PRESENCIA DE UN
SACERDOTE
EN MASACRE DEL PLAYÓN
DE OROZCO.
Padre Sanjuan.
SACERDOTE GIOVANNI SANJUAN CASTRO EN EL PIÑÓN MAGDALENA: Se ordenó sacerdote en Puerto Colombia, el 12
de marzo del año 1994, teniendo su primera experiencia sacerdotal en la
población de Concordia Magdalena, pasando luego a la Parroquia de El Piñón
Magdalena, donde ejerció su fe espiritual (por dos años), hasta el fatídico día
9 de enero del año 1999. En vista de este acontecimiento macabro ocurrido en un
corregimiento del municipio de El Piñón Magdalena, llamado Playón de Orozco, el
sacerdote Giovanni Sanjuan Castro, fue traslado a Barranquilla, para intentar sepultar
ese registro negro de la violencia en Colombia.
Promotora de Salud
Carmen Rudas lo invita a Playón de Orozco: Quien invita a desplazarse hasta el corregimiento de Playón de
Orozco, al padre Giovanni Sanjuan Castro, es la Promotora de Salud, de esa localidad, Carmen
Elena Rudas Cantillo, mujer de 40 años aproximados, que estaba interesada en
bautizar a uno de sus hijos. El padre Sanjuan aprovechó la idea para que
también fueran bautizados otros niños y celebrar la eucaristía en un poblado distante
de la cabecera municipal, de profundo sentido religioso y donde duraban meses sin
ver a un sacerdote.
El sacristán
acompañante del sacerdote:
Fue Ubaldino Ospino Carranza, un piñonero de risa espléndida, quien se trasladó
con el sacerdote al pueblo Playón de
Orozco, para ayudarlo en los oficios religiosos. Era Ubaldino el sacristán de
la Parroquia de El Piñón, quien se encargaba de cuidar los objetos de la
sacristía, de la limpieza de la iglesia y de ayudar al sacerdote en el
altar.
IGLESIA SAN MARTÍN DE LOBA TESTIGA DE LA MASACRE: Al mediodía del sábado 9 de enero del año 1999,
el corregimiento Playón de Orozco vivió la segunda masacre más grande del año
en Colombia, en la cual murieron cerca de 30 persona las cuales fueron
fusiladas a quemarropa, frente a la Parroquia San Martín de Loba. El pueblo
estaba de fiesta por los 12 bautizos que se realizaban ese día y porque era la
primera visita del año del sacerdote Giovanny Manuel Sanjuán Castro, quien
compartió con los feligreses una mañana alegre y de renovación de la fe
católica. De modo que los bautizos se convirtieron en una especie de fiesta
colectiva para la comunidad religiosa de la Iglesia San Martín de Loba de
Playón de Orozco, ese 9 de enero del año 1999.
Terminación del acto
litúrgico: El acto litúrgico
empezó a las 11 de la mañana, pasada las doce del mediodía, cuando los
servicios religiosos habían concluido, y muchas familias se entregaban a la
parranda, el padre Sanjuan, se disponía almorzar en casa de la Promotora de
Salud, Carmen Rudas, madre de cuatro hijos y en condición de embarazada. Ese
fue el instante cuando el sacerdote se topó de cara con los paramilitares, ese
fue el instante cuando los feligreses sintieron la presencia de hombres armados
hasta los dientes, vestidos en su mayoría de civil. El sacerdote no sabía
quiénes eran ni que querían, pero ante panorama oscuro, salió a prender su
carro para marcharse del lugar, fue cuando uno de los facinerosos le pidió las
llaves del vehículo, otro le pinchó a
tiros las llantas y otro lo separó de su compañero Ubaldino Ospino Carranza. Giovanny
Manuel Sanjuán Castro les comunicó que era el sacerdote del pueblo y la
respuesta fue violenta:
- ingrese a la iglesia.
Entrada del sacerdote
a la capilla católica: Cuando
el sacerdote entró a la iglesia San Martín de Loba, encontró gente llorando,
preocupada y orando ante la angustia. De modo que el sacerdote quedó encerrado con varios en la capilla católica,
ya empezaban los malhechores a seleccionar
a la gente que luego matarían.
LA POBLACIÓN FUE DIVIDIDA POR GRUPOS: Separaron a los hombres de las mujeres y de
los niños. Las mujeres y los niños fueron encerrados en la iglesia, mientras a
los hombres los pusieron contra la pared de la plaza principal del pueblo. Otro
grupo fueron llevados al puesto de salud. A los hombres les ordenaron que se
quitaran las camisas, los pusieron contra la pared y delante la muchedumbre
dispararon sin contemplación. Luego de esto saquearon las casas, se llevaron
los bienes y quemaron varias viviendas,
la mayoría de la población. Por estos hechos las casi 100 familias que vivían
en Playón de Orozco salieron desplazadas hacía Pivijay, el pueblo desapareció.
La muerte del
sacristán y la Promotora de Salud: El sacerdote antes de ser ingresado a la iglesia, observa que
los paramilitares llaman a la Promotora de Salud, lo separan del sacristán y
seleccionan a otro grupo de personas, piensa entonces que es para
interrogarlos. Fue cuando el sacerdote logra
decirle a su compañero Ubaldino Ospino, que tuviera cuidado y no mirara a
los usurpadores de frente y; la Promotora de Salud, le dice al sacerdote que no
tenga miedo.
Al final tanto Carmen Rudas, como Ubaldino Ospino, resultaron víctimas
de la incursión paramilitar de aquel doloroso
acontecimiento que nunca se olvidará, que marcó la vida de sus familiares y
amigos. Carlos Calvo González encontró el cadáver de su esposa Carmen
Rudas, frente al colegio; mientras que el cuerpo sin vida de Ubaldino Ospino estaba
cerca de la iglesia.
SALIDA DEL SACERDOTE DE LA CAPILLA CATÓLICA: El sacerdote al salir de la iglesia, vio toda la
desgracia de casas quemadas, muertos en las calles y gente corriendo
desesperada buscando a sus familiares. Mientras miraba en todas direcciones sin
saber para dónde seguir, vio venir hacía él a un niño, era el hijo de la Promotora
de Salud, Carmen Rudas, gritándole en llanto:
- “Padre, padre, mataron a mi mamá, mataron a mi mamá”.
De manera que el sacerdote con 4 sobrevivientes del trágico día, recorrió a pie 50 kilómetros,
distancia de Playón de Orozco a cabecera municipal. Fue una travesía en
silencio, llena de pánico, metiéndose varias veces en los matorrales cuando
escuchaban cualquier ruido, creyendo que los perseguían. Fue el sacerdote Giovanny
Sanjuan Castro, la primera persona que informó a las autoridades de la masacre.
FUENTES DE CONSULTA.
El Tiempo: A Dedo Fueron Escogidas las Víctimas;
publicado el 11 de enero de 1999.
El Tiempo: Padre, Mataron a mi Mamá; publicado 9 diciembre del año 1999.
El Heraldo: Una Hora de Terror en Playón de Orozco; publicado 9 de enero del año 2011.
El Tiempo: Padre, Mataron a mi Mamá; publicado 9 diciembre del año 1999.
El Heraldo: Una Hora de Terror en Playón de Orozco; publicado 9 de enero del año 2011.
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