martes, 21 de julio de 2020

PALENQUERAS
EN EL BARRIO PESCAITO.
“CASA DE LOS NEGRITOS” O “CASA DE LA NIÑA MEJÍA” EN EL BARRIO PESCAITO: Esta legendaria vivienda está ubicada en la calle 4 No. 8-15, casona de sala grande, comedor, cocina, varios cuartos y un gigante patio con portón para entrar y salir. Sebastiana “Chana” Pérez, fue la primera propietaria de esta casa, que al morir la heredó su hija Hilda Elías Pérez, esposa de Catalino Acosta, matrimonio que tuvo en esa residencia los siguientes hijos:
- Ligia Acosta Elías.
- Luzdarys Acosta Elías, “Lula”.
- Sara Acosta Elías, “Sa-Risa”.
- “La Negra” Gladys Alemán Elías. 
“Sa-Risa”: Es el nombre artístico de Sara Acosta Elías de Cortés, pescaitera que salió al anonimato el 6 de mayo del año 1999, cuando “Sa-Risa”, con agradable humor empezó a alegrar a los samarios en las fiestas populares y en el carnaval. 
Luzdarys Acosta Elías: Conocida como “Lula”, es la esposa del abogado y dirigente político samario, Humberto Díaz Costa, quien ha ostentado posiciones públicas como Concejal de Santa Marta, Diputado del Magdalena y Director del antiguo Incora.
"Casa de la Niña Mejía".

HOSPEDAJE DE LAS PRIMERAS PALENQUERAS EN LA VIVIENDA: Sebastiana “Chana” Pérez, mujer de corazón noble y hospitalaria, acogió en el año 1948 en su vivienda de Pescaito a Zoila Rosa “La Niña” Mejía Villamil, en compañía de su madre Buenaventura Villamil, llegaron procedentes de San Pablo Bolívar, palenqueras que desde entonces empezaron a caminar las calles de Santa Marta vendiendo toda clase de dulces y vendiendo las tradicionales “alegrías”, razón por la cual son consideradas pioneras de esta actividad comercial en la ciudad.
Traslado de los Acosta Elías, a nueva residencia: Hilda Elías Pérez, esposa de Catalino Acosta, al heredar la casa, prosiguió como su madre Sebastiana “Chana” Pérez, con la costumbre de recibir y dar posada a las “negritas” palenqueras. En el año 1965, la señora Hilda Elías Pérez, se traslada con su familia y con la palenquera “La Niña” Mejía, para su nueva morada ubicada en la carrera 11, entre calles 7 y 8, del mismo barrio, dejando la casa arrendada entre otros a, Miguel Perdomo y Carmen Llanes. 
Palenquera: Es una palabra que designa a las mujeres descendientes del pueblo de San Basilio de Palenque. Este fue un asentamiento fundado por esclavos fugados de las haciendas cercanas a Cartagena en la época colonial. Hoy son parte de la idiosincrasia caribeña y su imagen colorida ha sido promovida en los últimos años por los hoteles y corporaciones de turismo.
PALENQUERA “LA NIÑA” MEJÍA COMPRA LA CASA: Con el tiempo la señora Hilda Elías Pérez, vende la casa ubicada en la calle 4 entre carreras 8 y 9, del barrio Pescaito, a la palenquera Zoila “La Niña” Mejía, que al tomar posesión como propietaria, acoge con más razón a sus numerosos paisanos procedentes de San Pablo, María la Baja y San Basilio, Bolívar; es cuando en toda la ciudad de Santa Marta, empieza a llamársele “Casa de los Negritos” o “Casa de la Niña Mejía”.
“La Niña” Mejía, matrona de las palenqueras: “La Niña” Mejía, se convirtió en la matrona de todas esas mujeres que elaboraban cocadas y toda clase de dulces, en el amplio patio de su “Casa de los Negritos”, ya que bajo su dirección y orientación, cada familia afrodescendiente era dueña de su propio negocio o “fabrica” de dulces. No solo Zoila “La Niña” Mejía, era la matrona de la casa, también tenía los conocimientos empíricos de comadrona, es decir atender partos; además de “rezar” a los niños con el “mal de ojo”, situación que se prestó para ganarse el aprecio de toda la comunidad del barrio Pescaito. 
Fallecimiento de “La Niña” Mejía: La “Casa de los Negritos” o “Casa de la Niña Mejía”, en pleno siglo XXI es un punto de referencia de la cultura samaria, siguiendo con el legado de Zoila Rosa “La Niña” Mejía Villamil, quien  transmitió el negocio de los dulces a varias generaciones de mujeres que hoy continúan con la tradición, sosteniendo a sus familias con la venta de cocadas y “alegrías”, con las palanganas puestas en la  cabeza.
A la muerte de Zoila “La Niña” Mejía, en el año 2012, la histórica casa pasó a manos de su hermana Benita Mejía, quien ha residenciado allí desde el año 1986, con otras mujeres palenqueras, ejerciendo el mismo oficio: elaborar cocadas en el patio de su casa y venderlas por los sitios turísticos de Santa Marta.


FUENTES DE CONSULTA.


Edgar Rey Sinning: Cristo Rey, un Espacio para Permanecer en el Tiempo; publicado en febrero del año 2006. 

Jorge Giraldo Barbosa y José Vega de la Valle: Historia de Vida de Josefina Olivo; publicado en el año 2006. 
Blog Republica de Pescaito: Testimonios de Humberto Díaz Costa y Rosita Acosta de Cortés, publicados en julio del año 2020.

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