viernes, 10 de enero de 2020

PRESENCIA DE UN SACERDOTE
EN MASACRE DEL PLAYÓN DE OROZCO.
Padre Sanjuan.

SACERDOTE GIOVANNI SANJUAN CASTRO EN EL PIÑÓN MAGDALENA: Se ordenó sacerdote en Puerto Colombia, el 12 de marzo del año 1994, teniendo su primera experiencia sacerdotal en la población de Concordia Magdalena, pasando luego a la Parroquia de El Piñón Magdalena, donde ejerció su fe espiritual (por dos años), hasta el fatídico día 9 de enero del año 1999. En vista de este acontecimiento macabro ocurrido en un corregimiento del municipio de El Piñón Magdalena, llamado Playón de Orozco, el sacerdote Giovanni Sanjuan Castro, fue traslado a Barranquilla, para intentar sepultar ese registro negro de la violencia en Colombia.
Promotora de Salud Carmen Rudas lo invita a Playón de Orozco: Quien invita a desplazarse hasta el corregimiento de Playón de Orozco, al padre Giovanni Sanjuan Castro, es  la Promotora de Salud, de esa localidad, Carmen Elena Rudas Cantillo, mujer de 40 años aproximados, que estaba interesada en bautizar a uno de sus hijos. El padre Sanjuan aprovechó la idea para que también fueran bautizados otros niños y celebrar la eucaristía en un poblado distante de la cabecera municipal, de profundo sentido religioso y donde duraban meses sin ver a un sacerdote.
El sacristán acompañante del sacerdote: Fue Ubaldino Ospino Carranza, un piñonero de risa espléndida, quien se trasladó con el sacerdote al pueblo  Playón de Orozco, para ayudarlo en los oficios religiosos. Era Ubaldino el sacristán de la Parroquia de El Piñón, quien se encargaba de cuidar los objetos de la  sacristía, de la limpieza de la iglesia y de ayudar al sacerdote en el altar.
IGLESIA SAN MARTÍN DE LOBA TESTIGA DE LA MASACRE: Al mediodía del sábado 9 de enero del año 1999, el corregimiento Playón de Orozco vivió la segunda masacre más grande del año en Colombia, en la cual murieron cerca de 30 persona las cuales fueron fusiladas a quemarropa, frente a la Parroquia San Martín de Loba. El pueblo estaba de fiesta por los 12 bautizos que se realizaban ese día y porque era la primera visita del año del sacerdote Giovanny Manuel Sanjuán Castro, quien compartió con los feligreses una mañana alegre y de renovación de la fe católica. De modo que los bautizos se convirtieron en una especie de fiesta colectiva para la comunidad religiosa de la Iglesia San Martín de Loba de Playón de Orozco, ese 9 de enero del año 1999.
Terminación del acto litúrgico: El acto litúrgico empezó a las 11 de la mañana, pasada las doce del mediodía, cuando los servicios religiosos habían concluido, y muchas familias se entregaban a la parranda, el padre Sanjuan, se disponía almorzar en casa de la Promotora de Salud, Carmen Rudas, madre de cuatro hijos y en condición de embarazada. Ese fue el instante cuando el sacerdote se topó de cara con los paramilitares, ese fue el instante cuando los feligreses sintieron la presencia de hombres armados hasta los dientes, vestidos en su mayoría de civil. El sacerdote no sabía quiénes eran ni que querían, pero ante panorama oscuro, salió a prender su carro para marcharse del lugar, fue cuando uno de los facinerosos le pidió las llaves del vehículo, otro le  pinchó a tiros las llantas y otro lo separó de su compañero Ubaldino Ospino Carranza. Giovanny Manuel Sanjuán Castro les comunicó que era el sacerdote del pueblo y la respuesta fue violenta:
- ingrese a la iglesia.
Entrada del sacerdote a la capilla católica: Cuando el sacerdote entró a la iglesia San Martín de Loba, encontró gente llorando, preocupada y orando ante la angustia. De modo que el sacerdote quedó  encerrado con varios en la capilla católica, ya empezaban los malhechores a seleccionar  a la gente que luego matarían.
Monumento a las Víctimas.
Playón de Orozco.

LA POBLACIÓN FUE DIVIDIDA POR GRUPOS: Separaron a los hombres de las mujeres y de los niños. Las mujeres y los niños fueron encerrados en la iglesia, mientras a los hombres los pusieron contra la pared de la plaza principal del pueblo. Otro grupo fueron llevados al puesto de salud. A los hombres les ordenaron que se quitaran las camisas, los pusieron contra la pared y delante la muchedumbre dispararon sin contemplación. Luego de esto saquearon las casas, se llevaron los bienes y quemaron varias  viviendas, la mayoría de la población. Por estos hechos las casi 100 familias que vivían en Playón de Orozco salieron desplazadas hacía Pivijay, el pueblo desapareció.
La muerte del sacristán y la Promotora de Salud: El sacerdote antes de ser ingresado a la iglesia, observa que los paramilitares llaman a la Promotora de Salud, lo separan del sacristán y seleccionan a otro grupo de personas, piensa entonces que es para interrogarlos. Fue cuando el sacerdote logra  decirle a su compañero Ubaldino Ospino, que tuviera cuidado y no mirara a los usurpadores de frente y; la Promotora de Salud, le dice al sacerdote que no tenga miedo.
Al final tanto Carmen Rudas, como Ubaldino Ospino, resultaron víctimas de la incursión paramilitar de aquel doloroso acontecimiento que nunca se olvidará, que marcó la vida de sus familiares y amigos. Carlos Calvo  González encontró el cadáver de su esposa Carmen Rudas, frente al colegio; mientras que el cuerpo sin vida de Ubaldino Ospino estaba cerca de la iglesia.
Año 2020.
Playón de Orozco.

SALIDA DEL SACERDOTE DE LA CAPILLA CATÓLICA: El sacerdote al salir de la iglesia, vio toda la desgracia de casas quemadas, muertos en las calles y gente corriendo desesperada buscando a sus familiares. Mientras miraba en todas direcciones sin saber para dónde seguir, vio venir hacía él a un niño, era el hijo de la Promotora de Salud, Carmen Rudas, gritándole en llanto:
- “Padre, padre, mataron a mi mamá, mataron a mi mamá”.
De manera que el sacerdote con 4 sobrevivientes  del trágico día, recorrió a pie 50 kilómetros, distancia de Playón de Orozco a cabecera municipal. Fue una travesía en silencio, llena de pánico, metiéndose varias veces en los matorrales cuando escuchaban cualquier ruido, creyendo que los perseguían. Fue el sacerdote Giovanny Sanjuan Castro, la primera persona que informó a las autoridades de la masacre.


FUENTES DE CONSULTA.

El Tiempo: A Dedo Fueron Escogidas las Víctimas; publicado el 11 de enero de 1999. 
El Tiempo: Padre, Mataron a mi Mamá; publicado 9 diciembre del año 1999. 
El Heraldo: Una Hora de Terror en Playón de Orozco; publicado 9 de enero del año 2011.

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