BANDAS MILITARES: durante el enfrentamiento entre patriotas (republicanos) y realistas (españoles), los músicos fueron reclutados para ir a combatir en las campañas militares, interpretando piezas musicales que buscaban levantar los ánimos de quienes combatían en el campo de batalla. De modo que las bandas militares, también llamadas "Bandas de Guerra", con sus himnos, marchas y danzas; fueron protagonistas de primera mano, en las guerras de independencia y en las guerras civiles de los siglos XVIII, XIX y XX. En la región Bajo Magdalena, se referencia a Mompox, como la población donde se conformó la primera banda de viento, conformada por militares, la cual fue organizada, en el año 1828. En Santa Marta ya existía en 1830, la banda del Batallón Militar, dirigida por el francés Francisco Sieyes; y en 1836, "La Legión Británica", dirigida por el inglés Edwar Gregory Mcpherson.
AGRUPACIONES CUMBIAMBERAS: Los historiadores describen la aparición de las primeras agrupaciones de cumbiambas, conocidas también como merengue, a partir del año 1856. Se destacan en el Magdalena estás primeras agrupaciones merengueras, en las poblaciones de Plato, Santana, San Sebastián y Guamal. Esa fue la época que se encontró el acordeón con la música primitiva.
BANDAS CIVILES: A mediados del siglo XIX, se inicia el proceso de conformación de bandas de viento por parte de civiles en la Costa Atlántica. La aparición de las bandas conformadas por civiles no implicó la desaparición de las bandas militares. Estas bandas de civiles vinculadas principalmente con actos festivos populares, las bautizaron con los siguientes nombres:
- Bandas de Viento.
- Papayeras.
- Chupacobres.
En el año 1840, se encuentra la Banda Armonía de Santa Marta, dirigida por Juan Plácido Jiménez. En 1880, Eulalio Meléndez dirige en Ciénaga , Magdalena, la Banda Armonía del Córdoba. En el año 1884, existe la banda de música de Guamal, integrada por Francisco López, Tomás Aníbal Miranda, Faustino Rangel Mendez, Saturnino López Infante, Felipe Ospino, Tomás Julian Castro, Eusebio Zambrano Saucedo, Abigail Rangel, Guadalupe Ortíz Rangel. Para comienzos de siglo XX, había en Guamal, Magdalena, una banda de música de orientación liberal, dirigida por Gabriel Ribón Cordero, la que llamaban “Grupetto Rojo”. También el partido conservador, para la misma época, tuvo su banda, “Orquesta Arco Iris”, dirigida por Redempto Miranda Acuña. Con el tiempo estas bandas se disolvieron, agrupándose en la “Banda 16 de Julio”, bajo la dirección de Manuel Ribón.
MÚSICA INDÍGENA EN GUAMAL: En una expedición del Capitán y cronista español Don Martín Ruíz Díaz, realizada el 8 de septiembre de 1766 en Guamal, Magdalena, encontró lo siguiente:
- “Nos topamos con indios Chimila en cuya casa había más de 50 tinajones de bebidas, sin otros que estaban al fuego cocinando, y más adelante estaba otra casa que tenía dos tambores, uno de tres varas y otro largo menor de tres cuartas”.
SIMÓN BOLÍVAR EN GUAMAL MAGDALENA. Durante los días 29 y 30 de diciembre del año 1812, la población de Guamal fue sitiada por el ejército bolivariano, en la cual se encontraban refugiados los españoles. En esta batalla Simón Bolívar derrota al ejército realista comandado por Vicente Capmani. Se comenta que Simón Bolívar para ganarse al pueblo guamalero, se reunía con un grupo de negros bailando con ellos hasta el amanecer, de manera que el jefe de las negritudes Benito Rodríguez, un fornido raizal reconocido en la región, lo cargaba en hombros en honor a sus hazañas guerreras en pro de la independencia.
EL MERENGUERO DE GUAMAL, MAGDALENA: Si en las guerras de independencia, y guerras civiles de siglo XVIII y siglo XIX, reclutaban músicos para ir a combatir en las campañas militares, interpretando piezas musicales que buscaban levantar los ánimos de quienes combatían; en Guamal, Magdalena, había un combatiente que se llevaba su acordeón para las guerras militares.
Ese era Felipe Yepes, gran acordeonero, que se formó en las agrupaciones cumbiamberas y merengueras, en esa región a mediados de siglo XIX. Fue combatiente de la Guerra de los Mil Días, y precisamente murió en este sangriento episodio bélico en la conocida "Batalla de Guamal Magdalena", en marzo de 1899, víctima de un disparo en su espalda. Felipe Yepes, en esas guerras civiles de siglo XIX, ejercía el activismo militar con el toque del acordeón, distinguiéndose como juglar de merengues y puyas.
EL LIBRO DEL HISTORIADOR GNECCO RANGEL PAVA: Guamal, Magdalena, según el historiador Gnecco Rangel Pava, fue epicentro del vallenato con sus aires guamalenses. Este historiador nació en Guamal en el año 1913, contribuyendo al folclor con las siguientes historias publicadas: Año 1947, con el libro El País de Pocabuy; año 1948, con el libro Aires Guamalenses. Son estos los libros donde se habla por primera vez de vallenato y demás cantos de la región, todavía no existía la Vallenatología de la "Cacica", Consuelo Araujo Noguera. En el momento de escribir sus libros, Gnecco Rangel Pava, vivía en El Banco y frecuentaba los ambientes intelectuales de Bogotá, lo que lo llevó a la Editorial Kelly. Reseña en sus libros creencias, fiestas, música, bailes, personajes destacados, así como la importancia del pueblo a nivel comunitario y religioso; donde los protagonistas de la historia son los indios Chimila, los españoles y los mulatos que son briosos en el baile. Manifiesta Rangel Pava que los patricios del pueblo desde finales de siglo XIX, despertaban a los músicos para que los acompañaran a improvisar Cumbia y Zambapalo, bailes en rueda que duraban hasta el amanecer y en donde no faltaban los sancochos. El año nuevo era esperado con bandas de música, después se parrandeaba en la calle con Manducas, Cumbias y Cumbiambas. Música tocada con cajas, acordeones, millos y tambores. La cumbiamba se amenizaba con música de acordeón o caña de millo, tambor y guacharaca. Las modalidades de las Cumbiambas eran el Merengue, el Son y la Puya.
EL FOLCLOR VALLENATO DE ANTONIO BRUGÉS CARMONA: Escritor, periodista, abogado (1911-1956), nacido de Guamal y criado en Santana Magdalena. Fue Alcalde de Santana Magdalena, Inspector Nacional del Trabajo, Diputado Departamento del Magdalena, Juez Civil en Bogotá y catedrático. Nombrado en la primera Comisión Nacional del Folclor, por parte del Ministerio de Educación Nacional, en el año 1946. Considerado en la capital de la república “El Hombre del Magdalena”, ya que fue uno de los primeros escritores y periodistas costeños, en llamar la atención sobre la música campesina costeña en la década de 1940. Precisamente, en esta época con sus publicaciones en periódicos y revistas como El Tiempo, Semana, Liberal y Sábado, se convierte en propagandista de la música de acordeón que todavía no se llamaba vallenata. Uno de estos escritos lo publicó en El Tiempo, el 21 de enero del año 1940, con el título “El Merengue”; otro lo publicó en el mismo diario con el nombre de “Noticia de los Últimos Juglares”, el 19 de marzo del año 1950.
De modo que Antonio Brugés Carmona, fue un gran activista cultural en la Costa y Bogotá, promoviendo sus visiones desconocidas en ese momento de la música, el folclor y la tradición oral. Fue el primero en clasificar la música de acordeón en cuatro (4) ritmos:
- Son.
- Paseo.
- Puya.
- Merengue.
EL RUMBAGUA DE LUIS ÁVILA ESTRADA: Se destacó el músico de Guamal Magdalena, Luis Rafael Ávila Estrada (1917-2069), en el Batallón Córdoba de Santa Marta, como el mejor cornetista de la banda de guerra, allí conoció a Lucho Bermúdez, a quien logró enviarle a algunas de sus composiciones. En su pueblo natal, "Rafael Chito", fue creador del ritmo musical rumbagua, una mezcla de rumba y guaracha.
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