DIVISIÓN TERRITORIA: A principios de la época colonial, los conquistadores españoles dividieron el área territorial Tayrona en diferentes provincias (Betoma, Tayrona, Carbón, Guanebucan, etc). De acuerdo a los Cronistas de siglo XVI, los Betoma o Matuna, ocuparon asentamiento entre los ríos Córdoba y Guachaca, el Mar Caribe y la Sierra Nevada. Área que estaba conformada por casi trescientas tribus indígenas, entre ellas las siguientes:
- Taganga.
- Mamatoco.
- Bondigua.
- Jeriboca.
- Masinga.
- Durama.
- Oribókaca.
- Doana.
- Masaca.
- Chengue.
- Dorsino.
- Concha.
- Cinta.
- Gairaca.
- Posigueyca.
- Pueblito.
LOS CERROS: En el área Matuna o Betoma, se encontraban cerros tutelares, testigos de la ciudad como centros de adoración ceremonial y miradores para divisar el enemigo. Algunos de ellos son los que se detallan a continuación:
- "Cerro de La Cruz": ubicado entre las poblaciones de Masinga y Bonda, servía de mirador a los indígenas para divisar la llegada de los españoles al puerto de Santa Marta.
- "Cerro de Las Tres Cruces": por años se conoció que este cerro guardaba tesoros indigenas. Por los lados de la actual Avenida del Libertador, con carrera 26, antaño hubo un árbol con tres cruces de hierro, de Norte a Sur, que le dieron el nombre a ese cerro. Para historiadores esto de “Las Tres Cruces”, estuvo relacionado con algún tesoro escondido de los españoles.
En la actualidad es un barrio de invasión con dos entradas: una del lado de la Avenida del Río. Del otro lado, el acceso está ubicado detrás del barrio Postobón.
- "Cerro La Llorona": ubicado en el sector de Colinas del Pando y San José del Pando.
La Llorona, es un fantasma originario del Mundo Prehispánico que, según la tradición oral, es el alma en pena de una mujer que ahogó a sus hijos, que luego, arrepentida y maldecida, los busca por las noches por ríos, pueblos y ciudades, asustando con su sobrecogedor llanto a quienes la ven u oyen en la noche.
- "Cerro Ziruma": de acuerdo a la mitología el cerro llegó volando a tierras samarias con una Diosa, a quien los españoles habían usurpado sus perlas en la Guajira. De modo que la Diosa acompañada con su aposento (el cerro), recuperó las perlas en Santa Marta, pero al ver esa bahía tan hermosa, quedó enamorada y decidió darse un baño. Cuando terminó de bañarse, y decidía volver a su Guajira, hombres le dispararon para robarle nuevamente sus perlas. Con sus alas heridas pudo seguir caminando y esconderse en el cerro que había traído. Lo colocó justo en el sitio que se encuentra hoy día, separando la bahía de Santa Marta, de la de El Rodadero.
"Cerro Ziruma", en su costado Sur, se encuentra el Acuario de Santa Marta y playa blanca; en su costado Norte, la playa del amor, y el Fuerte de San Fernando.
- "Cerro Cundí": bien es sabido, que en época de la Conquista y de la Colonia, el "Cerro Cundí", servía de punto vigía para avizorar los barcos que se acercaban a la bahía de la ciudad.
En la Revolución del año 1860 (guerra civiles entre liberales y conservadores), ocurrida en Santa Marta, entonces Estado Soberano del Magdalena, el 22 de noviembre de ese mismo año, el Coronel Fernando Sánchez, de las toldas liberales, ordenó colocar un cañón grande en el "Cerro Cundí", cañón de pocos tiros que fue desmontado por el adversario conservador.
- "Cerro del Veladero" o "Cerro Punta de Betín": cerca de los famosos islotes samarios "El Morro" y "El Morrito", se encuentra el "Cerro Veladero", sistemas montañosos que desde los tiempos prehistóricos defendían el acceso a la bahía de Santa Marta.
Los indígenas lo llamaban "Cerro del Veladero", pero desde que el español Juan de Betín construyó un fuerte o fortaleza en el lugar, lo empezaron a llamar "Cerro Punta de Betín".
En la explanada o punta del cerro, fue el tercer fuerte construido en defensa de la ciudad en 1663, que tuvo como primer nombre "Fuerte de Nuestra Señora de la Caridad" o "Fuerte Punta de Betín", empleado como medio de defensa de la ciudad en contra de los ataques piratas.
Referente a "El Morro", el Sacerdote Don Antonio Julián, reseñó en su libro La Perla de América, escrito en el año 1787, lo siguiente: “Santa Marta está defendida a la entrada del puerto por un islote que llaman Morro, en el cual hoy día se encuentra la fortaleza que protege el paso”.
- "Cerro Abras de Santa Ana": muy cerca del "Cerro del Veladero" o "Cerro Punta de Betín", había otro llamado "Cerro Abras de Santa Ana", bordeando el barrio Ancón, en donde sobre sus colinas en el año 1719, se construye la Fortaleza de San Antonio.
- Cerros de Taganga: los indígenas la llamaron “Serranía de las Serpientes”, en razón que los cerros que la circundan, en aquellos tiempos abundaban muchos animales de esta especie.
Como Taganga, fue una Encomienda perlera y de pescado, en una colina de las cuatro en que se dividen las Abras de Santa Ana, fue construida por el Gobernador Juan Beltrán de Caicedo en 1719, una fortaleza que hiciese resistencia a las embarcaciones que intentasen entrar por la ensenada de Taganga. La razón máxima que obligó al Gobernador Caicedo para la construcción de este fuerte, fue haberse informado que en esta ensenada de Taganga había un copioso ostral de perlas y criaderos de coral.
El Alférez José Nicolás de la Rosa en su libro Floresta de la Santa Iglesia Catedral de Santa Marta dice: “Con este pretexto fortaleció aquella colina, que como dominante de la boca de la ensenada pudiese defender estos intentos y asegurar de paso aquel tesoro".
- "Cerro Bonito Gordo": cuenta la leyenda que en la cima de la punta del "Cerro Bonito Gordo", donde se encontraba el cerro que bordeaba Taganga y conectaba con la Sierra Nevada de Santa Marta, había un grupo de indigenas que vigilaban los barcos piratas. Ellos recibían las señales de humo para alertar al grupo de indigenas que estaban en Taganga de los ataques piratas.
Ese cerro cubre con su montaña la llamada "Playa San Antonio Bonito Gordo", por la cual se llega en lancha desde Taganga. También se puede llegar desde Bahía Concha o a pie por un sendero ecológico.
- Cerros del Mar de Pescaito: las playas del Mar de Pescaito, son custodiadas por las piedras, la vegetación montañosa y tropical del "Cerro San Martín", también llamado "Cerro de Pescaito".
De la misma manera muy cerca del puerto de Santa Marta, y cercano al barrio San Martín, sobre la línea del ferrocarril, se encuentra el "Cerro Ancón" y el "Cerro de la Viuda". El primer nombre en honor al antiguo barrio Ancón de la ciudad de Santa Marta.
Las salinas del sector Norte colindaban con un cerrito aislado conocido como “El Cerro de la Viuda”. Llamado así por la comunidad porque se cree pertenecía a la viuda del francés Campmartín, primer propietario de esas tierras. Mencionada viuda que vivió por siempre al pie de ese cerro.
- Cerros de Gaira: la población de Gaira está rodeada de cerros, porque limita al Norte, con el "Cerro Ziruma" y Santa Marta. Al Sur, con el Río Gaira y "Cerro de Mamorón". Al Este, con Santa Marta y la quebrada Tamacá. Y al Oeste, con el Mar Caribe. Allí también se encuentran los siguientes cerros: "Cerro Intermedio", "Cerro La Llorona", "Cerro La Virgen", "Cerro M".
- "Cerro San Fernando" y "Cerro de La Pedrera": en una colina en el extremo Norte de la ciudad, se encuentra ubicado en las estribaciones del "Cerro de La Pedrera", entre las playas "San Fernando" y "Lipe", el llamado "Cerro San Fernando". Exactamente en los terrenos donde hoy se encuentra el Batallón Córdova de la Primera División del Ejército, el cual está ubicado, bajando el "Cerro Ziruma", con sentido al centro histórico de la ciudad. Sobre este cerro en el año 1725, el Gobernador de la Provincia de Santa Marta, Juan Beltrán de Caicedo, construyó el Fuerte San Fernando, para proteger a la ciudad de los ataques piratas y de las potencias enemigas.
- "Cerro Cabo Tortuga": como la forma del cerro se asemeja a la cabeza y caparazón de una tortuga, a ese sistema montañoso lo denominaron "Cerro Cabo Tortuga". Cerro que abraza la "Playa Cabo Tortuga", hermosa bahía situada en el Sur de Santa Marta, y que se extiende por 500 metros en el sector de Pozos Colorados.
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