CONTENIDO.
1. INTRODUCCIÓN.
2. MÚSICA INDÍGENA EN EL MAGDALENA.
- Música indígena en Santa Marta.
- Tenerife y la música indígena.
- Música indígena en la Sierra
nevada.
- Música indígena en los pueblos
ribereños.
- Música indígena en la Zona
Bananera.
- Música indígena en Guamal.
3. MESTIZAJE MUSICAL.
- Fusión negro-aborigen.
- Aporte europeo.
- Inquisición a la música popular.
- Charles Stuart Cochirane y la
música en El Piñón.
- Música en Plato en 1824.
- Carl August Gosselman y la música
de Gaira.
4. DE MÚSICA INDÍGENA A CUMBIA.
- Origen del nombre de la Cumbia.
- Componentes principales de la
Cumbia.
- Cumbia y Cumbiamba.
- El Varasanta y la Cumbia.
5. RITMOS Y BAILES DERIVADOS DE LA CUMBIA.
- Bailes cantaos.
- Gaita.
- Son de negros.
- Guacherna.
- Paloteo.
- Tambora.
- Pajarito.
- Chandé.
- Cantos fúnebres.
- Jorikamba.
- Bullerengue.
- Mapalé.
- Leyenda vallenata.
- Puya.
- Fandango.
- Chalupa.
- Porro.
- Canto de Boga.
- Canto de Boga.
6. INNOVADORES DE LA CUMBIA COLOMBIANA.
- Aires y flautas de la Cumbia.
- Evolución de las flautas.
- Eulalio Meléndez y la fusión de la
Jorikamba.
- Esplendor de la Cumbia colombiana.
- Tecnocumbia o Tecnotropical.
- Carlos Vives y el Tropipop.
- Mane Arrieta y su flauta de corozo
en Plato.
- Li Saumeth, Reina de la
Electrocumbia.
- Alain Manjarrez y su grupo Bozá
Nueva Gaita.
7. FUSIÓN DE ACORDEÓN Y CUMBIA.
- El acordeón y la Cumbia.
- Cumbia con acordeón.
- El acordeón Cumbia de Carmelo
Torres.
8. PACHO RADA Y LA PRIMERA GRABACIÓN DE UNA CUMBIA.
- La Radio.
- Grabación primera Cumbia.
- Grabaciones de otras Cumbias.
9. CUMBIA EN SANTA MARTA.
- El carnaval de Santa Marta.
- Cumbia en Gaira.
- Cumbiamberos samarios.
- Grupo de danzas folclóricas de la
Universidad del Magdalena.
- Encuentro de grupos folclóricos del
Magdalena.
- Festival Nacional Estudiantil de
Danzas Folclóricas Colombianas en Santa Marta.
- Monumento de José Barros en la Glorieta de Mamatoco.
- Monumento de José Barros en la Glorieta de Mamatoco.
10. CUMBIA EN EL BANCO.
- País de Pocabuy, génesis de la Cumbia en El Banco.
- Cacique Cumbague.
- Cumbia en la fiesta de la
Candelaria.
- Escenarios de cumbiones.
- Cumbiamberos banqueños.
- “La Piragua”, de José Benito Barros
Palomino.
- Festival de la Cumbia en El Banco.
11. CUMBIA EN CIÉNAGA.
- La Cumbia en el carnaval de Ciénaga.
- Eulalio Meléndez y la fusión de
jorikamba con Cumbia.
- La “Cumbia Cienaguera”.
- Cumbiamberos cienagueros.
- Festival Nacional del Caimán
Cienaguero.
12. CUMBIA EN GUAMAL.
- Gnecco Rangel Pava y la Cumbia en Guamal.
- Ruedas de Cumbia en Guamal.
- Festivales y bandas de viento.
- Danzas folclóricas.
- Intérpretes de la Cumbia en Guamal.
- Grupo Folclórico Guamalé.
13. CUMBIA EN PLATO.
- Cumbia y caña de millo.
- Cumbia y acordeón.
- Cumbia con bandas y orquestas.
- Wilson Choperena y “La Pollera
Colorá”.
14. CUMBIA EN CERRO SAN ANTONIO.
15. CUMBIA EN EL PIÑÓN.
- Piñón cumbiambero.
- Cumbiamba y Pajarito en la plaza de
Cantagallar.
- Pedro Tapias Reales, cumbiambero de
Tiogoyo.
16. CUMBIA EN REMOLINO.
17. CUMBIA EN SANTANA.
- Cumbia de gallo.
- Cañamillero “Goyo” Polo.
18. CUMBIA EN SITIONUEVO.
- Alejandro Manjarrez.
- Maximio Visbal Rosales.
19. CUMBIA EN CONCORDIA.
- Cumbia concordiana.
- Música de viento concordiana.
- Festivales concordianos.
20. CUMBIA EN ARIGUANÍ.
21. CUMBIA EN LA ZONA BANANERA.
- Los Gaiteros de Guacamayal.
- Cumbiamba y Guacherna en Riofrio.
- Cumbia en Aracataca.
22. CUMBIA EN PIVIJAY.
23. CUMBIA EN SAN ZENÓN.
24. CUMBIA EN TENERIFE.
25. CUMBIA EN SAN ÁNGEL, MAGDALENA.
26. FESTIVALES DE CUMBIA.
- Festival de la Cumbia en El Banco.
- Ruedas del Cumbión en Guamal.
- Encuentro Regional de Gaitas en
Guacamayal.
- Festival de la Guacherna y la
Cumbiamba en Riofrio.
- Festivales en Sucre.
- Festivales en Bolívar.
- Festivales en Córdoba.
- Festivales en Barranquilla.
- Festivales en el Atlántico.
27. GENESIS DE LA CUMBIA EN BARRANQUILLA.
- Barranquilla y la Cumbia.
- Ruedas de Cumbia en Soledad.
- Noche de Tambó en Barranquilla.
- Guacherna Fluvial en Barranquilla.
- La Noche del Río en el Carnaval de
Barranquilla.
- Ruedas de Cumbia en el barrio
Abajo.
- Monumento a la Cumbia en
Barranquilla.
- Juventino Ojito y la Cumbia del
Magdalena.
28. CUMBIA PANAMEÑA Y MEXICANA.
29. CUMBIA ARGENTINA Y CUMBIA EUROPEA.
- “Cumbia Villera”.
- “Cumbia Digital”.
- La banda de música Ráfaga.
- Europa descubre la Cumbia.
- “Cumbia Digital”, nuevo boom en
Europa.
- BIBLIOGRAFIA.
- EL AUTOR.
- ARCHIVO FOTOGRÁFICO.
1. INTRODUCCIÓN.
Fechas importantes de la evolución de
la Cumbia en el Departamento del Magdalena, se pueden considerar las
siguientes:
Época aborigen, cuando aún no había
llegado el negro africano, ni el blanco europeo, el indígena con instrumentos
rudimentarios, hacía rituales en tiempos de cosechas y en ceremonias
mortuorias.
- Año 1525, se inicia el mestizaje de
razas, cuando el fundador de Santa Marta, el español Rodrigo de Bastidas,
residencia en la ciudad, los primeros veinticinco negros africanos.
- Año 1529, según el cronista Fray
Pedro Simón, se refugia en la Sierra Nevada de Santa Marta el primer palenque
que se tenga noticia en América, llamado La Ramada. Los Palenques servían
además para defenderse espiritualmente con ceremonias o ritos, y la música de
sus cantos y tambores.
- Año 1580, Informe del Gobernador de
la Provincia de Santa Marta, Lope de Orozco, al Rey de España, sobre
descripción de la Villa de Tenerife, en donde manifiesta que los indios tocan
flauta con la boca. Es el testimonio escrito de mayor antigüedad en el
continente americano, donde se habla de un grupo de cumbiamba.
- Año 1586, ya se realizaba carnaval en
la ciudad de Santa Marta, según informes de indias encontrados en Sevilla
España, por miembros de la Unesco. Ratifica este hallazgo lo descrito por el
Alférez Real Don José Nicolás De La Rosa, en su libro publicado en 1742, en
donde manifiesta que los europeos llevaron el carnaval a Santa Marta, antes de
1681. Cierto es que el carnaval y los eventos de carácter festivo-religiosos
influyeron en la difusión de la Cumbia y los bailes cantaos.
- La iglesia católica desde el siglo
XVI, utilizó la música religiosa para cambiar la ideología de los aborígenes,
cuyo mayor exponente era el Maestro de Capilla, que oficiaba de educador,
interprete y compositor.
- A finales del siglo XVI, había
comunidades de cimarrones negros en toda la Provincia de Santa Marta,
influyendo con sus diferentes costumbres, especialmente en la Sierra Nevada de
Santa Marta y los pueblos ubicados a orillas del Río Magdalena. Es a finales de
siglo XVI, que empieza la fusión de la música indígena con la africana,
utilizando los cultores musicales instrumentos artesanales y autóctonos, como
la flauta de millo, el tambor y la maraca.
- Siglo XVII, los conquistadores y
colonizadores españoles, traen en esta época, instrumentos, canciones y bailes
populares de sus regiones de origen. Quiere decir que la Cumbia toma forma en
el siglo XVI, luego se desarrolla y se consolida en un largo proceso de tres
elementos etnoculturales a partir del siglo XVII; cuando se fusionan música
indígena, de negros africanos y de blancos españoles, adoptando gaitas,
flautas, maracas, tambores y bailes.
- Año 1680, se consolida la Cumbia en
el País de Pocabuy, especialmente en El Banco Magdalena, cuando llega el
esclavo liberto José Domingo Ortiz, venerando con fiestas y rituales a la Virgen
de la Candelaria; celebrando las festividades, con cumbiones, procesiones,
eucaristías, etc.
- En el siglo XVIII, fueron perseguidas
las ceremonias rituales de los esclavos y se vieron sometidos a los rigores de
la reglamentación oficial y eclesiástica, eventos musicales y bailables de los
sectores populares, como los bailes cantaos.
- Año 1823, el Capitán de navío inglés,
Charles Stuart Cochirane, observa un baile de Cumbia al pasar en un champan por
el municipio de El Piñón.
- En 1850, ocurrió algo trascendental:
El acordeón entró al territorio costeño en goletas de contrabando, es cuando
aparecen los cantores populares, tocando acordeón e integrándolo al mestizaje
musical, llamado Cumbia. De este modo los músicos primitivos, acogen con
entusiasmo el recién llegado instrumento europeo, porque con el acordeón el
intérprete asume un doble papel: Toca y canta a la vez.
- En 1880, el cienaguero Eulalio
Meléndez, fusiona el ritmo negroide Jorikamba, con la Cumbia, dando como
resultado la música de los versos del Caimán Cienaguero del 20 de enero, día de
San Sebastián.
- El historiador Gnecco Rangel Pava,
oriundo de Guamal, contribuye con sus libros El País de Pocabuy (año 1947), y
con Aires Guamalenses (año 1948), a engrandecer la cultura musical del
Magdalena. Fue de los primeros libros publicados sobre música popular en la
costa.
- En las décadas de 1930 y 1940, las
orquestas colombianas y conjuntos vallenatos, empiezan a interpretar en su
repertorio canciones en ritmo de Cumbia.
- Año 1936, el maestro Pacho Rada,
graba con acordeón en los estudios de La Voz de la Patria, de Barranquilla,
“Las Sabrosita”, primera Cumbia no comercial en la historia de Colombia. Esta
primera grabación tuvo escasa difusión, ya que fue una copia para uso exclusivo
de la emisora, con fines no comerciales.
- En 1937, los músicos cienagueros
Humberto Daza Granados “Chámber” y Andrés Paz Barros, componen la Cumbia “La
Cama Berrochona”, génesis de la famosa “Cumbia Cienaguera”.
- La década de 1950, alcanza esplendor
el ritmo de la Cumbia, periodo dorado que tuvo vigencia hasta la década de
1970, ya que su música alegre cautivó a la juventud y a los músicos de la
época. Fue en esta época que se grabó la “Cumbia Cienaguera”, primera Cumbia
comercial tocada con acordeón que le dio la vuelta al mundo. Y fue también en
esta época que el cantante barranquillero Luis Carlos Meyer, se llevó la Cumbia
para México.
- A finales de 1980 y principios de
1990, se empezó a popularizar una tendencia musical mezclando elementos
electrónicos, como el Rap, Hip-Hop, Rock, Pop; con el merengue, el Vallenato,
Salsa y Cumbia. Creando fusiones musicales conocidas como Tecnocumbia o
Tecnotropical, Tropipop y Electrocumbia.
Raúl Ospino Rangel, febrero del año
2016.
2. MÚSICA
INDÍGENA EN EL MAGDALENA.
INDÍGENA EN EL MAGDALENA.
Indígena
tocando flauta.
MÚSICA INDÍGENA EN SANTA MARTA: El cronista
español Juan de Castellanos en sus Elegías Canto Segundo, informa que el
Gobernador de la Provincia de Santa Marta García de Lerma, al llegar a Santa
Marta en 1528, fue recibido con música:
- “Luego Lerma saltó con sus gentiles
hombres.
suenan altas y bajos ministeriales
húndase la ribera con trompetas
veréis después
callar las chirimías y las trompetas
al tiempo que comía
Lerma con chirimías y trompetas”.
En 1541 el Adelantado y Gobernador de
la Provincia Alonso Luis de Lugo, al llegar a Santa Marta, hizo sonar ante los
indígenas una nueva orden musical con trompetas, chirimías y sacabuches. Luego
al penetrar la Sierra Nevada de Santa Marta en 1543, observó que los indios se
velaban al son de un tambor grande que se oía bien lejos.
TENERIFE Y LA MÚSICA INDÍGENA: El testimonio más
antiguo sobre música indígena, se encuentra en el libro de Hermes Tovar Pinzón,
titulado “Relaciones y visitas a los Andes (Siglo XVI): Tomo II: Región Caribe”
publicado por Colcultura en 1994, aparece una descripción con el nombre “De la
descripción de la Villa de Tenerife, de las cosas de la tierra que mandó hacer
el ilustre señor Don Lope De Orozco, Gobernador y Capitán General de la ciudad
de Santa Marta y sus provincias, por su Majestad el Rey de España, el 19 de
mayo de 1580”; donde se transcribe un testimonio de mucho valor histórico sobre
la música indígena en la población de Tenerife Magdalena, que en uno de sus
apartes expresa:
- “La chicha que beben es de la masa del maíz, que echan en unas múcuras, que son como tinajas y allí en esas múcuras hierven esta chicha. Cuando se quieren emborrachar la hacen más fuerte, con masa de maíz y masa de yuca. Los indios e indias, beben y hacen fiestas, con una caña a manera de flauta, que se meten en la boca para tañar y producen una música fea que parece traída del infierno”.
Lope De Orozco, Gobernador Provincia de Santa Marta de 1575 a 1580.
- “La chicha que beben es de la masa del maíz, que echan en unas múcuras, que son como tinajas y allí en esas múcuras hierven esta chicha. Cuando se quieren emborrachar la hacen más fuerte, con masa de maíz y masa de yuca. Los indios e indias, beben y hacen fiestas, con una caña a manera de flauta, que se meten en la boca para tañar y producen una música fea que parece traída del infierno”.
Lope De Orozco, Gobernador Provincia de Santa Marta de 1575 a 1580.
Agrupación indígena.
Sierra Nevada de Santa Marta.
MÚSICA INDÍGENA EN LA SIERRA NEVADA
DE SANTA MARTA: José Nicolás De La Rosa, Alférez Real español, hacía 1742 escribió “La
Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad y Provincia de Santa Marta”,
en donde manifiesta sobre la música indígena de la Sierra Nevada de Santa
Marta, lo siguiente:
- Los instrumentos musicales
utilizados por los indios de Santa Marta, son tambores grandes y largos, hechos
de tronco de árboles gruesos; cornetas y trompetas de caracoles marinos,
flautas hechas con las canillas de los indios muertos.
- Hacen sus fiestas y bailes extraños
en los patios, enlazados de grandísimas y pulidas piedras. Periódicamente con
las primeras cosechas de maíz realizan fiestas en donde invitan a los vecinos
para festejar la cosecha y tomar chicha.
Afiche 1971.
Segundo Festival de la Cumbia.
MÚSICA INDÍGENA EN LOS PUEBLOS
RIBEREÑOS: El Alférez José Nicolás De La Rosa, español de nacimiento avecindado en
Santa Marta, quien dedicó los ocios de su profesión de militar a escribir
crónicas, de la ciudad y la provincia, hacía 1742 escribió el libro titulado
“La Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad y Provincia de Santa
Marta”, en donde sobre los pueblos ubicados a orillas del río en el
Departamento del Magdalena dejó escrito:
- “Los indígenas establecidos a orillas del Río Magdalena, conservan su vieja idolatría, manteniendo en aquella montaña un Caney grande (Ranchón), donde se reúnen a rendir adoración y pedir vaticinios a un gran muñeco que allí tienen pendiente de una viga y vestido de hojas y ramos aromáticos, con un turbante de vistosas plumas y en las manos su arco y flecha. Alrededor del Caney, con muchas tinajas y múcuras de sus bebidas y entre una y otra, sus bancos para descansar los que salen del baile; baile este, que forman en circo, tomando en medio al muñeco, para que obligado de aquel bárbaro holocausto, le anuncien los sucesos y sus gustos. Usan como instrumentos musicales, flautillas o canutillos, percusores con tronco perforado y cuero de venado, caracoles y fotutos”.
- “Los indígenas establecidos a orillas del Río Magdalena, conservan su vieja idolatría, manteniendo en aquella montaña un Caney grande (Ranchón), donde se reúnen a rendir adoración y pedir vaticinios a un gran muñeco que allí tienen pendiente de una viga y vestido de hojas y ramos aromáticos, con un turbante de vistosas plumas y en las manos su arco y flecha. Alrededor del Caney, con muchas tinajas y múcuras de sus bebidas y entre una y otra, sus bancos para descansar los que salen del baile; baile este, que forman en circo, tomando en medio al muñeco, para que obligado de aquel bárbaro holocausto, le anuncien los sucesos y sus gustos. Usan como instrumentos musicales, flautillas o canutillos, percusores con tronco perforado y cuero de venado, caracoles y fotutos”.
Cumbión.
"Mata de Plátano".
Guamal Magdaelna.
MÚSICA INDÍGENA EN LA ZONA BANAERA: En el libro
titulado “Migrantes y Blacamanes”, de la autoría de Venancio Bermúdez
Gutiérrez, publicado en 1995, hay muchos testimonios de la música indígena
Chimila. Hay un testimonio del cronista español Gonzalo Fernández De Oviedo:
- “Tambores grandes de seis a siete palmos de luengo, hechos en un tronco vacuo de árboles gruesos y encorrados colgados en el aire dentro de los bohíos que sonaban mucho”.
Gonzalo Fernández de Oviedo Valdés (1478–1557) fue un militar, escritor, cronista, colonizador y Gobernador de la Provincia de Santa Marta de 1.535 a 1.538. También se informa en 1764, la llegada alegre de una escuadra de indios con fotutos, maracas, flautas y algazaras, y como elaboran los indios Chimilas algunos instrumentos musicales con huesos secos. Se afirma que cerca del Río Aracataca, en casa de los Chimila envueltos en hojas frescas, descubren dos canillas, una de brazo de gente y otra de pierna y que según los indios, las tienen para hacer pitos.
- “Tambores grandes de seis a siete palmos de luengo, hechos en un tronco vacuo de árboles gruesos y encorrados colgados en el aire dentro de los bohíos que sonaban mucho”.
Gonzalo Fernández de Oviedo Valdés (1478–1557) fue un militar, escritor, cronista, colonizador y Gobernador de la Provincia de Santa Marta de 1.535 a 1.538. También se informa en 1764, la llegada alegre de una escuadra de indios con fotutos, maracas, flautas y algazaras, y como elaboran los indios Chimilas algunos instrumentos musicales con huesos secos. Se afirma que cerca del Río Aracataca, en casa de los Chimila envueltos en hojas frescas, descubren dos canillas, una de brazo de gente y otra de pierna y que según los indios, las tienen para hacer pitos.
MÚSICA INDÍGENA EN GUAMAL: En una expedición del Capitán y
cronista español Don Martín Ruíz Díaz, realizada el 8 de septiembre de 1766 en
Guamal Magdalena, antes llamado “Malambo”, cuyo cacique era Milo o Melo,
encontró lo siguiente:
- “Nos topamos con dos indios Chimila que venían y salió un Tocaimo, tras el uno de ellos que cogió y el otro siguió derecho a una casa que avanzamos y en donde cogimos tres chinitos, varones y hembras, y proseguimos adelante y avanzamos a otra casa, en donde había más de 50 tinajones de bebidas, sin otros que estaban al fuego cocinando y más adelante estaba otra casa que tenía más de cien morrocoyos, dos tambores, uno de tres varas y otro largo menor de tres cuartas”.
- “Nos topamos con dos indios Chimila que venían y salió un Tocaimo, tras el uno de ellos que cogió y el otro siguió derecho a una casa que avanzamos y en donde cogimos tres chinitos, varones y hembras, y proseguimos adelante y avanzamos a otra casa, en donde había más de 50 tinajones de bebidas, sin otros que estaban al fuego cocinando y más adelante estaba otra casa que tenía más de cien morrocoyos, dos tambores, uno de tres varas y otro largo menor de tres cuartas”.
3. MESTIZAJE MUSICAL.
Monumento.
Cumbia en El Banco.
FUSIÓN NEGRO-ABORIGEN: A finales del
siglo XVI, empezó la fusión de la música indígena con la africana, utilizando
los cultores musicales instrumentos artesanales y autóctonos, como la flauta de
millo, el tambor y la maraca. Desde entonces los bailes cantao o bailes de
negro, se pregonan por todo el Departamento del Magdalena, especialmente
durante la recolección de cosechas, fiestas religiosas y el mes de diciembre.
Época en la cual tanto negros como indígenas estaban sometidos al yugo de los
españoles, quienes les impusieron el idioma, la religión, donde debían vivir,
qué hacer, cómo vestirse y como divertirse.
Los indígenas hacían sus fiestas y
bailes extraños periódicamente con las primeras cosechas de maíz, invitaban sus
vecinos para festejar la primera cosecha y tomar chicha. En las velaciones
aborígenes se cantaba alrededor del difunto los hechos sobresalientes de su
vida. El alumbrado indígena o luces encendidas, servía de esplendor en los
velorios o cantos fúnebres, que al decir de los cronistas españoles, era una
música fea y parecía traída del infierno.
Según testimonios de cronistas,
flautas de huesos de los brazos y canillas de seres humanos muertos; tambores
grandes y largos, hechos de tronco de árboles gruesos con cuero de venado;
cornetas y trompetas, de caracoles marinos; cañas, flautillas, canutillos y
fotutos, y maracas fueron los primarios instrumentos. Sobre el particular,
Antonio Caballero Villa, en el ensayo Tres Culturas en el Carnaval de
Barranquilla, manifiesta:
- “Existe suficiente consenso sobre el carácter mágico-religioso que revestía a los instrumentos musicales nativos. Cada uno trataba de imitar el sonido natural de los animales elevados al rango de deidad. Tanto el croar de la rana como el rugir del jaguar eran trasplantados al orificio de los aerófonos que respondían al soplido del intérprete. Con el nominativo común de fotuto, la trompeta aborigen prolífera en multitud de formas y materiales. Unas veces pequeña, otras veces enorme, el cuerpo de los fotutos podía ser un simple caracol marino, un cuerno de venado, un trozo de calabaza, o también un más elaborado instrumento de arcilla o de metal. De cualquier manera, su grito agudo era de mucha utilidad para llamar a distancia y hacer oír los recados importantes de la tribu”.
- “Existe suficiente consenso sobre el carácter mágico-religioso que revestía a los instrumentos musicales nativos. Cada uno trataba de imitar el sonido natural de los animales elevados al rango de deidad. Tanto el croar de la rana como el rugir del jaguar eran trasplantados al orificio de los aerófonos que respondían al soplido del intérprete. Con el nominativo común de fotuto, la trompeta aborigen prolífera en multitud de formas y materiales. Unas veces pequeña, otras veces enorme, el cuerpo de los fotutos podía ser un simple caracol marino, un cuerno de venado, un trozo de calabaza, o también un más elaborado instrumento de arcilla o de metal. De cualquier manera, su grito agudo era de mucha utilidad para llamar a distancia y hacer oír los recados importantes de la tribu”.
Se cree que desde el año 1501
empezaron a llegar africanos al Departamento del Magdalena, pero el registro
histórico de mayor credibilidad data de 1525, cuando el español Rodrigo de
Bastidas trajo los primeros veinticinco africanos a la recién fundada ciudad de
Santa Marta. Se tiene por cierto que a finales del siglo XVI, había comunidades
de cimarrones en toda la Provincia de Santa Marta, procedentes de Sudán
Occidental, Costa de Guinea y el Congo. Su presencia influyó en la conformación
étnica de la población, costumbres, magia, religión música y folclor en
general. Por naturaleza instrumentos importantes del negro son la palabra
cantada, batir las palmas y tocar el tambor, por eso buscaron a los indígenas
para hacer armonía musical, en los ratos de descansos después de extenuantes
jornadas de trabajo.
En otros casos hubo resistencia a la
imposición española, es cuando surgen los palenques de La Ramada (1529), donde
se habían refugiado los primeros negros; de igual el Palenque de Santa Cruz de
Masinga, poblado en 1703 y San Antonio de Guachaca, poblado en 1705. Otros
Palenques del territorio del Magdalena fueron: Don Diego, Cuesta del Rosario y
Palomino, en la Sierra Nevada de Santa Marta; San Juan de Palos Prieto, en el
municipio de Pueblo Viejo; San Sebastián del Bongo, en el municipio de El
Retén; Bahía Honda, en el municipio de Pedraza; y Papare, ubicado en Ciénaga.
¿Cómo es posible que las personas
esclavizadas aún quisieran cantar y bailar? El canto y el baile al ritmo de la
música abrían un espacio para la expresión y la libertad. Eran una manera de
manifestar sus dichas e infortunios, su sufrimiento y esperanza.
José Barros y "La Piragua".
APORTE EUROPEO: Es cierto que
desde finales del siglo XVI, se inicia la fusión trietnica musical, queda
evidente en lo manifestado por Antonio Caballero Villa, Margarita Abello y
Mirta Buelvas, y publicado en la Revista de la Universidad del Norte de
Barranquilla, año 1982, en el ensayo “Tres Culturas en el Carnaval de
Barranquilla”, cuando se refiere a la llegada de pliegos de coplas desde
España:
- “Según Flérid de Nolasco, en 1597 se remitieron de Sevilla a Santo Domingo dos mil pliegos de coplas que se extenderían por el territorio americano para plantar una tradición que todavía hoy conserva, sobre todo en los sectores rurales, toda su fuerza primigenia. Compuestas conforme a la versificación clásica española de cuartetas octosílabas, Iibres en el primero y en el tercer verso, y con rima en el segundo y cuarto, su estructura original aún subsiste”.
- “Según Flérid de Nolasco, en 1597 se remitieron de Sevilla a Santo Domingo dos mil pliegos de coplas que se extenderían por el territorio americano para plantar una tradición que todavía hoy conserva, sobre todo en los sectores rurales, toda su fuerza primigenia. Compuestas conforme a la versificación clásica española de cuartetas octosílabas, Iibres en el primero y en el tercer verso, y con rima en el segundo y cuarto, su estructura original aún subsiste”.
Los conquistadores y colonizadores
españoles del siglo XVI, llevaron consigo al nuevo continente, canciones y
bailes populares de sus regiones de origen: Andalucía, Castilla, Galicia,
Portugal y Aragón; por ejemplo en el año 1541 el Gobernador de la Provincia de
Santa Marta Alonso Luis de Lugo, hizo sonar ante los indígenas una nueva orden
musical con trompetas, chirimías y sacabuches. En 1643, el Deán de la Catedral
de Santa Marta, Antonio Barranco, hábil organista, enseña órgano a dos
muchachos que muestran vocación musical. En 1655 el Obispo Juan Espinar y
Orozco, impuso todos los jueves del año en la Catedral de Santa Marta, una misa
cantada con el órgano y cuatro Chirimías que tocaban cuatro negros; de igual
manera para 1683 el Deán Antonio Barranco, enseñaba órgano en la catedral. En
1809 Andrés Nicolás Jimeno, funda el coro de la Catedral de Santa Marta; y
desde 1816, en la Escuela San José, un claustro para huérfanos, se enseña piano
y arpa a los estudiantes.
A mitad del siglo XIX, había escasa
actividad cultural en Santa Marta, pero la llegada del pianista y profesor
Alemán Carlos Haussman, alegró a un puñado de samarios con la presentación
gratuita que hizo al público en una época en que los jóvenes mostraban deseos
por el aprendizaje musical. El profesor Alemán, con los entusiastas samarios,
en la Nochebuena de 1848 celebraron una reunión para conformar una agrupación
musical que bautizaron con el nombre de Sociedad Filarmónica de Santa Marta,
que tendría como propósito difundir y proteger los progresos de la música en la
ciudad. La junta de la sociedad musical quedó conformada de la siguiente
manera: Presidente, Pedro Díazgranados; Vicepresidente, José Cataño;
Secretario, Luis Armenta; Tesorero, Tomás Abello. Para 1849 la Sociedad
Filarmónica, estaba integrada por los jóvenes Obregón, Caballero, Bermúdez,
Abello, Bachelot, Robles; y dirigida por el pianista samario, José Crisóstamo
Alarcón. Entre febrero y julio de 1849 la Sociedad, ofreció 6 magistrales
conciertos: Los 5 primeros en la Sala Municipal, y el último en el Seminario
Conciliar. Los conciertos comenzaban a las 7 de la noche.
En el Seminario de Santa Marta,
funciona en 1850, la escuela de música, dirigida por Tomás Caballero; y en la
escuela de música de 1882, se enseñan instrumentos sinfónicos y piano, con
profesores que tienen títulos universitarios. Mediante Decreto No. 215 del 11
de febrero del año 1890, se funda en Santa Marta el Instituto Departamental de
Música; el cual era dirigido por el músico y médico samario Gabriel Angulo, en
donde se enseñaba piano, violín, violonchelo, contrabajo, flauta, solfeo,
canto, clarinete, pistón, bajo y barítono a 111 estudiantes.
Así se extendió por la geografía del
Departamento del Magdalena, diversidad de tradiciones culturales peninsulares,
que no tardó en entrar en contacto con las tradiciones indígenas y africanas.
Los soldados cantaban canciones para darse valor en su empresa militar. El
romance fue un género poético muy apreciado por los españoles, debido a su poder
narrativo de evocación histórica que recuerda un personaje o una hazaña
memorables. La mujer española trajo al continente largas polleras, encajes,
lentejuelas, candongas y maquillaje, es decir el vestido de la realeza.
Con el estribillo de que el que canta
ora doblemente, la iglesia jugó un papel importante en la difusión de la
música; por esta razón llegaron de España con destino a las diócesis y
conventos libros de coro, chantres y maestros de capilla, cuartetos de
chirimías, bajón, arpas y órganos. Fue la iglesia católica quien propició el
ingreso de los primeros instrumentos musicales europeos al nuevo continente,
tales como corneta, tambor de guerra, vihuela, guitarra, que más tarde
aprendieron a tocar y fabricar los aborígenes, de árboles de guácimo y cedro.
Esa iglesia católica desde el siglo XVI, utilizó la música religiosa para
cambiar la ideología de los aborígenes, cuyo mayor exponente era el Maestro de
Capilla, que oficiaba de educador, interprete y compositor.
En su libro Vallenatología, Consuelo
Araujo Noguera, manifiesta que la canción "El Amor, Amor", es de la
autoría de Francisco Moscote o "Francisco el Hombre", el mitológico
acordeonero Guajiro. Mientras que Pachito Rada Ortiz, se la atribuye al
acordeonero de Plato, Cristóbal Paso Batista. Mucho antes de la existencia de
Francisco Moscote y de Cristóbal Paso, en la guerra de independencia, aparece
que la cantaban los soldados de la Reconquista Española, comandados por Pablo
Morillo en 1815. Cantaban con entusiasmo "El Amor, Amor", para
derrotar las tropas patriotas del Libertador Simón Bolívar. Se comenta que ese
"Amor, Amor", lo utilizaban los militares en España, para animar a
las tropas; entonces Pablo Morillo, lo utilizó en Colombia, para reconquistar
la patria. Así coreaban los soldados españoles de Pablo Morillo:
- “Este es el amor, amor
el amor que me divierte
cuando me lanzó al combate
no me acuerdo de la muerte”.
Ese mensaje guerrero musical, quedó
grabado en el colectivo costeño de la época, que fue la base para que los
músicos de la región improvisaran más tarde:
Este es el amor, amor
el amor que me divierte
cuando estoy en las parrandas
no me acuerdo de la muerte.
El acordeón fue inventado en Alemania
en 1829, pero es a partir de 1850 cuando en el Departamento del Magdalena, aparecen
los cantores de bailes cantao, tocando acordeón; de este modo los músicos
primitivos, acogen con entusiasmo el recién llegado instrumento europeo, porque
con el acordeón el intérprete asume un doble papel, toca y canta a la vez y les
deja la boca libre para cantar, lo que no ocurría con los instrumentos nativos
como la flauta, gaita, carrizo, etc. Uno de los primeros en tocar acordeón en
la región de Plato, fue Gregorio "Goyo" Hernández, hombre misterioso
o brujo, que vestía de negro o blanco, que dormía en su finca en un cuero de
vaca negra, rodeado de perros, que tenía pactos con el diablo; confirmando con
esto, que el hechicero y el músico eran una misma persona, que el arte musical
era un estado de magia.
Monumento
"La Pollera Colorá"
Barrancabermeja.
INQUISICIÓN A LA MÚSCA POPULAR: La Inquisición, se
interesó por los delitos religiosos relacionados con la cultura popular
(teatro, música, baile, poesía, etc.), que según los españoles atentaban contra
la pureza de la fe católica y las buenas costumbres. Instituida por Decreto
Papal desde 1264, la fiesta del Corpus Christi o Santísimo Sacramento, fue
durante muchos siglos, la más importante del catolicismo; pero desde la
Colonia, aparecieron las censuras a los espectáculos que acompañaban la
celebración de esta fiesta de la Iglesia católica destinada a celebrar la
Eucaristía. Desde los comienzos del tráfico de negros fueron perseguidos los
cabildos y las ceremonias rituales de los esclavos, igualmente a finales del
siglo XVIII se vieron sometidos a los rigores de la reglamentación oficial y
eclesiástica eventos musicales y bailables de los sectores populares.
Los bailes cantaos, se conocen desde
la Colonia, época en la cual los denominaban con los nombres de “Fandangos de
Lenguas”, “Bundes” o “Bailes del Pueblo”, y su función era de carácter ceremonial
y ritual. En el período Colonial, se vieron sometidos a los rigores de la
reglamentación oficial y eclesiástica y fueron prohibidos y estigmatizados,
además de ser considerados vulgares y obscenos por estamentos civiles, las
clases dominantes y el poder eclesiástico.
El gallo, símbolo.
Cumbia en Santana.
CHARLES STUART COCHIRANE Y LA MÚSICA EN EL PIÑÓN: Tiene que ver
mucho el municipio de El Piñón Magdalena, con los orígenes de la Cumbia, así
queda evidente con un relato titulado “Viajes por Colombia 1823 y 1824”, que
hace Charles Stuart Cochirane, Capitán de navío inglés, que pasó en un champan
por esta población en abril de 1823. Así relata el viajero ingles su llegada a
EL Piñón:
- “En Piñón encontré 7 cañoneros bajo el mando de Louis Carboniere, con guerreros que llevaban lanzas y parecían indios. Una vez en tierra me presenté ante el Capitán de escuadra, cuando le mencioné mi nombre, recibí de él un caluroso saludo, me comentó que había servido en las indias occidentales bajo las órdenes de mi padre, Sir Alexander Cochirane, a quien le debía mucho. Como prueba de su aprecio me ofreció una excelente cena. Antes de la cena, un melancólico sonido proveniente de una caña y un tambor, atrajo mi atención. Me dirigí al lugar y encontré a un grupo de personas que formaban un círculo al que me admitieron sin prevenciones. El sonido era producido por algunos indios; uno de ellos, de píe, sostenía una larga caña con la que emitía diferentes sonidos, sin melodía alguna; mientras tanto otro indio, sentado en el piso, sostenía en medio de sus piernas un pequeño barril cubierto con una piel de cordero templada, que servía como tambor, en el que producía un ritmo regular utilizando pequeños palitos. La música era simple, pero parecía deleitar a los indios, bailaban de manera algunas veces grotesca sin ser desagradable, con poco movimiento pero inclinando su cuerpo en varias posiciones fáciles. Para terminar, los bailarines tendieron sus capas sobre mis zapatos, para significar que se estaba solicitando una donación. Al finalizar me retiré a cenar”.
- “En Piñón encontré 7 cañoneros bajo el mando de Louis Carboniere, con guerreros que llevaban lanzas y parecían indios. Una vez en tierra me presenté ante el Capitán de escuadra, cuando le mencioné mi nombre, recibí de él un caluroso saludo, me comentó que había servido en las indias occidentales bajo las órdenes de mi padre, Sir Alexander Cochirane, a quien le debía mucho. Como prueba de su aprecio me ofreció una excelente cena. Antes de la cena, un melancólico sonido proveniente de una caña y un tambor, atrajo mi atención. Me dirigí al lugar y encontré a un grupo de personas que formaban un círculo al que me admitieron sin prevenciones. El sonido era producido por algunos indios; uno de ellos, de píe, sostenía una larga caña con la que emitía diferentes sonidos, sin melodía alguna; mientras tanto otro indio, sentado en el piso, sostenía en medio de sus piernas un pequeño barril cubierto con una piel de cordero templada, que servía como tambor, en el que producía un ritmo regular utilizando pequeños palitos. La música era simple, pero parecía deleitar a los indios, bailaban de manera algunas veces grotesca sin ser desagradable, con poco movimiento pero inclinando su cuerpo en varias posiciones fáciles. Para terminar, los bailarines tendieron sus capas sobre mis zapatos, para significar que se estaba solicitando una donación. Al finalizar me retiré a cenar”.
MÚSICA DE PLATO EN 1824: Una noche de enero
de 1824, John Potter Hamilton, al pasar por Plato Magdalena observó:
- “Por la noche dimos nuestro paseo acostumbrado por la aldea, fuimos a dar a una casa donde había dos muchachos negros tocando violín, una muchacha tocando tambor y un mulato el triángulo. Nos causó gran sorpresa oír a estos músicos morenos tocar algunos valses con gran gusto y expresando el deseo de que salieran a bailar; pronto se formó un circulo y empezó el baile. Mi joven secretario bailó un vals con dos o tres mulatas y algunos aldeanos bailaron durante una hora o dos. Era muy agradable el ver la manera graciosa de estas niñas de ocho o diez años como bailaban, colocando los brazos en forma variada de actitudes elegantes. Los criollos, indios y negros tienen un oído excelente para la música”.
- “Por la noche dimos nuestro paseo acostumbrado por la aldea, fuimos a dar a una casa donde había dos muchachos negros tocando violín, una muchacha tocando tambor y un mulato el triángulo. Nos causó gran sorpresa oír a estos músicos morenos tocar algunos valses con gran gusto y expresando el deseo de que salieran a bailar; pronto se formó un circulo y empezó el baile. Mi joven secretario bailó un vals con dos o tres mulatas y algunos aldeanos bailaron durante una hora o dos. Era muy agradable el ver la manera graciosa de estas niñas de ocho o diez años como bailaban, colocando los brazos en forma variada de actitudes elegantes. Los criollos, indios y negros tienen un oído excelente para la música”.
John Potter Hamilton (1777-1873),
Coronel, diplomático y viajero inglés. En 1823 fue designado jefe de una
comisión británica enviada a la recién nacida República de la Gran Colombia,
con la misión de establecer relaciones formales entre los dos países y firmar
un tratado de comercio.
"La Chula".
María Palomino.
Pajaritera y cumbiambera.
San Sebastián Magdalena.
CARL AUGUST GOSSELMAN Y LA MÚSICA EN
GAIRA: El diplomático sueco Carl August Gosselman, en sus memorias tituladas
“Viaje a Colombia 1825 y 1826”, sobre la música en la población de Gaira, cerca
de Santa Marta, expresa lo siguiente:
- "Por la tarde se preparaba un gran baile indígena en el pueblo; la pista era la calle, limitada por un estrecho círculo de espectadores que rodeaban a la orquesta y los bailarines. La orquesta es realmente nativa y consiste en un tipo que toca un clarinete de bambú de unos 4 pies de largo, semejante a una gaita, con 5 huecos, por donde escapa un sonido; otro que toca un instrumento parecido, provisto de 4 huecos, para los que usa la mano derecha, pues en la izquierda tiene una calabaza pequeña llena de piedrecillas, o sea una maraca, con la que marca el ritmo. Este último se señala aún más con un tambor grande hecho en un tronco ahuecado con fuego, encima del cual tiene un cuero estirado, donde el tercer virtuoso golpea con el lado plano de sus dedos. A los sonidos constantes y monótonos que he descrito se unen los observadores, quienes con sus cantos y palmoteos forman uno de los coros más horribles que se puedan escuchar. Este era una imitación del fandango español aunque deja la impresión de asemejarse a una parodia. Tenía todo lo sensual de él, pero sin nada de los hermosos pasos y movimientos de la danza española, que la hacen tan famosa y popular”.
- "Por la tarde se preparaba un gran baile indígena en el pueblo; la pista era la calle, limitada por un estrecho círculo de espectadores que rodeaban a la orquesta y los bailarines. La orquesta es realmente nativa y consiste en un tipo que toca un clarinete de bambú de unos 4 pies de largo, semejante a una gaita, con 5 huecos, por donde escapa un sonido; otro que toca un instrumento parecido, provisto de 4 huecos, para los que usa la mano derecha, pues en la izquierda tiene una calabaza pequeña llena de piedrecillas, o sea una maraca, con la que marca el ritmo. Este último se señala aún más con un tambor grande hecho en un tronco ahuecado con fuego, encima del cual tiene un cuero estirado, donde el tercer virtuoso golpea con el lado plano de sus dedos. A los sonidos constantes y monótonos que he descrito se unen los observadores, quienes con sus cantos y palmoteos forman uno de los coros más horribles que se puedan escuchar. Este era una imitación del fandango español aunque deja la impresión de asemejarse a una parodia. Tenía todo lo sensual de él, pero sin nada de los hermosos pasos y movimientos de la danza española, que la hacen tan famosa y popular”.
4. DE MÚSICA
INDÍGENA A CUMBIA.
INDÍGENA A CUMBIA.
Instrumentos de la cumbia.
RAÍCES DE LA CUMBIA: Las raíces de la Cumbia, se encuentran en los actos funerarios y musicales de
los indios Chimila, Taironas, Caribes, establecidos en La Sierra Nevada de
Santa Marta, en las riberas del Río Magdalena y en el País de Pocabuy; que en
el decurso de la historia se despojó de su fúnebre rememoración para dedicarse
por entero a la festiva misión de entusiasmar y divertir. Se evidencia en la
descripción de la Villa de Tenerife año 1580, hecha por el ilustre Don Lope de
Orozco, Gobernador de la Provincia de Santa Marta, donde relata que los
indígenas hacían fiestas la cual festejaban embriagándose con chicha de maíz,
amenizadas por sus gaiteros, con unas flautas muy largas, cuya música parecía
traída del infierno. La Cumbia surge del sincretismo musical y cultural de
indígenas, negros y, en menor escala, de los europeos. Según testimonios de
cronistas, escribanos, militares y diplomáticos extranjeros, este ritmo tomó
forma desde finales del siglo XVI, luego se desarrolla y se consolida en un
largo proceso de tres elementos etnoculturales a partir del siglo XVII; cuando
se fusionan música indígenas, de negros africanos y de blancos españoles,
adoptando gaitas, flautas, maracas, tambores y bailes.
Primero se dio la fusión
negro-aborigen, comenzando como una música y danza de cortejo entre africanos e
indígenas; indios y negros, gozaban de las mismas condiciones de vida, de esta
manera indígenas y africanos se fueron identificando en música, canto y baile.
En la instrumentación están los tambores de origen negro africano, lo mismo que
los movimientos sensuales, galantes, y seductores. En las maracas, el guache y
los pitos (caña de millo y gaitas), se identifica al indígena. Luego la Cumbia,
se enriqueció con el aporte de los europeos: con sus cantos y coplas de la
poesía española; de igual manera la vestiduras de largas polleras, encajes,
lentejuelas, candongas, tocados de flores, maquillaje, en las mujeres; camisa,
pantalón, pañolón rojo anudado al cuello y sombrero en los hombres. Ritmo
musical que con su magia hipnótica, generación tras generación, gana terreno,
hasta convertirse, en síntesis musical y cultural del pueblo colombiano,
precisamente por el mestizaje triétnico de donde se deriva.
La mayoría de los folcloristas
reconocen su carácter triétnico: Donde la raza negra, aportó la estructura
rítmica y la percusión (tambores); la raza indígena, aportó las flautas y, por
ende, parte de la línea melódica; la raza blanca, aportó las variaciones
melódicas y coreográficas, y la vestimenta de los danzantes. El uso de las
maracas y de las gaitas se circunscribe a ciertas regiones geográficas.
ORIGEN DEL NOMBRE CUMBIA: El cubano Fernando
Ortiz Fernández establece que Cumbia viene del vocablo africano Kumbé, que al
castellanizarse sustituyó la K, por la C. En 1930, el musicólogo Narciso Garay
asumió que la palabra Cumbia comparte la misma raíz lingüística del vocablo
Cumbe, que es un baile de Guinea Continental. El musicólogo Guillermo Abadía
Morales, sostiene que Cumbia es apócope de Cumbancha, vocablo cuya raíz es Kumba,
gentilicio mandinga del occidente africano, y añade que el país del Congo y su
rey se llamó Rey de Cumba.
El investigador colombiano Jorge
Diazgranados, sostiene que Cumbia viene de Cumbague, y Cumbague era la
personificación del cacique indígena del País de Pocabuy; cacique, amigo del
baile y la juerga. Gerardo Pombo Hernández, manifiesta que la palabra Cumbia es
indígena y no africana; para él, esta se formó de los vocablos nativos “Kun” y
“Bimbia”, voces que unidas significan canto, que a su vez eran dedicadas a las
deidades y espíritus protectores, y hazañas de los caciques. Según el
colombiano Aquiles Escalante, la palabra Cumbia no es del idioma español, ni
del indígena; porque no se encuentra en ningún vocabulario de la familia Arawak
ni Karib, la considera como una voz africana. Para el maestro José Barros
Palomino, la Cumbia nació en Colombia en el país de Pocabuy conformado por El
Banco, Chiriguaná, Mompox, Tamalameque, Chillioa, Guamal, Chimí, Guataca.
El maestro y folclorista Antonio
García Castillo “Melcocha”, oriundo de El Banco, asegura que la Cumbia nació en
1680 en su tierra natal; que el ritmo Cumbia emerge de la disputa entre los
indios, africanos y españoles en la época de la Conquista. Para el compositor
banqueño Armando Pisciotti Quintero, la Cumbia del mar, es más acelerada, es la
actitud del negro que se siente ofendido. En la sabana de Sucre, Córdoba, la
cumbia se desacelera, llega a El Banco y la Cumbia es alejandrina, lenta.
Sobre el origen de la palabra Cumbia
hay otras definiciones pero lo más controvertible es asegurar que proviene del
África; porque en ese país no hay danza alguna que baile Cumbia, y el término
Kumbé, es un tambor cuadrado de doble marco, con la piel clavada y cuatro
patas, de sonido grave y poderoso, que se toca con las manos y con el talón de
un pie. Ahora bien, en los sitios de Colombia de asentamiento negroide, como la
zona del Pacifico y San Basilio de Palenque, no se baila Cumbia. Lo más
probable es que el término Cumbia se haya formado en el Departamento del
Magdalena, del sincretismo musical popular y cultural de etnias que llegaron al
Caribe y se fusionaron con las etnias nativas.
COMPONENTES PRINCIPALES DE LA CUMBIA: Los 3 componentes
de la Cumbia son: La música, la danza y la orquesta. En el ritmo musical, la
clave del golpe es todo al aire, ritmo que en sus orígenes era de corte
instrumental, quiere decir sin canto; nace de la fusión de las razas africana e
indígena, donde la parte instrumental está acompañada por tambores de origen
africano y maracas, guache y gaitas de origen indígena.
La danza, se caracteriza por los
movimientos sensuales, galantes y seductores de los bailarines; donde las
mujeres llevan en sus manos velas para iluminar el lugar de la cumbiamba y para
mantener a los hombres a distancia. Esta danza era ejecutada en sus ritos y
funerales por los indígenas del Magdalena, donde la mujer con sus movimientos
representa el valor indígena, y el hombre haciendo piruetas en su pertinaz
galanteo, representa el aporte negroide.
El traje de Cumbia para la mujer
puede ser de varios colores o de cuadros pequeños rojos y blancos. La blusa es
de manga corta y la falda amplia y larga. En el pelo se usa un ramillete de
flores (cayenas o arrebatamacho). Otros complementos que usa la mujer para la Cumbia
son los collares. Mientras bailan también llevan velas en las manos. Los
hombres visten de blanco para la Cumbia. El pantalón tiene en la parte trasera
un recogido (repollo), y la camisa es con cuello redondo y puño cerrado. Otros
detalles que caracterizan el traje de Cumbia para el hombre son, el sombrero de
palma, un pañuelo rojo atado alrededor del cuello, y una mochila de vivos
colores.
La orquesta integrada por varios
músicos, ocupa el centro del lugar donde se baila y los bailarines danzan a su alrededor.
Instrumentos de un conjunto típico de Cumbia son los siguientes: Tambora,
tambor grande de doble parche, marca el bajo; tambor alegre, tambor de tamaño
mediano que lleva la línea rítmica básica; llamador, tambor pequeño que marca
en contratiempo el compás; maraca, totumo relleno de semillas de capacho o de
piedrecillas de río; guache, cilindro de metal relleno de semillas de capacho o
piedras pequeñitas de ríos; gaita, flauta vertical, larga, con cabeza hecha de
cera de avispa y carbón vegetal, y pluma de pavo o pato. La “gaita hembra”
tiene 5 orificios, y lleva la melodía; y la “gaita macho” tiene un solo
orificio y hace las veces de bajo. La “gaita corta” tiene 6 orificios. Flauta
de millo, flauta pequeña fabricada con carrizo, con lengüeta, que se ejecuta de
manera transversal.
CUMBIA Y CUMBIAMBA: En la práctica son
dos cosas diferentes, ya que Cumbia, es el ritmo musical, el baile, y cumbiamba
es la rueda, se refiere al sitio o lugar donde se baila la Cumbia. La Cumbia es
una danza ritual, y en su esencia se percibe un coloquio amoroso. Su formato es
el conjunto de gaitas, o sea la fusión de la melancolía, de la gaita o caña de
millo, con el tambor y las maracas. En el baile de la Cumbia los hombres
entregan a las mujeres las velas y van a colocarse en círculos, mientras que en
el centro permanecen el conjunto de gaitas. En el movimiento los hombres
colocados en círculos buscan a su compañera y se inicia la danza, hacen
rotación de traslación tanto hombres como mujeres, a medida que las bailarinas
describen el círculo, los hombres danzan alrededor de ellas, siempre en contra
de las manecillas del reloj.
Antaño la gran diferenciación
consistía en que la Cumbia se tocaba con banda, y las bailarinas llevaban velas
o teas en las manos; mientras que la cumbiamba se bailaba con acordeón y flauta
de millo y sin velas. En el Carnaval de Barranquilla también se le llama
cumbiamba, a las comparsas o a la reunión de bailadores de Cumbia.
EL VARASANTA Y LA CUMBIA: Desde finales del siglo XVI, cuando surgió el carnaval en Ciénaga y Santa Marta, quien estuviera en la calle sin disfraz, era amarrado al Varasanta; vara larga y recta, que se ubicaba en la mitad de la plaza o escenarios frecuentes de cumbiambas. En el Varasanta se organizaban cumbiones, bailando a su alrededor, es también llamado Guacamayo o palo de Santa María, que tiene un tronco que alcanza hasta 30 metros de altura.
EL VARASANTA Y LA CUMBIA: Desde finales del siglo XVI, cuando surgió el carnaval en Ciénaga y Santa Marta, quien estuviera en la calle sin disfraz, era amarrado al Varasanta; vara larga y recta, que se ubicaba en la mitad de la plaza o escenarios frecuentes de cumbiambas. En el Varasanta se organizaban cumbiones, bailando a su alrededor, es también llamado Guacamayo o palo de Santa María, que tiene un tronco que alcanza hasta 30 metros de altura.
Antaño una vara larga con una bandera
roja encima, identificaba que había cumbia esa noche, sobre todo en los días
patronales del pueblo. Los músicos se colocaban cerca de la vara y los
bailadores bailaban alrededor de los músicos. Esencial en estos bailes de
cumbia, eran los vendedores de ron y velas. Tampoco podía faltar el tabaco para
los hombres y las famosas calillas para las mujeres.
En Guamal Magdalena, aún se baila la cumbia alrededor de la mata de plátano sembraba para esa ocasión en el centro de la plaza. En Santana Magdalena, ocurre lo mismo pero se identifica el baile de la cumbia con el dibujo de un gallo. En Barranquilla, aún se recuerda esta tradición con el “Gran Vara Santa", rueda de Cumbia en la Plaza San Nicolás.
En Guamal Magdalena, aún se baila la cumbia alrededor de la mata de plátano sembraba para esa ocasión en el centro de la plaza. En Santana Magdalena, ocurre lo mismo pero se identifica el baile de la cumbia con el dibujo de un gallo. En Barranquilla, aún se recuerda esta tradición con el “Gran Vara Santa", rueda de Cumbia en la Plaza San Nicolás.
5. RITMOS Y BAILES
DERIVADOS DE LA CUMBIA.
"Chela Orozco"
Cantora samaria.
BAILES CANTAOS: Los Bailes
Cantaos, que se derivan de la Cumbia, la mayoría tienen su génesis en los
pueblos ubicados a orillas del Río Magdalena; nombre genérico que agrupa una
serie de ritmos y bailes con una estructura común, canto responsorial,
acompañamiento de palmas, coros, y función de carácter ceremonial y ritual. Los
Bailes Cantaos, se conocen desde la Colonia, época en la cual los denominaban
con los nombres de “Fandangos de Lenguas”, “Bundes” o “Bailes del Pueblo”.
Entre los más comunes se encuentran los siguientes: Pajarito, Chandé, Tambora, Zambapalo,
Chalupa, Mapalé, Gaita, Bullerengue, Lumbalú, Rosario Cantao (Chuana),
Fandango, Son de Negro, Berroche, Guacherna, Son de Negro, Puya, Porro,
Jorikamba, Canto Fúnebre y Leyenda Vallenata.
GAITA: Sobre el origen de
la gaita, está demostrada su procedencia indígena, antes de la llegada de los
españoles ya era utilizada por los nativos de la Sierra Nevada de Santa Marta,
con el nombre de kúisi. El kúisi, o gaita es un instrumento de viento
construido a partir de tubos de cactus como el cardón o la pitahaya. Se fabrica
en pares (macho-hembra), posee una cabeza fabricada de cera de abeja o
abejorro, combinada con carbón vegetal en polvo, de esta manera logran que la
cera sea más resistente al calor; su embocadura se hace a partir del cañón de pluma
de ave, pato o pavo. La gaita hembra posee cinco orificios, el macho dos y la
gaita corta seis. Los indígenas la llamaban Kúisi, pero los españoles la
bautizaron gaita y así quedó para siempre en el argot popular. En la historia
del Magdalena, han existido grupos de gaiteros en las poblaciones de
Guacamayal, El Banco, Santana y Tenerife.
La Gaita, es un ritmo instrumental
ejecutado por gaitas hembras y macho, un tambor mayor, un tambor llamador,
maracas, bombo y guache, con compás lento y pausado. Su música en sus orígenes
se usaba solo para bailar mujeres, luego se le fueron incorporando estribillos,
coros, y por ultimo letras completas. También se le conoce como Porro Palitiao,
en razón del efecto sonoro que genera el repique de la baqueta o porra sobre la
madera de bombo en el instante mismo de las pausas; este recurso interpretativo
proporciona a la tonada adornos sonoros especiales.
SON DE NEGRO: Se cree que desde
el año 1501 empezaron a llegar africanos al Departamento del Magdalena, pero el
registro histórico de mayor credibilidad data de 1525, cuando el español
Rodrigo de Bastidas trajo los primeros veinticinco africanos a la recién
fundada ciudad de Santa Marta. Se tiene por cierto que a finales del siglo XVI,
había comunidades de cimarrones en toda la Provincia de Santa Marta,
procedentes de Sudán Occidental, Costa de Guinea y el Congo. Su presencia
influyó en la conformación étnica de la población, costumbres, magia, religión
música y folclor en general.
En otros casos hubo resistencia a la
imposición española, es cuando surgen los palenques de La Ramada (1529), donde
se habían refugiado los primeros negros; de igual el Palenque de Santa Cruz de
Masinga, poblado en 1703 y San Antonio de Guachaca, poblado en 1705. Otros
Palenques del territorio del Magdalena fueron: Don Diego, Cuesta del Rosario y
Palomino, en la Sierra Nevada de Santa Marta; San Juan de Palos Prieto, en el
municipio de Pueblo Viejo; San Sebastián del Bongo, en el municipio de El
Retén; Bahía Honda, en el municipio de Pedraza; y Papare, ubicado en Ciénaga.
En 1533, el Rey de España, autorizó
al Licenciado Tobes, Obispo de la Diócesis de Santa Marta y a otros españoles,
para que cada uno de ellos, entrara a la provincia dos esclavos para su
servicio, sin tener que pagar derechos. En 1535, el monarca español, autorizó
al Gobernador de la Provincia de Santa Marta, Pedro Fernández de Lugo, el
traslado a esa ciudad de cien esclavos negros, libres de derechos; y desde los
primeros días del asentamiento español, los esclavos negros buscaron la forma
de escaparse a las montañas. Fue de tal magnitud la trascendencia del negro en
el Magdalena, que en 1530, una rebelión de esclavos destruyó la ciudad de Santa
Marta; y para 1540, muchos negros andaban por las montañas causando daños a los
indígenas. La música negra es el elemento tradicional de ésta cultura que más
se conservó a través del tiempo.
El Son de Negro en sus inicios fue
una danza guerrera que se formó en los pueblos pertenecientes a antiguos
cabildos palenqueros asentados a orillas del Río Magdalena. El Son de Negro es
la voz del cabildo, es el lamento del negro cimarrón, su risa, su mueca y su
rebeldía. Es la canción del río, es el tambor llamando a la tribu y el canto de
agua dulce del boga. Es el cortejo y la invitación explícita del palenquero
para que su negra atienda el apuro de su cuerpo. Es la danza del laboreo y el
descanso del jornal, del negro pescador y del que trabaja la tierra, es clamor
que intenta olvidar las cadenas y el sometimiento de una raza orgullosa. El
ritmo de la danza lo acompaña el golpe ritual del tambor, el sonido de la
guacharaca, el palmoteo, seguido del estallido de las tablas y la voz del
cantor, que relata las pequeñas hazañas de la vida cotidiana. Los danzantes
zapatean, sienten el llamado de la raza y teatralizan con los gestos exagerados
de su boca y de sus ojos mientras cortejan a su dama, machete o garabato en
mano, ataviados con collares alusivos a los frutos del río.
GUACHERNA: La Guacherna es una danza originaria
de los pueblos del Departamento del Magdalena. Danza acelerada que surgió
cuando un grupo de parejas se reunieron para bailar de diferentes maneras,
añadiéndole a la danza pases de otras, por eso se dice que no es Cumbia, ni
Puya, ni Mapalé. Estercita Forero, impulsora de la
Guacherna en el carnaval de Barranquilla, desde el año 1974, asegura que
investigó y supo que este desenfreno bullanguero vino de los pueblos del
Magdalena, a comienzos del siglo XX, y que lo de Guacherna podría ser
derivación de guache, que significa desorden. Pero no solo fue Estercita Forero la
de esta genial idea que el carnaval tuviera el bullanguero espectáculo
nocturno, sino también José Rafael Hernández, quien era directivo de la junta
del Carnaval de ese año. José Rafael Hernández, coreógrafo,
actor y experto en música de la década de los cincuenta del siglo XX. fue de
los primeros en llevar la Guacherna a Barranquilla, porque la bailó desde niño
en Riofrío Magdalena, su tierra natal. La Guacherna evoca los desórdenes
nocturnos producto del ron, el tambor y las ganas de gozar después de las
cosechas y antes de las fiestas patronales desde el siglo XIX.
En Santa Marta, se toca con tambores
cónicos, tensados con metal; es rápida, pegajosa y original; mezcla musical
entre chalupa, puya y cumbia, también la denominan Pitan Pitan; modalidad
musical rescatada por Carlos Vives a comienzos de la década del 2000, cuando la
hizo popular con la canción dedicada al equipo de fútbol Unión Magdalena.
PALOTEO: El Paloteo, tiene
sus orígenes en los bailes militares de Grecia, danza traída por los misioneros
y éstos se la enseñaron a los indios, quienes las ejecutaban en sus
celebraciones o rituales. En territorio colombiano, sus antecedentes se ubican
en el corregimiento de Gaira, cerca de Santa Marta, ya que en 1916, los
samarios Luis Miguel Rivas, Vicente Angulo, Santos Narváez y José Redondo,
fundaron una danza guerrera masculina que llamaron “Paloteo de Gaira”, y a
partir del año 1925, se unieron a ella, Manuel Meza Jiménez y Mario Jiménez.
Danza de carácter guerrero, que simboliza primordialmente la lucha entre las
naciones para la independencia del yugo español, en donde los danzantes portan
una especie de bastón de madera, con los que se defendían en la lucha y
pronuncian versos alusivos a su país mientras ondean sus banderas. El Paloteo
de Gaira, llegó al Carnaval de Barranquilla en 1917, allí conocieron a Ángel
Custodio Pedroza Torres quien se hizo miembro de la danza. Año tras año
viajaban a Barranquilla hasta que nunca más volvieron. En vista de esto, Ángel
Custodio sacó su propio paloteo en 1936. Lo llamó “Paloteo Mixto”, porque él sí
permitió que las mujeres bailaran en su grupo. Años más tarde aparece la
Fundación Cultural Danza Paloteo de Gaira, bajo la dirección de Leopoldo
Jiménez Pimienta, participando en el carnaval de Barranquilla desde el año 2007
y desde entonces han ganado tres Congos de Oro consecutivos, 2009, 2010 y 2011.
El ritmo que acompaña esta danza es
la "Marcha de Paloteo", en donde cada integrante representante de un
país o ciudad, porta una bandera y recitan el verso que los identifica,
utilizando palos cortos y gruesos que golpean para representar el combate y
darle ritmo a la danza. Marchan, siguiendo el ritmo de la dulzaina y el
redoblante. En algunas ocasiones la dulzaina es reemplazada por el acordeón. El
palotear se refiere al choque de los palos. Hay dos golpes de palos.
TAMBORA: La Tambora, desde
mediados del siglo XIX, ha sido animadora de carnavales, fiestas religiosas y
cívicas en Santa Marta. En los años cuarenta encontramos en el barrio Pescaito,
las siguientes tamboras: Tambora de Manuel Dellon, Tambora de Francisco Yanes
(en la que Eduardo Salamina, tocaba la caña de millo), Tambora de Juan Brito,
Tambora de Rafael Antonio “Candelilla” Toncel.
Francisco Yánez, el popular “Matey”
(1916-1978), por los años de 1930, se inició como tamborero en una de las
tamboras más antiguas del barrio Pescaito de Santa Marta, y que con el tiempo
quedó registrada como la Tambora de Matey; precisamente el apodo de “Matey”
proviene del apellido de un extranjero, que tenía gran parecido con él, y que fue
uno de los primeros directores de esta histórica tambora. Con la Tambora de
Matey, se iniciaron los siguientes músicos samarios: William Méndez, Oswaldo
Acosta, Víctor Delgado “Jonny Viti”, Pedro del Valle, (Te Veo), Luis Campo,
Germán Hernández; todos ellos, con el tiempo han tenido también reconocimientos
musicales. En el año 2007 la Junta Central del Carnaval de Pescaito
(Fundapescaito), realiza el primer Festival de Tamboras “Francisco Yánez
Matey”, en honor a este personaje.
En los años sesenta aparecen otras
tamboras en el carnaval de Santa Marta: Tambora Los Hernández, de Pescaito;
Tambora Los Apreza, de Manzanares; Tambora Juanito Perea, de la calle
Tumbacuatro; Tambora Alfredo Boto, del barrio Centro; Tambora Los Noguera, de
la calle Burechito; Tambora Los Granados, de la calle Los Troncos; Tambora
Pedro “Teveo” del Valle, del Terminal Marítimo; Tambora “Chemo”, del barrio 13
de Junio; Tambora Los Miranda, de Pescaito; Tambora Los Anaya, del barrio
Bastidas y Tambora de la Rosa, del barrio Centro.
La Tambora Tromba Samaria, aparece en
la década de 1970 entusiasmando con su música en las graderías del Estadio
Eduardo Santos, a los hinchas y al equipo Unión Magdalena; época en la cual
“Johnny Viti”, artista popular de Pescaito, le sacaba sonidos a las botellas, y
formaba parte de la “Barra Guajira”, en el Estadio Eduardo Santos. Los
fundadores de la Tromba Samaria, Ronaldo “Colón” Vergara y Gabriel “Carrucha”
Gómez, quienes venían de hacer parte de la Tambora de la Universidad del
Magdalena; fueron dos grandes tamboreros samarios que en la década del ochenta
le dan al grupo un estilo más comercial, introduciéndole a la Tambora
instrumentos de vientos como clarinete y saxofón. De aquí en adelante cambió la
historia en los instrumentos musicales en las Tamboras de Santa Marta.
En los años ochenta resplandece un
auge de tamboras, todos los amigos se identificaban por apodos, los cuales
comenzaron cualquier día, en una esquina del barrio Pescaito a tocar sus
Tamboras, toques que de un momento a otro pasaron a ser la alegría de las
mejores fiestas de la ciudad, ellas son: Tambora Benjamín Brito “Min”, Tambora
César Altecha “El Pescaito Asá. Tambora Manuel Silvera “La Chiva”, Tambora
Carlos Bindola, Tambora Jairo Smith, Tambora Miguel Brugés, Tambora Gabriel Gómez
“El Carrucha”.
En los inicios del siglo XXI, Santa
Marta cuenta con las siguientes tamboras: Tambora “Matey” de Pescaito. Tambora
Rumba Pache. Tambora Hermanos Miranda. Tambora Hermanos Hernández. Tambora
Tromba Samaria. Tambora Rumba Joven. Tambora Hijos de la Sierra. Tambora Teveo.
Tambora Son de Pesca. Tambora Fania Pescaitera. Tambora Hermanos Anaya Mulford.
Tambora Son de Gaira. Tambora Cumbión de Pescaito. Tambora Hermanos Apresa.
Tambora Manzanares. Tambora Canto Cultural Cristo Rey. Tambora Taganga. Tambora
More Mendoza y sus Muchachos.
El antiguo Instituto de Cultura del
Magdalena, en el año de 1992 organizó en la ciudad de Santa Marta, el Festival
de Tamboras del Caribe, en las modalidades de cumbia, puya, guacherna,
bullerengue y fandango.
La Fundación Archivo Gráfico del
Caribe (Argrafica), presidida por Gustavo Cogollo, convoca desde el 2007, a
todos los exponentes de la tambora a participar en el Festival de Tambora de la
Calle Ocho de Pescaito.
En la “Esquina de la Alegría” (calle
7 con 10), del popular barrio Pescaito, se desarrolla desde el año 2009, la
gran Noche de Tamboras, acto organizado por la Fundación Carnaval de Pescaito
(Funcarpés), dentro de la programación del carnaval.
La Fundación Pescaito Dorado, apoyada
por el Ministerio de Cultura, dentro del programa nacional de concertación
cultural, desde el año 2013, promociona el aprendizaje de la música folclórica
y tradicional, enriqueciendo la cultura del barrio Pescaito, de Santa Marta y
el Magdalena, con la escuela "Cantar de Tamboras", presidida por
Alain Manjarrés Padilla. Escuela que se crea para acercar a los niños y jóvenes
a la música ancestral, reconocida por la población como una manifestación
autóctona, cohesionadora de la cultura popular.
La Tambora es un ritmo con denominación
femenina debido al predominio de voces de mujeres cuando estos aires eran solo
cantados. La Tambora tradicional es de conformación trietnica (negro, blanco,
indio), su entorno geográfico está centrado en los pueblos ribereños del
Magdalena. En este ritmo una voz versea (la cantadora o cantador) y un coro de
voces responden un estribillo, ya que es un canto responsorial. El baile de
Tambora o baile cantao se realiza por parejas que danzan en forma circular. Es
una danza cadenciosa y sensual donde los pies no se levantan del suelo, donde
las caderas van serenas sin movimientos exagerados.
Una agrupación típica de Tambora lo
conforman los siguientes instrumentos: El tambor llamador (o macho), es el
encargado de marcar la velocidad o aire, sobre el llamador recae todo el
soporte rítmico; el tambor repicador (o hembra), es el encargado de hacer los
adornos o piruetas o repiques que se hacen para adornar el sonido en su
conjunto; Tambora, es la encargada de darle fortaleza al sonido del conjunto,
dado su sonido de tono bajo o grave. Los parches de los tambores y de la
tambora, son de cuero.
PAJARITO: El Pajarito, es un baile cantao propio de los pueblos asentados en la ribera del Río Magdalena; como género musical es un ritmo apegado al antecedente africano, con un esquema formal de presencia mayoritaria de mujeres; con alternancia de solo y coro, en donde pueden cantar todos los participantes, cuya melodía es imitación del canto de los pájaros. En el son del Pajarito confluye el baile cantado y la danza, donde las mujeres utilizan polleras y blusas en múltiples colores. El ritmo se ejecuta con tambores y palmas, primordialmente en el mes de diciembre.
Pajarito en Concordia Magdalena: En Concordia, desde el siglo XIX, con instrumentos artesanales hechos a base de madera como son la guacharaca y el tambor, con versos improvisados, y con el sonar de las palmas, forman la tradicional Danza del Pajarito o también llamada Son de Pajarito; melodía que nace de la imitación del canto del pajarito de la virgen, versos inspirados en la mujer y lo cotidiano suenan al sabor de los dos caballos, para deleitar a propios y visitantes de la riqueza cultural y por ende folclórica del municipio. El cantador solo recita sus versos acompañado del toque de la tambora y las mujeres reafirman su posición en la que el Pajarito es un baile que se lleva en la sangre y se puede bailar con cualquier atuendo improvisado. En Concordia y sus corregimientos el Pajarito es la muestra fehaciente de la alegría de sus pueblos, la armonía con su medio y el respeto por la tradición musical legada desde los Chimila. Afortunadamente tanto portadores de la tradición como nuevas generaciones impulsadas por iniciativas de docentes se encargan de mantener viva esta tradición.
Pajarito en Concordia Magdalena: En Concordia, desde el siglo XIX, con instrumentos artesanales hechos a base de madera como son la guacharaca y el tambor, con versos improvisados, y con el sonar de las palmas, forman la tradicional Danza del Pajarito o también llamada Son de Pajarito; melodía que nace de la imitación del canto del pajarito de la virgen, versos inspirados en la mujer y lo cotidiano suenan al sabor de los dos caballos, para deleitar a propios y visitantes de la riqueza cultural y por ende folclórica del municipio. El cantador solo recita sus versos acompañado del toque de la tambora y las mujeres reafirman su posición en la que el Pajarito es un baile que se lleva en la sangre y se puede bailar con cualquier atuendo improvisado. En Concordia y sus corregimientos el Pajarito es la muestra fehaciente de la alegría de sus pueblos, la armonía con su medio y el respeto por la tradición musical legada desde los Chimila. Afortunadamente tanto portadores de la tradición como nuevas generaciones impulsadas por iniciativas de docentes se encargan de mantener viva esta tradición.
El Pajarito, es una de las
identidades musicales de Concordia, interpretado por autoridades musicales oriundos
de la cabecera municipal, como José Colón, Isidro Vega, Evaristo De León,
Moisés Brito, Arturo De León, León Vega, Luis Escalante, Luis Demetrio y
Domingo Fontalvo, que alborotaban los meses de noviembre y diciembre, cantando
canciones como “El Sapo”, “Dormí Dormí”, “Pájaro del Monte”. Deleite y frenesí
con el baile de Pinedo, señora esposa de Luis Demetrio Fontalvo. Mucho antes
hubo bailadoras como Rita Vega, María Niño, María Polo, Mercedes Polo, Teresa
Castro, Carolina Carrillo, mercedes Muñoz, Amparo Ebratt, Petronita de León.
Para la pajaritera Aracelis De La Hoz, nacida en 1950 y oriunda de Concordia, el Pajarito no se baila parado, sino por debajo y licuando como licuadora; lo mimo piensa San Diego Campo, nacida 1945 y desde niña bailando pajarito. El tamborero y cantor Martín Colón, dice que la época dorada del Pajarito en Concordia, fue la década de 1970, con los cantos de los hermano Fontalvo, manifiesta que empezó a ser cantante de este ritmo cuando murió Luis Demetrio Fontalvo. Franklin Polo, es un tamborero estrella del pajarito en Concordia, empezó a tocar este ritmo desde los 15 años, dándole golpes a los taburetes. La familia Escorcia, es dinastía del Pajarito en Rosario de Chengue; fueron ellos Luis Escorcia, Isabel de Escorcia, Lito Escorcia, Bienvenido Escorcia.
Otros personajes del pajarito de esta población son: María Camacho, Mariano Serpa, Carmela “Marucha” Galván. La profesora Josefa María Romero De la Cruz, es la presidente del Festival de Pajarito en Rosario de Chengue, que tiene como misión salvaguardar esta manifestación cultural; de tal manera que ha organizado los grupos folclóricos de las instituciones educativas, involucrando a estudiantes y profesores.
Para la pajaritera Aracelis De La Hoz, nacida en 1950 y oriunda de Concordia, el Pajarito no se baila parado, sino por debajo y licuando como licuadora; lo mimo piensa San Diego Campo, nacida 1945 y desde niña bailando pajarito. El tamborero y cantor Martín Colón, dice que la época dorada del Pajarito en Concordia, fue la década de 1970, con los cantos de los hermano Fontalvo, manifiesta que empezó a ser cantante de este ritmo cuando murió Luis Demetrio Fontalvo. Franklin Polo, es un tamborero estrella del pajarito en Concordia, empezó a tocar este ritmo desde los 15 años, dándole golpes a los taburetes. La familia Escorcia, es dinastía del Pajarito en Rosario de Chengue; fueron ellos Luis Escorcia, Isabel de Escorcia, Lito Escorcia, Bienvenido Escorcia.
Otros personajes del pajarito de esta población son: María Camacho, Mariano Serpa, Carmela “Marucha” Galván. La profesora Josefa María Romero De la Cruz, es la presidente del Festival de Pajarito en Rosario de Chengue, que tiene como misión salvaguardar esta manifestación cultural; de tal manera que ha organizado los grupos folclóricos de las instituciones educativas, involucrando a estudiantes y profesores.
En Salamina: Carmen Cervantes Osorio, oriunda de
Salamina, es símbolo del Pajarito en la región del Magdalena, autora de la
famosa canción “La Tortuga”, que hiciera éxito Joe Arroyo. Los Cervantes
representan una dinastía musical en este municipio, donde se destacan el famoso
corista Johnny Cervantes Osorio, el tamborero José Cervantes Osorio, Ramona
Cervantes, Gabriel Cervantes, entre otros. De Salamina es la agrupación
folclórica Son de Pajarito, grupo que heredó los lineamientos musicales de
Carmen Cervantes Osorio y está integrada por los siguientes músicos: Voz líder,
María Ariza; coros, Patricia Ariza y Ramona Cervantes; tambor alegre, José
Cervantes Osorio; tambor llamador, Gabriel Cervantes; maracas, Víctor Infantes;
guacharaca, Carlos Starita; bailes, Evelsys Cervantes, Víctor Infantes, María
José Andrade y Andrés Coba.
En Cerro San Antonio: Pablito Rambal Viloria, fue
protagonista principal de muchos acontecimientos relacionados con la vida
cotidiana del Cerro San Antonio Magdalena: Pescador artesanal, cuentero (sobre
todo en los velorios), folclorista, carnavalero, cantador de Pajarito, que
interpretaba con su tambor, flauta y maracas. Imposible desconocer sus
cualidades que lo caracterizaron. En su nombre desde junio del año 2011, se
realiza en este municipio, el festival “Baile Cantao el Pajarito Pablito
Rambao”, quien interpretaba magistralmente canciones con su tambor, flauta y
maracas.
En Tenerife: A Tenerife, lo representa el Festival
Regional del Pajarito Rita Palacin Orozco, evento que se organiza desde
noviembre del año 2004, el cual es una muestra folclórica de lo que fueron los
bailes cantaos en la historia de los pueblos del Bajo Magdalena, en especial el
Pajarito. De igual manera son cultores del Pajarito en Tenerife, el Grupo de
Pajarito los Alegres de Tapegua, además Víctor y Julio Mejía Moscote. Los
bailes cantaos, también hacen parte de la idiosincrasia de Pijiño del Carmen
Magdalena, por tal motivo se encuentran en el municipio el grupo Los Negritos
de Pijiño y Son Pijiñero.
En Pedraza: Uno de los primeros asentamientos
negroides del Magdalena, fue el Palenque de Bahía Honda, corregimiento de
Pedraza, de allí que el grupo de danza Fusión Ribereña de Bahía Honda, formado
en 1997 y cuyo director es John Jader Almanza; heredó el baile de Pajarito, Son
de Negro y Bullerengue, de los primeros habitantes asentados en la población,
grupo que ha recibido reconocimientos por sus participaciones en el Carnaval de
Barranquilla. De Pedraza es Agustín Bolaño Rico,
humorista, cantador, bailador de Pajarito y Son de Negros; lo mismo que el
maestro Rosendo Gutiérrez, oriundo de Bahía Honda, dueño de una prodigiosa
memoria y mente creativa para componer cantos tradicionales como Pajarito y
Bullerengue.
CHANDÉ: Se realiza en la cabecera municipal de San Sebastián desde la década del noventa, del 23 al 25 de diciembre de cada año, el Festival del Chandé “José Gustavo Paba”, ideado por el intelectual oriundo de este pueblo José Gustavo Pava Peña. Al festival acuden personas de todo el país con el fin de participar o simplemente admirar la danza y el ritmo, donde se realizan concursos por grupos o parejas para premiar a los mejores. Este evento cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura, con el Fondo Mixto de Cultura municipal y con el respaldado del Consejo Municipal de Cultura. San Sebastián de Buenavista, cuenta con grandes exponentes y artistas del folclor, que han grabado sus canciones como María de Jesús Palomino, conocida como “La Chula”; distinguida cultora de los bailes cantaos que dedicó parte de su vida a la composición e interpretación del Chandé, entre los que se destacan: “Tamarindo Seco”, “La Garrapata”, “La Matica de Patilla”, “El Pañuelo”, “El Huevo”, “Indio y Guayuco”, que fueron grabadas por el Joe Arroyo, quien conoció sus canciones durante el V Festival del Chandé realizado en 1997.
“La Chula”, nació en Las Margaritas, corregimiento de San Sebastián, el 7 de marzo de 1933, pero figura en su cédula como nacida en San Zenón por cuanto al momento del trámite el funcionario de turno así lo anotó. La Gobernación del Magdalena exaltó mediante un decreto la memoria de la folclorista magdalenense María de Jesús Palomino Rodríguez, La Chula, fallecida el 4 de febrero del 2004 en San Valentín, corregimiento de San Sebastián.
CHANDÉ: Se realiza en la cabecera municipal de San Sebastián desde la década del noventa, del 23 al 25 de diciembre de cada año, el Festival del Chandé “José Gustavo Paba”, ideado por el intelectual oriundo de este pueblo José Gustavo Pava Peña. Al festival acuden personas de todo el país con el fin de participar o simplemente admirar la danza y el ritmo, donde se realizan concursos por grupos o parejas para premiar a los mejores. Este evento cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura, con el Fondo Mixto de Cultura municipal y con el respaldado del Consejo Municipal de Cultura. San Sebastián de Buenavista, cuenta con grandes exponentes y artistas del folclor, que han grabado sus canciones como María de Jesús Palomino, conocida como “La Chula”; distinguida cultora de los bailes cantaos que dedicó parte de su vida a la composición e interpretación del Chandé, entre los que se destacan: “Tamarindo Seco”, “La Garrapata”, “La Matica de Patilla”, “El Pañuelo”, “El Huevo”, “Indio y Guayuco”, que fueron grabadas por el Joe Arroyo, quien conoció sus canciones durante el V Festival del Chandé realizado en 1997.
“La Chula”, nació en Las Margaritas, corregimiento de San Sebastián, el 7 de marzo de 1933, pero figura en su cédula como nacida en San Zenón por cuanto al momento del trámite el funcionario de turno así lo anotó. La Gobernación del Magdalena exaltó mediante un decreto la memoria de la folclorista magdalenense María de Jesús Palomino Rodríguez, La Chula, fallecida el 4 de febrero del 2004 en San Valentín, corregimiento de San Sebastián.
Otro es Sebastián Caro, el más grande
tocador de Chandé que se conozca en la ribera del Magdalena; “Chan Caro”, con
sus tambores y cantos, fue de los primeros exponentes de este ritmo tradicional
en la población.
El Grupo Raíces del Chandé, ganadores
de varios premios y con grandes representaciones a nivel nacional; este grupo
nació en 1989 en San Sebastián, conformado por personas que derivan su sustento
de la agricultura, la pesca y el comercio. Han ganado tres años consecutivos el
Festival de Chandé y son dirigidos por Gabriel Jiménez Pedroso, voz líder del
grupo.
Otros grupos folclóricos de San
Sebastián, son los siguientes: Son de Aquí, del impulsor cultural Pedro
Castillo Morales y Los Hijos de Folclor, grupo folclórico de renombre nacional.
Para mantener estas expresiones artísticas se han formado grupos de
instructores que buscan preservar el Chandé como patrimonio intangible del
municipio de San Sebastián, a través de cinco grupos semilleros.
En diciembre de 1989, con el
propósito de estudiar, conocer y valorar las raíces auténticas, manifiestas en
las expresiones populares, que llegan por la tradición oral; y con el objetivo
de reconocer el valor cultural del Cazabe, y resaltar a los que durante toda su
vida se han dedicado a fabricar este producto alimenticio; un grupo de docentes
del Colegio Cooperativo y Ecológico “Tomás Herrera Cantillo”, con el patrocinio
oficial de Colcultura, organizan el Primer Festival Nacional del Cazabe,
corregimiento de Peñoncito, municipio de San Zenón Magdalena. Festival donde
los cultores del ritmo y baile Chandé, se inspiran en el Cazabe, tal es el caso
de los compositores nativos Eligio Castilla Rodríguez y Hugo Pabón Lobato.
Según el difunto profesor Hugo Pabón Lobato, hay una relación triangular entre
la danza del Cazabe, el ritmo Chandé y el proceso de elaboración de la torta de
yuca.
La Danza El Cazabe, es la máxima
representación cultural del municipio de San Zenón, creada por un grupo de
docentes de la Institución Educativa “Gerardo Valencia Cano”, en el año de
1993. Ocurrió que un grupo de docentes de la institución en el marco de un
taller organizado por Cooedumag, presentó como trabajo final una danza que
narraba tanto en su letra como en su coreografía todo el proceso de elaboración
del Cazabe. Desde ese momento y con la dirección del docente Hugo Pabón Lobato,
logró sacar adelante el grupo de danza, obteniendo reconocimiento regional,
nacional e internacional. Esta danza ha ocupado el primer puesto en el Festival
Nacional de la Cumbia en El Banco y otros eventos regionales. A la muerte de su
primer director, quedó dirigiéndola Raúl Guerrero Rodríguez. Los cultores del
ritmo y baile Chandé, se inspiran en el Cazabe, tal es el caso de los
compositores nativos Eligio Castilla Rodríguez y Hugo Pabón Lobato.
El chandé es un aire musical
folclórico originario de la Costa Atlántica Colombiana. Es un ritmo alegre y
fiestero que hace parte de la idiosincrasia costeña y de los carnavales.
Proviene de la fusión de ritmos indígenas con la música negra africana y se
ejecuta de manera tradicional con una tambora, un tambor alegre, un tambor
llamador, flautas de millo o gaitas. Al ser interpretado por una orquesta, la
tambora sería reemplazada por un timbal (paila) o una batería, y los otros
tambores por congas. El ritmo chandé es casi lo mismo que Pajarito, Tambora,
Bullerengue; son bailes cantados que se ejecutan con tamboras, acompañados con
el paloteo y además es interpretado por mujeres, en donde participa una solista
y un coro de mujeres que le responden a la solista golpeando con las palmas de
la mano. Es un ritmo y un baile de índole popular que se realiza normalmente en
el mes de diciembre.
CANTOS FÚNEBRES: En marzo de 1823,
el médico naturalista y pintor francés Françoise Désiré Roulin, visitó a
Colombia en el periodo (1822-1828), para participar en la fundación del Museo
de Historia Natural y la Escuela de Minería. Partió de Santa Marta por mar y
remontó el Río Magdalena en un champán, desde donde captó en una acuarela el
velorio de un niño a la orilla del río. En la pintura, titulada "El Baile
del Angelito", frente a la puerta de una casa de bahareque, encima de una
mesa, se encuentra un niño muerto con las manos entrelazadas apretando un
crucifijo. A un costado, sentada y recostada a la pared, la madre entristecida
mira hacia un grupo de hombres y mujeres. En el grupo dos hombres negros bailan
al ritmo de una música producida por un tambor, una flauta y una quijada de
caballo que tocan tres hombres. Alrededor de los danzantes, cinco mujeres
acompañan cantando y tocando las palmas para que el alma del infante se vaya al
cielo. Es el típico Canto Fúnebre.
Cantos Fúnebres, son los empleados
por las comunidades afrocolombianas para acompañar el entierro o velorio de un
pariente. Por lo general se interpretan a capella, aunque muchas veces la parte
vocal es complementada por el toque de tambores. Se distinguen dos tipos: los
cantos de Lumbalú y la Zafra Mortuoria.
En el Lumbalú, la evocación del
muerto se hace rememorando los orígenes africanos de la comunidad, donde uno de
los ancianos del cabildo, pregona la muerte de quien ha fallecido. El pregón se
realiza para convocar a la comunidad al velorio mediante un toque especial del
tambor. Una vez que se ha reunido la gente, se inicia propiamente el
canto-lloro responsorial, en el que alternan el solista de voz prima y el coro.
Las palmas de las manos y los toques del tambor. Durante el Lumbalú las mujeres
bailan con pasos menudos alrededor del cadáver, ejecutando movimientos de
vientre e invocaciones con los brazos.
Zafras Mortuorias, tradición oral con
rituales de difuntos en el cementerio, donde las plañideras, responden en forma
de comentario o estribillo. Son Cantos sin ningún acompañamiento instrumental,
recitados en el contexto de entierros y excavación de sepulturas.
JORIKAMBA: La segunda leyenda
del caimán se da en las fincas de Joaquín de Mier, en los inicios del siglo
XVIII, sucede que Joaquín de Mier, en sus haciendas Papare y Garabuya,
cultivaba caña de azúcar; y allí trabajaba el negro Pedro Lince, marido de
Catalina Crespo, Reina de la Jorikamba (un baile y ritmo de los esclavos de la región).
Fue precisamente Pedro Lince, quien intentó salvarle la vida a Manuel Julián de Mier Rovira,
hijo de Don Joaquín de Mier Benítez, que un caimán lo devorara a orillas del Rio Toribio, ya que a los pocos días (finales de siglo XIX), falleció de las mordeduras en Santa Marta. Es
cuando Catalina Crespo, improvisa en ritmo de Jorikamba, los versos de la
segunda historia del caimán:
En la hacienda de Papare
Con gritos, sentimientos y afán
Un esclavo salvó al amo
Que lo atrapara un caimán
Fue a orillas del Rio Toribio
Que el negro Lince venció
Al maldito y artero animal
Que a Don Manuel asustó.
Jorikamba es un término africano que
significa libertad. Fueron esos negros esclavos que bailaban y cantaban en las
fincas Papare y Garabulla, de la población de Ciénaga, quienes inventaron en el
siglo XVIII, el ritmo y la danza Jorikamba. Jorikamba simboliza el viaje a
trabajo forzado, de un grupo de negros esclavos maltratados por su capataz. En
la danza aparece una hermosa y sensual mulata hechizando al capataz, logrando
de esta manera liberar a los esclavos.
BULLERENGUE: El bullerengue es
un ritmo alegre, lleno de energía y fuerza vital, que se fundamenta sobre los
golpes del tambor macho o llamador, y la marcación de palma, predominando la
herencia africana. El ritmo es acentuado, autónomo, con sonidos secos,
realizado por los tambores, sin ninguna derivación hacia la melodía. La
interpretación está a cargo de los hombres, quienes percuten los instrumentos y
participan del canto junto con las mujeres. Se establece un diálogo entre la
primera voz y un coro formado por las restantes. Se canta recurriendo al uso
continuo del laleo.
El compositor oriundo de Ciénaga,
Andrés Paz Barros, es considerado creador de una modalidad de este ritmo,
bautizado como Bullerengue Cienaguero, matizado en su canción “La Cañandonga”.
Paz Barros, es el autor de la versión original de la “Cumbia Cienaguera”,
inspirada en 1937, con el nombre de la “Cama Berrochona”.
El Bullerengue como danza es uno de
los ritmos musicales más adecuados para los bailes de coreografía, por su
sensualidad, por la forma en que las mujeres mueven las caderas; en donde salen
en filas coreando y tocando las palmas con las manos en altos, marcando el
compás con pasos muy cortos parecidos a los de la Cumbia. Danza que simboliza
la fertilidad femenina.
MAPALÉ: Ritmo que al
compás de tambores y caña de millo, se inicia la música y el baile frenético,
sensual y erótico. Ritmo acelerado y de constante palmoteo, con marcada
tendencia lúdica, que vino con los esclavos africanos durante la conquista de
América y penetrado por pescadores al Departamento del Magdalena. El conjunto
consta de tambor alegre, tambor llamador, guache o maracas y tambora, y ha sido
descrito también como ritmo del frenesí.
Como danza es un antiguo ritual de
pesca que se llevaba a cabo a orillas del mar en las noches alumbradas por
grandes hogueras donde los tambores rimando con el fragor de las olas tocaban
locamente para que las mujeres negras se entregaran al baile dancístico,
caracterizado por sus movimientos frenéticos y su alto contenido erótico. Se
baila en parejas y exige mucha habilidad de parte de los danzantes, en donde
los bailarines se sienten atraídos por algo inexplicable que parece salir de
los golpes del tambor o el agudo sonido de una caña, hasta hacerlos caer
literalmente hablando, en un desenfreno de pasión, de deseo carnal.
LEYENDA VALLENATA: El género musical
vallenato es originario del Magdalena. Se interpreta tradicionalmente con tres
instrumentos: El acordeón diatónico, guacharaca y caja. Los ritmos esenciales
son paseo, merengue, puya y son. El vallenato también se interpreta con
guitarra y con los instrumentos de la cumbia, en cumbiambas y grupos de millo.
Las melodías de estos cantos se interpretaron primero con la flauta de caña de
millo; a ella se sumaron la caja, tambor pequeño, y la guacharaca. A mediados
del siglo XIX, el acordeón llegó a Colombia y los campesinos del Magdalena, lo
incorporaron a sus expresiones musicales, y paulatinamente fue sustituyendo a
la flauta, hasta convertirse en el instrumento principal del conjunto típico
vallenato.
PUYA: Es una tonada afín
al ritmo de la Cumbia, su tratamiento es más simple y acelerado. En su
ejecución musical no se permite que el bombo suene de forma plena; el efecto se
consigue silenciando o tapando, con la palma de la mano, de manera alternada,
el parche opuesto a aquél que se percute con la baqueta o porra. A raíz de
esto, suele recibir el nombre de Porro Tapao. Se toca con tambora, clarinete,
flauta de millo, Tambor, llamador (macho), tambor alegre (hembra). Como danza
callejera, es conocida en el Magdalena Grande desde 1885, como expresión
regional de ambiente fiestero, con movimiento en las caderas moderado y
rítmico. Se baila con parejas sueltas, y generalmente carece de coreografía.
Las actitudes tanto de mujeres y hombres es de vivacidad.
FANDANGO: Es un ritmo
instrumental bailable, en ocasiones es cantado, tocado en sus orígenes con
instrumentos de viento fabricados de la caña de la papaya, de ahí el término
despectivo Papayeras. Su mejor ejecución es con conjuntos de bandas, conformado
por clarinete, platillo, redoblante, trompeta, caja, bombo.
CHALUPA: Ritmo que lleva
las mismas características organológicas del Bullerengue, donde intervienen
instrumentos como tambor alegre, tambora, llamador, guacharaca, maracas y, en
algunas ocasiones, se introduce, el guasa. Es una de las variantes de la
Cumbia, de métrica más rápida y de contenido alegre y excitante. En la chalupa,
la melodía y el canto quedan en un plano complementario, dando realce al
jugueteo rítmico de los tambores.
PORRO: Variante de la
Cumbia. En términos musicales de su ascendiente la métrica de dos cuartos,
característica de su acento africano. Ritmo musical alegre y fiestero, propicio
para el baile en parejas, se ejecuta en compás partido. El Porro tradicional se clasifica en
dos categorías: Tapao y Palitiao. El “Palitiao”, toma su nombre por la forma
como se golpea con el percutor una tablilla incorporada al aro del bombo o
externa a este. Esto ocurre al momento en que el bombo queda en silencio y el
clarinete toma el rol protagónico. El Porro Tapao, se encuentra estructurado
por cuatro partes: danza, porro, bozá, danza.
CANTO DE BOGA: A finales del siglo XVI e inicios del XVII ya era notoria la disminución de la población indígena, debido a las duras condiciones de trabajo a las que fueron sometidos los indios dentro de la boga a lo largo del Río Magdalena. Así que por necesidad empezó a introducirse lentamente la mano de obra esclava en el servicio del transporte, es cuando se inicia la boga esclava y cuando aparecen los cantos de laboreo a capella. El Canto de Boga, está asociado a las labores de navegación, inspiración de los negros mientras reman sobre el agua, para acompañar la soledad de ríos ciénagas y caños. El Canto de Boga, hace parte de una tradición milenaria, en donde el sonido del remo batiendo el agua o chocando contra la madera, es suficiente para dar vida a ritmos que acompañan al cantor africano.
6. INNOVADORES
DE LA CUMBIA COLOMBIANA.
Liliana "Li" Saumeth.
reina de la electrocumbia.
AIRES Y FLAUTAS DE LA CUMBIA: La caña de millo,
flauta de millo o pito atravesao es un instrumento musical aerófono de origen
indígena utilizado en la Cumbia; fabricada con caña de carrizo (planta gramínea
con tallo largo), corozo, millo, maíz, sorgo; formando un tubo abierto en los
extremos, con una lengüeta vibrante cortada del mismo tubo y con cuatro
orificios digitales. Se ejecuta de manera transversal y es utilizada por grupos
de música tradicional llamados "Grupos de Millo".
La caña de millo es diatónica y
ditonal, para su ejecución se utilizan dedos y garganta. Una de las características
diferentes en la ejecución de la caña de millo, es el garganteo que se hace con
la garganta. Ocurre que hay tonadas que necesitan un bemol o un sostenido, y
eso solo se hace con el garganteo.
El kúisi, o gaita es un instrumento
de viento construido a partir de tubos de cactus como el cardón o la pitahaya;
el cactus es una planta milenaria que sobrevive en cualquier clima y que,
además, purifica el aire y despoja el ambiente de las ondas magnéticas. También
los primitivos utilizaban flautas de huesos.
Del ritmo Cumbia, los milleros del Magdalena, sacan los siguientes
aires: Cumbia Maya o Indígena, se caracteriza por su lentitud; Porro Recogido,
también es indígena y se caracteriza por ser sus frases musicales mucho más
cortas y se tocan en registros graves; Cumbia Popular, es la que se interpreta
en toda la Región Caribe y que tiene mayor presencia en el Carnaval de
Barranquilla; y el Perillero, es un ritmo más rápido.
EVOLUCIÓN DE LAS FLAUTAS: La flauta ha
tenido su evolución, primero los indígenas empezaron con flautas de millos, de
carrizo, gaitas de cardón y flautas de huesos de seres muertos. En las décadas
de 1930 y 1940, se hace sentir el clarinete en las cumbias ejecutadas por las
orquestas, sobre todo la orquesta de Lucho Bermúdez, que mete el ritmo bailable
en las fiestas de la alta sociedad colombiana.
En Plato, Manuel “Mane” Arrieta a
mediados del siglo XX, cambió la caña de millo por caña de corozo. En
Guacamayal, a finales de siglo XX, el ejecutor de gaitas Victorio Cassiani, hizo
historia utilizando instrumentos construidos en tubos de P.V.C, donde la gaita
adquirió una sonoridad más consistente. El grupo Los Molineros de Playas
Blancas, corregimiento de Guamal, desde finales del siglo XX, no utilizan la
flauta de millo, ni clarinetes, ni cornetas; sino la corona del molino de moler
maíz, como instrumentos de viento, a través de los cuales expresan obras
clásicas de la cumbia. El samario Ailan Katich Manjarrés Wong, en el año 2015,
utiliza la flauta fabricada del árbol cedro.
EULALIO MELÉNDEZ Y LA FUSIÓN DE LA
JORIKAMBA: El cienaguero Eulalio Meléndez, es considerado el gran músico del
Magdalena Grande en el siglo XIX. En 1870, adaptó al pentagrama la Jorikamba;
ritmo y baile, que los negros de las haciendas Papare y Garabuya, cantaban y
bailaban gritando, ¡Jorikamba! Después en 1880, Eulalio Meléndez, fusiona el
ritmo Jorikamba, con la Cumbia, dando como resultado la música de los versos
del Caimán Cienaguero del 20 de enero, día de San Sebastián. Se puede
considerar como la primera fusión musical de un ritmo negroide con la Cumbia.
ESPLENDOR DE LA CUMBIA COLOMBIANA: En las décadas de
1930 y 1940, las orquestas colombianas y conjuntos vallenatos, empiezan a
interpretar en su repertorio canciones en ritmo de cumbia; pero fue en la
década de 1950, cuando se alcanza el esplendor de la Cumbia, periodo dorado que
tuvo vigencia hasta la década de 1970. Su música alegre cautivó a la juventud y
a los músicos de la época, quienes se encargaron de hacerles innovaciones, creando
nuevos ritmos como el Merecumbé, (combinación de Cumbia, con Merengue);
Patacumbia, (fusión del Pata-Pata africano, con Cumbia); Macumbia, (fusión de
Cumbia, con Mapalé).
Francisco “Pacho” Galán (1906-1988),
oriundo de Soledad, crea el ritmo Merecumbé, una combinación de la Cumbia
autóctona, con el Merengue. Lucho Bermúdez (1912-1994), oriundo del Carmen de
Bolívar, crea el ritmo Patacumbia, una fusión del Pata-Pata africano, con la
Cumbia. Francisco Zumaqué Nova (1915-1992), natural de Montería, crea el ritmo
Macumba, una fusión de Cumbia y Mapalé; Macumba, cuyo significado es tambor; es
también un género musical africano. Francisco Zumaqué Gómez: nacido en 1945, en
Cereté, hijo de Francisco Zumaqué Nova; en la década del ochenta crea el ritmo
Macumbia, la misma fusión de Macumba.
Paradójicamente, después de ese gran
momento de difusión de la Cumbia, comprendido entre 1950 y 1970, la Cumbia
decae, se deja de producir comercialmente y queda relegada a eventos
folclóricos como el Carnaval de Barranquilla. Muchos países han adoptado la
Cumbia colombiana, ellos son: Cumbia Argentina, hay en este país un subgénero
musical llamado “Cumbia Villera”. Cumbia boliviana, Cumbia panameña, Cumbia
chilena, Cumbia peruana, Cumbia ecuatoriana, Cumbia mexicana, Cumbia salvadoreña,
Cumbia venezolana, Cumbia paraguaya.
En 1982, cuando Gabriel García
Márquez, ganó el premio Nobel de Literatura, dijo que quería celebrarlo en
Estocolmo con cumbia y vallenato, deseo que fue cumplido por el Ministerio de
Cultura. En el año 2006, la Academia de Artes y ciencias de la Grabación, con
sede en Miami, creó la categoría del Grammy Latino, en la modalidad de
cumbia-vallenato.
TECNOCUMBIA O TECNOTROPICAL: A finales de 1980
y principios de 1990, se empezó a popularizar una tendencia musical mezcla de
elementos electrónicos, como el Rap y el Hip-Hop, con el merengue y algunos
elementos de cumbia colombiana, creando lo que se conoció con el nombre de
Tecnocumbia o Tecnotropical. Algunos exponentes de éste estilo musical fueron
Los Tupamaros y Rodolfo Aicardi.
CARLOS VIVES Y EL TROPIPOP: El samario Carlos
Vives, desde la década de 1990, rescata la música de la provincia, mezclando la
instrumentación moderna, con la gaita indígena; dando como resultado el
Tropipop, una fusión de Rock y Pop, con cumbia, vallenato, salsa y merengue. El
Tropipop, nace en 1993, cuando Carlos Vives, grabó el álbum “Clásicos de la
Provincia”, siguió la fusión con los álbumes “La Tierra del Olvido” y “Tengo
Fe”.
MANE ARRIETA Y SU FLAUTA DE COROZO EN
PLATO: Antaño era costumbre de Manuel “Mane” Arrieta, tocar 4 días durante el
mes de diciembre de cada año, en el mercado público de Plato. Alrededor de la
agrupación se armaba el baile de cumbia, en donde las mujeres con su paquete de
velas encendidas, saltaban con sus escotes, su moño y una rosa roja prendida en
la cabeza.
Con su grupo de musical llamado Unión
Colombia, participó en todas las ferias y festivales de la región. Tocaba su
flauta de corozo a todo pulmón como si estuviera amplificada por algún equipo
reproductor, que para él, era mejor que la flauta de millo. Logró grabar dos
temas que le dieron la vuelta al mundo “El Grillo” y “La Zorra”.
Se quedó en Barranquilla y le puso el
sabor al carnaval de esa ciudad, hasta que murió el 6 de febrero de 1998. En el
año 2015, el alcalde municipal de Plato, rinde homenaje a su nombre, con el
Centro de Integración Ciudadana Manuel "Mane" Arrieta, proyecto que
consiste en la construcción de un gran escenario deportivo. Su grupo se
mantiene, lo lleva su hijo el flautero, Jerónimo Arrieta Llerena, acompañado de
su hermano Severo Arrieta Llerena, uno de los mejores maraqueros.
LI SAUMETH, REINA DE LA
ELECTROCUMBIA: Nació en 1980 en Santa Marta, vocalista desde el 2006, de la agrupación
musical Bomba Estéreo. Liliana Saumeth, es un referente de la música
colombiana, ya que la mezcla de Cumbia y Rap, se revela en su estilo. Su música
no es otra cosa que pura cumbia electrónica, involucrada en este proyecto por
el músico y publicista de profesión Simón Mejía, piezas centrales de banda
Bomba Estéreo.
De familia plateña, nacida en Santa
Marta en 1979. Se forjó con canciones como “Huepajé”, en Volumen 1, y “Fuego”,
trabajos discográficos que preceden a “Elegancia Tropical”, álbum este que la
banda lanzó en el 2012, ganando Disco de Oro en Colombia. Antes de ser
vocalista de Bomba Estéreo, ya había cantado en una banda de reggae, y una
herencia musical la antecedía: Su abuela materna Toña Ávila, era conocida como
“La Voz de Oro de Aracataca” y su abuelo paterno fue miembro fundador de la
Orquesta Saumet y sus Plateños, en Plato, Magdalena. Carlos Franco, su tío,
tuvo una comparsa en el Carnaval de Barranquilla, cuyo tamborero era el famoso
palenquero “Batata”.
ALAIN MANJARRÉS WONG, Y SU GRUPO BOZÁ
NUEVA GAITA: Bozá Nueva Gaita, es una agrupación musical que propone una
interpretación contemporánea de la gaita, incorporando a su formato típico
nuevos elementos sonoros como la guitarra, el bajo, y la batería, formando un
diálogo con la música popular de la Costa y la música universal, sin desvirtuar
el espíritu de la gaita tradicional. Es decir el grupo propone una
interpretación contemporánea de la gaita, al heredar el uso de la gaita en
cedro con curvas debido a su comodidad y su potente sonido. El trío ha llevado
este tipo de gaitas a países como México, República Dominicana y Francia.
Nace en Barranquilla, en el 2008,
creado por un grupo de jóvenes identificados con la gaita y su director es
Alain Leang Manjarrés Wong; un gaitero nacido en el barrio Pescaito de Santa
Marta, que se ha destacado a nivel internacional, tras su participación en los
festivales NuisMetis en Miramas y Oasis Bizzarnomada en Dieulefit en Marsella
Francia. Alain, es uno de los pocos gaiteros que se le ha medido a interpretar
el Minuet and Badinerie de Johann Sebastián Bach en gaita. Tuvo su primera
participación en el Festival Nacional de Gaitas Francisco Llirene de Ovejas,
Sucre. Integrantes del grupo son: Gaita hembra y dirección musical, Alain Leang
Manjarrés Wong; gaita macho y maraca, Ailan Katich Manjarrés Wong; percusión,
Josué Jiménez; batería, Andrés Gutiérrez; guitarra, Jorge Guerrero; bajo,
Ronald Maury.
7. FUSIÓN
DE ACORDEÓN Y CUMBIA.
Carmelo Torres.
Acordeón cumbia.
EL ACORDEÓN EN LA CUMBIA: El acordeón que
fue inventado en Alemania, en 1829, entró al territorio costeño en goletas de
contrabando; y a partir de 1850, aparecen los cantores populares, tocando
acordeón e integrándolo al mestizaje musical, llamado cumbia, en todo el
Departamento del Magdalena. De este modo los músicos primitivos, acogen con
entusiasmo el recién llegado instrumento europeo, porque con el acordeón el
intérprete asume un doble papel: Toca y canta a la vez, dejándoles la boca
libre para lucirse con el canto. Lo que no ocurría con instrumentos nativos
como la flauta, la gaita, que les impedía tocar con las manos el instrumento y
vocalizar la canción.
De la cumbia y las cumbiambas que
existieron en la ribera oriental del Rio Magdalena, y que existieron en casi
todo el Departamento del Magdalena, se originan los ritmos de la música
vallenata. Con razón el investigador Tomas Darío Gutiérrez Hinojosa,
manifiesta:
- “Que es lo mismo decir cumbia, merengue o cumbiamba, ya que el merengue, la cumbia o la cumbiamba estuvieron constituidos por una ceremonia festiva de rancia estirpe popular donde gaiteros, tamboreros y guacharaqueros se situaban en un lugar adecuado para que los asistentes bailaran a sus alrededores; lo curioso es que fue aquí donde parece haberse pactado la actual trifonía vallenata o, más bien, en donde la trifonía existente desde los tiempos precolombinos, en manos de los Chimila, reemplazó al carrizo por el acordeón ……….Aparte de esto se ha constatado la existencia, en tiempos pasados, de un especial genero cantoril llamado merengue, antecesor del actual y que prevaleció en manos de los cantores solistas de nuestros caminos y veredas que siempre entonaron hermosamente, décimas, sones, merengues y cantos de gaita y vaquería”
- “Que es lo mismo decir cumbia, merengue o cumbiamba, ya que el merengue, la cumbia o la cumbiamba estuvieron constituidos por una ceremonia festiva de rancia estirpe popular donde gaiteros, tamboreros y guacharaqueros se situaban en un lugar adecuado para que los asistentes bailaran a sus alrededores; lo curioso es que fue aquí donde parece haberse pactado la actual trifonía vallenata o, más bien, en donde la trifonía existente desde los tiempos precolombinos, en manos de los Chimila, reemplazó al carrizo por el acordeón ……….Aparte de esto se ha constatado la existencia, en tiempos pasados, de un especial genero cantoril llamado merengue, antecesor del actual y que prevaleció en manos de los cantores solistas de nuestros caminos y veredas que siempre entonaron hermosamente, décimas, sones, merengues y cantos de gaita y vaquería”
CUMBIAS CON ACORDEÓN: Hay muchas Cumbia,
grabadas con acordeón desde las primeras décadas del siglo XIX, como las
siguientes:
“La Sabrosita”: Interprete y autor
Pacho Rada, grabada en los estudios de La Voz de la Patria de Barranquilla, en
el año 1938.
“La Cumbia Cienaguera”: Autores,
Esteban Montaño, Andrés Paz Barros y Luis Enrique Martínez. Intérpretes:
Acordeón y canto Luis Enrique Martínez; tambora de entrada, José Benito Barros
Palomino; voces femeninas, Las pueblanas; Rafael Mejía, en la caja; Carlos
Vélez, en la guacharaca y Juan Madrid en la guitarra. Grabada en Discos
Fuentes, año 1951.
"Cumbia Sampuesana":
Composición del maestro del acordeón Joaquín Bettín, oriundo de Sampués Sucre.
Fue grabada en 1952, por su autor en Discos Fuentes de Cartagena. Luego la
grabó el Rey Vallenato Alberto Pacheco y la internacionalizó el conjunto de
Aniceto Molina.
"Remolino de Oro", también
conocida como "Manito Uribe": Grabada con el acordeón de Abel Antonio
Villa, en la década de 1950.
“Cumbia Sanjacintera”: Grabada en
1953, por Andrés Landero, en el sello Curro de Cartagena.
“La Negra Micaela”: Grabada por
conjunto Los Vallenatos del Magdalena, con la voz de Roberto Román y el
acordeón de Aníbal Velásquez, en 1953.
“El Pañuelo”: Grabada en 1955, por
Alejandro Durán, en el sello Popular de Barranquilla.
“Cumbia Zambranera”: De la autoría de
Cesar Castro Jerez, oriundo de Zambrano Bolívar y grabada por Alfredo Gutiérrez
en 1960.
“San Jacinto”: Cumbia instrumental,
grabada en 1964 por el Rey Vallenato Alberto Pacheco.
"El Pájaro Sinsonte": Cumbia grabada en Phillips, por Abel Antonio Villa, en el año 1968.
"El Pájaro Sinsonte": Cumbia grabada en Phillips, por Abel Antonio Villa, en el año 1968.
EL ACORDEÓN CUMBIA DE CARMELO TORRES: Carmelo Torres
nació en Plato Magdalena el 13 de marzo de 1951, pero sanjacintero de corazón.
En el año 1969 viajó, junto con el músico Humberto Morales, a San Jacinto,
Bolívar. Allá conoció a Andrés Landero, “El Rey de la Cumbia”, quien le enseñó
los secretos de su interpretación hasta el punto que hoy se le reconoce como su
heredero. Tocador de Cumbia con acordeón desde 1972, reconocido como “El
Acordeón de los Montes de María”. También aprendió la música de su padre, que
tocaba gaita en Carmen de Bolívar.
En San Jacinto se juntó con Adolfo Pacheco, de quien sería acordeonero por cinco años, y, eventualmente, también colaboró con los Gaiteros de San Jacinto, interpretando “La Cumbia Arnulfa Elena”. Ha participado en varios festivales de la región, ha recorrido diversos países llevando la música colombiana y ha realizado varias grabaciones, una de las cuales, con Los Gaiteros de San Jacinto. Famosos son Los Gaiteros de San Jacinto, fundados por Toño Fernández en 1950 en San Jacinto Bolívar, pueblo de muchos vínculos con el Departamento del Magdalena.
En San Jacinto se juntó con Adolfo Pacheco, de quien sería acordeonero por cinco años, y, eventualmente, también colaboró con los Gaiteros de San Jacinto, interpretando “La Cumbia Arnulfa Elena”. Ha participado en varios festivales de la región, ha recorrido diversos países llevando la música colombiana y ha realizado varias grabaciones, una de las cuales, con Los Gaiteros de San Jacinto. Famosos son Los Gaiteros de San Jacinto, fundados por Toño Fernández en 1950 en San Jacinto Bolívar, pueblo de muchos vínculos con el Departamento del Magdalena.
8. PACHO RADA
Y PRIMERA GRABACIÓN DE UNA CUMBIA.
LA RADIO: Con la llegada de
la radio a partir de 1920, la música en vivo en las fincas y en las cantinas
pierde vigor. Los acordeoneros asimilan los cambios que impone la radio, por
eso es que Pacho Rada, olvida su mula, su caballo y con su acordeón marca
“Gloria”, de dos teclados en 1937, se embarca en el vapor Santa Helena, con
destino a Barranquilla; ciudad donde existen emisoras, que llegaban con sus
ondas hertzianas, a los lugares urbanos y rurales. Estando en Barranquilla, se
aloja por largo tiempo en casa del músico bolivarense Ángel María Camacho y
Cano, quien lo contrata por una larga temporada, para que diariamente
interpretara sus composiciones en vivo y en directo en el programa "De
Todo un Poco", que él dirige, en la emisora La Voz de la Patria. El
programa resultó todo un éxito, ya que duró el maestro del acordeón, año y
medio animando en forma diaria con sus canciones el programa barranquillero.
GRABACIÓN PRIMERA CUMBIA: Durante su
permanencia en el programa radial, el maestro Pacho Rada, por insinuación de
Ángel María Camacho y Cano, graba en los estudios de La Voz de la Patria, un
primitivo acetato de 78 R.P.M, con dos temas: El son “El Botón de Oro” y en la
otra cara, la cumbia de su autoría “La Sabrosita”. Como nota curiosa, es la esposa de Ángel María Camacho y Cano, quien acompaña a Pacho Rada con la guacharaca, en las grabaciones.
Esta primera grabación tuvo escasa difusión, ya que fue una copia para uso exclusivo de la emisora, con fines no comerciales. Hay que aclarar que hacía 1937, aparecieron los discos de acetato, que permitían una grabación rápida, la cual no necesitaba tratamiento químico. Eran estos discos de acetato los que utilizaban las emisoras. Su principal inconveniente era que solo duraban cinco o seis reproducciones. Podemos afirmar entonces, que no solo fue Pacho Rada, la primera persona en grabar música de acordeón en Colombia, con fines no comerciales; sino el primero, en grabar la primera cumbia y el primero, en llevar la música vallenata a la radio.
Esta primera grabación tuvo escasa difusión, ya que fue una copia para uso exclusivo de la emisora, con fines no comerciales. Hay que aclarar que hacía 1937, aparecieron los discos de acetato, que permitían una grabación rápida, la cual no necesitaba tratamiento químico. Eran estos discos de acetato los que utilizaban las emisoras. Su principal inconveniente era que solo duraban cinco o seis reproducciones. Podemos afirmar entonces, que no solo fue Pacho Rada, la primera persona en grabar música de acordeón en Colombia, con fines no comerciales; sino el primero, en grabar la primera cumbia y el primero, en llevar la música vallenata a la radio.
GRABACIONES DE OTRAS CUMBIAS: Lucho Bermúdez
(1912-1994), oriundo del Carmen de Bolívar, hizo que la Cumbia se convirtiera
en bandera de la música colombiana a nivel internacional desde la década de
1940. Primero se dedicó a conocer los ritmos de la música del caribe
colombiano, para adaptarlos a su orquesta; fue a comienzos de esta década, que
conoció la organización de una cumbiamba, y allí mismo viendo a una negra
bailando con los pies descalzos sobre la arena, tuvo la inspiración para su primer
éxito llamado "Prende la Vela"; que podría considerarse la canción
iniciadora de cumbia con orquesta. En 1946 realiza su primera salida
internacional a Buenos Aires Argentina, país donde grabó en la casa disquera
RCA Víctor; temas cumbiamberos como: "Cumbia Colombiana” y "Danza
Negra". Hay que tener en cuenta que Lucho Bermúdez inició su vida musical
en Aracataca y Santa Marta, poblaciones donde aprendió a tocar el clarinete y
organizó sus primeras agrupaciones.
Luis Carlos Meyer (1916 - 1998),
cantante barranquillero, que a principios de los años de 1940, lleva la cumbia
a Bogotá. En 1943 se radicó en México, donde se le considera el introductor de
la cumbia colombiana que dio origen a la cumbia mexicana. En ese país grabó en
la década del cincuenta, la primera cumbia fuera de Colombia, “La Cumbia
Cienaguera”.
“La Cumbia Cienaguera”, grabada en
Discos Fuentes, en 1951, cuyos autores son: Esteban Montaño, Andrés Paz Barros
y Luis Enrique Martínez. Intérpretes: Acordeón y canto Luis Enrique Martínez.
Tambora de entrada: José Benito Barros Palomino. Voces femeninas: Las
pueblanas. Rafael Mejía, en la caja; Carlos Vélez, en la guacharaca y Juan
Madrid en la guitarra.
A comienzo de los cincuenta, el
acordeonero Abel Antonio Villa, grabó la cumbia "Remolino de Oro",
también conocida como "Manito Uribe". También a principios de los
años de 1950, el maestro Lucho Bermúdez había lanzado "Danza Negra",
una cumbia cantada por Matilde Díaz. Llamada la "Cumbia Colombiana",
debido al enorme éxito que tuvo la canción.
En 1953, se lanza
"Flamenco" una cumbia compuesta por el soledeño Efraín Mejía Donado.
Ese mismo año de 1953, Andrés Landero, evidenció su maestría en el sello Curro
de Cartagena, con la “Cumbia Sanjacintera”.
El conjunto “Los Vallenatos del
Magdalena” con la voz de Roberto Román y el acordeón de Aníbal Velásquez, en
1953, llevaron al acetato “La Negra Micaela”, una alegre y melodiosa cumbia.
A principios de 1955, aparece Juan
Corralito, con su “Conjunto Cumbia” de la población de Galapa, grabando una
cumbia. Durante este mismo tiempo, surgió la cumbia “Once de Noviembre",
grabada por Antonio Lucia Pacheco, maestro y eminencia del folclor a quien se
le rinde tributo con el “Festival Regional de Cumbia Antonio Lucía Pacheco” en
la plaza principal de Soledad Atlántico. En 1955 Alejandro Durán, en el sello
Popular de Barranquilla, graba la cumbia “El Pañuelo”.
En unas escenas de la película
"Llamas Contra El Viento", filmada en 1955; aparecen algunas imágenes
grabadas en Cartagena, en una temporada de Carnaval. Los bailes que se muestran
son ejecutados por el grupo de Danzas de Delia Zapata Olivella. En la película
se puede apreciar la versión que presentan de la famosa "Cumbia
Sampuesana", interpretada por un conjunto de acordeón.
La internacional "Cumbia Sampuesana",
composición del maestro Joaquín Bettín, oriundo de Sampués Sucre, fue grabada
en 1952, por su autor en Discos Fuentes de Cartagena, con el acordeón del rey
vallenato Alberto Pacheco. Luego fue internacionalizada por el conjunto de
Aniceto Molina.
En la década de 1960, aparece la
cumbia “Colombia Tierra Querida”, de la autoría de Lucho Bermúdez; de igual
manera “Yo me Llamo Cumbia”, ideada por Mario Gareña. En 1960, Alfredo
Gutiérrez, graba la cumbia “Zambranera”, de la autoría de Cesar Castro Jerez, oriundo
de Zambrano Bolívar. Aparecen las cumbias "Las Cinco Notas", de Los
Gaiteros de San Jacinto y "Las Tres Marías" interpretada por Catalino
Parra (de Soplaviento Bolívar), grabadas en 1964. De la misma manera el rey
vallenato Alberto Pacheco, graba la cumbia instrumental “San Jacinto”. La
orquesta del cienaguero Jesús Nuncira Machado, fue la encargada de grabar en
1964, el rotundo éxito "Los Amores de Petrona". Cumbión de la autoría
del cachaco residenciado en El Banco, Julián Pérez Carvajalino.
La cumbia "La Piragua",
según su autor José Barros, fue inspirada en su niñez, a comienzos de los años
20; empezó a escribirla a finales de los años 40 y la terminó en 1967 en
Bogotá. El Maestro llegó en 1969, al Festival Vallenato y conoce a Luis Uribe y
sus compañeros Walberto Villamil y Ricardo Roncallo, integrantes del “Trío Los
Inseparables” de Valledupar, quienes se encargan de hacer la primera versión;
canción que graban en un disco de 45 revoluciones por minuto, prensado por el
sello Discos Tropical de Barranquilla. En ese mismo año Gabriel “Rumba” Romero
(De Sabanalarga, Atlántico), la graba con su orquesta Los Black Stars, en los
estudios Sonolux de Medellín y la hace éxito a nivel nacional e internacional.
"La Pollera Colorá", fue
compuesta originalmente en versión instrumental en 1960 por Juan Bautista
Madera Castro, clarinetista de la Orquesta de Pedro Salcedo, de la cual el
plateño Wilson Choperena, era el cantante. La melodía convertida en éxito en
Barrancabermeja, se interpretó sin letra durante varios meses, al cabo de los
cuales Choperena le puso letra con el permiso de Madera, oriundo de Sincé
Sucre. La canción fue registrada ante el Notario Primero del Circuito de
Barrancabermeja, el 24 de octubre de 1962, por Wilson Choperena en calidad de
autor de la letra, y Juan Bautista Madera como autor de la música.
A mediados de 1960 se hizo una
grabación rudimentaria en Radio Pipatón de Barrancabermeja; posteriormente se
grabó otra versión en un estudio de Medellín. La Orquesta de Pedro Salcedo,
viajó en 1961 a grabar en Barranquilla, con el sello Discos Tropical; con
Wilson Choperena, como cantante y Juan Madera, en el clarinete. Esta fue la
versión definitiva de la cumbia, que le dio la vuelta al mundo, grabada en
acetato en un disco de 78 RPM.
En 1973, Chico Cervantes, se luce con “Cumbia de la Paz”, cumbia grabada por varias orquestas de Colombia.
En 1973, Chico Cervantes, se luce con “Cumbia de la Paz”, cumbia grabada por varias orquestas de Colombia.
EL CARNAVAL DE SANTA MARTA: El 7 de noviembre
del año 2003, es declarado el Carnaval de Barranquilla, patrimonio inmaterial
de la humanidad. Son los miembros de la Unesco, en las investigaciones para tal
fin, quienes se dan cuenta que en 1580, ya se realizaba carnaval en la ciudad
de Santa Marta, en unos informes de indias encontrados en Sevilla España. Con
razón se describe en un libro publicado en el año 1742, de la autoría del
Alférez Real Don José Nicolás De La Rosa, titulado La Floresta de la Santa
Iglesia Catedral de la Ciudad y Provincia de Santa Marta, que:
- "En 1678 llega a la ciudad el
obispo Sr. Dr. D. Diego de Baños y Sotomayor y en 1681 es Gobernador y Capitán
General el Maestre de Campo D. Pedro Gerónimo Royo de Arce, conociendo el
primero de la devoción del segundo y de todo el vecindario de Santa Marta a
esta soberana imagen de la Concepción, y que el jubileo de las cuarenta y ocho
horas, concedió para las Carnestolendas, con el Santísimo Sacramento patente,
casi se perdía su fruto, deseoso de que se lograse generalmente por sus
feligreses este tesoro, lo transfirió a los tres primeros días de la festividad
de esta Señora, y así en los días 8, 9 y 10 de Diciembre".
Antaño víspera de carnavales de San
Agatón, se realizaban ruedas de cumbiambas en Mamatoco, en la plaza central a
la entrada de la iglesia. Ruedas de cumbiambas alrededor de la Varasanta, palos
estos que se sembraban para la ocasión, en donde se danzaba toda la noche al
son de tamboras y cañamilleros. De la misma manera La Noche de Cumbia del Club
Santa Marta, es un desfile de tradición en tradición, donde la soberana de la
fiesta carnavalera pone a bailar a todos los socios del club, quienes lucen
polleras o trajes de cumbia de diferentes colores.
De modo que el carnaval y los eventos
de carácter festivo-religiosos, que desde finales del siglo XVI, se daba en los
pueblos ribereños, Ciénaga y Santa Marta, influyeron en la difusión de la
Cumbia y los Bailes Cantao; carnaval de origen europeo, traído a la Provincia
de Santa Marta por españoles y portugueses, antes de 1681, como se confirma en
La Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad y Provincia de Santa
Marta. El nacimiento del Carnaval de Barranquilla en 1876, es producto de esa
cultura musical originaria del Magdalena, que emigró hacía allá buscando mayor
vitrina, que se nutrió de la población de Sitionuevo, con los bailes de negros;
de Ciénaga hasta Plato, con los bailes del caimán; de Santa Marta y Gaira, con
el Paloteo, la Guacherna, la Tambora y los capuchones; de El Banco, Guamal, San
Sebastián, San Zenón y Pinto, con las pilanderas y cumbiambas; de El Piñón, con
los monos y capuchones; de Ciénaga, con el Bullerengue; de Salamina y Cerro San
Antonio, con el Son Pajarito.
CUMBIA EN GAIRA: El diplomático
sueco Carl August Gosselman, en sus memorias tituladas “Viaje a Colombia 1825 y
1826”, sobre la música en la población de Gaira, expresa que por la tarde se
preparaba un gran baile indígena en donde la pista era la calle, limitada por
un estrecho círculo de espectadores que rodeaban a la orquesta y los
bailarines.
En 1916, los samarios Luis Miguel
Rivas, Vicente Angulo, Santos Narváez y José Redondo, fundaron una danza
guerrera masculina que llamaron “Paloteo de Gaira”. Danza de carácter guerrero,
que simboliza primordialmente la lucha entre las naciones para la independencia
del yugo español, en donde los danzantes portan una especie de bastón de
madera, con los que se defendían en la lucha y pronuncian versos alusivos a su
país mientras ondean sus banderas.
CUMBIAMBEROS SAMARIOS: La gaita indígena
ha perdurado en el tiempo, sobre todo en los indios Kogi, de la Sierra Nevada
de Santa Marta, que siguen tocando sus gaitas. En uno de sus escritos de
historia, cuenta Edgar Rey Sinning, que en la Santa Marta de 1870:
- “Por todas partes se oían las músicas de viento, las filarmónicas, los acordeones, las gaitas, las cumbiambas y de media noche en adelante los pilones”.
- “Por todas partes se oían las músicas de viento, las filarmónicas, los acordeones, las gaitas, las cumbiambas y de media noche en adelante los pilones”.
Se destacan en Santa Marta desde
comienzos de siglo XX orquestas y personajes cultores de la Cumbia, como la
Banda Chupacobre, integrada por los hermanos Gumersindo, Chan y Manuel Agustín
Calderón, quienes deleitaba a los samarios en el camellón y en todos los bailes
y parrandas de la ciudad. El nativo Manuel Bravo, cumbiambero, parrandero y
carnavalero, acompañado de los reconocidos Roberto Linero Castro y Agustín
Angulo.
Más tarde apareció Cantina y Combo,
que sus orígenes se remonta al año 1948, cuando varios samarios liderados por
Oswaldo Alarcón Gómez, conforma en compañía de sus parientes Alejandro Campo
Gómez, José francisco Campo Gómez, y Lucho Campo Gómez, la orquesta que primero
fue llamada Cantina y sus Muchachos y luego Cantina y su Combo. Todos los
integrantes de la orquesta nacieron en el barrio Obrero, sector donde se
amistaron con el profesor Donaldo Yance, quien les prestaba los instrumentos
musicales, y así empezaron a tocar Cumbia, Guaracha, Bolero, Merengue, Paseo,
etc. Una de sus canciones de mucho éxito fue “Santa Marta Cumbia”, grabada en
1970.
Aquiles Lanao Cotes, acordeonero y
compositor samario, se destacó en la música a principios del siglo XX, una
gaita de su autoría titulada “Santa Marta”, fue grabada en 1964, por la
orquesta venezolana Los Melódicos. De igual manera había en la Santa Marta de
los años cuarenta y cincuenta un cañamillero de nombre Eduardo Salamina, que se
hizo famoso en la tambora de Francisco Yanes “Matey”, especialmente en el
barrio Pescaito. Más adelante en la década de 1970, “El Samario de Ébano”,
Álvaro González, con su canto ocupó el segundo lugar en el Festival de la
Cumbia en El Banco Magdalena.
Ana Cecilia Almanza nacida en Santa
Marta en 1948, se inicia como cantante de cumbia en la Orquesta de Lucho
Bermúdez; además su Fundación “Ana Cecilia Almanza”, organiza desde el año
1991, el Concierto del Amor a la Música Colombiana, un espacio para disfrutar
toda clase de música y baile, incluido la cumbia.
Desde el año 1993, el samario Carlos
Vives revolucionó la música popular costeña fusionando Vallenato, Pop, Rock,
funk, con Cumbia y Gaita, principalmente en sus álbumes, "La Tierra del
Olvido" y "Tengo Fe". La cartagenera Mayte Montero, se dio a
conocer a través de la agrupación musical La Provincia de Carlos Vives, tocando
gaita. En el grupo es fundamental porque toca flauta dulce, maracas, armónica,
pandero, y salta durante todo el show.
En 1993, en zona rural de Córdoba,
comenzó la evolución del tubo de gaita en cedro. Todo sucedió cuando los
músicos Elbert Álvarez y Juancho Nieves se unieron para reflexionar sobre este
instrumento, dando como fruto gaita con llaves, gaita con huecos por detrás,
gaita sintética, gaita corta, gaitas desarmables y gaita con curvas. El grupo
Bozá Nueva Gaita, nacido en el año 2008 y cuyos integrantes son Jorge Guerrero,
Alain y Ailan Manjarrés Wong; han heredado el uso de la gaita en cedro con
curvas debido a su comodidad y su potente sonido. El trío ha llevado este tipo
de gaitas a países como México, República Dominicana y Francia. El samario
Alain Leang Manjarrés Wong, director del grupo, propone una interpretación
contemporánea de la gaita, incorporando a su formato típico nuevos elementos
sonoros, sin desvirtuar el espíritu de la gaita tradicional.
GRUPO DE DANZA FOLCLÓRICA DE LA
UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA: El Grupo de Danzas Folclóricas de la Universidad
del Magdalena, nace en la ciudad de Santa Marta en el año 1.977, bajo la
dirección de Néstor Raúl Gómez; más adelante toma la dirección del grupo, el
maestro y coreógrafo cienaguero, Adalberto Acosta Melo. También han dejado
huella en el grupo como directores: Osmalia Gutiérrez y Roosevelt González,
Jorge Apreza Fernández y Efraín Castilla Romero. Su primera presentación en
público se realizó el 22 de Junio de 1.978. A partir de esta fecha, se ha
constituido como uno de los grupos pioneros de la tradición cultural que se
vive hoy día en la ciudad, el departamento, la región y el país.
En el año 2007, los estudiantes de la
Universidad del Magdalena, Nubia Milena Zúñiga Cabiedes y César Augusto Botero
Hernández, ocuparon el primer lugar en la categoría parejas de la versión 23
del Festival Nacional de la Cumbia de El Banco Magdalena. Cuenta además la
Universidad del Magdalena, con el grupo de Tambora y Músicas Folclóricas, y el
Grupo de Danzas “Adalberto Acosta Melo”.
ENCUENTRO DE GRUPOS FOLCLÓRICOS DEL
MAGDALENA: Desde el año 2005 a través de las presentaciones artísticas, la Caja de
Compensación Familiar del Magdalena (Cajamag), busca rescatar la cultura
folclórica, mediante este evento que tiene como finalidad, brindar un espacio a
los forjadores de cultura de todo el Magdalena, demostrando los trabajos
artísticos y creativos, productos de las investigaciones que han realizado en
diferentes zonas, teniendo en cuenta la gran riqueza musical y bailes
autóctonos de la región que brindan estos grupos. Se disfruta de las
coreografías, danzas y bailes tradicionales del carnaval, con un gran colorido
de luces y vestuarios, donde cada uno de los grupos participantes brinda lo
mejor de su repertorio.
FESTIVAL NACIONAL ESTUDIANTIL DE
DANZAS FOLCLÓRICA COLOMBIANA EN SANTA MARTA: El Festival Nacional Estudiantil de
la Danza Folclórica Colombiana “Rafael Muñoz Escarraga”, es un evento cultural
que el Liceo Celedón de Santa Marta, viene realizando desde el año 1994, con el
sano propósito de difundir y mantener vivas a través de las generaciones, todas
aquellas formas de expresión artística en que se magnifica la danza por medio
de representaciones de diferentes actores involucrados que forman parte de las
diferentes delegaciones de los distintos departamentos asistentes que se
organizan para rendir tributo de reconocimiento a esta manifestación y hacer
presencia en Santa Marta, para intercambiar puntos de vista y presentar
muestras folclóricas de las regiones de procedencia. En la organización del
festival participan todos los estamentos institucionales encabezados por el
rector del plantel y secundado por docentes, padres de familia, estudiantes y
miembros de la comunidad en general que de manera desinteresada ofrecen sus
servicios en favor del desarrollo y éxito del evento.
Para cumplir con el propósito de
llegar al mayor número posible de personas, la organización programa varias
presentaciones de los actores involucrados, como requisito para ser admitido
como grupo participante. Para alcanzar esta meta, cada delegación deberá
ofrecer como mínimo tres presentaciones en el mismo número de espacios
destinado para tal efecto, lo cual incluye desfile por las principales calles
de la ciudad, muestras en diferentes barrios de la zona rural y urbana y
presentaciones en un espacio de la Institución conocido como La Paila.
MONUMENTO DE JOSÉ BARROS EN LA GLORIETA DE MAMATOCO: La Glorieta de Mamatoco, Distrito de Santa Marta, en adelante se llamará “Glorieta José Benito Barros”, porque en el emblemático lugar fue instalado un monumento a La Piragua, famosa Cumbia del folclor colombiano, inspirada por el compositor banqueño José Barros Palomino.
MONUMENTO DE JOSÉ BARROS EN LA GLORIETA DE MAMATOCO: La Glorieta de Mamatoco, Distrito de Santa Marta, en adelante se llamará “Glorieta José Benito Barros”, porque en el emblemático lugar fue instalado un monumento a La Piragua, famosa Cumbia del folclor colombiano, inspirada por el compositor banqueño José Barros Palomino.
10. CUMBIA EN EL BANCO.
Gaiteros banqueños,
Fidel Dominguez y Víctot Esparragoza.
PAÍS DE POCABUY, GENESIS DE LA CUMBIA
EN EL BANCO: Antes de los conquistadores, la región estaba poblada por indios
Chimila, en el País de Pocabuy, que significa indígenas agricultores y
pescadores que vivían a orillas de las ciénagas. En 1742 en el libro “La
Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad y Provincia de Santa Marta”,
escrito por José Nicolás De La Rosa, aparece la primera reseña del nombre
“Banco”. El Alférez Real, José Nicolás De La Rosa, era un español de nacimiento
avecindado en Santa Marta, quien dedicó los ocios de su profesión de militar a
escribir crónicas. Sobre los pueblos ubicados a orillas del río en el
Departamento del Magdalena dejó escrito:
- “Los indígenas establecidos a orillas del Río Magdalena, conservan su vieja idolatría, manteniendo en aquella montaña un Caney grande o Ranchón, donde se reúnen a rendir adoración y pedir vaticinios a un gran muñeco que allí tienen pendiente de una viga y vestido de hojas y ramos aromáticos, con un turbante de vistosas plumas y en las manos su arco y flecha. Alrededor del Caney, con muchas tinajas y múcuras de sus bebidas y entre una y otra, sus bancos para descansar los que salen del baile; baile este, que forman en circo, tomando en medio al muñeco, para que obligado de aquel bárbaro holocausto, le anuncien los sucesos y sus gustos. Usan como instrumentos musicales, flautillas o canutillos, percusores con tronco perforado y cuero de venado, caracoles y fotutos”.
- “Los indígenas establecidos a orillas del Río Magdalena, conservan su vieja idolatría, manteniendo en aquella montaña un Caney grande o Ranchón, donde se reúnen a rendir adoración y pedir vaticinios a un gran muñeco que allí tienen pendiente de una viga y vestido de hojas y ramos aromáticos, con un turbante de vistosas plumas y en las manos su arco y flecha. Alrededor del Caney, con muchas tinajas y múcuras de sus bebidas y entre una y otra, sus bancos para descansar los que salen del baile; baile este, que forman en circo, tomando en medio al muñeco, para que obligado de aquel bárbaro holocausto, le anuncien los sucesos y sus gustos. Usan como instrumentos musicales, flautillas o canutillos, percusores con tronco perforado y cuero de venado, caracoles y fotutos”.
Más tarde el folclorista, escritor y
abogado oriundo de Guamal, Gnecco Rangel Pava, menciona esta comunidad
indígena, cuando publica en 1947, el libro El País de Pocabuy, donde describe
el festejo de la Cumbia en esta región. El País de Pocabuy, lo componían Tamalameque,
Chiriguaná, Chimichagua, Guamal, Menchiquejo, San Sebastián, Belén, El Banco.
Sobre este particular comentó José Barros Palomino, en el libro de la autoría
de Luz Marina Jaramillo Arboleda, titulado José Barros, su Vida y su Obra:
- “La Cumbia es una danza ritual que se acostumbró en el país de Pocabuy..........Entonces la Cumbia viene siendo una danza ritual que se sucedía cuando se iba a enterrar a un miembro importante de la tribu, por ejemplo un cacique, una cacica, un brujo.......Cuando ese funeral se está cumpliendo con un cadáver de cacique, de una princesa, pues tiene que estar la rueda de la cumbia triste y melancólica............Esta procede de los grupos indígenas de la región, que tenían antiguos ceremonias de carácter fúnebre. En ellos la presencia del fuego, en forma de antorchas, que eran llevadas por las mujeres, como parte del ritual, tenía hondas significaciones de vida y muerte”.
- “La Cumbia es una danza ritual que se acostumbró en el país de Pocabuy..........Entonces la Cumbia viene siendo una danza ritual que se sucedía cuando se iba a enterrar a un miembro importante de la tribu, por ejemplo un cacique, una cacica, un brujo.......Cuando ese funeral se está cumpliendo con un cadáver de cacique, de una princesa, pues tiene que estar la rueda de la cumbia triste y melancólica............Esta procede de los grupos indígenas de la región, que tenían antiguos ceremonias de carácter fúnebre. En ellos la presencia del fuego, en forma de antorchas, que eran llevadas por las mujeres, como parte del ritual, tenía hondas significaciones de vida y muerte”.
CACIQUE CUMBAGUE: El historiador y
poeta Jorge Diazgranados Villarreal (1942-2010), oriundo de El Banco Magdalena,
manifestó en sus escritos que la cumbia, nació entre indígenas Chimila,
Orejones y Zenúes, ubicados en el País de Pocabuy; también manifestó que Cumbia
viene de Cumbague, y Cumbague era la personificación del cacique pocabuyano;
cacique que además de tener un carácter belicoso y audaz, era un excelente
bebedor de maco (chicha), porque todos los de su raza eran muy borrachos y
amigos del baile y la juerga.
CUMBIA EN LA FIESTA DE LA CANDELARIA: El 2 de febrero de 1680, se consolida la Cumbia en El Banco, cuando llega el esclavo liberto José Domingo Ortiz, verdadero fundador de la población. Este pescador del Río Magdalena, recibió de un sacerdote una imagen de la Virgen de la Candelaria, tallada en piedra; a la que diariamente el negro Ortiz, le rezaba el rosario. Se volvió tan milagrosa que no hubo indio que no saliera de las montañas, a rendirle adoración. Así empezaron las festividades de la Candelaria, que en sus inicios eran un ritual. Antiguas fiestas de fe y tradición, que desde el 23 de enero hasta el 3 de febrero, en el barranco de confluencia de los ríos Cesar y Magdalena, empezaron a congregarse los banqueños, en torno a la Virgen. Festividades que en cada novena se realizaban cumbiones, procesiones, eucaristías y demás homenajes a la patrona del pueblo, que al son de las bandas de vientos y Cumbia, engalanaban las noches con bola de fuego, ron, vaca loca, fandango, etc.
CUMBIA EN LA FIESTA DE LA CANDELARIA: El 2 de febrero de 1680, se consolida la Cumbia en El Banco, cuando llega el esclavo liberto José Domingo Ortiz, verdadero fundador de la población. Este pescador del Río Magdalena, recibió de un sacerdote una imagen de la Virgen de la Candelaria, tallada en piedra; a la que diariamente el negro Ortiz, le rezaba el rosario. Se volvió tan milagrosa que no hubo indio que no saliera de las montañas, a rendirle adoración. Así empezaron las festividades de la Candelaria, que en sus inicios eran un ritual. Antiguas fiestas de fe y tradición, que desde el 23 de enero hasta el 3 de febrero, en el barranco de confluencia de los ríos Cesar y Magdalena, empezaron a congregarse los banqueños, en torno a la Virgen. Festividades que en cada novena se realizaban cumbiones, procesiones, eucaristías y demás homenajes a la patrona del pueblo, que al son de las bandas de vientos y Cumbia, engalanaban las noches con bola de fuego, ron, vaca loca, fandango, etc.
Luego en la fiesta de la Candelaria,
apareció el baile de “La Maya”, y el desfile de Doña Gigantona y su comitiva.
El desfile y baile de Doña Gigantona, en la década de 1930, lo introdujo en El
Banco, el barranquillero Francisco Hernández; comitiva de muñecos que empezaron
por la calle nueva, hoy la calle séptima, la cual era adornada con matas de
plátano y cadenetas de varios colores. Ese desfile de Doña Gigantona con sus
muñecos, se realiza a pleno sol, donde no faltan los fuegos artificiales. El
baile de “La Maya”, se baila con una medida musical de dos por cuatro y es de
tipo mixto, en donde pueden participar más de 100 personas. Baile que consiste
en una coreografía animada por música de viento, en la que los danzantes bailan
en hileras tomados de las manos. Fue el plateño Fernando Oliveros Garzón, con
su banda de viento, en la década de 1940, quien inició el baile de “La Maya”;
haciendo dos filas, una de hombre y otra de mujeres, en la mitad de la calle,
donde los hombres llevaban un pedazo de chicharrón en el centro.
ESCENARIOS DE CUMBIONES: Sitios famosos de
la Cumbia en El Banco son: Los cumbiones realizados en barrios de la periferia,
principalmente el ubicado en la parte sur de la ciudad donde existió hace
tiempo un palenque de negros esclavos, quienes danzaban al golpe de
instrumentos primitivos. El cumbión de la esquina de Juan Flórez, frente al
viejo matadero, amenizado por Eustaquio Meza, cañamillero del Botón de Leiva.
La “Esquina de Barriento”, donde se destacó la autenticidad, del cañamillero
José Meza. La calle 12, donde se convertían los billetes de a peso en vela. La
“Esquina de Papabuelo”, que hiciera famosa Prudencio Morales Medrano. “La
Vereda del Cumbión”, Cumbión organizado por María Olano. De igual manera el
imponente escenario atracado en el muelle fluvial sobre la confluencia del Río
Cesar con el Río Magdalena, que sirven como marco para la realización del
Festival de la Cumbia. Otros escenarios de la Cumbia son: El atrio de la
Catedral, la Plazoleta de Telecom, la Plaza Roja, la calle séptima.
Tradicional es el Cumbión en la
“Esquina de Papabuelo”; ubicada en la calle de La Perla, con carrera siete, que
hiciera famosa Prudencio Morales Medrano; fundador del grupo Cumbia de
Papabuelo, que con sus tambores encendía las fiestas del pueblo, aglomerándose
en la esquina personajes de la Cumbia como los siguientes: Torcoroma Tarazona,
Justiniana Mojica, Pacha Gamboa, Venancia Barrios, el cañamillero José Isabel
“Prende la Vela”, el tamborero Jesusita Benito, la bailadora Emilia Sanchez,
Amaranto de León, Lito Sarquis, Nayo Lissa, Paulino Cadena, Hilarión Machuca,
“La Copona”, Juana Rosa Manzano, Juanchito, Genoveva Buendía.
CUMBIAMBEROS BANQUEÑOS: Cumbia Papabuelo,
es un grupo de Cumbia, organizado y fundado por Prudencio Morales Medrano
(1904-1975), que con sus tambores encendía las fiestas del pueblo. Grupo
integrado por los siguientes músicos: Fidel Aranzáles, Manuel Meza, Modesto
Díaz, Pedro Antonio Florián, Pedro Nolasco Florián y Severino Castro.
- “La Negra Cumbiambera”, Genoveva
Buendía, nacida en el siglo XIX, es calificada como la mejor de todas las
banqueñas bailadoras de Cumbia. En su época un Cumbión era un redondel donde se
bailaba la Cumbia, que adornaban con papeles de colores, festones, cadenetas y
palma de vino. Hacían una cerca y dentro bailaba la gente. En el centro había
una vara del que pendían los festones y cadenetas. Había música de viento,
banda de viento, millo o gaita.
- Justiniana Mojica Blanquiceth,
bailadora y famosa vendedora de dulces reconocida en todo El Banco por su
maquillaje colorido, vestuario llamativo y espontánea manera de ser, quien recorría
las calles del viejo puerto ofreciendo los productos que vendía y diciendo al
aire refranes y frases que hoy siguen siendo recordadas por los Banqueños. Se
hizo famosa con la Cumbia que le hiciera José Barros, la cual tituló con su
nombre y apodo: "Justiniana, La Ventera". Manifiesta Julián Pérez
Carvajalino, autor del famoso cumbión “Los Amores de Petrona”, que conoció a
José Barros y a Justiniana Mojica en El Banco, siendo novios. Según su
testimonio “Justiniana, La Ventera”, era en su raza una de las mujeres más
elegantísimas, que se adornaba con flores de cayena. Mujer muy joven y hermosa,
vivía loca por José Barros y se veían en “La Vereda del Cumbión”, cumbión
organizado de la señora María Olano que era famosísimo por los años de 1930.
Julián Pérez Carvajalino, nació el 31 de agosto de 1920 en Norte de Santander,
pero a los nueve años, su familia se trasladó a El Banco, donde adquirió los
primeros conocimientos en materia musical. En 1964, le grabaron en
Barranquilla, el rotundo éxito "Los Amores de Petrona".
- Juana Rosa Manzano, la cumbiambera
soberana, fue inmortalizada por José Benito Barros en una cumbia que decía:
Juana Rosa, Manzano Juana Rosa
Juana Rosa, Manzano Juana Rosa,
era noche de diciembre, noche
hermosa,
cuando el círculo de fuego ya giraba,
deslizaba ante los pies de Juana Risa
una hembra que a los hombres
embrujaba
y su cuerpo se envolvía en el lamento
que del millo y la tambora se
escapaba
y el tribal de sus cabellos, fuego al
viento,
con la brisa de diciembre jugueteaba.
Juana Rosa Manzano, cumbiambera
soberana,
Rosa Manzano, estrella de la mañana.
- Amaranto De León Ortiz, cumbiambero
y único magnifico acordeonero del pueblo. Ganador en 1970, junto con Aminta
Basanta, de la mejor pareja de bailadores en el Festival de Cumbia en El Banco.
En el año 2010, se le rindió un homenaje póstumo en el festival.
- Faustino “Tino” Epalza, famoso por
liderar por muchos años el tradicional baile de “La Malla”, haciendo madrugar
al pueblo para verlo pasar por las calles banqueñas.
- “Los Pocabuyanos”, grupo folclórico
de cumbia integrado por Billo Moreno, Fidel y Toño Aranzáles, Edgar Palencia,
Lino Hostia, Fidel Domínguez.
- Fidel Domínguez, "Fillo",
creador en El Banco, de la danza del gusano en 1970, danza que se desarrolla
con una planimetría artística, donde los bailarines conforman una enorme fila
entrelazados haciendo alusión a un gusano o ciempiés, que ejecuta movimientos
de pasos cortos y rápidos, además de giros alternados con movimientos de los
pies. "Fillo"; flautero de la caña de millo, nacido en 1931, quien ha
recorrido el mundo con su grupo folclórico.
- “La Copona”, bailarina de Cumbia,
que vivía de vender cucas, caballitos y alegrías; y Juanchito, el cumbiambero
del barrio El Banquito.
- Banda la Estudiantina, música de
viento integrada por banqueños, desde 1905; esta banda en 1932, estaba dirigida
por Carlos Valdeblanquez, interpretando canciones en vivo en las primeras
emisoras experimentales de Santa Marta, en donde primaba la música clásica y la
música popular. Otra banda de 1905, es la Banda Armonía 2 de Febrero.
- El guitarrista Juan Madrid, se
inició en la música al lado del maestro José Barros Palomino (El Banco
Magdalena) y Julio Erazo (Guamal Magdalena). Luis Enrique Martínez, reconoce en
él, su influencia musical y su maestro en hacer voces. Juan Madrid, participó
con su guitarra en 1951, en la grabación de la primera versión de la famosa
canción La Cumbia Cienaguera, grabada en Discos Fuentes, de Cartagena.
- Francisco Covilla Noguera, de sus
grandes canciones es la Cumbia “Dos de Febrero”, grabada por Totó la Momposina.
Ganador de cuatro festivales de la Cumbia en El Banco, con las siguientes
canciones: En 1972, con “Génesis”, interpretada por el banqueño Pablo Niebles
Bolaños; en 1973, con “Llora el Niño”; En 1986, con “Mariposas Agoreras”; en
1984, con “Historia de la Luna”, interpretada por Fabián Posada. En el año
1995, ganó el concurso con ocasión de la escogencia del himno oficial del
Magdalena; y en el año 1999 en El Banco Magdalena, se hizo un concurso de canciones
inéditas en honor a su nombre.
- La escuela de formación Herederos
del Folclor, es una entidad sin ánimo de lucro, fundada para formar niños
talentosos y amantes de la música folclórica, por ella han pasado tres
generaciones desde su fundación en el año 2000. Grupo folclórico donde se
destaca la cantora Viviana Esparragoza Medina, hija del director del grupo
Víctor Esparragoza Arguelles, nacido en El Banco en 1964.
- Guillermo Barreto Vásquez, nació en
1953, primer director del Instituto de Cultura del Banco, asesor cultural en la
Gobernación del Magdalena en diversos periodos. Desde muy temprana edad se
dedicó a la composición musical, ocupando el segundo lugar en el festival de la
Cumbia en 1972. En los años de 1980 y 1981 ganó consecutivamente el Centauro de
Oro en el Festival de la Canción Colombiana en Villavicencio. En el año 1982
ganó el Festival Nacional de la Canción Folclórica de Colcultura. Como
presidente de la Fundación Festival de la Cumbia del El Banco, en Noviembre del
2006, asistió como invitado a la entrega de los premios Grammy en Nueva York,
modalidad vallenato-cumbia.
- Humberto Pisciotti Quintero,
ganador del festival de la Cumbia en el año 2001, con el tema “Cumbiamba de la
Candelaria”, la cual fue interpretada con su hermano Armando. Su hermano el
compositor Armando Pisciotti, aporta una Cumbia que transpira optimismo,
alegría y esperanza, anhelo ferviente de los colombianos: se trata de
"Viva la Vida", que logró el segundo puesto en el Festival de la
Cumbia de 2002.
- Grupo Talento, en las calles de El
Banco, se escucha este grupo con su cantante Mariano Caro, conocido como la
“Voz del Río”, y autor de la Cumbia “La Estrella”. Ha participado en varios
festivales de Cumbia, como compositor, obteniendo varios premios; además de cantar
y componer, también es pintor. El Grupo Talento está conformado por: Gabriel
Torregrosa, director flauta de millo; Víctor Esparragoza, voz líder y guache;
Mariano Caro, cantautor; Dannis Javier García Cabas, percusiones y gaitas;
Bertoni Jaraba, tambor alegre y gaitas; Yader Polo, tambora; y Edgardo Polo,
guache.
- Everley García Castrillo, nació en
El Banco, Magdalena, el 1° de diciembre de 1951, autor de las Cumbia
“Identidad”, “Diosa Soberana”. Hijo del matrimonio de Silvio García Baños y
Carmen Castrillo Barraza. Considerado gestor cultural, especialista en danza y
folclor, bajista, guitarrista, compositor, arreglista y artesano.
- Hernán Evelio Mejía, nació el 22 de
noviembre de 1938 en Chiriguaná, pero es banqueño por adopción. El maestro
Hernán Evelio Mejía, amigo entrañable del popular músico José Barros, en su
residencia que es su taller de pintura, ha plasmado en cuadros la sinfonía de
la Cumbia. Precisamente en el año 1972, con ocasión del Festival de la Cumbia,
tituló uno de sus cuadros con el nombre de “Sinfonía de la Cumbia”.
“LA PIRAGUA” DE JOSÉ BENITO BARROS PALOMINO: La Cumbia "La
Piragua", según su autor José Barros, fue inspirada en su niñez, a
comienzos de los años 20; empezó a escribirla a finales de los años 40 y la
terminó en 1967 en Bogotá. El Maestro llegó en 1969, al Festival Vallenato y
conoce a Luis Uribe y sus compañeros Walberto Villamil y Ricardo Roncallo,
integrantes del “Trío Los Inseparables” de Valledupar, quienes se encargan de
hacer la primera versión; canción que graban en un disco de 45 revoluciones por
minuto, prensado por el sello Discos Tropical de Barranquilla. En ese mismo año
Gabriel “Rumba” Romero (De Sabanalarga, Atlántico), la graba con su orquesta
Los Black Stars, en los estudios Sonolux de Medellín y la hace éxito a nivel
nacional e internacional.
“La Piragua”, tan pronto salió al
mercado musical, impactó nacional e internacionalmente, con su ritmo, con su cadencia
suave y pegajosa, su tono poético, rima consonante y hasta el canto de sus
letras:
Me contaron los abuelos que hace
tiempo
navegaba en el Cesar una piragua
que partía del Banco viejo puerto
a las playas de amor en Chimichagua.
Era la Piragua, era la Piragua, era
la Piragua de Guillermo Cubillos.
José Barros, nació en El Banco, el 21
de marzo de 1915 y murió el 12 de mayo de 2007, en Santa Marta. Escribió
canciones en la mayoría de ritmos musicales y participó en la grabación en
1951, como tamborero en la “Cumbia Cienaguera”. De las cumbias famosas de José
Barros: “Navidad Negra”, “El Pescador”, “La Piragua”, “Justiniana la Ventera”,
etc.
FESTIVAL DE LA CUMBIA EN EL BANCO: Es la máxima
expresión en Colombia de los autores y bailadores de la Cumbia, que se realiza
en El Banco Magdalena. El festival nació inicialmente en 1968, cuando Jaime
Villarreal Torres, con la idea de promover la piña, uno de los principales
frutos de la población; y rendirle homenaje al compositor José Benito Barros
Palomino, lo llamó con el nombre de “Festival de la Piña”. Es cuando José
Barros, acoge la idea fundando y presidiendo la Corporación Festividades de la
Cumbia en 1969; fundación, que adquiere personería jurídica en 1983, a través
de la Secretaría de Gobierno del Magdalena. Luego en el año 2007, como homenaje
póstumo a su fundador, la razón social toma el nombre de Fundación José Barros,
presidida por su hija Veruschka Barros. De esta manera con fondos de empresas
oficiales y privadas, se dio comienzo al primer festival de la cumbia, el 3 de
Febrero de 1970; con un ambiente de canciones inéditas y bailes auténticos,
grupos folclóricos e interpretaciones musicales con instrumentos vernáculos
primitivos. Festival que premia a la mejor pareja que baile cumbia y premia a
la mejor canción inédita en ritmo de cumbia. En este primer festival los
ganadores fueron: Amaranto de León Ortiz y Aminta Basanta, en el concurso de
parejas bailadoras; y Alberto Rada, en el concurso de canción inédita, con la
cumbia “El Último Bailador”. Desde entonces el Banco Magdalena, es conocido
como "La ciudad Imperio de la Cumbia"; razones para que en el 2006,
fuese nominada en el concurso organizado por la Revista Semana y el Ministerio
de Cultura, símbolo cultural de Colombia.
En 1993, se institucionalizó el
Imperialato Nacional de la Cumbia, con el primer Reinado Nacional de la Cumbia;
en donde las candidatas que aspiran al Imperialato de la Cumbia, deben
participar con el siguiente vestuario: Un vestido de gala de cumbiambera, otro
de coctel, un disfraz de fantasía para el desfile de carrozas, dos trajes
tradicionales de cumbiamberas y además demostrar ser buenas bailarinas. A
partir del año 2000, se agregó la modalidad del concurso de grupos musicales de
Cumbia. Desde el 2007, se han vinculado a las festividades otros países como
Venezuela y Chile. En 1991 el Concejo Municipal de El Banco, aprueba el
proyecto que crea la Corporación Autónoma del Festival Nacional de la Cumbia,
con el fin de cualificar y mejorar las expresiones tradicionales de la región
que se presenta en el Festival. Este festival, mediante la Ley No. 1701, de 27
de diciembre de 2013, emanada del Congreso de Colombia, fue reconocido como
patrimonio cultural de la nación.
11. CUMBIA EN CIÉNAGA.
LA CUMBIA EN EL CARNAVAL DE CIÉNAGA: Indudable la
participación de Ciénaga en el desarrollo de la Cumbia, encontramos testimonios
escritos que desde el siglo XVII, este ritmo formaba parte de la cultura de la
ciudad. El carnaval que desde el siglo XVI, se daba en los pueblos ribereños
del Magdalena, Ciénaga y Santa Marta, influyó en la difusión de la Cumbia, lo
mismo que los eventos de carácter festivo-religiosos. El escritor samario José
C. Alarcón, en su libro Compendio de Historia del Departamento del Magdalena.
De 1525 hasta 1895, sobre la fundación de Ciénaga manifiesta:
- "García de Lerma comisionó al obispo Fray Tomás Ortiz para ir a catequizar a los indios de un pueblo inmediato a la ciénaga, y el religioso siguió a cumplir su comisión, custodiado por un piquete de tropa. La ocasión no fue propicia para la prédica por haber coincibido el primer día de ella con el de una especie de feria que celebraban en dicho poblado todos los indios de los lugares cercanos".
- "García de Lerma comisionó al obispo Fray Tomás Ortiz para ir a catequizar a los indios de un pueblo inmediato a la ciénaga, y el religioso siguió a cumplir su comisión, custodiado por un piquete de tropa. La ocasión no fue propicia para la prédica por haber coincibido el primer día de ella con el de una especie de feria que celebraban en dicho poblado todos los indios de los lugares cercanos".
Para mediados de 1800, por las calles
del pueblo desfilaban en los carnavales y la fiesta de San Juan; comparsas,
guachernas y disfraces, como "La Danza del Gallinazo", "La Caza
del Tigre", "Los Toros", "Los Gorilas", "Los
Gatos", "Conejos", "Monos", "Marimondas",
"La Muerte", "El Mundo al Revés", "Las Brujas",
"Los Diablos", "La Danza del Paloteo", "La Danza de la
Trenza", "La Guerra de los Reinados" y “Los Cazadores”. El
nacimiento del carnaval de Barranquilla, es producto de esa cultura musical
originaria del Magdalena, que emigró buscando mayor vitrina en la “Puerta de
Oro de Colombia”.
Escritos del historiador de
Barranquilla, Alfredo De la Espriella y del sacerdote e historiador cienaguero,
Pedro María Revollo Castillo (1868-1960); coinciden en que un primitivo
carnaval desarrollado en el siglo XVIII, en el antiguo pueblo San Juan del
Córdoba Magdalena, más tarde se fue para Barranquilla. En ese evento folclórico
las cumbiamberas organizaban enormes fogatas alrededor de las que bailaban
agarrados de la mano los hombres y las mujeres, vigilados por los sacerdotes.
Las mujeres con sus enormes polleras de olán almidonado y el pelo recogido en
moños. Los hombres lucían camisas con pecheras rizadas. Época en la cual todos
los que estaban en la calle tenían que disfrazarse, y los que no, eran
amarrados a un palo altísimo, llamado Varasanta o palo de Santa María. El mayor
esplendor del carnaval cienaguero fue a comienzos de 1900, época de la bonanza
bananera, cuando en las ruedas de Cumbia y fandango, se quemaban los billetes
en vez de esperma. Famosos fueron los bailes de salón en El Dorado, en El
Miramar.
EULALIO MELÉNDEZ Y LA FUSIÓN DE
JORIKAMBA, CON CUMBIA: Eulalio Meléndez (1846-1916), es considerado el
gran músico del Magdalena Grande en el siglo XIX. Nació en Ciénaga, hijo de un
cubano con una cienaguera y heredó de sus ancestros cubanos la vena musical. En
1870, adaptó al pentagrama la Jorikamba; ritmo y baile, que los negros de las
haciendas Papare y Garabuya, cantaban y bailaban gritando, ¡Jorikamba! que en
su lenguaje africano significa libertad. Fue de esos esclavos donde surgió una
canción, que cantaba la reina de la Jorikamba, la negra Catalina Crespo, ya que
su marido Pedro Lince, salvó a Manuel Julián de Mier, su patrón, que un caimán
se lo tragara en el Río Toribio, en lo que se considera la primera versión de
la leyenda del Caimán Cienaguero.
Después en 1880, Eulalio Meléndez,
fusiona el ritmo Jorikamba, con la Cumbia, dando como resultado la música de
los versos del Caimán Cienaguero del 20 de enero, día de San Sebastián. Se
puede considerar como la primera fusión musical de un ritmo negroide con la
cumbia. Con todos estos antecedentes no es descabellado catalogar a Ciénaga
Magdalena, como “Laboratorio musical de Colombia”.
“LA CUMBIA CIENAGUERA”: El otro aporte
importante es el nacimiento del primer éxito musical de este ritmo, el tema “La
Cumbia Cienaguera”, grabada en Discos Fuentes de Cartagena en 1951. Participan
en la grabación en el acordeón y canto, Luis Enrique Martínez; en la tambora de
entrada, José Benito Barros Palomino; coros o voces femeninas, Las Pueblanas;
Rafael Mejía, en la caja; Carlos Vélez, en la guacharaca y Juan Madrid, en la
guitarra. Luego de un proceso jurídico aparecen como autores el intérprete del
acordeón Luis Enrique Martínez, oriundo de Fonseca Guajira; Esteban Montaño
Polo, compositor oriundo de Tasajera Magdalena; y Andrés Paz Barros, de los
grandes músicos nacidos en Ciénaga.
El cantante barranquillero Luis
Carlos Meyer (1916 - 1998), que a principios de los años de 1940, lleva la
Cumbia a Bogotá y se radica en México, es reconocido en este país como el
introductor de la cumbia colombiana, que dio origen a la cumbia mexicana. En
México grabó en la década del cincuenta, la primera Cumbia fuera de Colombia,
“La Cumbia Cienaguera”; quiere decir que con esta canción, empezaron otros
países, adoptar el ritmo de la Cumbia.
CUMBIAMBEROS CIENAGUEROS: Andrés Paz Barros
(1906-1977), popularizó en 1930, en los famosos salones de baile de Ciénaga, el
ritmo musical Jorikamba, con la canción alusiva a Catalina Crespo, Reina de la
Jorikamba:
Catalina Crespo,
negra jorikambera,
yo quiero amanecé,
encima de tus caderas.
Paz Barros, cienaguero que en 1932,
actuó por vez primera con La Banda Armónica de Ciénaga; fue director de la banda
departamental del Magdalena, y director de la banda municipal de Ciénaga en
1940. En Santa Marta, integró la banda del ejército interpretando instrumentos
como barítono, bombardino, flauta, clarinete, contrabajo, tuba. Arreglista de
La Orquesta Ritmo Costeño, lo mismo que La Orquesta Billos Caracas Boys.
Creador de los siguientes aires musicales: El Sonajero, el Cumbiao, el
Bullerengue Cienaguero. En 1937, compuso la música de una Cumbia que más tarde
llamó “La Cama Berrochona”, génesis de la famosa “Cumbia Cienaguera”; canción
que originó un pleito, por los derechos de autor con Luis Enrique Martínez y
Esteban Montaño.
- Humberto Daza Granados, el popular
“Chámber”, con sus canciones jocosas y doble sentido, fue un maestro en la
ejecución de la flauta, el tambor redoblante; además cantante, instructor de
bandas en los colegios de su natal ciénaga y fundador del conjunto Los
Chamberianos, nombre originado por su apodo. Profesor de música y canto en el
Instituto San Juan del Córdoba, dirigió la banda de guerra del mismo
establecimiento educativo, e hizo parte de la orquesta Armónica de Ciénaga, que
dirigiera Eulalio Meléndez y sus hijos. Fue el verdadero sacrificado con la
autoría de “La Cumbia Cienaguera”. Sucede que esta Cumbia, fue concebida
instrumentalmente, es decir, no tenía letra, por el maestro Andrés Paz Barros
en 1937; “Chámber”, amigo de Paz Barros, fue quien hizo la letra inicial,
canción que titularon “La Cama Berrochona”:
Anoche soñé contigo
y esta noche con la mona
dormí, dormí, dormí
en mi cama berrochona
Úntale cebo de cuba
pá que no suene la lona.
Muchachos bailen la Cumbia
en la cama berrochona
la Cumbia cienaguera
que se baila suavesona.
En 1951, cuando van a grabar la
canción en los estudios Discos Fuentes de Cartagena, el propietario de la casa
disquera Toño Fuentes, no está de acuerdo con la letra de la canción. Entonces
Luis Enrique Martínez y Esteban Montaño, le hacen arreglos a la letra y la
titulan la “Cumbia Cienaguera”. Esto ocasionó un pleito que ganó con el tiempo
Andrés Paz Barros, compartiendo autoría con los dos intérpretes y quedando por
fuera de las ganancias de este hit internacional el popular “Chámber”, dice así
la otra versión:
Muchachos bailen la Cumbia
porque la cumbia emociona
la cumbia cienaguera
que se baila suavesona
la bailan en Santa Marta
la bailan en toda la Zona
la cumbia cienaguera
que se baila suavesona.
- Jesús Nuncira Machado, director de
orquesta, arreglista, músico y compositor. Fue su orquesta la encargada de
grabar en 1964, el rotundo éxito "Los Amores de Petrona"; cumbión de
la autoría del cachaco residenciado en El Banco, Julián Pérez Carvajalino.
Luego se trasladó a Bogotá, donde cambió su orquesta en 1981, por una papayera;
porque entonces, no existían en la capital esa clase de agrupaciones, la cual
en su mayoría estaba integrada por familiares, hijos y hasta nietos.
- Digna Cabas, Reina de la Cumbia
Cienaguera, es descendiente de esclava martiniqueña, nieta de un holandés, y
pariente de Guillermo Buitrago. Fue la gran bailadora de cumbia y ritmos negros
durante todo el siglo XX en Ciénaga, su tierra natal, murió en 1990. En el
barrio París de Ciénaga, “La Reina de la Cumbiamba Ciénaguera”, con su baile
jacarandoso, alegraba las fiestas de su pueblo. Se pavoneaba en la rueda de la
cumbiamba, con su sombrero campesino de cintas y flores prendido en su cabeza.
Una cumbiamba importante en su vida empezaba el 22 de diciembre día de su
cumpleaños y terminaba después de las fiestas del caimán cienaguero, acompañada
siempre con sus hijos. En 1882 el gran músico Eulalio Meléndez, le puso melodía
a la danza del caimán cienaguero, de igual manera compuso la canción “La
Maestranza”. Le tocó años más tarde a Digna Cabas, cantar los versos iníciales
de la danza del caimán, que hablaban de las calles samarias, y le tocó llevar
estos mensajes musicales al carnaval de Barranquilla. El Festival Nacional del
Caimán Cienaguero, desde sus inicios se realizaba en El Templete, pero en el
año 1980, fue construida una tarima frente al mar; que con el tiempo fue llamada
"Tarima Digna Cabas", donde todos los años, sirve de escenario a las
fiestas del caimán cienaguero.
- En el famoso barrio Paris, antiguo
Cachimbero, nació Carlos Caro Melo, “Carlín”, catalogado el mejor intérprete
del tambor y la tambora nacido en Ciénaga. Por su talento y canto, fue
merecedor que la cienaguera Maritza García de Ortiz, lo homenajeara con la
cumbia titulada “Carlín Internacional”, ya que era un negrito tamborero sin
rival y con su voz ronca y soñolienta daban ganas de oír cantar. Su hermano
Ignacio fue parte importante en su grupo.
- Las ruedas de Cumbia del profesor y
empresario cienaguero, Ruperto Andrade, que hicieron historia en Ciénaga. Sol
Quemao, es una cumbiamba dirigida por Wilson Urieles, desde 1983; la otra
cumbiamba es Rumbalé, grupo dirigido por Francisco Rodríguez, desde 1993.
FESTIVAL NACIONAL DEL CAIMÁN
CIENAGUERO: Es quizás la leyenda más antigua que ha dado origen a los festejos
populares en el Magdalena. Surgió un 20 de Enero en un barrio llamado
Cachimbero, a comienzo de siglo XIX, cuando la niña menor de la familia Bojato
entró al caño a recoger una bola que se le había caído, momento oportuno para
que el caimán se tragara a la niña Tomasita. Desde entonces se materializa la
leyenda del caimán cienaguero con versos que cada danzante improvisa por las
calles de Ciénaga, con bailes, disfraces, coplas alusivas a los personajes más
atrayentes, y al relato de los acontecimientos de mayor significado. Danzas,
cantos y bailes que estarán presentes todo los 20 de enero, de cada año,
recordando el mitológico día de cumpleaños del trágico suceso de la familia
Bojato, una familia de pescadores.
Desde el año de 1963, se crea el
Festival Nacional Leyenda del Caimán Cienaguero, evento que tuvo en un corto
tiempo apoyo de la Fundación Caimán y Carnaval de Ciénaga Alfredo Correa De
Andreís (Funcayca), dirigida por Juan Carlos Granados Velásquez. La mayor parte
de este festival ha sido organizado por una junta y la alcaldía municipal, en
donde participan danzas, comparsas y eventos folclóricos en diferentes
categorías, haciendo un recorrido denominado "Caimán al pueblo". Las
comparsas recorren las calles del pueblo para luego hacer su presentación
oficial en la plaza del parque Sagrado Corazón. Los espectadores pueden observar
la competencia de los grupos participantes y la presentación de orquestas y
conjuntos musicales en diferentes sitios del municipio como la Plaza del
Centenario y la “Tarima 'Digna Cabas”.
12. CUMBIA EN GUAMAL.
GNECCO RANGEL PAVA Y LA CUMBIA DE
GUAMAL: Gnecco Rangel Pava, nació en Guamal, en 1913. En 1947 contribuyó con su
libro El País de Pocabuy y en 1948 con Aires Guamalenses, a la cultura musical
del Magdalena. En el momento de escribir sus libros a mediados del siglo XX,
Rangel Pava, vivía en El Banco y frecuentaba los ambientes intelectuales de
Bogotá, lo que lo llevó a la Editorial Kelly, imprenta donde publicó sus obras.
Reseña en sus libros creencias, fiestas, música, bailes, personajes destacados,
así como la importancia del pueblo a nivel comunitario y religioso; donde los
protagonistas de la historia son los indios Chimila, los españoles y los
mulatos que son briosos en el baile. Manifiesta Rangel Pava, que los patricios
del pueblo desde finales de siglo XIX, despertaban a los músicos para que los
acompañaran a improvisar Cumbia y Zambapalo, bailes en rueda que duraban hasta
el amanecer y en donde no faltaban los sancochos. El año nuevo era esperado con
bandas de música, después se parrandeaba en la calle con manducas, Cumbias y
Cumbiambas. Música tocada con cajas, acordeones, millos y tambores.
La temporada que se inicia el 16 de
diciembre era la más rica en bailes de todo tipo; en esos diciembres, no
faltaban los bailes de Cumbia, manduca, salones, saraos, el baile y el canto
del chandé. En la última noche del año, las bandas de música acompañaban la
quema del Año Viejo y después se celebraba el baile en la calle. Los bailes de
manduca, salones, saraos, se amenizaban con bandas y orquestas; eran diferentes
a los de cumbiambas y zambapalo. La cumbiamba se amenizaba con música de
acordeón o caña de millo, tambor y guacharaca; la Cumbia también se amenizaba
con orquestas o bandas.
Las modalidades de las Cumbiambas
eran el Merengue, el Son y la Puya. En la Cumbia sobresalía las coplas del
compositor Andrés C. Rojas. El Chandé, consistía en una procesión de gente
cantando y bailando por las calles del pueblo, al son de la música de caña de
millo, tambores y guacharacas; llevando en frente un árbol adornado con
faroles, se detenían en algunas casas, en las que improvisaban y bailaban en
círculo.
RUEDAS DEL CUMBIÓN EN GUAMAL: Las Ruedas del Cumbión hacen parte de la idiosincrasia de Guamal, ejemplo de ellas, es la tradición de fin de año cuando siembran una planta de plátano adulta decorada, en el centro de la plaza principal y allí se reúnen entorno de la “Mata de Plátano”, a bailar Cumbia. Los primeros bailes decembrinos se realizan durante las Novenas de Navidad en la calle de turno; y el 30 de diciembre y el 6 de enero, el baile se realiza en la plaza de la iglesia. Ruedas de Cumbia que buscan ser incluida en el Plan Especial de Salvaguarda, del Ministerio de Cultura, ya que este espectáculo se ha convertido en un legado que va de generación en generación, para tal fin cuenta con el apoyo de la Casa de la Cultura y de la Alcaldía Municipal.
RUEDAS DEL CUMBIÓN EN GUAMAL: Las Ruedas del Cumbión hacen parte de la idiosincrasia de Guamal, ejemplo de ellas, es la tradición de fin de año cuando siembran una planta de plátano adulta decorada, en el centro de la plaza principal y allí se reúnen entorno de la “Mata de Plátano”, a bailar Cumbia. Los primeros bailes decembrinos se realizan durante las Novenas de Navidad en la calle de turno; y el 30 de diciembre y el 6 de enero, el baile se realiza en la plaza de la iglesia. Ruedas de Cumbia que buscan ser incluida en el Plan Especial de Salvaguarda, del Ministerio de Cultura, ya que este espectáculo se ha convertido en un legado que va de generación en generación, para tal fin cuenta con el apoyo de la Casa de la Cultura y de la Alcaldía Municipal.
Mediante Acuerdo No. 004 del 7 de
junio del año 2013, el Honorable Concejo Municipal de Guamal, declara de
interés público-cultural, la Cumbia, y se incluye como patrimonio cultural
inmaterial del municipio. Con estas facultades el alcalde, Alex Ricardo Rangel
Arismendi, inscribió ante el Consejo Departamental de Patrimonio, el mencionado
proyecto para declarar la Cumbia Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
La Cumbia, se baila en todas las celebraciones, en donde los músicos se
destacan con los cuatro aires de la Cumbia: Cumbia Maya o Indígena, Porro
Recogido, Cumbia Popular y el sobresaliente Perillero.
Otros eventos donde no falta la Cumbia
en Guamal, son las festividades religiosas especialmente las fiestas de la
Virgen del Carmen, que comienzan el 7 de julio, con las bolas de candela en la
plaza principal y terminan con el baile de los chóferes en la esquina del Señor
Amado Guerra. Lo mismo que el Festival de la Flauta de Millo, que se realiza
desde el año 2007, por iniciativa del excalde Luis Correa.
Antaño la mejor pareja bailadora de
cumbia en Guamal Magdalena, la conformaron Eva Ramos y Tiberio Herrera. Eva
Ramos, nació en el año de 1910 y murió en Guamal en el 2015, se cuenta que
bailó cumbia por 100 años. Mujer trabajadora, en su rol de ama de casa llegó a
participar en diferentes danzas folclóricas y especialmente la Cumbia. Con los
ritmos de tambora y millo deleitaba a los espectadores al son de sus caderas.
Era el epicentro en los bailes de carnavales y el baile del 30 de diciembre,
noches de Cumbia, que realiza la familia Guerra al pie de la imagen de la
Virgen del Carmen, en la plaza de la iglesia, donde no falta la mata de plátano
en el centro de la calle.
FESTIVIDADES Y BANDAS DE VIENTO: Las festividades religiosas tienen un importante contraparte musical en Guamal, ya que las bandas de viento, cumplen papel fundamental en la procesión de Semana Santa y en la fiesta patronal de Nuestra Señora del Carmen. En la fiesta de Todos los Santos, no falta el canto de coplas alusivas a las “ánimas”, y el Corpus Christi, constituye una religiosidad popular. La Semana Santa de Guamal Magdalena, data del año 1895, iniciándose con la procesión del jueves santo. La procesión del Jueves Santo es la más emblemática. Sale de la esquina de la iglesia a las 7 de la noche, con la imagen del Paso Mayor o Penitencia y Sentencia o Jesús ante Pilato, y llega a las 7 de la mañana del día siguiente al mismo lugar. Esta procesión lleva 18 pasos, que representan la pasión y muerte de Jesús. Procesión cargada por civiles y alumbrada con antorchas. Cortejo procesional acompañado de una banda marcial que ejecuta Marchas Fúnebres ó Solemnes. En “La Plaza Marina”, se hacían los mejores bailes y corraleras.
FESTIVIDADES Y BANDAS DE VIENTO: Las festividades religiosas tienen un importante contraparte musical en Guamal, ya que las bandas de viento, cumplen papel fundamental en la procesión de Semana Santa y en la fiesta patronal de Nuestra Señora del Carmen. En la fiesta de Todos los Santos, no falta el canto de coplas alusivas a las “ánimas”, y el Corpus Christi, constituye una religiosidad popular. La Semana Santa de Guamal Magdalena, data del año 1895, iniciándose con la procesión del jueves santo. La procesión del Jueves Santo es la más emblemática. Sale de la esquina de la iglesia a las 7 de la noche, con la imagen del Paso Mayor o Penitencia y Sentencia o Jesús ante Pilato, y llega a las 7 de la mañana del día siguiente al mismo lugar. Esta procesión lleva 18 pasos, que representan la pasión y muerte de Jesús. Procesión cargada por civiles y alumbrada con antorchas. Cortejo procesional acompañado de una banda marcial que ejecuta Marchas Fúnebres ó Solemnes. En “La Plaza Marina”, se hacían los mejores bailes y corraleras.
En Guamal desde 1884, había una banda
de música, dirigida por Santiago Alfaro y Gregorio Miranda, quienes tocaban el
clarinete. Los demás integrantes eran los siguientes: Francisco López, tocaba
el bugle; Tomas Aníbal Miranda, en el cornetín; Faustino Rangel Méndez, tocaba
el bajo; Saturnino López Infante, tocaba el barítono; Felipe Ospino y Tomas
Julián Castro, tocaban el saxofón alto; Eusebio Zambrano Saucedo, tocaba el
redoblante; Abigail Rangel, tocaba el bombo, y Guadalupe Ortiz Rangel, en los
platillos. A comienzos del siglo XX, había una banda de música de orientación
liberal, dirigida por Gabriel Ribón Cordero, la que llamaban “Grupetto Rojo”.
También el partido conservador, para la misma época, tuvo su banda, “La
Orquesta Arco Iris”, dirigida por Redempto Miranda Acuña. Con el tiempo estas
bandas se disolvieron, agrupándose en la “Banda 16 de Julio”, bajo la dirección
de Manuel Ribón; y desde 1955, existe la banda “Once de Enero”, dirigida por Indalecio
Rangel Flórez y la banda de música Los Murilleros, del corregimiento de
Murillo. Indalecio Rangel Florez, compositor e intérprete, entre sus Cumbias se
encuentran "Cañamillero", y "Pájaros del Monte"; destacado
porque en el año 2009 fue aprobado un Acuerdo Municipal, por medio del cual se
crea la Escuela de Música “Indalecio Rangel Florez”.
El grupo Los Molineros de Playas
Blancas, corregimiento de Guamal, no utilizan la flauta de millo, ni
clarinetes, ni cornetas; sino la corona del molino de moler maíz, como
instrumentos de viento, a través de los cuales expresan obras clásicas de la
cumbia, como La Piragua y la Pollera Colorá. Esta agrupación se ha presentado
en varias ciudades de la región Caribe, como también en otras partes del país,
acreditándose como un equipo folclórico que marca diferencia por el talento y
la particularidad de utilizar como instrumentos musicales los molinos, lo que
llama mucho la atención de los amantes del folclor. Lo particular de este grupo
de pescadores y campesinos, estriba en el hecho de ser los únicos en el mundo
folclórico que han logrado lo que en otras latitudes era imposible: lograr
sacarle sonido a unos molinos o máquinas de moler maíz, que acompañados con
percusión emulan a una banda de músicos convencionales o ‘papayeras’.
En carnavales los juglares
escenificaban la vida del pueblo con comparsas, danzas folclóricas, disfraces,
letanías, canto, piquerías; reinando en la comunidad alegría, furor, desfile,
música, casetas. Todos estos elementos conforman el carnaval de Guamal, que
tuvo sus inicios a comienzos del siglo XIX; carnaval donde no faltan pasodobles
y corridos con música de viento, ni faltan los fandangos, ni los tambores, ni
los cañamilleros. Se realiza en la población el “Carnaval Infantil Petronilo Pancracio”,
con diferentes actividades lúdicas para los niños y las niñas.
DANZAS FOLCLÓRICAS: Las danzas
conocidas como “Goleros”, “Mariposas”, “Chupaflor”, “Farotas”, “Coyongos”,
“Paco-Pacos”, “Cucambas”, “Ponches”, “La Maya” y “Pilanderas”, no faltaban en
los eventos folclóricos de Guamal. En la danza las “Pilanderas”, las mujeres
llevan pilones reales con los que acompañan el canto, contando además con la
presencia de música viento. La danza de “La Maya”, es un baile en que hombres y
mujeres se toman de las manos y van haciendo figuras mientras cantan. “Los
Coyongos”, es la danza más antigua, nacieron en 1775 y es de las mejores del
carnaval de Barranquilla. José del Carmen Alfaro, es el Capitán de “Los
Diablos”, de Guamal; según la tradición “La Cucamba”, es la compañera del
diablo, que Dios se la dio para que bailaran.
El Grupo Folclórico y Cultural Costa
Azul, lo integran campesinos y pescadores oriundos de Playa Blanca,
corregimiento de Guamal; fundado por los profesores Yoneiro Flórez Laguna y
Emilton Espalza, quienes con esfuerzo propio, han participado por años en el
Carnaval de Barranquilla, en la categoría danza tropical, con la llamada danza
“Indios Mansos”. En ese carnaval desde el año 2002, han logrado triunfos como
su primera medalla bronce; luego en el 2004, ganaron plata. Más tarde ganaron
Congo de Oro, en los años 2005, 2006, 2007, 2009, 2010, 2012 y 2013. Esta
escuela de formación de Playas Blanca, trabaja con niños desde los 4 años en
adelante.
INTERPRETES DE LA CUMBIA EN GUAMAL: Julio Erazo
Cuevas, nació en Guamal, el 5 de Marzo de 1929, cultivador de todos los géneros
tropicales de la música. Desde 1948, crea música tropical, entre ellas la “Puya
Guamalera”, y las cumbias “Cumbia de Ahora”, “El Millero”, “El Agua del Higuerón”
y “Cumbia Margariteña”. Entre los grupos que le han grabado sus canciones
encontramos: Los Melódicos de Venezuela, Billos Caracas Boys, orquestas de
Ramón Ropain, Pacho Galán, Lucho Bermúdez. El 23 de Octubre de 2003, Sayco lo
galardonó, en el día nacional del compositor Colombiano. Está casado con Elides
Martínez, y tiene cinco hijos.
- Luis Ávila Estrada (1917-1969),
artista autodidacta que ganó renombre como pintor, escultor y músico. Se
destacó en el batallón Córdoba de Santa Marta como el mejor cornetista de la
banda de guerra, allí conoció a Lucho Bermúdez, a quien logró enviarle a
algunas de sus composiciones. En su pueblo natal, integró un grupo de
serenateros, además dirigió la banda de músicos, dio clases de órgano y enseñó
música a muchos en la comunidad.
- José Garibaldi Fuentes, nació el 9
de marzo de 1925, en Guamal; murió en Barrancabermeja en el año 2010. Es autor
de la Cumbia “Tu Partida”. Por su historia musical ha recibido los siguientes
galardones: Año 1984: orden al mérito folclórico otorgada por la Sociedad de
Autores y compositores de Colombia, Sayco. Orden Gonzalo Jiménez de Quesada por
la Alcaldía de Barrancabermeja. 1995: Honor al Mérito en el grado de Gran
Caballero otorgada por la Alcaldía de Barrancabermeja. 1986: orden al mérito
artístico por la junta directiva del festival vallenato del Magdalena Medio.
1995: Liria de oro de Sayco. 1999: Orden Luis Carlos Galán Sarmiento otorgada
por la Asamblea de Santander.
- Grupo de millo Son Pochigua (sigla
que une a los tres grupos humanos que conforman al guamalero: Pocabuy, Chimila
y guamalero), creado para rescatar las tradiciones musicales y dancística, de
la región.
Otro compositor de Cumbia es el
guamalero Epimenides Zambrano Rangel, padre del acordeonero Jimmy Zambrano.
Maestro Epimenides Zambrano Rangel (1940-2016), cantante, compositor y
acordeonero. Canciones reconocidas de su autoría son “La Fiesta de la Patrona”,
“Sembrado té”, “Mi Perrito”. Nació y murió en Guamal.
GRUPO FOLCLÓRICO GUAMALÉ: Fundado el 9 de febrero del 2008 en
el municipio de Guamal Magdalena, radicados en Bogotá desde principios del
2011. Este grupo lo conforman integrantes de distintas regiones del país cuyos
nombres son: Olmer Atencio Felizzola, cañamillero, fundador y director, oriundo
de Maicao; Leonardo Noguera Sirtori, (llamador y coros), oriundo de Ciénaga;
además Carlos Cortes Arboleda, Ricardo Floriano Cuellar, Oscar de Jesús Montoya
Pico, Amparo Lucia Rodríguez Ballestas.
13. CUMBIA EN PLATO.
CUMBIA Y CAÑA DE MILLO: La referencia más antigua es la de la cantora de bailes cantao´s, Carmen Elena Palacios. Negra famosa que dicen algunos era de Santana, otros afirman que de Tenerife, y la mayoría confirma que era oriunda de Plato Magdalena. Según el libro de la autoría de Pachito Rada Ortiz, es la verdadera compositora a comienzos de siglo XIX, de la canción “La Múcura”. En 1930, la adaptó para flauta el compositor bolivarense Crescencio Salcedo, finalmente el tema fue grabado en 1948, por Los Trovadores de Barú, con el Trío Nacional y con la rúbrica de Toño Fuentes, propietario de Discos Fuentes de Cartagena. En esa época consistía el juego de “La Múcura”, que hombres y mujeres formaban un ruedo, escogían una pareja que se ubicaba en el centro, donde uno de los dos se transformaba en “La Múcura”, arrojado en el suelo, para que el otro lo levantara. El resto de los participantes coreaba, acompañándose con las palmas: "La Múcura está en el suelo, mamá, no puedo con ella; me la llevo a la cabeza, ¡ay!, mamá no puedo con ella". La canción llega al cine mexicano en 1950, con la cubana Ninón Sevilla, quién la interpretó en la película “Perdida”, con el acompañamiento de Pérez Prado.
Hacen presencia musical en Plato, en
la década del cuarenta, el gaitero Francisco Rodríguez, oriundo de Rosario de
Chengue Magdalena. En la década del cincuenta, los hermanos Manuel y Efraín
Padilla Contreras, gaiteros y tamboreros. De igual manera el gaitero Manuel
Rodríguez García y el tamborero Mañe Pérez, oriundo de Algarrobo Magdalena.
- Mane Arrieta y su flauta de corozo:
Antaño era costumbre de Manuel “Mane” Arrieta, tocar 4 días durante el mes de
diciembre de cada año, en el mercado público de Plato. Alrededor de la
agrupación se armaba el baile de cumbia, en donde las mujeres con su paquete de
velas encendidas, saltaban con sus escotes, su moño y una rosa roja prendida en
la cabeza.
Llegó a esta población en 1954, con
su grupo de musical llamado Unión Colombia, participó en todas las ferias y
festivales de la región. Tocaba su flauta de corozo a todo pulmón como si
estuviera amplificada por algún equipo reproductor, que para él, era mejor que
la flauta de millo. Logró grabar dos temas que le dieron la vuelta al mundo “El
Grillo” y “La Zorra”.
Se quedó en Barranquilla y le puso el
sabor al carnaval de esa ciudad, hasta que murió el 6 de febrero de 1998. En el
año 2015, el alcalde municipal de Plato, rinde homenaje a su nombre, con el
Centro de Integración Ciudadana Manuel "Mane" Arrieta, proyecto que
consiste en la construcción de un gran escenario deportivo. Su grupo se
mantiene, lo lleva su hijo el flautero, Jerónimo Arrieta Llerena, acompañado de
su hermano Severo Arrieta Llerena, uno de los mejores maraqueros.
CUMBIA Y ACORDEÓN: A partir del siglo
XVI, empezó la fusión de la música indígena con la africana, utilizando los
cultores musicales instrumentos artesanales y autóctonos, como la flauta de
millo, el tambor y la maraca. Desde entonces los bailes cantao o bailes de
negro, se pregonan por todo el Departamento del Magdalena, especialmente
durante la recolección de cosechas, fiestas religiosas y el mes de diciembre.
Pero ocurrió algo trascendental: El acordeón que fue inventado en Alemania, en
1829, entró al territorio costeño en goletas de contrabando; y a partir de
1850, aparecen los cantores populares, tocando acordeón e integrándolo al
mestizaje musical, llamado Cumbia, en todo el Departamento del Magdalena. De
este modo los músicos primitivos, acogen con entusiasmo el recién llegado
instrumento europeo, porque con el acordeón el intérprete asume un doble papel:
Toca y canta a la vez, dejándoles la boca libre para lucirse con el canto. Lo
que no ocurría con instrumentos nativos como la flauta, la gaita, que les
impedía tocar con las manos el instrumento y vocalizar la canción. Es por ello,
que hay muchas Cumbia, grabadas con acordeón desde las primeras décadas del
siglo XX.
- Cristóbal Pasos Batista y el Caimán
de Plato: De los hijos del matrimonio de Eusebio Pasos Castro, con María del
Carmen Batista, el más sobresaliente en la música fue Cristóbal Pasos Batista,
acordeonero del periodo (1870-1902) y autor de la primitiva canción “El Caimán
del Diente de Oro”. Ocurre que al observar que un caimán diariamente se
asoleaba en los playones del Río Magdalena, y que con el resplandor del sol,
los dientes le brillaban, se inspiró en la mencionada canción, que puede ser la
génesis de la Leyenda del Hombre Caimán.
Cristóbal Pasos Batista, vivía en su
finca La Cristina, uno de los primeros en tocar “El Amor, Amor” (según Pachito
Rada Ortiz, es el verdadero autor de esta canción). También es el autor de la
“Italiana”, dedicada a una marca de acordeones procedente de Italia; de igual
manera autor de “Delén Gracias a Alemania”, canción dedicada al instrumento
inventado en Europa. Además de acordeón tocaba piano, catalogado como el primer
vallenato en tocar en el extranjero, ya que frecuentaba a Panamá, invitado por
unos franceses. En Panamá murió muy joven.
- Virgilio Di Filippo y el hombre
caimán: Virgilio Di Filippo, partidista conservador, era oriundo de Cerro San
Antonio Magdalena y como Secretario del Juzgado Municipal llegó a Plato en
1927. Fue abogado, periodista, escritor, compositor, organista, sacristán y
organizador de las fiestas religiosas de la iglesia de Plato. Se casó en esta
población con la profesora Clara Luz Alfaro De León, lugar donde murió. Como
buen escritor recogió de la tradición popular relatos de pescadores, quienes
contaban la historia del hombre caimán, animal totémico de los Chimilas. Con
base en esos chismes pueblerinos, Virgilio Di Filippo, hizo una serie de
crónicas periodísticas, donde relata extraordinario acontecimiento en la década
de 1940, en el diario La Prensa de Barranquilla. Cuenta cómo el joven
comerciante Saúl Montenegro había recurrido a las magias de un brujo, para
convertirse en caimán y de esta forma, confundido entre las tarullas, espiara
las muchachas que se bañaban en el caño. A partir de entonces, empieza la
Leyenda del Hombre Caimán, que se populariza con la canción que grabara José
María Peñaranda, acordeonero y compositor barranquillero:
“Voy a empezar mi relato
con alegría y con afán
que en la población de Plato
se volvió un hombre caimán.”
Le toca a Edgar Elías Romanos Moisés,
plateño nacido en 1948, por recomendación directa del viejo y enfermo Virgilio
Di Filippo, no dejar caer la leyenda plateña. Es la razón por la cual Edgar
Romanos, personifica y recorre el mundo con la vieja historia de los pescadores
de Plato.
- El acordeón cumbia de Carmelo
Torres: Nació en Plato Magdalena el 13 de marzo de 1951, pero sanjacintero de
corazón. Tocador de cumbia con acordeón desde 1972, reconocido como “El
Acordeón de los Montes de María”. Aprendió la música de su padre, que tocaba
gaita en Carmen de Bolívar. Ha participado en varios festivales de la región,
ha recorrido diversos países llevando la música colombiana y ha realizado
varias grabaciones, una de las cuales, con Los Gaiteros de San Jacinto.
- Grabación primera cumbia con
acordeón: Con la llegada de la radio a partir de 1920, la música en vivo en las
fincas y en las cantinas pierde vigor. Los acordeoneros asimilan los cambios
que impone la radio, por eso es que Pacho Rada, olvida su mula, su caballo y
con su acordeón marca “Gloria”, de dos teclados en 1936, se embarca en el vapor
Santa Helena, con destino a Barranquilla; ciudad donde existen emisoras, que
llegaban con sus ondas hertzianas, a los lugares urbanos y rurales. Estando en
Barranquilla, se aloja por largo tiempo en casa del músico bolivarense Ángel
María Camacho y Cano, quien lo contrata por una larga temporada, para que
diariamente interpretara sus composiciones en vivo y en directo en el programa
"De Todo un Poco", que él dirige, en la emisora La Voz de la Patria.
El programa resultó todo un éxito, ya que duró el maestro del acordeón, año y
medio animando en forma diaria con sus canciones el programa barranquillero.
Durante su permanencia en el programa
radial, el maestro Pacho Rada, por insinuación de Ángel María Camacho y Cano,
graba en los estudios de La Voz de la Patria, un primitivo acetato de 78 R.P.M,
con dos temas: El son “El Botón de Oro” y en la otra cara, la cumbia de su
autoría “La Sabrosita”. Esta primera grabación tuvo escasa difusión, ya que fue
una copia para uso exclusivo de la emisora, con fines no comerciales. Hay que
aclarar que hacía 1936, aparecieron los discos de acetato, que permitían una
grabación rápida, la cual no necesitaba tratamiento químico. Eran estos discos
de acetato los que utilizaban las emisoras. Su principal inconveniente era que
solo duraban cinco o seis reproducciones. Podemos afirmar entonces, que no solo
fue Pacho Rada, la primera persona en grabar música de acordeón en Colombia,
con fines no comerciales; sino el primero, en grabar la primera cumbia y el
primero, en llevar la música vallenata a la radio.
CUMBIA CON BANDAS Y ORQUESTAS: Finales de siglo
XIX y comienzos de siglo XX, fue prospero para la música de viento y orquestas
de Plato Magdalena. Fue el nativo Andrés Ospino Herrera, quien organiza una de
las primeras bandas de música y es él quien en 1925, organiza la primera banda
de viento de Fundación Magdalena. Además fue maestro de música en la década de
1930, de Antonio María Peñaloza, enseñándole la ejecución de la trompeta.
- La “Banda 20 de Julio de Plato”,
dirigida por el plateño Sócrates Saballet, data del año 1910. También para esta
época incursionaba el trompetista plateño Fidel Saballet, quien hizo parte de
la banda de música del Departamento del Magdalena y en 1940 de la orquesta
cienaguera “Ritmo Costeño”.
- Antonio María Peñaloza (1916-2005),
nació en Plato y desde su infancia aprendió a tocar la caja, más tarde la
trompeta y para el año de 1950, ya tenía su propia orquesta. Su abuelo era un
acordeonista que tocaba mazurcas, valses, polkas; y su padre tacaba guitarra.
En Plato, conoció desde muy pequeño a juglares del acordeón, conjuntos de
cumbias y fandangos. La danza del garabato “Te Olvidé”, es una obra musical del
maestro Peñaloza, que se ha considerado el himno del carnaval de Barranquilla,
la cual fue grabada en 1952.
- Manuel Saumeth Núñez (1904-1973),
estudió música en el conservatorio de Cartagena, cuando estudiaba en esa
ciudad. De 1928 a 1935, creó varias bandas, entre las que se encuentran: Banda
Cecilia, en la Zona Bananera; Banda Armonía del Carmen, en Plato; Banda 20 de
Julio, en Plato. Debido a las exigencias musicales de la época tuvo que
convertir su banda en orquesta, la cual denominó en el año de 1954 Orquesta
Saumeth y sus Plateños. Manuel Salvador Saumeth Núñez, compuso vals, cumbia,
pasillos, merengues, paseos, gaitas, bambuco, porros, guarachas, danzones,
polcas, etc.
- Roque Saballet, hijo de una
dinastía musical plateña, que en 1950, aparece como cantante y compositor. En
1963 hace parte de la orquesta Saumeth y sus Plateños. En 1978 la orquesta Combo
Nutivara, con la voz del plateño Alcides Díaz, le graban uno de sus grandes
éxitos, el cumbión “Martín Enguayabao”; que también lo grabaron en el 2007, la
orquesta Son de Ovejas, y en la década del noventa lo grabó Diomedes Díaz. En
1983 es ganador del Festival de la Cumbia en El Banco Magdalena, con la canción
“Agonía del Magdalena”. “La Historia del Tambor”, es una cumbia de su autoría.
En el año 2011 la Fundación Cultural Ana Cecilia Almanza de Santa Marta, le
rinde un homenaje por su gran aporte al folclor de Colombia.
- Alcides Díaz, versátil músico
nacido en Plato, de la década del sesenta y vocalista de la orquesta de
Medellín, El Combo Nutivara. Es un reconocido cantante, acordeonero y
compositor de cumbias, paseos, porros y vallenato. Regresa a su pueblo en el
año 2010, época en la cual es contratado por la Alcaldía Municipal, para que
ejerza como instructor de música en la Casa de la Cultura de Plato.
WILSON CHOPERENA Y “LA POLLERA COLORÁ”: "La Pollera Colorá", fue compuesta originalmente en versión instrumental iniciando el año 1960 por Juan Bautista Madera Castro, clarinetista de la Orquesta de Pedro Salcedo, de la cual el plateño Wilson Choperena, era el cantante.
WILSON CHOPERENA Y “LA POLLERA COLORÁ”: "La Pollera Colorá", fue compuesta originalmente en versión instrumental iniciando el año 1960 por Juan Bautista Madera Castro, clarinetista de la Orquesta de Pedro Salcedo, de la cual el plateño Wilson Choperena, era el cantante.
La melodía se interpretó instrumentalmente durante varios meses,
al cabo de los cuales Wilson Choperena le puso la letra que le dio vida al tema
musical, con el permiso de Madera, oriundo de Sincé Sucre. A mediados de la
década 1960 se hizo una grabación rudimentaria en Radio Pipatón de
Barrancabermeja; posteriormente se grabó otra versión en un estudio de
Medellín.
La Orquesta de Pedro Salcedo, viajó en el año 1961 a grabar en
Barranquilla, con el sello Discos Tropical; con Wilson Choperena, como cantante
y Juan Madera, en el clarinete. Esta fue la versión definitiva de la cumbia,
que le dio la vuelta al mundo, grabada en acetato en un disco de 78 RPM. Choperena
grabó otra versión de “La Pollera Colorá” en el sello RCA Víctor, desde
entonces es un clásico de la música popular.
La canción fue registrada ante el Notario Primero del Circuito
de Barrancabermeja, el 24 de octubre del año 1962, por Wilson Choperena, en
calidad de autor de la letra, y Juan Bautista Madera como autor de la música.
Wilson Choperena nació el 15 de Diciembre del año 1923 en la
población de Plato Magdalena, hijo de Juan Mugno y Amira Choperena. Su nombre
completo es Wilson Darío Mugno Choperena, cursó estudios primarios en el
colegio la Concepción de Plato, dedicándose luego a la ebanistería oficio de su
padre.
A los 15 años se inició como cantante de música tropical en la
banda de Plato, dirigida entonces por Sócrates Zaballet. En el año de 1951
compuso el bolero “Amelia porque eres así”, grabado en el sello Atlantic, con
la orquesta Los Trovadores de Barú y vocalizada por él mismo.
En el año de 1955 llegó a Barrancabermeja y se integró a la
mejor orquesta de la cuidad, la del maestro Pedro Salcedo, quien lo contrató
como vocalista. Después de la grabación de “La Pollera Colorá”, Choperena se
incorporó a la orquesta La Sonora Cordobesa, con la cual recorrió todo el país.
En Bogotá y Medellín fue miembro del Trío de Siempre y Trio
Sabanero. Se ganaba la vida dictando clase de canto y guitarra en centros
educativos de Medellín, Barrancabermeja, Bogotá. Las regalías por su música son
pocas, razón por la cual en el año 1983 debió declararse en huelga de hambre en
la capital de la República, donde pasó grandes necesidades y dejó de existir en
el año 2011. Fue homenajeado en el año 2005 por el Instituto Distrital de
Cultura y Turismo de Barranquilla. Otras composiciones suyas son: “La Negra”,
“Amada mía”, “Azucena, “A la Sultana del Valle”, “Lamento Costeño”.
Monumento a “La Pollera Colorá”, en Barrancabermeja: El Paseo de la Cultura del Barrio
Galán, es uno de los lugares preferidos de la comunidad de Barrancabermeja, ya
que en este sitio se le rinde homenaje a la canción cumbia “La Pollera Colorá”.
Monumento a la Negra Soledad, mujer afrocolombiana vestida con su falda roja
extendida desde la cintura hasta los pies, su frente en alto y en una de sus
manos un paquete de velas encendidas.
Precisamente en Barrancabermeja,
sucedieron los acontecimientos relacionados con la creación musical, en donde
el autor plateño Wilson Choperena, llegando de gira con su grupo musical entra
al Grill Hawái y mientras hacían el montaje de los equipos para la
presentación, se tomaba unos tragos de licor. En ese momento vio una morena que
vestida con pollera de color rojo, bailaba y meneaba la cintura, mientras Juan
Madera Castro tocaba el saxofón; entonces Wilson Choperena, comienza a improvisar
la canción, fue así como nació “La Pollera Colorá”.
Al son de los tambores
ya esa negra se amaña
y al sonar de la caña
va brindando sus amores.
Es la Negra Soledad
la que goza mi cumbia
esa negra saramulla, oye caramba!
con su pollera colorá.
14. CUMBIA
EN CERRO SAN ANTONIO.
PUEBLO CUMBIAMBERO: Desde los tiempos de la familia indígena Camacho, que habitaban en la “Loma
Camachera”, se baila y se toca Cumbia en Cerro San Antonio Magdalena. Andrés
Paz Barros (1906-1977), gran músico de origen cienaguero y uno de los autores
de la famosa “Cumbia Cienaguera”, manifestaba con frecuencia que no había un
pueblo del Magdalena, que se tocara y bailara con maestría la Cumbia, como la
población de Cerro San Antonio. Hicieron historia musical en esta población,
cantadores como Pedro Araujo, Andrés Berdugo Camacho, Lázaro Flórez Cervantes.
Bailadoras como Guillermina y Carmen De La Hoz, “Chillo” y Mercedita Fontalvo,
Toña Cañate, María del Carmen, Edelmira Vélez y Gavina Menegilda. Tamboreo como
Pablo Lozano. Cerro San Antonio Magdalena tambien tiene Baile Negro, representado por Corporación Río y Tambó. Diciente es el poema del poeta
oriundo de Cerro San Antonio, José Daza Meléndez:
Sin el tambor ¿qué harían el
caramillo,
las maracas y la flauta?
el golpe del tambor marca la pauta
del ritmo musical grave y sencillo.
al flautista yo admiro
y al gaitero cuando le arranca
melodías al aire
pero más me emociona ese donaire
conque lleva su ritmo el tamborero
por aquí, por acá, la voz del cuero
a melódica senda va marcando
por aquí, por acá, vayan marchando
les dice, no se salgan del sendero
por mis venas tal vez sangre africana
con ecos de tambores se desliza
la piel al escucharlos se me eriza
y el corazón en ser tambor se afana.
Candelaria, más conocido como
"Caimán", es un corregimiento de Cerro San Antonio Magdalena. En ese
pueblo nació Juancho Polo Valencia, en el año 1922 y desde niño se inclinó por
la música tocando flauta de millo con los gaiteros de su pueblo. Fue su padre
Juan Polo Meriño, quien le enseñó a tocar la flauta, pero Juancho Polo, terminó
inclinándose por el acordeón, que comenzó a ejecutar de oídas.
Desde el año 2011, se realiza en esta
población el "Festival Baile Cantao el Pajarito de Pablito Rambao",
en homenaje a este gran músico que interpretaba magistralmente canciones con su
tambor, flauta y maracas. Quien además sobresalía en las cumbiambas del pueblo.
En Pedraza Magdalena, pueblo cercano
a Cerro San Antonio, nació Guillermo “Memo” Argote, músico de amplia
trayectoria, no solo como intérprete, sino como compositor, quien ha
participado en grandes orquestas. En el año 1982 acompañado de su orquesta Memo
Argote y su Grupo Majestad, hizo la grabación del tema “Cumbia de Pescadores”,
que dice así:
En la cercana playa, allende Pedraza
suena la atarraya que el pescador
desata
previsto de largos mechones
recorren alegre la ribera
enrollados sus húmedos calzones
airosos se tiran en la arena.
airosos se tiran en la arena.
PIÑÓN CUMBIAMBERO: Charles Stuart Cochirane, Capitán de navío inglés, que pasó en un champan por la población de El Piñón Magdalena en abril del año 1823, relata que antes de la cena, escuchó un melancólico sonido proveniente de una caña y un tambor y encontró a un grupo de personas que formaban un círculo. La música era simple, pero parecía deleitar a los indios que bailaban de manera algunas veces grotesca sin ser desagradable. El historiador Álvaro Rojano Osorio, manifiesta que en una de las oportunidades que estuvo el Libertador Simón Bolívar en El Piñón, a principios del siglo XIX, tres negros con tambor, un pito atravesado y una guacharaca, le interpretaron cumbia. En El Piñón es muy tradicional desde hace muchos años el Baile de Negros, que algunos llaman Tambora, por estar este baile acompañado del aludido instrumento musical. Todos los sábados y domingos, desde las horas de la tarde y bien entrada la noche, los gozadores recorrían las calles y callejones de la población, junto con las comparsas y danzas como las Pilanderas.
CUMBIAMBERAS PIÑONERAS: En la década de 1940, nace en El Piñón Magdalena, la primera
orquesta colombiana llamada Hermanos Martelo, donde la mayoría de sus
integrantes son hermanos; orquesta de repertorio musical sorprendente, de
muchas cumbias grabadas entre ellas: "Cumbia Marinera", "La
Piragua", "La Gaita", "Yo me Llamo Cumbia".
Cumbiambas de Juancho “Cañate”: Juancho “Cañate” Orozco, a mediados de siglo XX, con su acordeón tocaba los bailes de fandango y cumbia en la cabecera municipal. Jolgorio en donde no faltaban las cantadoras y bailadoras como Martina Cervantes, María Blanco, Perdulia Bahoque, Inés Emilia Crespo, "La Nego", Edelmira y los Santamaría, acompañadas por los tambores de “Romito”. De modo que en casa de la fondera
Cumbiambera Martina: Acordeonero que no faltaba en las fiestas y parrandas de El Piñón, Magdalena, lo era Andrés Landero, máximo exponente de la cumbia en los pueblos costeños; quien siempre tomaba posada en la casa piñonera de Martina Cervantes, una fondera que hacía sus fritangas en la plaza principal al son de la cumbia, especialmente las que tocaba Andrés Landero. Martina Cervantes quien se reía y orinaba bailando cumbia, era la madre de un reconocido personaje del pueblo bautizado como “Bordón”.
CUMBIAMBA Y PAJARITO EN LA PLAZA DE CANTAGALLAR: Hasta finales de los años ochenta, la Cumbiamba era el epicentro de las fiestas patronales del corregimiento de Cantagallar, municipio El Piñón Magdalena. Fiestas en honor a San Pedro Mártir de Verona, que empezaban el 17 de enero, en donde la muchedumbre durante 4 días se deleitaba en la plaza principal, ubicada en la iglesia del pueblo. El baile del cortejo amoroso, lo integraba una multitud de parejas, en una ronda que giraba siempre en sentido contrario a las manecillas del reloj. Las parejas separadas, el varón de la mujer; elevando ella, uno o dos paquetes de velas encendidas en su brazo en alto, meciendo su cadera, mientras el varón la acosaba y seducía con su sombrero. En el centro el conjunto musical de flautas y tambores, provenientes de las sabanas de Bolívar, empezaban una sola tanda desde las 8 de la noche hasta las cinco de la madrugada. Cuando no había iglesia en el pueblo, se construían enramadas en la mitad de la calle, en cualquier esquina, colocando allí el santo, lugar donde se hacía la misa y se formaban los bailes y parrandas de Cumbia y Pajarito. Época que la Cumbiamba se bailaba en la plaza de la iglesia y el Pajarito en el “Barrio de los Pacheco”. Desde comienzos del siglo XX se desarrolla en el pueblo de Cantagallar corregimiento de El Piñón Magdalena, los cantos de Pajarito, costumbre musical nocturna que inicia la pajaritera, Ana Salinas, con el tamborero, Manuel Bolaños. Bailes de Pajarito, que se intensifican a mitas de siglo XX, cuando aparece el ritmo cadencioso de Candelaria Pacheco y su familia, quienes hicieron escuela musical en el popular “Barrio de los Pacheco”, sector donde no faltaba el espectáculo folclórico todas las noches. El Pajarito cantagallero era de mayor importancia en el periodo (noviembre – enero) de cada año, con competencias entre las dos escuelas pajariteras: El Pajarito de los Salinas y el Pajarito de los Pacheco. Candelaria Calvo, aprovechaba la bocina del picós de su esposo Rosalía Muñoz, para promocionar los bailes del pueblo; donde sobresalían las bailarinas y bailarines estelares:
- Candelaria Pacheco.
- Mercedes Pacheco.
- Carmen Sarabia Pacheco.
- Zoila Fontalvo Pacheco.
- Sara Sarabia Pacheco.
- Candita Sarabia Pacheco.
- César Sarabia Pacheco.
- Yudys Sarabia Pacheco
- Abigail “Pachequito" Sarabia Pacheco.
- Ramona Ariza.
- Manuela Ariza.
- Hortensia Zambrano Calvo.
- Hemilda Rivera.
- Luis Emilio "El Cariaco" Pacheco.
- Manuel Antonio Pacheco.
- Israel Fontalvo Pacheco.
- Miguel Fontalvo Pacheco.
- Joselito De La Hoz Pacheco.
- Andrés Sarabia Pacheco.
- Bernardo Sarabia.
PEDRO TAPIAS REALES CUMBIAMBERO DE TIOGOLLO: EL popular Dripe, es oriundo del corregimiento de Tiogollo, municipio El Piñón, que a los 3 años su familia se traslada a Barranquilla, donde desarrolla sus estudios académicos, sin descuidar la parte musical. A los 15 años, hace parte de la agrupación Los Cumbiamberos de Gamero, liderada por la reconocida “La Niña” Emilia Herrera. En la década de 1990, crea su propia agrupación musical la que denominó Cumbia Caribe, predominando en sus conciertos, presentaciones y grabaciones el ritmo cumbia. Éxitos de su orquesta son los siguientes: “Son de Chalupa”, “Mosaico Candela”, “Si Muero Mañana”, “Mosaico de Irene Martínez”, “La Zaragozana”, “Soy Carnavalero”, “La Prepago”.
Cumbiambas de Juancho “Cañate”: Juancho “Cañate” Orozco, a mediados de siglo XX, con su acordeón tocaba los bailes de fandango y cumbia en la cabecera municipal. Jolgorio en donde no faltaban las cantadoras y bailadoras como Martina Cervantes, María Blanco, Perdulia Bahoque, Inés Emilia Crespo, "La Nego", Edelmira y los Santamaría, acompañadas por los tambores de “Romito”. De modo que en casa de la fondera
Cumbiambera Martina: Acordeonero que no faltaba en las fiestas y parrandas de El Piñón, Magdalena, lo era Andrés Landero, máximo exponente de la cumbia en los pueblos costeños; quien siempre tomaba posada en la casa piñonera de Martina Cervantes, una fondera que hacía sus fritangas en la plaza principal al son de la cumbia, especialmente las que tocaba Andrés Landero. Martina Cervantes quien se reía y orinaba bailando cumbia, era la madre de un reconocido personaje del pueblo bautizado como “Bordón”.
CUMBIAMBA Y PAJARITO EN LA PLAZA DE CANTAGALLAR: Hasta finales de los años ochenta, la Cumbiamba era el epicentro de las fiestas patronales del corregimiento de Cantagallar, municipio El Piñón Magdalena. Fiestas en honor a San Pedro Mártir de Verona, que empezaban el 17 de enero, en donde la muchedumbre durante 4 días se deleitaba en la plaza principal, ubicada en la iglesia del pueblo. El baile del cortejo amoroso, lo integraba una multitud de parejas, en una ronda que giraba siempre en sentido contrario a las manecillas del reloj. Las parejas separadas, el varón de la mujer; elevando ella, uno o dos paquetes de velas encendidas en su brazo en alto, meciendo su cadera, mientras el varón la acosaba y seducía con su sombrero. En el centro el conjunto musical de flautas y tambores, provenientes de las sabanas de Bolívar, empezaban una sola tanda desde las 8 de la noche hasta las cinco de la madrugada. Cuando no había iglesia en el pueblo, se construían enramadas en la mitad de la calle, en cualquier esquina, colocando allí el santo, lugar donde se hacía la misa y se formaban los bailes y parrandas de Cumbia y Pajarito. Época que la Cumbiamba se bailaba en la plaza de la iglesia y el Pajarito en el “Barrio de los Pacheco”. Desde comienzos del siglo XX se desarrolla en el pueblo de Cantagallar corregimiento de El Piñón Magdalena, los cantos de Pajarito, costumbre musical nocturna que inicia la pajaritera, Ana Salinas, con el tamborero, Manuel Bolaños. Bailes de Pajarito, que se intensifican a mitas de siglo XX, cuando aparece el ritmo cadencioso de Candelaria Pacheco y su familia, quienes hicieron escuela musical en el popular “Barrio de los Pacheco”, sector donde no faltaba el espectáculo folclórico todas las noches. El Pajarito cantagallero era de mayor importancia en el periodo (noviembre – enero) de cada año, con competencias entre las dos escuelas pajariteras: El Pajarito de los Salinas y el Pajarito de los Pacheco. Candelaria Calvo, aprovechaba la bocina del picós de su esposo Rosalía Muñoz, para promocionar los bailes del pueblo; donde sobresalían las bailarinas y bailarines estelares:
- Candelaria Pacheco.
- Mercedes Pacheco.
- Carmen Sarabia Pacheco.
- Zoila Fontalvo Pacheco.
- Sara Sarabia Pacheco.
- Candita Sarabia Pacheco.
- César Sarabia Pacheco.
- Yudys Sarabia Pacheco
- Abigail “Pachequito" Sarabia Pacheco.
- Ramona Ariza.
- Manuela Ariza.
- Hortensia Zambrano Calvo.
- Hemilda Rivera.
- Luis Emilio "El Cariaco" Pacheco.
- Manuel Antonio Pacheco.
- Israel Fontalvo Pacheco.
- Miguel Fontalvo Pacheco.
- Joselito De La Hoz Pacheco.
- Andrés Sarabia Pacheco.
- Bernardo Sarabia.
PEDRO TAPIAS REALES CUMBIAMBERO DE TIOGOLLO: EL popular Dripe, es oriundo del corregimiento de Tiogollo, municipio El Piñón, que a los 3 años su familia se traslada a Barranquilla, donde desarrolla sus estudios académicos, sin descuidar la parte musical. A los 15 años, hace parte de la agrupación Los Cumbiamberos de Gamero, liderada por la reconocida “La Niña” Emilia Herrera. En la década de 1990, crea su propia agrupación musical la que denominó Cumbia Caribe, predominando en sus conciertos, presentaciones y grabaciones el ritmo cumbia. Éxitos de su orquesta son los siguientes: “Son de Chalupa”, “Mosaico Candela”, “Si Muero Mañana”, “Mosaico de Irene Martínez”, “La Zaragozana”, “Soy Carnavalero”, “La Prepago”.
16. CUMBIA EN REMOLINO.
GAITERO "SARITO" OROZCO: A finales del siglo XIX, había en Remolino Magdalena, un gran gaitero, quien,
antes de la llegada del banano, animaba las fiestas de las poblaciones
ribereñas y de la Zona Bananera, se llamaba José Rosario “Sarito” Orozco. Sigue
en el año 2015 con esa línea el “Grupo de Tamboras Son de Remolino”, artistas
destacados por su talento e interpretación. Es Remolino, pueblo de bandas de
música, como otrora la de Antonio María Pertúz, quien alegraba a sus habitantes
con los fandangos en la plaza principal. A comienzos de siglo XXI, la “Banda 16
de Julio de Remolino”, hace parte de las fortalezas musicales del municipio. El historiador barranquillero Adlai
Stevenson Samper, manifiesta que a comienzos de siglo XX: “La Danza de La
Langosta, cuya procedencia en el Carnaval de Barranquilla era desde el
municipio de Remolino, Magdalena, desapareció sin dejar rastros, pero su música
quedó dentro de la tradición oral: “Ño, José Mercé, tu pa´onde va?”,
respondiendo el coro: “En busca de la langosta, que se come el guarumá”.
CUMBIA DE GALLO: Uno de los aires
musicales representativos del folclor santanero es la Cumbia, que desde el
siglo XIX, utilizaron como escenarios bailables las plazas de Boyacá, Santander
y de la iglesia; donde se reunían durante las fiestas patronales y el mes de
diciembre, a gozar desde las primeras horas de la noche, hasta la madrugada del
día siguiente. Como el gallo fue testigo del
nacimiento de Jesús, en Santana Magdalena, a los hermanos Tomás Guillermo y
Nicolás González López, se le ocurrió en las primeras décadas de siglo XX,
inmortalizar este acontecimiento en el barrio Santander, con papayeras, millos
y tambores. La tradición consiste en elaborar un colorido gallo y celebrar al
amanecer del 24 de diciembre con un baile al que llaman “Paseo de Gallo”; luego
en la noche del mismo día, otro baile llamado “Cumbia de Gallo”. Al morir los hermanos
santaneros, siguió la tradición Cástulo González, hijo de Nicolás González
López. La “Cumbia de Gallo”, es un patrimonio cultural que aún existe en
Santana. Tomás Guillermo González López
(1922-2011), nacido en Santana y fallecido en Santa Marta, estuvo casado con
Ligia Lascarro. Desde muy temprana edad se vinculó a empresas petroleras como:
Andian National Corporation, Intercol, La Troco, La Chevron Corporation entre
otras. “Don Guillo”, junto con su hermano Nicolás, también fueron reyes de las
tradicionales letanías santaneras. Por ejemplo un verso de Guillermo González
López dedicado a los animales que más se producen en tres pueblos cercanos,
Santana, Barroblanco y Pinto, dice así:
Santana, para la bestia
Barroblanco, para el ganado
dos leguas más abajo
Pinto, para el pescado.
Han hecho historia en la Cumbia de
este municipio Joche Suarez, con el grupo de tambores Perla del Magdalena; el
arquitecto Rafael Díaz, reconocido compositor de cumbia; como también el Grupo
Folclórico Ritmo Caribe y el Grupo Folclórico Arena Brava.
CAÑAMILLERO “GOYO” POLO: En Barroblanco
corregimiento de Santana Magdalena, vivió uno de los grandes artífices de la
flauta de millo, de toda esa región, Gregorio “Goyo” Polo. Uno de sus alumnos
musicales fue Pedro “Ramayá” Beltrán, cuando estudió primaria en el municipio
de Santana y contaba con 8 años de edad. Comenta “Ramayá” Beltrán (nacido en
Hatico Bolívar en 1930), que el grupo de “Goyo” Polo, lo integraban cuatro
personas y se caracterizaban por tocar sentados.
18. CUMBIA EN SITIONUEVO.
MAXIMIO VISBAL ROSALES: Maximio Visbal
Rosales (1926-2010), Carnavalero y cumbiambero. En 1940, llegó a Barranquilla
con la cumbia del Magdalena, cultura musical que vio en su pueblo Sitionuevo;
en donde las señoras de 40 años en adelante y con vestidos largos, bailaban la
cumbia tradicional principalmente el 16 de marzo de cada año, día del patrono
del pueblo.
Los Visbal tienen herencia musical:
Maximio Visbal De La Hoz, abogado, nacido en 1955, e hijo de Maximio Visbal
Rosales. Mejor conocido como Max Visbal, es Líder y Director de la Cumbiamba La
Pollera Colorá, creada en 1983, con 120 parejas; es una de las agrupaciones más
organizadas del Carnaval de Barranquilla y ganadora desde 1999, de varios
congos de oro. Rafael Visbal Rosales, hermano de Maximio, fue empresario de
casetas en Barranquilla. Diógenes Visbal, ocupó la secretaría de la Junta
Permanente del Carnaval de Barranquilla.
ALEJANDRO MANJARRÉZ: Hábil tocador de flauta de millo, nacido en Sitionuevo, convertido en leyenda musical en los pueblos del Canal del Dique. A finales de la década del 1940, llegó y organizó la agrupación cumbiambera “Sangre en la Uña”, en Soplaviento Bolívar, bautizada por el apodo de su creador; quien motivó a jóvenes inquietos, para aprender y perpetuar los ritmos tradicionales de la gaita. Agrupación aclamada en las fiestas patronales de los pueblos circunvecinos, integrada entre otros, por los siguientes músicos: El famoso cantante de Soplaviento Catalino Parra; Gregorio Almeida, "El Compae Goyo", que tocaba la guacharaca; Antonio Orozco, que tocaba el guache.
"EL GALLO GIRO" GIL ALTAMAR: El reconocido cantante Gil Altamar
(1949-2017), recordado por haber interpretado éxitos del folclor como “La
Estera”, “El Gallo Giro”, “Recuerdo Soledeño”, “La Cabuya”, “Sabrosura”, “La
Puya Loca”, “Ají Picante”, “El Pan Rajao”, “Caballo Chovengo”, entre otros, era
oriundo de Sitionuevo Magdalena. El cantante fue una de las primeras
voces masculinas que se sumó a la flauta de millo del maestro Pedro Ramayá en
la Cumbia Moderna de Soledad, año 1979; luego lideró en el año 1983 su propio
grupo al que llamó Los Pregoneros de Soledad, agrupación con la cual grabó más
de 30 trabajos discográficos. En el año 1985 inmortalizó su nombre al sacar al
mercado discográfico el tema “El Gallo Giro”, un disco que inmediatamente se
convirtió en clásico del Carnaval de Barranquilla. Gilberto Rafael Altamar Ayala con su
cumbia, el son de tambora y la flauta de millo, ofrecía un show que gustaba
mucho, en el que hacía como gallo, mico y caballo; al morir deja a sus seis
hijos que se han encargado de conservar su legado musical con el grupo Los
Hijos del Gallo Giro.
19. CUMBIA EN CONCORDIA.
CUMBIA CONCORDIANA: En el
corregimiento de Bálsamo, en 1874, nació un grupo musical bautizado como Cumbia
la Mayera, integrado por los siguientes músicos: Agustín Reales Cera, con la
flauta de millo hembra; Bernardino Medina, con la flauta de millo macho; José
Silvestre Moscote, en el tambor mayor; Manuel Reales Cera, en el llamador; y
Francisco De La Hoz, en las maracas. Después nació otro grupo integrado
por: Blas Reales Cera, con la gaita; Locadio De La Cruz, con el tambor mayor;
Francisco Angulo, en el llamador; José De Los Santos Reales De Agua, en las maracas. En el corregimiento de Rosario de
Chengue, a comienzos de siglo XX, empezó su carrera musical como cañamillero,
Francisco Rodríguez; vida musical que prosiguió tocando Cumbia, en la década
del cuarenta, en la población de Plato, lugar donde murió. El maestro José Colón, al que le
decían “El Querre”, era considerado el mejor tamborero de la región, que
alegraba con su maestría las cumbiambas del barrio Capachivo de Concordia. Los hermanos Sixto y Juancho Jiménez,
fueron reyes de la gaita en los barrios Capachivo y Zumbón de Concordia.
MÚSICA DE VIENTO CONCORDIANA: Concordia por
tradición ha sido un municipio en donde han imperado las bandas de músicas, de
ahí que las más antiguas de la región caribe sean “La Banda Vieja” y La Sonora
de Concordia, de finales de siglo XIX. De modo que por naturaleza en la
población históricamente predominan los bailes de fandango. El fandango, como
espectáculo de carácter público multitudinario se da en el marco de los días
especiales del pueblo, como las fiestas patronales. Fiestas en donde no falta
la rueda de cumbia o fandango por la noche y en donde los músicos interpretan
porro, fandango, puya, bullerengue, mapalé, cumbia, gaita, etc. Las parejas
bailan alrededor de la banda de vientos (también llamadas papayeras), formando
círculos inmensos y se alumbran con paquetes de velas que la mujer lleva en la
mano derecha. Se considera al músico cienaguero
Gabriel Mier, como uno de los gestores de la consolidación de la música de
viento en Concordia, que junto con los concordianos Salomón Thorné, Eusebio
Castro, Gollo Castro, Miguel Miranda, Miguel Rico, Juan de Dios Jiménez De La
Hoz, organizaron las primeras agrupaciones de bandas de música. Más adelante se
organizó La Banda Vieja, integrada por Teodoro Escalante, Justo Castro, Erasmo
Catalino, Marín Mercado, Héctor Castro, Merejo Ortega, Inocencio Escalante,
Ignacio Colón, Ángel Rico, Toño Polo, Bartolo Castro y Cesar Jiménez. Esta
tradición de música de viento se ha extendido por muchas ciudades de la Costa,
especialmente Barranquilla y Santa Marta, donde incursionaron músicos
fallecidos de la talla de Luis Jiménez Polo, Erasmo Catalino, Pedro “Pello”
Colón, Inocencio Escalante, Teodoro Escalante, Merejo Ortega y Rafael Arturo
Medina Martínez.
- Rafael Arturo Medina Martínez,
nació en Pedraza, educado musicalmente en Barranquilla y Cartagena, ciudades
donde tocó con varias orquestas. Llegó en la década de 1930, a Rosario de
Chengue, como director de la primera escuela de música de la localidad,
educando a jóvenes y niños especialmente en instrumentos de viento. También
organizó en esta población la primera banda de música, la cual estaba integrada
por Inocencio Flórez, en el bombardino; Juan Barrios Castro, en la trompeta;
Cantillito, en el redoblante, etc.
- Encontramos a Rafael Flórez,
saxofonista, oriundo de Rosario de Chengue, quien hizo parte de la banda de
música La Sonora de Concordia y de la orquesta los Hermanos Martelo.
- Rafael Thorné Escorcia, oriundo de
Concordia, autor de la canción “El Velero”; además autor de las canciones “Los
Guayacanes”, “La Bruja Loca”; fue integrante de la banda de música La Sonora de
Concordia, una de las más antiguas de la región.
- Héctor Castro Polo, músico
clarinetista de la Banda 15 de Mayo de Concordia, que en el año 2015, se le
rindió homenaje póstumo en el Primer Festival de Música de Bandas, al llevar el
evento su nombre.
- Pedro “Pello” Colón, maestro del
redoblante.
- La Banda Juvenil, dirigida por
Ángel Rodríguez, representó a Concordia en varios escenarios de la región.
- Cesar Jiménez Polo, concordiano
nacido en 1928, empezó su vida artística a los 14 años, como músico de la Banda
15 de Mayo de Concordia. Fundó la Banda 12 de Octubre de Concordia en
Barranquilla, por su sobresaliente labor fue homenajeado por la Gobernación del
Magdalena y la Alcaldía de Santa Marta en el año 2008.
- Cirino Castilla Martínez, muy joven
se fue de su tierra natal Valledupar. Inicialmente se quedó en la Zona
Bananera, después pasó a Barranquilla y Puerto Colombia. Su espíritu aventurero
lo llevó a viajar por los pueblos del Río Magdalena, cambiando drogas y
mercancías por pieles de babilla y caimán, que vendía en Barranquilla. Fue en
el antiguo pueblo de Malabrigo, hoy Concordia Magdalena, donde se enamoró y
casó con la nativa Rosa María Polo. En Concordia se dedicó a la pesca y a tocar
caja y trompeta en la banda de música La Sonora de Concordia. Fruto del
matrimonio con Rosa María Polo, nació el 5 de mayo de 1946 en esa población
magdalenense, Rodolfo Castilla Polo, llamado cariñosamente en el mundo
vallenato como “El Pulpo de la Caja”.
FESTIVALES CONCORDIANOS: El Festival de
Música de Bandas Héctor Castro, es un proyecto cultural aprobado por el Concejo
Municipal y ejecutado por la alcaldía municipal de Concordia, cuyo primer
evento fue realizado el 14 de mayo del 2014, durante las fiestas patronales de
San Isidro Labrador. Evento que busca fomentar la música en la población y
apoyar a las bandas de la región. En este primer festival, se le rindió
homenaje a los músicos que integraron la primera banda de música como fue La
Sonora de Concordia, una de las más antiguas de la región, de igual manera a la
banda de música 15 de Mayo de Concordia. En la actualidad siguen con presencia
musical en el municipio, la banda de música 15 de Mayo de Concordia (Antigua
Sonora de Concordia) y la banda de Música 19 de Marzo de Rosario de Chengue. En
Rosario de Chengue, corregimiento de Concordia, se realizó en el año 2015, el
primer Festival de Música y Danzas Folclóricas, durante las fiestas patronales
de San José.
20. CUMBIA EN ARIGUANI.
"BETO" RADA: El rey vallenato versión 1993, Alberto "Beto" Rada, con su acordeón
evoca la década de los años setenta cuando afianzó el conjunto de Los Hermanos
Rada, conquistando en 1970, el Festival de la Cumbia en El Banco, con la cumbia
de su autoría “El Último Bailador”. También es de su autoría la canción grabada
“La Cumbia del Cangrejo”. En el año 2013, el único italiano que
canta vallenato, residenciado en El Difícil Magdalena, José Pino Manco y
Alberto Rada Ospino, estrenaron una producción discográfica titulada
"Cumbia y Vallenato: Internacionales", buscando hacer historia en
México, donde fueron declarados ciudadanos de honor, por su participación en el
Festival Vallenato de Monterrey. La producción incluye temas de cumbia,
logrando fusionar este aire con el vallenato. En junio del 2015, el alcalde
municipal de Ariguaní, a través del proyecto "Noches de Fandango, símbolo
de cultura y tradición en Ariguaní", en el marco de las fiestas patronales
de cabecera municipal y los corregimientos de Pueblo Nuevo y Carmen de
Ariguaní; buscó el fortalecimiento patrimonial inmaterial, desarrollando bailes
populares en las festividades de cada corregimiento y la cabecera municipal,
además de la presentación de juegos pirotécnicos, concursos a la mejor pareja
de baile, alboradas musicales y la participación de bandas musicales.
21. CUMBIA
EN LA ZONA BANANERA.
LOS GAITEROS DE GUAMAYACAL: La forma como los gaiteros de
Guacamayal interpretan los diferentes ritmos folclóricos del Caribe colombiano
(como la música de Gaita, Bullerengue, Tambora, Cumbia y Son de Negro), deja
entrever su amor por las raíces folclóricas caribeñas, producto de una rica
tradición pasada en dos generaciones. Esta herencia musical y folclórica empezó
hacía finales del siglo XIX, época en la cual llegaron a la Zona Bananera,
personas de Sucre, Córdoba y Bolívar, atraídos por la bonanza bananera, que se
vivía en la región. Personajes que después de largas jornadas de trabajos,
descansaban tocando sus tamboras, acompañándose de gaitas largas y cortas.
Entre los negros que se asentaron en Guacamayal, llegó la familia Cassiani, de
la cual hacia parte Victorio, quien ejecutaba magistralmente la gaita, ganando
concursos y estando a la altura de los Gaiteros de San Jacinto. Victorio
Cassiani, nació en 1903 y murió en Guacamayal en el año 2001. En 1979, se conforma la primera
generación de Gaiteros de Guacamayal, liderados por los maestros Antonio María
Serge y Fred Caro, quienes iniciaron un proceso de aprendizaje y recuperación
de esta tradición animando a los gaiteros que ya casi no tocaban. Grupo en
donde hacían parte Miguel y Manuel Zúñiga, ejecutantes de la gaita macho y el
tambor, lo mismo que el veterano Victorio Cassiani. Rápidamente se hicieron
reconocer en el Magdalena porque desde 1986 y por cuatro años consecutivos
fueron los ganadores del Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”, que
se celebra en Ovejas Sucre. Con los triunfos musicales llegó la violencia y el
paramilitarismo forzó al desplazamiento a Fred Caro y asesinó a Antonio María
Serge. Como reconocimiento a su labor hay una escuela de gaita en Guacamayal
que lleva el nombre de Toño Serge. Un segundo grupo Gaiteros de
Guacamayal, desde el año 2000 se organizó como una entidad sin ánimo de lucro
que organiza espacios para el fomento de la música y la danza folclórica, como
es el Encuentro Regional de Gaitas “Victorio Cassiani”; el cual se realiza en
esta población desde el año 2000, en donde han ocupado los primeros lugares.
Esta segunda generación de gaiteros, con el liderazgo de Richard García Luna y
Edward Castillo Orozco, ha sobresalido en el Festival Nacional de Gaitas que se
celebra anualmente en Ovejas Sucre, en donde en el 2004, ocupó el segundo puesto
en la categoría “Gaita Larga Aficionada”; lo mismo que en el 2005, ocupó el
tercer puesto; y en octubre de 2006, obtuvo el primer lugar en la categoría
“Gaita Larga Aficionada”. Grupo Gaiteros de Guacamayal, que estuvo conformado
por Richard García Luna y Wilder Restrepo Rueda en las Gaitas Hembra y Macho,
respectivamente; Edward Castillo Orozco, Wilson Urieles Acosta y Nicolás Pérez,
en los tambores alegre, llamador y tambora; acompañados por Edil Mora, como voz
líder. Los Gaiteros de Guacamayal, en abril del 2008, participaron en el
Festival del Imaginario en París, uno de los eventos culturales más importantes
de Francia. Su cupo lo obtuvieron luego de ganarles a cuatro grupos locales en
una audición que se realizó en Santa Marta y que fue promovida por el
Ministerio de Cultura. Esa agrupación del corregimiento Guacamayal, municipio
Zona Bananera, estaba conformada por: Edil Mora, en el canto; Edwar Cantillo y
Wilson Urieles, percusionistas; Wilder Restrepo, intérprete de la gaita macho;
Ricardo Atehortúa, director musical e intérprete de la gaita hembra. Para el
año 2015, el grupo está integrado así: Richar García Luna, gaita hembra; Wilder
Restrepo, gaita macho; Edgard Castillo tambor llamador; Ricardo Atehortúa,
tambor alegre; Wilson Urieles, tambora; Edil Ayala, voz principal; director
general, Rafael García Luna y director artístico Richard García Luna. Hoy día
la gaita es parte de la idiosincrasia de Guacamayal y de la Zona Bananera.
CUMBIAMBA Y GUACHERNA EN RIOFRIO: No solo fue Estercita
Forero la que en 1974, introdujo en el carnaval de Barranquilla, la Guacherna;
sino también José Rafael Hernández, quien fue de los primeros en llevar a esa
ciudad, el bullanguero espectáculo nocturno, ya que la bailó desde niño en
Riofrío Magdalena, su tierra natal. José Rafael Hernández, coreógrafo y actor,
experto en música de la década de los cincuenta del siglo XX, en ese entonces
era directivo de la junta del Carnaval. La Guacherna es una danza originaria de
los pueblos del Departamento del Magdalena, que evoca los desórdenes nocturnos
producto del ron, el tambor y las ganas de gozar después de las cosechas y
antes de las fiestas patronales desde el siglo XIX; por eso en Riofrío
Magdalena, se realiza desde el año 2000, el Festival de la Guacherna y la
Cumbiamba. De Riofrío es Ramón Ropain Elías
(1917-1986), pianista, arreglista y autor e intérprete de muchas cumbias como
“Cumbia Bonita”, “Cumbia Gitana”, “Mi Cumbia”, “Gaiteando”, “Cumbia de las
Fichitas”, “Gloria María”, “La Gaita”, “Canta Pescador”. Es Ramón Ropaín, el creador en el año 1967, del ritmo Mece-Mece.
ARACATACA Y LA CUMBIA: En el libro
Migrantes y Blacamanes, de la autoría de Aramis Bermúdez Gutiérrez, sobre la
cumbia en la Zona Bananera de finales de siglo XIX, hay el siguiente
comentario:
- “Alberto Cantillo, en El Bongo,
tocaba el violín; se acompañaba de guitarras y tocaban Mazurca y Fox-trot.
Había un guitarrista ciego de nombre Dámaso. Vivían en Santa Rita y venían para
el 20 de enero por vía fluvial. Hacían Cumbiambas. El viejo Víctor Candanoza
era una fiera con el tambor. Electo Villafaña y Carlos Polo eran versiadores.
Trinidad Polo era cajero para todos los ritmos. El Merenguito, era en ronda con
espermas, como una cumbiamba.”
- “En las cumbiambas de Aracataca
sonaron gaitas, guitarras y acordeones. En Buenos Aires, Terminal Férreo y antigua
Colonia Penal de Fundación, se bailó la cumbiamba en ambas Plazas: En la del
Comercio y en la del Panóptico; una vara de caña brava de cinco metros,
coronada en el extremo superior por una bayeta roja de pellín, sembrada desde
tempranas horas del sábado frente a la casa esquinera de Fulano, invitaba a la
comunidad a congregarse masivamente durante la noche, a consumir las cántaras
de ron “Ermitaño” inicialmente, y de ron “Cataca” destilado en la cabecera en
un alambique “Egrot” y distribuido por el venezolano Don Antonio J. Mendible.
Todos alrededor de la gaita de “Sarito” Orozco, de las guitarras cienagueras,
del “Merenguito” de Javielito Martínez o del acordeón del plateño Luís Peña;
las mujeres con sus largas polleras y mazos de velas encendidas y agarradas en
la base por un pañuelo “todos tenemos” y los varones con pañuelo de seda “rabo
de gallo” al cuello y empuñando la cantimplora del licor”.
En los años sesenta el Trío los
Inseparables de Aracataca, se inspiran en la Cumbia "Soledad", la cual hizo
famosa Toto la Momposina. Este trío estaba integrado por Luis Uribe Meléndez,
Walberto Villamil y Ricardo Roncallo. Dice así la Cumbia de su autoría:
Oye mi Cumbia
rincón de amor del Magdalena,
quema del sol,
esta es mi tierra;
eres tú,
rincón de amor,
bella región
esta es mi historia,
esta eres tú,
mi Magdalena.
Viejo pueblo Aracataca,
pedacito de Colombia,
tierra donde yo nací,
entre rumores de Cumbia,
a quererte yo aprendí…
rejuntados en la arena,
los recuerdos de un ayer,
unos murieron de pena,
otros de hambre y de sed;
unos huyeron al monte para
poderse proteger,
mataron todos los hombres,
los hijos y su mujer.
Ya verán,
ya murieron,
vive tu vida
vive cien años de soledad
soledad, soledad, soledad..
soledad, soledad…
En el año 1973 la cantante de Aracataca
Ediltrudis Rúa, se llena de gloria en el Festival de la Cumbia, cantando la
canción “Llora el Indio”, de la autoría de Francisco Covilla Noguera, ocupando
el primer lugar.soledad, soledad…
22. CUMBIA EN PIVIJAY.
LAS MELLAS DE PIVIJAY: Andrés Landero (1931-2000), considerado Rey de la Cumbia, parte de su vida
musical la realizó en el Departamento del Magdalena. En la Cumbia de su autoría
"Las Mellas de Pivijay", grabada por los años de 1960, manifiesta que
en este municipio se baila el ritmo con velas encendidas. Las famosas mellas,
eran hijas de José Republicano Herrera Orozco. Dice así la canción:
Pivijay tiene dos mellas
hijas de Republicano
tocando la cumbia bella
con las velas en la mano.
Como las mellas no hay
son muchachas predilectas
hacen una linda fiesta
en el pueblo de Pivijay.
Cuenta la Casa de la Cultura del municipio, con una Tambobanda fundada en el
año 2005, cuyos integrantes interpretan música folclórica como Mapalé, Puya,
Cumbias, Bullerengue, y participan en las festividades municipales. Desde el año 2005, el Centro
Educativo Integral Grandes Talentos, realiza en Pivijay, el Encuentro Cultural
Rescate de la Cumbia, donde participan más de 100 bailarines; y las parejas
deben mostrar a la mujer, como un ser deseado por el hombre en cada instante de
la danza, y en su defensa la dama tiene un manojo de velas para evitar que el
varón se le acerque. Cristo María De La Cruz, con su
flauta de millo, amenizaba las Cumbiambas, del corregimiento Carmen del
Magdalena, más conocido como “Paraco”.
23. CUMBIA EN SAN ZENÓN.
LA DANZA DEL CAZABE: La Danza El Cazabe, es uno de los patrimonios culturales importante de San
Zenón, danza que ha sido ganadora muchas veces del Festival de Cumbia en El
Banco, en donde ha sido declarada fuera de concurso por ser una de las mejores
danzas de esta región.
El Primer encuentro de danzas
folclóricas de la Sub Región Sur del Departamento del Magdalena, se realizó en
la Cabecera Municipal de San Zenón Magdalena en junio del año 2012, con
participación de delegaciones de las siguientes poblaciones: Santa Ana, con la
Danza Los Gallegos; San Fernando, con los Indios Bravos; Guamal, con los Indios
Mansos y Los Molineros; Tierra Firme, con el Chandé Tradicional; Peñoncito, con
Chandé de la Fundación Visión sin Límites; y San Zenón, con la Danza
Tradicional El Casabe.
24. CUMBIA EN TENERIFE.
PRIMER GRUPO DE GAITEROS: Sobre Tenerife, se tiene información de un grupo de gaiteros observado por el
Gobernador y Capitán General de la Provincia de Santa Marta, Don Lope De Orozco
el 19 de mayo de 1580. Es un informe que le envía al Rey de España,
describiéndole la Villa de Tenerife, sobre el particular manifiesta:
- "yndios i yndias veben y asen fiestas con una caña a manera de flauta que se meten en la boca para tañer y producen una mucica como mui trayda del infierno".
Prueba contundente del nacimiento de la cumbia en el Departamento del Magdalena. Es el testimonio escrito de mayor antigüedad en el continente americano, donde se habla de un grupo de cumbiamba. Desde el año 2005, se realiza en Tenerife, el Encuentro Regional de Danzas Folclóricas, evento organizado por la Institución Educativa María Auxiliadora. El festival de danzas nació de la inquietud y el trabajo arduo de personas que aman la expresión y alegría de los bailes cantados, el esparpajo de los decimeros y copleros de este valle. También organiza la Institución Educativa María Auxiliadora de Tenerife, el Concurso de Parejas Bailadoras de Cumbia, eventos donde se resalta el amor a las raíces, valores, costumbres y tradiciones de la comunidad tenerifana desde el año 2007. El maestro del oboe tolimense Amílkar Villanueva, desde hace varios años emprendió una innovadora propuesta que busca la unión de la música clásica, con la popular; bajo esta filosofía en el año 2015, desarrolló un trabajo discográfico, al que tituló “Fiesta Caribe”, en donde el músico de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y profesor de cátedra en oboe en prestigiosas universidades, fusionó su instrumento sinfónico, con la gaita y la tambora, en las canciones “El Ratón”, “Flauta de Millo”, “Río”, “Pa’ Tenerife”, todas en tributo al municipio de Tenerife, que lo acogió y le dejó meterse en sus raíces. Una propuesta alegre y discotequera, donde se encuentra la Rock Cumbia, que contó con los aportes del percusionista Rafael “Fito” Sánchez, el gaitero Joaquín Pérez y el guitarrista Diego Carrasco.
- "yndios i yndias veben y asen fiestas con una caña a manera de flauta que se meten en la boca para tañer y producen una mucica como mui trayda del infierno".
Prueba contundente del nacimiento de la cumbia en el Departamento del Magdalena. Es el testimonio escrito de mayor antigüedad en el continente americano, donde se habla de un grupo de cumbiamba. Desde el año 2005, se realiza en Tenerife, el Encuentro Regional de Danzas Folclóricas, evento organizado por la Institución Educativa María Auxiliadora. El festival de danzas nació de la inquietud y el trabajo arduo de personas que aman la expresión y alegría de los bailes cantados, el esparpajo de los decimeros y copleros de este valle. También organiza la Institución Educativa María Auxiliadora de Tenerife, el Concurso de Parejas Bailadoras de Cumbia, eventos donde se resalta el amor a las raíces, valores, costumbres y tradiciones de la comunidad tenerifana desde el año 2007. El maestro del oboe tolimense Amílkar Villanueva, desde hace varios años emprendió una innovadora propuesta que busca la unión de la música clásica, con la popular; bajo esta filosofía en el año 2015, desarrolló un trabajo discográfico, al que tituló “Fiesta Caribe”, en donde el músico de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y profesor de cátedra en oboe en prestigiosas universidades, fusionó su instrumento sinfónico, con la gaita y la tambora, en las canciones “El Ratón”, “Flauta de Millo”, “Río”, “Pa’ Tenerife”, todas en tributo al municipio de Tenerife, que lo acogió y le dejó meterse en sus raíces. Una propuesta alegre y discotequera, donde se encuentra la Rock Cumbia, que contó con los aportes del percusionista Rafael “Fito” Sánchez, el gaitero Joaquín Pérez y el guitarrista Diego Carrasco.
25. CUMBIA
EN SAN ÁNGEL,
MAGDALENA.
LA CUMBIA DE “LA NEGRA TULIA”: Es recordada Tulia Elena Lozada Theran, mujer
hermosa, esbelta y señorial, por su entusiasmo, por su alegría, por su talante
de mujer pujante y emprendedora. “La Negra Tulia” hacía feliz al pueblo de San
Ángel, Magdalena, con sus bailes, destreza rítmica que reafirmaba en las
cumbiambas y los fandangos que se realizaban en la plaza principal del pueblo,
sobre todo en las fiestas patronales y en los carnavales. Todos los días en su
colorido vestido y plantillas en sus zapatos se reflejaba su amor por la
cumbia, y en los carnavales no faltaba su disfraz de capuchón montada en un
burro.Andrés Landero le hizo una canción: Para inicios de la década de 1950, el Presidente de la Junta Organizadora de las Fiestas Patronales de San Ángel, Magdalena, invita al destacado acordeonero de San Jacinto, Bolívar, Andrés Landero, hacer parte de las parrandas en honor al patrono de la localidad. En uno de esos eventos se prendió de música la plaza principal en donde no faltaban las corralejas que le ponían más ambientes al jolgorio, en donde no faltaban las mujeres con su polleras, llevando en una de sus manos las velas encendidas y bailando al son de las papayeras, de los acordeones y de las flautas de millo. Desde luego sobresalía entre todas las bailarinas, “La Negra Tulia”, y fue precisamente ella, la que le llamó la atención a un conocedor y tocador de cumbia como lo fue Andrés Landero, que no la perdía de vista anonadado con el swing de sus caderas. Fue cuando el maestro acordeonero sabanero, se inspiró dedicándole una canción a la mejor bailarina, Tulia Elena Lozada Theran, la cual tituló en ritmo de cumbia, “La Negra Tulia”, que fue grabada en su primera versión en Discos Fuentes, año 1966, por el propio autor.
- “Yo sé que “La Negra” Tulia
ella es neta sanangera
cuando va bailando cumbia
la fiesta se pone buena
avíspate Manuel Duque
la pareja te va ganando
con los pasos que vas dando
es para que la rebusques.
Francisco Sierra y Gamarra
son dos viejos cumbiamberos
El Mono Meza en las parrandas
alegra a los tamboreros
avíspate Andrés Gamarra
sabroso bailar la cumbia
porque si dejas de bailarla
te gana “La Negra” Tulia”.
CUMBIAMBA EN MONTERRUBIO: Andrés Landero no dejaba visitar al corregimiento de Monterrubio, Magdalena, sobre todo en las fiestas patronales del mes de agosto. Allí posaba en casa de Luis Sánchez Bermúdez y su esposa “La Nena” Nigrinis, matrimonio a quienes les dedicó y grabó una canción titulada, “Los Recuerdos”:
- “Óyeme muchachos
cuando voy a donde Sánchez
la primera persona
que saludo es a La Nena
porque me aprecian bastante
y es una familia buena”.
“La Negra” o “Cumbia Antonio Sánchez”: Tenía Antonio Sánchez Bermúdez, hermano de Luis Sánchez Bermúdez, una finca en la región llamada “Antoñazo”, pero en tiempo de fiestas y parrandas, olvidaba su ganado y se marchaba para el pueblo a beber ron y bailar cumbia. Precisamente en casa de su hermano en Monterrubio, Magdalena, Antonio Sánchez Bermúdez, bailaba cumbia lo más elegante con una hermosa y virtuosa morena nativa de la población de nombre Carmen Teresa Cera Andrade, reconocida por todos como, “La Jicho Tere”. Fue tanto el entusiasmo y el entendimiento de la pareja que el músico Andrés Landero, con el acordeón en el pecho los animaba diciéndoles:
- “Prende la vela Antonio, ábrele el ojo a La Negra, que te quema con las velas”.
De ese baile nació una canción en honor al ganadero Antonio Sánchez Bermúdez y a la dama Monterrubiana, que Andrés Landero llevó al acetato en el año 1983, con el título de “La Negra” o “Cumbia Antonio Sánchez”:
- “Baila la cumbia Antonio Sánchez
cómprate una caja de velas
vé que la negra va elegante
enamórala y te la llevas.
Ahí también te voy a explicar
ay que no empeñes el sombrero
ay porque te puede pasar
ay lo que le pasó a Landero.
Baila la cumbia Antonio Sánchez
cómprate una caja de velas
vé que la negra va elegante
enamórala y te la llevas”.
26. FESTIVALES DE CUMBIA.
FESTIVAL DE LA CUMBIA EN EL BANCO: Es la máxima
expresión en Colombia de los autores y bailadores de la Cumbia, que se realiza
en El Banco Magdalena. El festival nació inicialmente en 1968, cuando Jaime
Villarreal Torres, con la idea de promover la piña, uno de los principales
frutos de la población; y rendirle homenaje al compositor José Benito Barros
Palomino, lo llamó con el nombre de “Festival de la Piña”. Es cuando José
Barros, acoge la idea fundando y presidiendo la Corporación Festividades de la
Cumbia en 1969; fundación, que adquiere personería jurídica en 1983, a través
de la Secretaría de Gobierno del Magdalena. Luego en el año 2007, como homenaje
póstumo a su fundador, la razón social toma el nombre de Fundación José Barros,
presidida por su hija Veruschka Barros. De esta manera con fondos de empresas
oficiales y privadas, se dio comienzo al primer festival de la cumbia, el 3 de
Febrero de 1970; con un ambiente de canciones inéditas y bailes auténticos,
grupos folclóricos e interpretaciones musicales con instrumentos vernáculos
primitivos.
RUEDAS DEL CUMBIÓN EN GUAMAL: Las Ruedas del
Cumbión hacen parte de la idiosincrasia de Guamal, ejemplo de ellas, es la
tradición de fin de año cuando siembran una planta de plátano adulta decorada,
en el centro de la plaza principal y allí se reúnen entorno de la “Mata de
Plátano”, a bailar Cumbia. Los primeros bailes decembrinos se realizan durante
las Novenas de Navidad en la calle de turno; y el 30 de diciembre y el 6 de
enero, el baile se realiza en la plaza de la iglesia. Otro evento de Guamal, el
Festival de la Flauta de Millo, que se realiza desde el año 2007, por
iniciativa del excalde Luis Correa.
ENCUENTRO REGIONAL DE GAITAS EN
GUACAMAYAL: Desde el año 2000, la Fundación Cultural Gaiteros de Guacamayal,
corregimiento Zona Bananera del Magdalena, realiza el Encuentro de Gaitas
“Victorio Cassiani Valdez”, en el corregimiento de Guacamayal, municipio Zona
Bananera.
FESTIVAL DE LA GUACHERNA Y LA
CUMBIAMBA EN RIOFRÍO: El Festival de la Guacherna y la Cumbiamba, se
celebra en Riofrio desde el año 2000; evento organizado por la Corporación
Social y Cultural Luna Clara, que consiste en un desfile que recorre las calles
del pueblo con antorchas y lámparas encendidas simulando el traslado de los
campesinos de aquella época hasta Ciénaga, que era el sitio de reunión obligado
para dar inicio a las fiestas de carnaval.
FESTIVALES EN SUCRE: En este
departamento se realiza desde el año 1985, el
Festival Nacional de Gaitas
“Francisco Llirene” de Ovejas. Lo mismo que el Festival Nacional de Pito
Atravesao “Pablo Domínguez”, de Morroa, organizado desde el año 1989.
FESTIVALES EN BOLÍVAR: Se realiza en San Jacinto Bolívar,
desde el año 1991, el Festival Nacional Autóctono de Gaitas. Se organiza desde el año 1990, el
Festival Regional de Gaitas, en Cartagena de indias. También en Cartagena se
realiza desde el año 2013, el Encuentro de Melómanos y Coleccionistas de
Cumbia; patrocinado por el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena
(IPCC), espacio para que melómanos y coleccionistas de este ritmo demuestren su
destreza en la mezcla de temas de cumbia presentados en registro de audio.
FESTIVALES EN CÓRDOBA: La Corporación
Gaitas y Tambores de Chinú, viene organizando dese el año 2012, el Festival de
Gaitas de Chinú. De igual manera se
realiza desde 1990, el Festival
Nacional de la Cumbiamba, en Cereté.
FESTIVALES EN BARRANQUILLA: Se realiza desde
el año 2007, en Barranquilla, organizado por la Fundación de Cumbias del
Atlántico, Fedecumbias, el Festival de Cumbia Autóctona del Caribe Colombiano.
También en esta misma ciudad el Festival de Bailadores de Cumbia, “Ciudad de
Barranquilla”, organizado desde el año 2010. El Festival de la Cumbia en el Barrio
Abajo de Barranquilla, tiene vida desde el año 2012, evento que se realiza en
el marco de la celebración del día de la música. La Fundación Barrio Abajo es
Carnaval, en conjunto con la Fundación Noches de Cumbia y Fandango, son los
entes encargados de conservar, masificar, desarrollar y proyectar la tradición
ancestral del ritmo de la cumbia, no solo en este sector de la ciudad, sino en
toda Barranquilla.
FESTIVALES EN EL ATLÁNTICO: En el municipio
Malambo Atlántico, desde el año 2000, se realiza el Festival de Decimeros y
Bailadores de Cumbia de la Región Caribe. En Puerto Colombia, Atlántico, desde
1995, se realiza el Sirenato de la Cumbia. El Festival Nacional de Cumbia y
Cumbiamba en Soledad Atlántico, fue organizado por primera vez en el año 2001
por Jorge Garizábalo García, a través del Instituto Municipal de Cultura de
Soledad, con novedades como concurso es la canción inédita, muestra
internacional de parejas bailadoras de Cumbia y un conversatorio sobre la
Cumbia. Hoy día es un proyecto concertado con el Ministerio de Cultura y busca
afianzar a Soledad como un territorio de Cumbia, con participación de exponentes
provenientes de diferentes departamentos de la nación. También tiene Soledad,
el Festival Regional de Cumbia “Antonio Lucía Pacheco”, que se realiza en la
plaza principal, en honor a esta eminencia del folclor caribeño, autor de
"La Clavada".
27. GENESIS
DE LA CUMBIA EN BARRANQUILLA.
BARRANQUILLA Y LA CUMBIA: Barranquilla, fue
erigida en Parroquia, en 1774; y más tarde en Villa, el 7 de abril de 1813. Es
una ciudad nacida del encuentro cultural de pueblos, gracias a su desarrollo
como puerto fluvial durante el siglo XIX. El carnaval de Barranquilla se ha
celebrado de manera oficial desde 1876, pero el registro más antiguo del origen
del carnaval de Barranquilla, se encuentran en un testimonio del viajero norteamericano,
Van Rensselaer, en el siglo XIX. En 1829, describe la celebración del carnaval
de la siguiente manera: "El Carnaval en este lugar, donde tantos dependen
de la labor cotidiana, ha sido prudentemente reducida a tres días durante los
cuales no es del caso trabajar porque todo es alegría y travesura [...].
Observé que los numerosos disfraces que pasaban en grupos se golpeaban unos a
otros con palos y que la ropa vuela en pedazos [...]. En el transcurso de la
mañana, un disfrazado me lanzó un huevo que me golpeó pleno en el pecho sobre
mi inmaculado lino blanco y se rompió pero, para mi satisfacción, encontré que
sólo contenía agua pura, la yema y la clara se la habían extraído precisamente
con ese propósito”.
El nacimiento del carnaval de
Barranquilla, es producto de la cultura musical originaria del Departamento del
Magdalena, que emigró buscando mayor vitrina en la “Puerta de Oro de Colombia”.
El 7 de noviembre del año 2003, cuando es declarado el Carnaval de
Barranquilla, patrimonio inmaterial de la humanidad; son los miembros de la
Unesco, en las investigaciones para tal fin, quienes se dan cuenta que en 1586,
ya se realizaba carnaval en la ciudad de Santa Marta, en unos informes de
indias encontrados en Sevilla España. Con razón se describe en un libro
publicado en el año 1742, de la autoría del Alférez Real Don José Nicolás De La
Rosa, titulado La Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad y
Provincia de Santa Marta, que antes de 1681, se realizaba carnaval en la ciudad
samaria.
La rivalidad de la cumbia en
Barranquilla nació, según los cronistas, con dos personajes: Una mujer llamada
"La Cañón" y un hombre de apellido Carrasquilla. "La
Cañón", habitaba en la calle Bolívar con la carrera 20 de Julio, donde
organizaba sus cumbiambas con velas encendidas. El señor Carrasquilla, habitaba
el Barrio Arriba. De esta rivalidad surgió el dicho: Corre, corre, que te tumba
“La Cañón”. El historiador barranquillero Miguel Goenaga, sobre una cumbiamba
del año 1888 en Barranquilla, manifiesta: “Una popular mujer barranquillera
llamada “La Cañón”, ponía sus grandes ruedas de cumbia en las cuatro esquinas
de la calle Bolívar, callejón de La California (hoy 20 de Julio), donde
concurría mucho público a ver la voluptuosidad del baile y el ritmo hondo y vigoroso
de tambores, flautas y guarachas”.
RUEDAS DE CUMBIA EN SOLEDAD: La Plaza Principal
de Soledad Atlántico, ha sido escenario de Ruedas de Cumbia, organizadas desde
fines de siglo XIX, por Alejandro Barceló, tío-abuelo de Efraín Mejía Donado,
director de la agrupación Cumbia Soledeña, que ha recorrió el mundo entero
dando a conocer esta manifestación cultural producto del mestizaje musical.
Efraín Mejía Donado, nacido en
Soledad en 1935, en su haber musical tiene grabados 20 trabajos musicales y más
de 250 composiciones, que hacen parte de la historia musical de la Costa como
las siguientes: "El Garabato", "La Puya Loca", "El
Congo Grande", "Josefa Matías", "Las Pilanderas"
"Momposinas", "El Mapalé" y "La Burra Mocha".
Hacia inicios de los años setenta del
siglo XX, Pedro Agustín Beltrán Castro, uno de los grandes cultores de la
cumbia en flauta de millo, incursiona en el mundo musical como Pedro
"Ramayá" Beltrán. Nacido en Patico, cerca de Mompox en 1930. Cuando
llega a Barranquilla, conoce a Efraín Mejía, director de La Cumbia Soledeña y,
con la exquisita interpretación que hace en la flauta y en la gaita, entra a
hacer parte de esta agrupación musical.
Pedro "Ramayá", años más
tarde es el funda la Cumbia Moderna de Soledad, donde agregó instrumentación
que no se usaba en las cumbias tradicionales y experimentó con batería,
tumbadora, bajo, timbal y más adelante con trombón, saxofón, guitarra y
trompetas. Ha grabado más de 200 canciones, entre otras “La Rebuscona”, “El
Mico Ojón Pelú”, “La Clavada”, “La Sabrosura”, La Cabullita”, “La Burra Mocha”.
NOCHE DE TAMBÓ EN BARRANQUILLA: La Noche de Tambó
se realiza en Barranquilla desde 1995. Fue Lisandro Polo quien realizó en la
Plaza de la Paz la primera Noche de Tambó durante el Carnaval. Fiesta que le
rinde tributo a la cumbia como género musical. En ella se han presentado los
más grandes e importantes intérpretes de la flauta de millo, gaiteros y
tamboreros del Caribe colombiano, rindiendo homenaje a los más importantes
cultores de la Cumbia. En la misma se reviven las ruedas de cumbia en el
contexto urbano.
GUACHERNA FLUVIAL EN BARRANQUILLA: La Guacherna
Fluvial, es un desfile náutico de la Reina del Carnaval de Barranquilla, que
moviliza unas dos mil personas a bordo de bongos impulsados por remolcadores y
acondicionados como una gran pista de baile flotante, el cual es amenizado por
grupos de millo y papayeras. El desfile náutico dedicado al carnaval, es
organizado por la Acción Social Naval de Barranquilla, y representa una oportunidad
de afianzar la relación de la sociedad con el río. Se realiza en Barranquilla
desde 1998, y cuenta con el apoyo de la Escuela Naval de Suboficiales ARC
Barranquilla, la Naviera Fluvial Colombiana, la Capitanía de Puerto, la
Estación de Guardacostas y Defensa Civil. Con un recorrido de 52 kilómetros por
el Río Magdalena, la comitiva parte en las horas de la mañana desde el muelle
de Las Flores, pasa por el Puente Pumarejo y finaliza en el punto de partida en
las horas de la tarde.
LA NOCHE DEL RÍO, EN EL CARNAVAL DE BARRANQUILLA: La Noche del Río es un homenaje que se hace en el carnaval de Barranquilla, a las expresiones culturales de las poblaciones que habitan en las riberas del Magdalena, hasta su desembocadura. Desde el año 2006, el Parque Cultural del Caribe, abre este espacio con el objetivo de promover, divulgar y fomentar la salvaguardia de las tradiciones musicales y dancísticas de los municipios ribereños, a través de la presentación en Barranquilla de agrupaciones portadoras de esta tradición. La mayoría de artistas que participan son pescadores, campesinos y agricultores que conservan las tradiciones musicales y de las danzas.
LA NOCHE DEL RÍO, EN EL CARNAVAL DE BARRANQUILLA: La Noche del Río es un homenaje que se hace en el carnaval de Barranquilla, a las expresiones culturales de las poblaciones que habitan en las riberas del Magdalena, hasta su desembocadura. Desde el año 2006, el Parque Cultural del Caribe, abre este espacio con el objetivo de promover, divulgar y fomentar la salvaguardia de las tradiciones musicales y dancísticas de los municipios ribereños, a través de la presentación en Barranquilla de agrupaciones portadoras de esta tradición. La mayoría de artistas que participan son pescadores, campesinos y agricultores que conservan las tradiciones musicales y de las danzas.
RUEDAS DE CUMBIA EN EL BARRIO ABAJO: Un evento de
tradición en Barranquilla, son las ruedas de cumbia en una esquina del popular
barrio Abajo, y que son organizadas desde el año 2012. Actividad folclórica que
reúne a diferentes grupos sociales, quienes rodean una tarima, en donde está
ubicado el grupo de millo que hace girar a los danzantes.
MONUMENTO A LA CUMBIA EN
BARRANQUILLA: El Monumento Nacional a la Cumbia, localizado en Barranquilla desde el
año 2003, en el sitio conocido como Siete Bocas, en la carrera 41 con calle 65,
barrio El Recreo, de la ciudad; fue patrocinado por la Fundación Cumbia,
entidad sin ánimo de lucro creada en la Ciudad de Hartford, Connecticut, por
miembros de la comunidad colombiana, encabezados por el Doctor Ramón Rojano,
médico psiquiatra, y que tiene como propósito promover la cumbia a nivel
internacional. El trabajo fue asignado al reconocido escultor Roy Pérez. Las
gestiones para la identificación y aprobación del espacio para colocar el
monumento fueron lideradas por el concejal Luis Zapata Donado, quien escogió el
lugar del monumento, por ser de importancia para el folclor colombiano, pues
tradicionalmente allí ensayan y se congregan muchas cumbiambas.
JUVENTINO OJITO Y LA CUMBIA DEL
MAGDALENA: Juventino Ojito, es un músico tropical oriundo de Polonuevo Atlántico,
director de la orquesta Son Mocaná; que en el año 2015, le rindió tributo al
Departamento del Magdalena, con un álbum titulado "Cumbia del Río
Magdalena". Acompañado de los artistas Juan Piña, Pedro “Ramayá” Beltrán,
Checo Acosta, y Gabriel Romero; y con instrumentos alegres como guache,
tambora, llamador, gaita y flauta de millo; graba las siguientes canciones:
"Llora Pescador", de la autoría de Juventino Ojito; "Que Viva la
Vida", de la autoría de Armando Pisciotti, oriundo de El Banco; "La
Candelaria", de la autoría de Humberto Pisciotti, oriundo de El Banco;
"La Estrella", de la autoría de Mariano Caro, oriundo de El Banco;
"Cañamillero", y "Pájaros del Monte", ambas de la autoría
de Indalecio Rangel Florez, oriundo de Guamal; "Identidad", de la
autoría de Everley García Castrillo, oriundo de El Banco; "Se va a
Quedá", de la autoría de Guillermo Puello Alcocer.
28. CUMBIA
PANAMEÑA Y MEXICANA.
CUMBIA EN PANAMÁ: La cumbia en Panamá, es reconocida como símbolo del folclor nacional. En su
instrumentación destacan básicamente los tambores, maracas, churuca o
guacharaca, rabel o violín criollo, flauta y desde finales del siglo XIX, el
acordeón diatónico. Panamá, asimiló la cumbia como propia, incluyéndole nuevas
denominaciones, como la cumbia santeña o curacha.
“El Rey del Porro”, Luis Carlos
Meyer, un cantante barranquillero que después de figurar en varias
agrupaciones, decidió emigrar y escogió a México como destino a finales de los
años cuarenta. Allí vivió y se relacionó con Rafael de Paz, con quien hizo una
dupla y quien le prestó su orquesta para realizar durante los años cincuenta
las primeras grabaciones de cumbia fuera de su tierra, con un álbum que tituló
"Porros y Cumbias", en donde estaban incluidas las siguientes
canciones: "La Cumbia Cienaguera", "Mi Gallo Tuerto" y
"Mi Caprichito".
Después de Meyer, Rafael de Paz
grabaría otras cumbias con el mexicano Tony Camargo. Uno de los éxitos de Tony
Camargo fue "El Año Viejo". Entre las pioneras de la cumbia mexicana
se encuentra Carmen Rivero; quien después de vivir un tiempo en Colombia,
regresó a México y fue la primer persona en adaptar la cumbia para complacer el
gusto mexicano por las orquestas. A finales de los años 50 comienza su carrera
el compositor y arreglista mexicano Mike Laure, tocando cumbia.
29. CUMBIA
ARGENTINA Y CUMBIA EUROPEA.
"CUMBIA VILLERA": La cumbia
tradicional colombiana se extendió rápidamente por el continente americano.
Argentina, fue uno de los países donde tuvo aceptación durante los años
sesenta, originándose la “Cumbia Argentina”, época para la cual nacieron grupos
como la Banda Wawancó y el Cuarteto Imperial, que popularizaron este ritmo en
el país del sur.
La "Cumbia Villera" es un
subgénero de la “Cumbia Argentina”, nació a fines de los años de 1990,
metiéndose en los sectores más pobres de la sociedad como son las “Villas” o
barrios marginales de Buenos Aires. De ahí nació el nombre “Cumbia Villera”, el
ritmo de obreros y salseros, que logró captar la atención de las discográficas
y se adaptó en diferentes provincias. Cumbia que en un principio la clase media
se negaba a bailar, hasta que no tuvo más remedio los argentinos, que dejarse
llevar por la sabrosura y deleite de su ritmo.
"CUMBIA DIGITAL": La “Cumbia
Digital” o “Cumbia Electrónica”, según algunos entendidos, es un invento
argentino; fusión de sonidos eléctricos, con música popular. Reggae, Hip Hop,
Reggaetón, Cumbia y Dance, se unen por primera vez en el año 2003, de la mano
de productores como "Dick el Demasiado" o Emiliano López, "El
Hijo de la Cumbia". Quiere decir que la “Cumbia Villera”, gira hacia la
“Cumbia Digital”, adaptándose a los nuevos tiempos y necesidades de la
industria musical.
LA BANDA DE MÚSICA RÁFAGA: La banda de música
Ráfaga, es un grupo muy popular de Argentina, tuvo sus comienzos tocando la
“Cumbia Villera”. Fue formada en 1994, por diez integrantes y comenzó a ganar
popularidad en 1996, tras publicar su primer disco “Soplando Fuerte”. En 1997
salió su segundo disco, titulado “Sobrevolando América”, consiguiendo llegar
hasta Estados Unidos. Luego para el año 2000, llevó su música a Europa,
llenando estadios en España y Rumania. Para el año 2008, se inventaron una
canción cumbiambera titulada “Hip Hopera”, hecha en español y en rumano, con el
grupo europeo Korekt, de muchos éxitos en ese continente.
EUROPA DESCUBRE LA CUMBIA: En 1991, el grupo
inglés Sailor, se vuelve conocido en Europa, con una versión Pop de la cumbia,
titulada “La Cumbia”; tema éxito lanzado en vivo en Alemania, luego se extendió
por otros países como Holanda, Bélgica y Francia. El Director, compositor y
cantante del cuarteto, Georg Kajanus, manifiesta que su pasión por la Cumbia
nació en México y que la única forma de lograr entrar a competir el mercado
europeo, era mezclando ritmos de música Pop, con la Cumbia. Para él, la Cumbia
tiene a su favor la simplicidad, es fácil de tocar, bailar y es un ritmo
contagioso.
"CUMBIA DIGITAL", NUEVO BOOM EN EUROPA: La "Cumbia Digital" o “Cumbia Electrónica”, género que fusiona la música popular argentina con los sonidos electrónicos, se impone en las discotecas de Europa y Estados Unidos. La escena que popularizó internacionalmente esta fusión de música folclórica y "Cumbia Digital" en Argentina, fue la que surgió de Zizek, un club de productores y Djs, que editaron cinco discos con su propio sello discográfico, ZZK Records. El Club Zizek, surgió en Buenos Aires en 2006 y para Villa Diamante, líder del club, su éxito consiste en manejar códigos tan universales como la electrónica o el Reggae y rescatar sonidos autóctonos como la Cumbia. Durante 2008, Club Zizek, realizó una gira que les llevó a España.
"CUMBIA DIGITAL", NUEVO BOOM EN EUROPA: La "Cumbia Digital" o “Cumbia Electrónica”, género que fusiona la música popular argentina con los sonidos electrónicos, se impone en las discotecas de Europa y Estados Unidos. La escena que popularizó internacionalmente esta fusión de música folclórica y "Cumbia Digital" en Argentina, fue la que surgió de Zizek, un club de productores y Djs, que editaron cinco discos con su propio sello discográfico, ZZK Records. El Club Zizek, surgió en Buenos Aires en 2006 y para Villa Diamante, líder del club, su éxito consiste en manejar códigos tan universales como la electrónica o el Reggae y rescatar sonidos autóctonos como la Cumbia. Durante 2008, Club Zizek, realizó una gira que les llevó a España.
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Álvaro Rojano Osorio: El Vallenato y la música del Bajo Magdalena; publicado en el periódico El Pilón de Valledupar, el día 7 de noviembre del año 2020.
EL AUTOR.
Raúl Antonio Ospino Rangel, oriundo de Cantagallar, corregimiento El Piñón
Magdalena, se caracteriza por escribir historias, con razón lo llaman “El
Historiador de los Pueblos del Magdalena”. Además de escritor, es cronista,
compositor, gestor público, economista. Es autor de los siguientes libros:
- Historia de El Piñón Magdalena. Editorial: Talleres HM Publicidad,
Barranquilla, año 2005, 142 páginas.
- Historia Musical del Magdalena.
Talleres HM Publicidad, Barranquilla, año 2005, 94 páginas.
- Cátedra del Municipio de Nueva
Granada Magdalena. Talleres HM Publicidad, Barranquilla, año 2007, 100 páginas.
- Historia del Corregimiento Los
Andes. Talleres HM Publicidad, Barranquilla, año 2002, 50 páginas.
- Chuscadas en Cantagallar,
Compositores del Magdalena. Talleres HM Publicidad, Barranquilla, año 2002, 50
páginas.
- El Piñón en la Independencia de
Colombia. Talleres HM Publicidad, Barranquilla, año 2010, 80 páginas.
- Negritudes en el Departamento del
Magdalena, año 2016.
- Simón Bolívar en el Departamento
del Magdalena, año 2016.
- Nueva Granada Magdalena y la Música, año 2015.
- Nueva Granada Magdalena y la Música, año 2015.
Crónicas de su autoría son las siguientes:
- El Informador de Santa Marta. “El carnaval como fiesta religiosa empieza en
Santa Marta”, enero 8 del año 2012.
- De Racamandaca, de Ciénaga
Magdalena. “Las mujeres del Magdalena en las luchas sociales y políticas”,
marzo 25 del año 2013.
- De Racamandaca de Ciénaga
Magdalena. “La musa que inspiró el Lucero Espiritual de Juancho Polo Valencia”,
septiembre 9 del año 2014.
- De Racamandaca de Ciénaga
Magdalena. “Historia de la canción Santa Marta Tiene Tren”, diciembre 6 del año
2014.
Periódico Opinión Caribe de Santa
Marta: Crónicas semanales durante los años 2015 y 2016.
Ha desempeñado los siguientes cargos:
- Tesorero Municipal de El Piñón.
- Tesorero Municipal en Nueva
Granada, Asesor Financiero en la Secretaria de Transito en Plato.
- Asistente Técnico en la Secretaria
de Hacienda del Departamento del Magdalena.
- Asesor financiero en la Contraloría
Distrital de Santa Marta.
- Coordinador Educativo de la
Fundación Servimas.
- Asesor Oficina de Desarrollo
Económico de la Gobernación del Magdalena.
- Documentalista e historiador de la
Fundación País de Pocabuy, en el proyecto de Cumbia Patrimonio Inmaterial de la
Nación.
ARCHIVO FOTOGRÁFICO.
Raúl Ospino Rangel.
El Informador de Santa Marta.
Hoy Diario del Magdalena.
raulospino1@hotmail.com
Santa Marta, febrero del año 2016.
Derechos reservados de autor,
prohibida su reproducción total o parcial.
Derechos reservados de autor,
prohibida su reproducción total o parcial.
Excelente relato histórico muy bien sustentado. Felicitaciones..!!!
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