jueves, 28 de noviembre de 2024

CACIQUES
CERCANOS A SANTA MARTA.
Monumentoa a los Tayrona
estuvo en un tiempo en el Parque 
Sesquicentenario de Santa Marta.

CACIQUES DE BONDA: desde el año 1527 los indígenas apretaron la resistencia contra los opresores españoles. Los indios de Bonda, estaban bajo la conducción de varios caciques entre ellos: Xebo o Jebo, Yebro y Coendo, Macaroma. En lo corrido del año 1572, cuando el manejo de las armas de fuego ya no era un secreto para los Tayrona, los caciques Coendo, Macaroma y Xebo o Jebo, obtuvieron resonantes victorias frente a los invasores, especialmente en la toma de la Fortaleza de Bonda, donde los nativos se apoderaron de abundante pertrecho militar.

Yebro.
Yebro, demostró ser conocedor de tácticas guerreras como el rearme, el entrenamiento militar y el manejo de armas de fuegos.

Xebo.
Xebo o Jebo, Cacique Mayor o Naoma de Bonda, población cercana a Santa Marta, segundo al mando del Cacique Macarona.
Jebo, era un indígena sobrenatural, valiente guerrero, diestro en el manejo del arco y el arcabuz, símbolo de la resistencia indígena. Por su defensa aborigen fue capturado, enjuiciado, condenado, ahorcado y ahogado en la Bahía de Chengue, como señal de victoria de los españoles. Todo porque Jebo, lideró la toma y posterior destrucción de la Casa Fortaleza de Bonda, que los invasores y opresores habían construído. En la tortura Xebo, ofreció un repertorio amplio de insultos hacía los españoles, y antes de ser ejecutado, declaró que había dado muerte a más de sesenta soldados españoles.

Coendo.
Según el cronista español Juan De Castellanos, Coendo, era un cacique horrendo de Bonda. Para el año 1572, bajo el mando de este cacique, un grupo de indígenas se aproximó a la Fortaleza de Bonda cargando una viga de madera que presentaron como un aporte para la construcción en curso de la casa para la española Ana Ramírez de Manjarrés, heredera de la encomienda en el sector.
El cacique Coendo le pidió a Juan Castro, castellano de la fortaleza y administrador de la encomienda, que inspeccionara la viga y verificara su calidad. Castro salió de la fortaleza a su encuentro y cuando se inclinó a revisar la pieza fue ejecutado con un hachazo en la cabeza. Al instante entraron los indígenas al fuerte militar y mataron a todos sus ocupantes, destruyeron parte de la fortificación y tomaron las riquezas allí almacenadas por los ciudadanos de Santa Marta, quienes esperaban que este fuera un lugar seguro ante el riesgo de ataques piratas.
Hay una carta que le envía el Gobernador García de Lerma al emperador de España y de Alemania, en ese entonces, Carlos V, donde le manifiesta que el Cacique de Bonda Coendo, no quiso recibirlo, pero que, insistió y cuando estuvieron frente a frente, el Cacique Coendo le expresó sentimientos de paz, y le hizo obsequios de oro, y después este líder indígena y otros lo visitaron en Santa Marta.

Gamita.
Cacique Gamita, valiente y muy versado en la guerra.
CACIQUE MASINGA: a comienzos del año 1600, el Gobernador de la Provincia de Santa Marta Juan Guiral Velón, organizó una fuerza de 200 soldados bien armados, que enfrentaron a los aguerridos indígenas de la Nevada, entre ellos a los del pueblo de Santa Cruz de Masinga, quienes fueron derrotados y sus jefes condenados a muerte en los finales de ese mismo año. Masinga, pueblo cercano a Bonda, era el nombre de un cacique de los Teyuna (Tayrona).
SITIO CEREMONIAL CACIQUES DE TAGANGA: en un comienzo los indígenas de Taganga colaboraban con los españoles; pero estos querían enfrentarlos con los indígenas bondiguas, situación que no fue del agrado de los tagangueros. En vista de la esquiva, los españoles, en cabeza de Pedro de Ursua, raptaron a la mujer del Cacique Taganga. En el camino que conducía a Santa Marta, una emboscada taganguera asesinó a los raptores de la india. Esto ocurrió en el año 1534.

Concejo de Caciques.
En Taganga dónde se adentra el mar (Ta, entrante; Ganga, mar), había un Centro Ceremonial, localizado antaño en dónde actualmente se encuentra la iglesia católica. En ese Centro Ceremonial se reunía el Concejo de Ancianos o Concejo de Caciques, al cual asistían 5 líderes indígenas. Ese Concejo de Ancianos era presidido por el Cacique Dibijuca. Los demás miembros del Concejo de Ancianos eran los siguientes:
- Cacique Dumbira.
- Cacique Biyuca.
- Cacique Dumaruca.
- Cacique Donkarinca.
Cacique Dumbira: era el custodio del agua que consumía la comunidad de Taganga.
Cacique Biyuca: desempeñaba la función de protección al medio ambiente, pues anunciaba las lluvias y tempestades.
Cacique Dumaruca: tenía la función de un capitán de puerto.
Cacique Donkarinca: era el depositario de la religión, pues estaba situado sobre la línea negra en el punto de pagamento.
Cacique Dibijuca: presidía el Consejo de Ancianos. Residía en una playa aledaña al parque Tayrona.

Manuel Núñez.
En el año 1743, el Gobernador de la Provincia de Santa Marta, ordenó un censo en las poblaciones cercanas a la ciudad de Santa Marta. Para el pueblo de Taganga, aparece registrado en el censo Manuel Núñez, como Cacique de esa aldea de tres mil almas en ese entonces.
El Cacique Manuel Núñez, no fue registrado como nacido en Taganga, de modo que se cree que fue impuesto en esa comarca por el cacicazgo de los Núñez mamatoqueros. Bien es cierto del estrecho intercambio comercial y cultural entre las dos poblaciones: una de agua dulce, y la otra de agua salada. Historiadores afirman que en algún periodo de la historia, el Curato de la Doctrina de San Francisco de Taganga estuvo anexado al de San Jerónimo de Mamatoco.
Cacique de Mamatoco.

CACIQUES DE MAMATOCO: la primera iglesia de Mamatoco, construida por los franciscanos a mediados del siglo XVI, fue incendiada en 1575 por el cacique indígena del mismo nombre (Mamatoco), como respuesta a la violencia de los españoles contra los nativos y el encarcelamiento y tortura de uno de sus hijos, por lo que el jefe fue aprehendido, sometido a tormento y ahorcado, y la iglesia reconstruida. De acuerdo a cronistas, Mamatoco, era el Cacique de la tribu Matuna.

Antonio Núñez.
Desde la Colonia, existió en el caserío de Mamatoco el cacicazgo de la familia Núñez, el último de ellos lo fue el Cacique Antonio Núñez, que resultó aliado de los españoles. De modo que el Cacique Antonio Núñez, como jefe único, organizó los habitantes de la población cercana de Santa Marta, y se declaró Realista, adepto y servil al Rey de España.
En 1813, cuando las tropas bolivarianas de Cartagena intentaron expulsar a los invasores españoles de Santa Marta, surgió la ferocidad indígena de los mamatoqueros, quienes contribuyeron en la derrota de los cartageneros. Esa lealtad del Cacique Antonio Núñez (quien murió a los 92 años de edad), con los españoles fue premiada así:
- Condecoración Rango de Fiel Servidor, colgada en el pecho.
- Medalla de Oro, que tenía de un lado el busto del Rey Fernando, y en el anverso, la inscripción de “A los fieles y leales al Rey”.
- Honores militares de desembarco de tropas, el 25 de julio de 1815 día de Santiago apóstol.
- Por Decreto, el Rey de España, le concede al Cacique Antonio Núñez, el rango de Capitán con su respectiva paga.
- Exaltación con la Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica.
- En pergamino oficial se ordenó traspasara el cacicazgo a su hijo Juan José Núñez.
- Rebaja de la cuota de impuestos a la tribu mamatoquera.
- Acreedor a las tierras donde vivía el Cacique Antonio Núñez y su hijo Juan José Núñez.
CACIQUES DE JERIBOCA: fueron Caciques de esta nación, Cuchacique, Torigua, Sexus. Jeriboca, nación o reino indígena, con un territorio que abarcó el hoy barrio de Mamotoco, los cerros orientales de Santa Marta hasta Bahía Concha, y limitaba con el actual pueblo de Bonda. Su centro ceremonial fue Mamatoco, algo así como la capital espiritual, centro religioso y cultural de aquel reino, que le hizo fuerte resistencia a los españoles que impusieran su vasallaje, en una guerra desigual. Mamatoco fue su centro ceremonial, donde se realizaban aspectos religiosos y que tenían que ver con la cultura como concursos de canto, de danza, poéticos, conque se celebraba la llegada del equinoccio de marzo. Eran hábiles orfebres, procesaban el vino de palma y adoraban tres dioses. Finalmente fueron vencidos y exterminados, casi en su totalidad.

Cuchacique.
Bajo las órdenes del cacique de la población de Jeriboca, llamado Cuchacique, se iniciaron los preparativos de los pueblos indígenas para el asalto final de Santa Marta, sede de las autoridades españolas. De tal modo que se cerraron los pasos y caminos que conducían a esa ciudad, se sembraron considerables extensiones de maíz, en previsión de un asedio prolongado. Se alistaron las mazas, hachas y proyectiles de piedra, los dardos envenenados y las flechas incendiarias, los escudos de algodón y las armas de fuego disponibles. El 23 de junio del año 1599, en vísperas de la fiesta de San Juan, todo estaba listo para el asalto final, cuando un indígena de Jeriboca traicionó a sus propios hermanos, revelando a un cura doctrinero los planes de Cuchacique. Al día siguiente los rebeldes entraban al pueblo de Chengue, matando al cura doctrinero, al capitán y a dos españoles. En la Ramada asesinaron al cura doctrinero. En otros pueblos pusieron fuera de combate a más de treinta españoles, oficiales y religiosos. En Santa Marta, los jefes militares españoles solicitaron y obtuvieron ayuda inmediatamente. Refuerzos de Cartagena, Valledupar, Sevilla, Córdoba, Riohacha. Y ocurrió que mientras las fuerzas invasoras se organizaban sólidamente, el cacique Cuchacique cometió un grave error al nombrar a su hijo Dioena jefe de la guerra, sembrando el descontento entre los indígenas de Bonda que reclamaban ese honor. De modo que en el año 1599, Don Juan Guiral Velón, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Santa Marta, con un ejército de soldados penetró en la Sierra Nevada de Santa Marta, con el propósito de acabar con las rebeliones indígenas que se habían organizado en contra de los españoles. Uno de los sentenciados fue el Cacique Cuchacique del pueblo de Jeriboca, ubicado a las afueras de Mamatoco. Fue arrastrado a la cola de dos potros cerreros, su cuerpo descuartizado, sus miembros exhibidos en estacas, y su cabeza puesta en una jaula.

Torigua.
El indio Torigua de Jeriboca, uno de los implicados en el alzamiento nativo, y acusado de practicar "el pecado nefando", fue ajusticiado a garrote y su cuerno quemado para que no:
- "Quedase de él memoria y se dé a entender a los demás indios que este castigo se ha de dar a los otros que cometiesen dicho delito".

Sexus.
Uno de los líderes de Jeriboca fue el Cacique Sexus, quien al frente de dos mil guerreros, se dispuso a la defensa de su territorio y luego al contraataque. Así fue como inició una guerra a muerte contra España y su colonización en Santa Marta, ciudad a la que arrasaron, expulsando a los pocos sobrevivientes. De acuerdo a cronistas la batalla final tuvo lugar el último domingo del año 1599, en las inmediaciones de los cerros de cardón que separaban entonces a Mamatoco de Santa Marta. Batalla que comenzó a mediodía y concluyó hacia el final de la tarde. Solo los cañones y caballos de un ejército superior en número vencieron a los arrojados guerreros del Cacique Sexus.
CACIQUE GAYRACA: la Batalla de Gaira se dio en 1510, quince años antes de la fundación de la ciudad de Santa Marta. Esa batalla representó la primera gran derrota de los españoles en el continente, quienes armados de arcabuces, lanzas y cañones, perdieron ante los indígenas taironas, equipados solamente con arcos y flechas. Ese día 23 de octubre de 1510, el español Rodrigo Hernández Colmenares, atracó con dos carabelas la zona geográfica o costera que hoy es conocida como ‘Bahía de Gaira’. Luego se presentó una riña entre una veintena de indígenas y la tripulación española. Los españoles sufrieron una baja de 54 de sus hombres, todos muertos por flechas envenenadas, los 6 sobrevivientes se internaron en la selva y desaparecieron para siempre.

Testimonios de historiadores.
Tomás Joaquín Acosta (1800-1852), General de la República, geógrafo, periodista e historiador, escribió en 1848 el Compendio Histórico del Descubrimiento y Colonización de la Nueva Granada en el siglo decimosexto, basado en fuentes del Archivo de Indias de Sevilla. Dice Acosta, refiriéndose a la llegada de los españoles a nuestras costas:
- "Rodrigo Colmenares, el cual salió por octubre del mismo año de 1510 de Santo Domingo con víveres y sesenta hombres, arribó a Gaira, en donde desembarcó sin precaución cuarenta y siete españoles para hacer agua y leña; fueron sorprendidos por los indios, que se habían emboscado, no escapando sino uno solo, que se salvó nadando, por haber hecho pedazos los indios los botes. Temeroso Colmenares de ser asaltado sin poder defenderse con los pocos soldados que le quedaban, dio vela en la misma noche y sin tocar parte alguna llegó al sitio de Urabá pocos días después”.

Gerardo Reichel-Dolmatoff (1912-1994), en el libro Datos histórico-culturales sobre las tribus de la antigua Gobernación de Santa Marta, editado por el Banco de la República en 1951, refiere al respecto:
- “En el año 1510, Rodrigo Hernández de Colmenares, quien había armado dos carabelas en Sevilla, mandó a tierra sesenta hombres a la Bahía de Gaira, con ocasión de una nueva exploración de estas costas. Al desembarcar para buscar agua dulce, unos veinte indios atacaron y derrotaron a los españoles, matando a cuarenta y siete con flechas envenenadas, mientras que siete de ellos se salvaron en tierra y desaparecieron para siempre”.
DEL CACIQUE ZAMPAYÁN AL POTRERO ZAPALLÁN: desde mediados del siglo XVI, dominaba un pueblo indígena situado a orillas de la ciénaga, el Cacique “Zampayán”, perteneciente a la tribu de los Chimila. Esa ciénaga abastecida por el cauce del "Caño Zapallán", también llamado "Caño Coscurnicio" y "Caño Coscurrucio", nombre este último derivado de un antiguo pueblo indígena que existió en esa región.
En el año 1754, el Maestro de Campo de la Provincia de Santa Marta, José Fernando de Mier y Guerra, toma posesión de la ciénaga en jurisdicción de Tenerife, Magdalena, ahuyenta a los indígenas y establece allí uno de sus principales potreros para cría de ganado, el cual bautiza con el nombre de “Zapallán”. Se nota que los cronistas españoles escribían Zapayán, con la letra (Ll), aunque el Cacique lo escribían con (Y).
CACIQUES PLATEÑOS: se dice que Plato, Magdalena, recibió el nombre del cacique indígena que lo fundó, a quien lo llamaban “Plato Viejo”, que era hijo del Cacique Zárate, fundador y jefe supremo de las tribus que habitaban esta zona del Bajo Magdalena.
SACERDOTES OBLIGABAN A INDÍGENAS CAMBIAR DE APELLIDO: para los sacerdotes españoles los apellidos indígenas eran difíciles de pronunciar por eso mediante autos, los obligaban a cambiar sus apellidos ancestrales así:
- Wassi por Casas.
- Willka por Santos.
- Punku por Puerta.
- Awka por Guerra.
- Killa por Luna.
- T'ika por Flores o De la Flor.
- Mayu por Ríos.
- Wayllas a Prado o Del Prado.
- Qocha por Laguna.
- Muya por Moya.
- Taphia por Tapia.
- Ch’akun por Chacón.
- Haramillu por Jaramillo.
- Kiruqa por Quiroga.
- Kamachu por Camacho.
- Qollantis por Collantes.
- Kalle por Calle.
- Muntuya por Montoya.
- Misa por Meza.
- Mat’u por Mattos.
- Pachiku por Pacheco.
- Siwayllus por Zevallos o Ceballos.
- Tamayu por Tamayo.
- Uchuwa por Ochoa.

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