un enfrentamiento de acordeones.
Así empezó la competencia, sones por sones, canto por canto; donde el cansancio vencía a Francisco Moscote, que se dio cuenta que su contendor no era un hombre, sino el diablo. Fue cuando se le ocurrió tocar con su acordeón el Credo al revés, para que el diablo lo dejara tranquilo. Como así ocurrió, el diablo se fue del lugar, quedando desde entonces la leyenda de Francisco El Hombre, que murió en Machobayo Guajira, el 19 de noviembre de 1953.
Iglesia de Valencia de Jesús Cesar.

LEYENDA DE ANDRÉS MONTUFAR: Andrés Montufar nació por la década de 1860 en Valencia de Jesús Cesar. Gran acordeonero y verseador, adversario de memorables piquerias con el fonsequero Luis Pitre. Es Andrés Montufar el compositor del famoso merengue “Juana Bautista”:

Cuando yo llego a Valencia
pá bajo meto la vista
le pregunto a mis amigos
si han visto a Juana Bautista.

Dónde está mi Juana
mi Juana bonita
dónde está mi Juana
mi Juana Bautista.

La leyenda de Andrés Montufar, empezó en el pueblo Los Venaos Cesar, cuando decepcionado del desprecio de una mujer nativa, ofendió  todas las mujeres de la  población con estos versos ofensivos:

En el mundo pasan cosas
que con mis ojos las veo
las mujeres de Los Venaos
se hacen el bien con el deo.

La nativa bruja Dolores Escalona, allí presente, ante semejantes versos de mal gusto lo interrumpió:
- Montufar, no ofendas más con tu toque.

Mas sin embargo el juglar vallenato siguió tocando y bebiendo. Con otra mujer hermosa que Montufar galanteaba en la parranda, la bruja le hizo llegar un trago que contenía un letal brebaje. Al día siguiente Andrés Montufar, amaneció moribundo en su pueblo Valencia de Jesús y por la noche una culebra mapaná cayó encima de su cuerpo mordiéndolo en la boca, causándole la muerte. Fue cuando de la oscuridad salió una voz que le decía:
- Montufar, no ofendas más con tu toque. 
Pacho Rada.

LA LEYENDA DE FRANCISCO RADA BATISTA: Pacho Rada, nació en el municipio de Plato Magdalena, y en el año 1911, cuando contaba con 4 años de edad, tuvo el atrevimiento de coger el acordeón de su padre y sacarle sonidos majestuosos. A los 7 años compuso la primera canción, titulada “El Toro Tutencame”, nombre de una vaca, que le regaló su padre Alberto Rada Ballestas. 
A los 9 años su tío, Manuel Rada Ballestas, lo apodó "Francisco El Hombre", por su gran versatilidad del acordeón y por el hecho de niño haber cogido una escopeta calibre 16 con diez cartuchos y penetrar a la montaña en busca del tigre que se comía los cerdos criados por su padre. Razón por la cual Pacho Rada compuso un merengue que decía:

Señores yo soy el hombre
así lo dice Manuelito
me llama Francisco el Hombre
y también el muchachito.

Yo soy el Francisco el Hombre
y también el muchachito
yo soy el Rada Francisco
conózcame por mi nombre,
yo soy el Francisco Rada. 

Su leyenda de "Francisco El Hombre", se acentúa cuando lo contratan para amenizar una fiesta en una finca de la región llamada "Vijagual" (entre las poblaciones de El Difícil y Granada Magdalena), parranda que se prolongó por varios días y varias noches. Cansado de tanto tocar y beber licor, decidió regresar a su casa, ensilló su caballo, e inició el regreso a su hogar en la finca "El Colegio", a dos horas de camino.
A eso de las once de la noche en plena montaña oscura, escuchó la música de un acordeón que interpretaba muy bien un son. En principio creyó que eran sus alumnos Buenaventura Díaz Ospino o Juan Tapias Baena, acordeoneros nativos de Nueva Granada Magdalena, tocando en alguna finca cercana, cosa muy común en la época. Entonces “Pacho” Rada, se bajó de la bestia, sacó su acordeón, se tomó un trago de ron, y les respondió con una melodía de su inspiración, para que supieran que él, se encontraba por allí. Terminada su interpretación, le contestaron con otro son que se oía más cerca.
Nuevamente Francisco Rada, le cantó otras de sus canciones, pero lo curioso del caso era que no veía a nadie, solo escuchaba la melodía de un acordeón. Ante esta situación el maestro entró en pánico, se le erizó el pelo, montó su caballo y se fue temblando de miedo para su rancho donde lo esperaba su compañera sentimental María del Rosario Ospino Ospino, en su rancho construido en la finca "El Colegio", jurisdicción de Nueva Granada Magdalena.
En el año 1998 protagonizó la película de largo metraje “El Acordeón del Diablo”, una producción suizo-alemana, dirigida por Stefan Schwietert, que cuenta la historia de Francisco El Hombre, imaginario por haber tocado acordeón con el diablo. 
Pacho Rada murió en el año 2003, al lado de su hija Pabla Rada Oviedo, en el barrio La Paz de la ciudad de Santa Marta; popular barrio samario, donde tuvo que soportar embrujos y hechicerías en su casa, lo que lo obligó  meterse a la religión evangélica. 
De sus 4 matrimonios quedaron 9 hijos, 100 nietos, 200 biznietos, 30 tataranietos y 6 salta corral. Además de "Francisco El Hombre", lo apodaban: “El Negro Francio”, “Francisco se Enoja”, “El Tigre de la Montaña”, “Pacho Rada”. 

BIBLIOGRAFÍA.

- Lázaro Diago Julio: Francisco el Hombre: Leyenda y Realidad, año publicado 2010.
- Ismael Correa Diazgranados: Música y Bailes Populares de Ciénaga Magdalena, año publicado 1993.
- Julio Oñate Martínez: El ABC del Vallenato, año publicado 2003.
- Francisco Rada Ortiz: Historia de un Pueblo Acordeonero, año publicación 2008.
- Robert Luis Benítez Picalúa: Y la Llamaron Vallenato, año publicación 2015.
- Raúl Ospino Rangel: Historia Musical del Magdalena, año 2005.
- Guillermo Henríquez Torres: Música del Magdalena Grande en el siglo XIX, Eulalio Meléndez, año 2000.

AUTOR
RAÚL OSPINO RANGEL.



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